Salían de una jornada pesada luego de un examen nada agradable. Se separaron del resto tomando otra ruta más corta hasta sus respectivos hogares, todavía costaba creer que ellos se hubieran vuelto los mejores amigos siendo que hasta hace poco se peleaban como perro y gato.
Él lo pensó y no pudo evitar sonreír como idiota.
¿Por qué sonríes, Dobe?-le había llamado la atención ladear su rostro ante el mutismo de su amigo, y entonces, encontrarse con esa pequeña sonrisa de bobo.
Solo recordaba…-comentó mirándolo.
¿Qué cosa?-preguntó curioso.
Que nos odiábamos a muerte y ahora…-lo miró fijo, deteniendo su camino.
El azabache curvó sus labios de medio lado, metiendo sus manos en los bolsillos delanteros de su uniforme escolar.
Ahora… estamos unidos por una amistad-el rubio sonrió.
Volteó la mirada nuevamente al frente y emprendieron el camino, pero el ojiazul escuchó quejas y lamentos. En una esquina unos vándalos de su edad molestaban a dos de sus compañeras. Su seño se frunció y apretó sus puños dispuesto a dar batalla.
Naruto…-suspiró observándolo serio.
No voy a dejar que las molesten, teme…-acto seguido cruzó la calle hasta la otra avenida donde aquellos idiotas tiraban las mochilas de sus compañeras al piso pateándolas.
Reían como desquiciados mientras las pobres chicas se mantenían juntas temerosas. No podían dejar sus pertenencias.
¡Oigan, par de estúpidos!-el grito ajeno les izo mirar al frente y toparse con esa afilada mirada azulina-¡¡Les partiré la cara si no se van y las dejan en paz!!
¡¡Naruto!!-sus amigas lo vieron con una expresión de alivio-¡Ten cuidado!
Naturalmente aquellos muchachos no se dejaron amenazar y comenzaron un altercado en medio de la avenida, el joven rubio cerró los ojos cuando vio un puño venir con fuerza a su rostro, pero no lo sintió.
Siempre metiéndote en problemas… Usuratonkachi-masculló molesto.
¡¡Sasuke!!-no pudo evitar sorprenderse al ver a su amigo interponiéndose entre él y evitar el ataque.
¡Comencemos!-el azabache peleó duramente con uno, al tiempo que el rubio se enfrentaba al otro.
¡Váyanse de aquí, Ino, Hinata!-advirtió, esquivando los movimientos de su contrincante.
Las jóvenes asintieron y corrieron tomando sus mochilas. Solo esperaban que no les pasase nada a sus compañeros de clase.
¡Dobe no te distraigas!-gritó al lograr ver como su rubio amigo caía al suelo.
¡Tú tampoco!-gritó, señalándolo acusadoramente-¡Mira a tu enemigo y no te preocupes por mi!
¡¿Quién dice que me preocupo por ti?!-gritó sonrojándose levemente.
¡¡Dejen de discutir estúpidos!!-hasta los vándalos se habían cansado de sus discusiones.
La batalla parecía ir bien para ellos. Sasuke peleaba como profesional esquivando y propinando fuertes ataques a base de puños y patadas. Naruto tampoco se quedaba atrás, pero el enemigo lo estaba llevando al final de avenida donde el cordón de la ruta se alzaba. Un mal movimiento que no supo contrarrestar y cayó de espaldas golpeando su cabeza con fuerza en la ruta.
¡¡¡Naruto!!!-solo el grito de preocupación de su amigo fue oído antes de dejarse llevar por la inconsciencia.
¡Oye! ¡Te estoy hablando, idiota!-sintió su cuerpo ser zamarreado de golpe.
Abrió y cerró sus ojos consecutivamente como si estuviera en un sueño.
¿Qué?-fue lo único que sus labios pudieron articular por su reciente perplejidad.
¡¿No me estabas escuchando?!-reclamó molesto.
Lo siento, Kiba. Estaba perdido en algo…-susurró, desconcertado.
¿Puede saberse en que pensabas?-preguntó curioso.
La verdad es… que ni yo lo sé-bajó la mirada-me siento confundido.
Estás extraño. Deberías ir a la enfermaría, me estás preocupando-le palmeó la espalda.
No… yo…-titubeó.
Antes de decir algo más, la campana del colegio sonó. El castaño se puso de pie tendiéndole la mano al rubio.
Si no te sientes mal, volvamos a clase…-comentó sonriendo.
Naruto asintió.
Cuando entraron al salón observó a todos sus compañeros acomodándose en sus lugares, algo pasaba, algo que le incomodaba en su interior. Por alguna razón aquel sitio se veía solitario y triste a pesar de haber muchos de sus compañeros en él.
Se ubicó en su lugar y miró a su lado. Su espacio estaba vacío. Kiba estaba sentado delante de él junto a Shikamaru. Sintió que ese lugar estaba ocupado antes…
Kiba… ¿Faltó mi compañero?-se sentía tonto preguntándolo pero no estaba seguro de nada.
Su amigo ladeó el rostro mirándolo confundido e incluso el que estaba al lado, volteó a observarlo con la misma expresión.
¿Qué rayos te pico, Namikaze?-el chico de coleta lo miró serio.
Tks… déjalo, idiota-contestó el castaño-Naruto nadie se sienta a tu lado. Estás solo desde que empezamos el año-respondió calmadamente.
Eso claramente lo desconcertó.
Ya veo…-sonrió forzadamente. Tal vez si debería ir a descansar un poco a la enfermería, estaba desvariando, el sol le había afectado demasiado-Lo siento.
Kiba sonrió. Shikamaru volvió a prestar atención al pizarrón. La clase siguió tranquila por el resto de la hora, y las siguientes…
No podía evitarlo. Sentía su corazón vacio. Caminaba junto a Kiba por la orilla mientras este hablaba sin parar, pero la verdad era que no le escuchaba. Su mente estaba perdida.
Y entonces lo escuchó. Unos alumnos de otra escuela molestaban a sus compañeras. Al ver a Ino y a Hinata no pudo evitar sentir que ya había vivido esa situación.
¡Malditos idiotas! ¡Ya verán!-gritó el castaño corriendo hacia ellos.
Vio como Kiba se dirigía a la otra punta a defender a sus compañeras. Naruto no vaciló y también le siguió. Al hacer frente a uno de ellos no pudo evitar volver a sentir esa sensación. Como si esa experiencia la hubiera vivido antes… pero no fue con Kiba.
Vio a sus amigas tomar sus pertenecías y quedarse mirándoles a un costado. Y entonces escuchó el grito de Kiba.
¡Váyanse de aquí!-las jóvenes asintieron y emprendieron la corrida.
Esas palabras. ¿Por qué le pareció que él había dicho aquello una vez? ¿Pero en donde y porque? Su cabeza comenzó a doler.
¡¡Naruto!!-gritó su compañero. Aquella distracción fue suficiente para el enemigo, el rubio fue golpeado en la mejilla provocando que la sangre saliese de sus labios.
Mier… mierda-masculló, sintiendo la furia carcomerle por dentro. Apretó sus puños y se abalanzó sobre él otro.
A continuación por parte de los dos recibieron golpes revolcándose en el césped. Golpes, patadas y hasta mordidas. La pelea estaba yendo demasiado lejos y Kiba le decía que tratara de pararse, pero era inútil. Ignoraba sus gritos y se concentraba en romperle la cara al maldito que había partido su labio.
Ninguno se detenía. Ese vacío se hacía más grande en su pecho y sentía un dolor insoportable. No por los golpes, un dolor en su corazón.
Al ver al muchacho que golpeaba, observó su blanca piel y sus cabellos negros y como entrecerraba los ojos por el dolor recibido. Su rostro… le llamó la atención su rostro.
Sumiéndose en una enorme oscuridad una imagen se presento frente a él. Un joven de espaldas con su mismo uniforme. Su mano se extendió tratando de tocarlo pero se alejaba a cada paso que daba.
¡Espera, por favor!-rogó por temer que desapareciese.
Hace solo instantes estaba peleando con un brabucón y ahora se encontraba en la nada con aquella persona caminando y perdiéndose delante de él. Vio su cabello desde atrás, negro y los brazos descubiertos de la remera. Tenía piel blanca.
Entonces el muchacho pelinegro se detuvo. Naruto también lo hizo a solo unos pasos de él. La confusión era enorme junto al vacio. Como si estuviera viviendo una mentira creada por su propia mente.
¡Me… me siento mal… estoy asustado!-gritó desesperado-Creo que… estoy alucinando o olvidando cosas importantes. ¡La verdad no lo sé! ¡¡¡Me estoy volviendo loco!!!-sintió sus lágrimas deslizarse de sus mejillas.
No estás tan lejos de ello…-contestó la otra presencia-¿Te sientes vacio?
¡Sí! ¡Siento que algo falta en mi vida y no sé qué es exactamente!-rugió molesto y frustrado.
Encuéntralo. Eres el único que lo sabe… después de todo estamos en tu cabeza-respondió con seriedad.
¡¡Por favor dime como!! ¡Yo… yo no sé… que mierda me sucede!-gritó poniendo expresión de angustia y agarrándose el pecho.
Siempre tan tonto… Usuratonkachi-se volteó a mirarlo con una media sonrisa.
El rubio quedó sorprendido por su rostro tan familiar, pero no supo que más decir.
¿Acaso… me has olvidado, Naruto? Ese vacío… en tu corazón, soy yo-la imagen comenzó a desvanecerse.
¡¡Espera!! ¡¡No me dejes!!-traspasó la ya escasa figura.
El moreno le miró con una expresión de tristeza.
No me dejes ir… Dobe.
Quedó solo en esa inmensa oscuridad. Se dejó caer de rodillas soltando sus lágrimas sin comprender todo. El dolor en su pecho dolía más y más…
Alguien se sentaba a su lado. Siempre lo hizo. Levantó su rostro mostrando seriedad. ¡Él tenía compañero! ¡Y no era cualquiera!
Fue su rival y se convirtió en su mejor amigo.
Peleando y defendiéndose mutuamente. Se habían vuelto populares entre pandillas que siempre buscaban retos. Nunca se separaron tras cubrirse la espalda… pelearon juntos hasta el final.
Su nombre.
¿Cuál era su nombre?-sollozó.
Se abrazó a si mismo sintiendo su corazón latir rápidamente. Latir por aquella persona que él en secreto admiraba. Y de cual estaba profundamente enamorado.
¡¡¡¡SASUKEEEEE!!!!-gritó desgarrando su garganta.
La oscuridad pareció desaparecer a su alrededor. Y una luz segó su visión sintiéndose desfallecer al instante.
¡¡¡Dobe!!!-se acercó a la cama agarrando el cuerpo que comenzaba a moverse desesperado y gritando como loco su nombre-¡Aquí estoy, Naruto! ¡¡Despierta!!
¡¡¡Sasuke!!!-apenas sus ojos se abrieron y se encontraron con los negros, abrazó con fuerza al moreno ocultando su rostro en su pecho-¡¡¡Tuve miedo, Sasuke!!!-gritó llorando.
Ssshh… ya todo pasó. No llores, Dobe-acarició su cabello rubio-Fue una mala pesadilla, solo eso- susurró, tratando de calmarlo.
Sasuke… no te alejes de mi nunca-no quería apartarse de él. Estar abrazado lo calmaba totalmente-Mi vida sin ti es… es vacía.
Idiota… entonces tú no me preocupes de esa manera. Verte inconsciente en medio de la calle me volvió loco-confesó serio rodeándolo con sus brazos-Le rompí la cara a ese desgraciado… tu cabeza… sangraba mucho. Llamé de inmediato una ambulancia sintiéndome un inútil en ese momento.
Teme…-se separó mirándolo a los ojos.
Levantó uno de sus brazos y acarició la mejilla del azabache con ternura. En un movimiento rápido lo tomó de la nuca y lo izo acercarse a su rostro para besarle. Sus labios se movieron sobre los contrarios con dulzura, tan rápido como vino se fue.
Sasuke le miró aturdido unos segundos sin saber que decir.
Lo siento…-el rubio bajó la mirada con pena-Pero… me gustas mucho, Sasuke… no pude contenerme más.
El moreno sonrió con ternura, se inclinó tomando el rostro de su amigo.
No te contengas entonces…-selló los labios de un sorprendido rubio, que tras unos pocos segundos enroscó sus brazos en el cuello del moreno-Tú también me gustas. Es más… Te amo, dobe.
Teme...-se quedaron abrazados por largo tiempo.
