Era un sábado por la noche, las diez quizás, y veía en penumbras sólo iluminado por el televisor una película de terror, sin recordar bien de que iba, pero sí de quien lo acompañaba a esas horas sin decir nada. Los gritos y voces provenían únicamente del home cinema de su living, como luces de su plasma gigante. En verdad un buen ambiente de película por la noche con su pareja, que recostado entre sus piernas y su pecho, dándole la espalda… no tenía la más remota idea de que se había perdido ni a mitad de la película, así como se la había pasado sin hacer nada y pensar en hacer mucho, observando sus manos en un intento nulo por tener más cercanía, contacto de piel a piel.
De repente su temperatura subió al recordar que no traía su bandnose en la cara que cubriera sus delatadoras mejillas, de las cuales su novio no perdía tiempo de burlarse de él, cuando de vez en cuando le quedaba mirando o este le hacía volar con frases inesperadas u/o reacciones inesperadas.
Miro nuevamente sus manos en un intento por tocar sus brazos o su cabello, cuando tenía claro que al castaño no le gustaba ser interrumpido cuando veían películas, leía algún libro o cantaba, o cuando componía… entre otros etc.
“Debí comprar más palomitas, lo sé… “Pensó, en ello que observaba los potes vacíos, de los cuales había usado para entretenerse. Volvió su mirada del castaño e hizo un quejido al verse descubierto, siendo que su novio sólo le miraba tranquilamente y él se atragantaba con su propia saliva al tiempo que maldecía sus mejillas.
- Reita, te mueves mucho… -Hablo el chico recostado en él, aun sin dejar de mirarlo.
- Yo… este… lo siento-. Reparo con una disculpa, notando que este deja de mirarlo y se acomodaba mejor en su pecho que usaba como almohada, mientras buscaba sus manos y las entrelazaba delante de su pecho.
- No importa… a la otra rendamos una porno, ¿ok?
El rubio no entendió al principió, pero cuando miro más detenidamente a su pareja, más específicos su rostro, este ya estaba dormido.
- ¿Ruki? –Pregunto por si las dudas y este sólo gruño.
Él tanto que se preocupaba de no tener contacto, cuando su mismo novio al parecer se quedo dormido esperando, creyendo que veía la película que hasta este punto ni idea tenía ya de que iba.
- Definitivamente a la otra hay que ver una porno.
F I N.
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