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Quiero... por jime wonka

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Notas del fanfic:

Hola!!

Este fue mi primer fic, bueno, el primero que terminé de principio a fin, y también el primero que publiqué en internet xD.

Espero que les guste, lo volví a subir, ahora corregido (según yo) , pues tenía algunas faltillas ortográficas ^^

Notas del capitulo:

Buena lectura!!

Por fin, vacaciones, aunque no sé si en este momento me alegre la noticia…pues reprobé casi todas mis materias, así que tal vez no pueda pasar al siguiente año.

 

Me molesta mucho el no poder lograr las cosas, pero yo no soy un genio ni mucho menos…en cambio, él sí. Él lo sabe todo, siempre saca buenas notas, todas las chicas lo desean, siempre es el primero en todo…

 

 

 

Su nombre, Alexis, tiene 17 años, es  alto, pelo castaño claro y corto, ojos verdes, y como ya lo había dicho, siempre el primero en todo. Además de todo eso, es mi medio-hermano, por eso no nos parecemos mucho, pues yo soy más alto que él, tengo el pelo oscuro, ojos cafés y sólo un año mayor que él. El que sea mi medio-hermano dificulta más las cosas, pues mi madre siempre lo ha querido más, ya que mi papá la golpeaba y un día se fue con otra mujer. Se fue cuando yo tenía un año, y sólo lo conozco por fotos, mi parecido con él es impresionante y esto la hace recordarlo.

 

 En cambio el papá de Alexis quiso mucho a mi mamá, pero desafortunadamente murió en un accidente. Desde ese día siempre le ha dado más atenciones a él, todo a él…pero aún así no lo odio, yo lo quiero mucho, demasiado.

 

 

 

Estaba preparando la comida cuando oí que abrían la puerta: era Alexis.

 

—Hola

 

—Hola—le respondí el saludo—.No me digas, te entregaron calificaciones y sacaste diez. —dije algo molesto, pues ya sabía la respuesta.

 

—Sí, así es, y otra vez tú reprobaste como siempre.

 

—Sí, ¿algún problema?

 

—No…, bueno, sí. Ya sabes que nuestra madre se pondrá furiosa de que pierdas otro año, y la verdad no me gusta que te trate así…—me sorprendió que se preocupara por mí, así que en un momento impulsivo lo abracé y le dije al oído:

 

—A mí tampoco, pero tú  sabes que eres el culpable de que me trate así.—lo solté y seguí con mis cosas.

 

Sí… él es el culpable de que todo el mundo me trate como si no fuera nada, porque el siempre me pone en ridículo haciendo todo mejor que yo… “¿Por qué no puedo ser como tú? ¿Por qué no puedo hacer las cosas bien? ¿Por qué siempre tú?”

 

 

 

Ya en la noche, nuestra mamá llegó y, como siempre, fue a saludar primero a Alexis y a preguntarle las calificaciones, porque, claro, sabía que yo no le iba a decir nada. Unos minutos después de hablar con él, entró muy molesta en mi recámara.

 

—¿Qué te pasa? ¿Piensas quedarte ahí el resto de tu vida? ¡No puedes hacer nada bien! ¿Ni siquiera por mí, que soy tu madre?

 

¡Ya estoy harta de esto, en verdad que saliste igual que tu padre! ¡No sirves para nada!—ahí estaba otra vez el mismo regaño de siempre, eres un inútil, eres como tu padre…”me saca de quicio.”

 

—¡Déjame en paz maldita sea! —respondí muy enojado— ¡Ya sé que me odias y que nunca seré como tu “querido Alexis” pero ya déjame en paz!

 

—Haz lo que quieras—me dijo—, pero no vas a llegar a ningún lado siendo un inútil, deberías de ser como Alexis, sólo un poco, ¿por qué no puedes ser como él? —.Fue lo último que me dijo y se fue sin decir más.

 

“¿Por qué no puedes ser como él?” Eso es lo que yo quisiera saber… yo quisiera ser como él…

 

 

 

Después de lo ocurrido, Alexis entró corriendo a mi cuarto, para disculparse.

 

—Perdón Joseph, yo no quería decirle, pero ya sabes como se pone.

 

—No importa, aún así se molestó.

 

—Pues sí, pero me molesta que te trate así. ¡Tú no eres un inútil!

 

—¿En verdad piensas eso?

 

—Claro—nuestras miradas se cruzaron y nos quedamos viendo por unos segundos. Yo me fui acercando lentamente a él y le di un beso, pero no un beso en la mejilla ni en la frente, fue un beso en sus suaves labios. Él trataba de empujarme, pero no pudo.

 

—¡Déjame Joseph! ¡¿Qué rayos te pasa?!

 

—No lo sé, se dio de repente.—respondí con mucha tranquilidad.

 

—Eres un idiota, ¡no lo vuelvas a hacer nunca más!— .En cuanto dijo eso se fue y dio un gran portazo.”Sus labios…yo quiero esos labios…”

 

 

 

Al día siguiente, como todos los fines de semana, me levanté tarde, me metí a bañar y para cuando salí mi medio-hermano estaba por irse con nuestra mamá.

 

—Ah, vaya…por fin te despertaste...—dijo mi madre.

 

—¿A dónde van?

 

—¿Qué no te acuerdas? Tengo que ir fuera de la cuidad, para una junta de negocios—me respondió algo molesta por que lo había olvidado.

 

—Ah sí… ya me acordé…

 

—Sí, y Alexis se ofreció a acompañarme. Bueno Joseph, ya nos tenemos que ir, nos vemos el lunes—se despidió de mí y Alexis agarró su pequeña maleta.

 

—No te dije a ti que me acompañaras, por que lo habrías olvidado...lo bueno es que Alexis no es como tú—. Fue lo último que dijo y salió de la casa, Alexis me vio de una forma extraña, como reclamándome lo de ayer.

 

En cuanto cerró la puerta, me dirigí a mi cuarto. “Qué bueno que mi madre se va a ir por unos días, descansaré de sus tonterías…pero…si son tonterías, ¿por qué no dejo de pensar en querer ser como Alexis?”

 

Me molesta mucho que siempre le den más importancia a él, que siempre me comparen con él, diciendo que él es mejor que yo… “me gustaría ser él…quiero ser él….”

 

 

 

Después de unas horas, llegó Alexis, con una chica, aunque no creí que fuera su novia. La verdad es que la chica era hermosa, lo cual me provocó algo de molestia, pues a mí nunca se me acercaban las chicas guapas, y a él, le sobraban seguidoras…”que molesto”. Cuando bajé a la sala estaban sentados en un sillón besándose, lo cual me provocó más rabia y bajé rápidamente las escaleras, para llamar la atención y dejaran de hacerlo.

 

—Oh, mira Joseph, ella es Michel, Michel, el es mi hermano Joseph— lo dijo rápidamente como para tratar de disimular lo que estaban haciendo.

 

—¡Hola!— me dijo aquella chica muy alegre.

 

—Hola.—respondí secamente.

 

—Si quieres puedes unirte a nuestra plática—me dijo Michel con una sonrisa que me molestó mucho.

 

—No te preocupes, a mi hermano no le gusta convivir con mis amistades…—dijo Alexis. No sé por qué, pero en ese momento me sentí muy enojado, envidiaba que Alexis siempre estuviera con alguien, pero a la vez me molestaba ver a esa chica al lado de Alexis.

 

Empezaron a seguir con su “plática” cuando los interrumpí:

 

—Oye... ¿Michel te llamas, no? Te voy a pedir amablemente que te vayas de la casa.—Michel quitó  la bella sonrisa de su rostro a una cara de “qué te pasa”.

 

—¿¡Qué te pasa Joseph!? ¡Mejor vete tú y déjanos en paz! No le hagas caso, Michel.—dijo Alexis.

 

—Si no te vas ahora mismo…pagarás las consecuencias…— le dije lo más tranquilo que pude, pero con una mirada penetrante.

 

—¡Déjanos en paz Joseph!—respondió Alexis muy enojado.

 

—Alexis…cálmate…—dijo Michel—Lo mejor es que me vaya ¿sí? Después hablamos con más calma…

 

—Pero Michel, ¡no tienes que irte sólo por que mi hermano lo dice!

 

—Lo sé, pero… no quiero que haya problemas…nos vemos luego—le dio un beso en la  mejilla y se fue sin decir más. Alexis me miraba con odio y me gritó:

 

—¿Ya estas contento? ¡Eres un imbécil! ¡Lárgate! ¡No quiero verte! ¿Por qué lo hiciste?

 

¡Maldita sea responde!—me quedé un momento callado, para pensar bien lo que le iba a responder.

 

—Alexis…yo… ¡No puedo soportar que tú seas siempre mejor que yo! ¡No puedo soportarlo! ¡No puedo soportar verte con alguien más! ¡No puedo!—me miró sorprendido por la forma en lo que se lo dije. Yo me fui acercando más a él hasta quedar sólo a unos cuantos pasos de distancia. Lo miré fijamente a los ojos y enseguida lo aventé al sillón, quedando yo encima de él.

 

Alexis no decía nada, sólo me miraba con extrañeza, era como si no le pudieran salir las palabras de la boca.

 

—Alexis…tú no sabes lo que es que te digan inútil, que te comparen, que seas excluido…

 

Tú no lo sabes, porque tú siempre eres el primero en todo, ¡siempre eres el mejor! ¡Y eso me molesta!

 

—Joseph…—dijo Alexis con la voz algo entrecortada

 

—Yo quisiera ser como tú…yo quisiera ser el mejor en todo, que las chicas me siguieran, que todos me voltearan a ver…yo quisiera ser tú…quisiera tener ese pelo, esos ojos, esos labios…—al decirle eso último, junté mis labios con los suyos, pensé que iba a tratar de poner resistencia, pero parecía hipnotizado.

 

—Yo quiero tu cuerpo, quiero tener todo tu cuerpo, Alexis…—seguí besándolo por todas partes y empecé a desabrocharle la camisa.

 

—¡No! ¡Déjame!— Por fin había reaccionado Alexis, por lo que trató de poner resistencia. —Estas mal... ¡Déjame!

 

—Alexis…—le dije mientras forcejeaba con él, tratando de quitarle la ropa—. Dime cómo puedo ser tú, dime…

 

—¡Joseph…por favor, déjame!

 

—Alexis…te voy a hacer el amor…

 

—¿¡Qué?! —dijo Alexis con los ojos tan abiertos que parecía que se le iban a salir.

 

—Tal vez si nuestros cuerpos se juntan, sea como tú…

 

—¡¿Que estupideces dices?! ¡Estas loco! ¡Déjame!—. No sé por  cuánto tiempo más se puso a gritar, yo seguí con mi cometido. Gritaba diciendo que lo dejara, que estaba loco… pero no me importó, yo quería hacerlo mío, y quería ser como él…y por eso me pasó la absurda idea de que si nuestros cuerpos se juntaban, me volvería como él…

 

 

 

Después de haber terminado, Alexis seguía llorando mientras me maldecía. Yo sólo me fui sin hacerle caso. “Qué acabo de hacer….”

 

Todo el día Alexis se la pasó encerrado en su recámara, supongo que no quería verme, pero yo no quería hacerle daño, yo…yo lo quiero demasiado como para hacerle daño…sólo quería que me entendiera, sólo eso.

 

Yo también me encerré en mi recámara, tratando de acomodar mis ideas y pensamientos. “Yo quiero ser él, quiero ser como él, ¿qué puedo hacer?”

 

Mientras reflexionaba, me di cuenta de algo, no sólo quería demasiado a Alexis, sino que lo amaba, pero a la vez sentía una espacie de odio hacia él…era todo muy confuso, no sabía que hacer.

 

 

 

 

 

Me dirigí al cuarto de mi madre, y empecé a buscar en el pequeño armario, y ahí estaba, en el último cajón, eso que estaba buscando. Sabía que ella siempre la guardaba ahí, por si se presentaba la ocasión…y esta era una ocasión.

 

Toqué la puerta de la recámara de Alexis, a lo que tuve como respuesta un “¡Lárgate!” Entre otras cosas, entonces fui a buscar una copia de la llave, pues sabía que mi madre siempre tenía copias de las llaves. Regresé y abrí la puerta, Alexis se asustó y se me quedó viendo con desconfianza.

 

—Alexis…—le dije mientras me iba acercando a él.

 

—¡¿Por qué traes eso?! Joseph, ¡vete! ¡Vete!

 

—No, ¡no me voy a ir hasta que me escuches! Alexis, yo…no sabes como me gustaría ser como tú…pero por más que trato no puedo, y eso me pone triste, porque yo…Alexis, yo te amo, pero no puedo soportar la idea de que seas mejor que yo.

 

Así que, después de pensar un largo rato, encontré la solución, con esto, los dos seremos iguales, ninguno mejor que el otro.

 

—Joseph, estas loco... ¡Estas loco!

 

—¡No! ¡No lo estoy!— me acerqué a él y lo abracé muy fuerte, que no pudo moverse.

 

—Alexis, Alexis…te amo, te amo.—le dije al oído.

 

—¡No!—me gritó al oído y me empujó— ¡Tú no me amas! ¿Qué acaso no recuerdas que hace unas horas me violaste? ¡Cómo puedes decir eso! ¡Yo te dije que pararas y no lo hiciste! ¡Maldito! ¿Y aún así tú dices que me amas? ¡Estas loco!

 

Me quedé callado unos momentos, mientras trataba de acercarme a Alexis. Él trató de esquivarme, pero después se quedó quieto, sin moverse.

 

—Joseph…—me dijo—. Por qué me hiciste eso…por qué me lastimaste de esa forma…

Sé que siempre te ha molestado el hecho de que yo siempre sobresalga en todo, y que nuestra mamá me quiera más, pero no por eso tienes que ser así.—se sentó en la cama y fijó sus llorosos ojos en el objeto que tenía en la mano.

 

—¡¿Qué piensas hacer con eso?! ¡Suéltala inmediatamente!

 

—¡No! Con esto los dos podremos ser iguales, ¿no lo entiendes?—me acerqué a él y le di un beso.

 

—Joseph…no lo hagas ¡No lo hagas! ¡Joseph!—.Después de haber gritado eso, trató de salir de la recámara, pero yo lo volví a tirar a la cama y sin pensarlo le disparé en la cabeza. La cama empezó a pintarse de rojo y yo…me sentí extraño.

 

—Alexis…yo te amo, pero no podía soportar ser inferior a ti…

 

Yo quería ser como tú, ¡quería ser tú! Y sólo así podré ser igual que tú… por fin seré como tú…—dije en voz alta, ahora, era mi turno. Me coloqué la pistola en la cabeza y jalé el gatillo…

 

Por fin sería como Alexis, los dos seríamos iguales, los dos seríamos lo mismo…

 

FIN

Notas finales:

Esto fue todo, espero que dejen comentaros o algo, lo que sea xDD jaaj.

Ciao!!!


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