Su nombre es Akira Suzuki, un muchacho que no sobrepasa el metro con ochenta, rubio mal teñido con su melena larga que llegaba hasta la espalda, tez de piel blanca pálida y actitud bastante “rockera” por así decirlo y no era para esperarse menos, era el bajista de una de las bandas más pesadas y odiada por los padres nacidos en la generación de lo correcto; “Sex Wild” bueno… principalmente, el nombre que escogieron sus amigos para ella es un fiasco total y segundo, a juzgar por sus pintas semi andróginas y colores a ratos extravagantes se puede deducir que quedaron atrapados en la ola del Glam/Heavy Metal de los 80’s, género que hoy en día puede ser tomado como un chiste barato y un cliché poco aceptado por los fans. Pero a pesar de todo, se la habían empeñado de salir del garaje de “Aoi” su guitarrista para tocar en algunos clubs mala muerte y presentaciones especiales que hacían en fiestas de quinces años o algo así… en pocas palabras, era una banda que no iba para ningún lado, un fracaso.
-¡Bien chicos! ¡Nosotros somos “Sex Wild” y estamos muy contentos de estar aquí nuevamente con ustedes! – Grito a través del micrófono el guitarrista “Aoi” a la pequeña muchedumbre que asistió para verlos - ¡Hoy tocaremos lo mejor de nuestro repertorio y esperamos que…
-¡¿Otra vez ustedes?! – Se escucho desde el público - ¡¿Cuánto tiempo más tendremos que soportarlos?! – Grita otro de la muchedumbre enojada.
-¡¿Porqué mejor no vienes y me soportas lo que tengo entre los pantalones?! – Decía apartando a “Aoi” de ahí para abalanzarse al micrófono a decir unas cuantas palabras y hacer gestos obscenos al público.
-Ya, ya, Reita – Calmaba a su bajista – Bien, si no nos quieren escuchar simplemente se pueden ir y listo, todos felices.
-¡Ah! ¡No tengo por qué soportar esto! – De uno en uno comenzaron a salir los asistentes al bar, a la banda jamás le importo, siendo no más así empezaron a tocar las canciones que habían compuesto.
-¡Bien, entonces, uno, dos, uno, dos, tres…! – Anuncio Aoi a los demás integrantes de la banda.
Un fuerte estallido sonó de entre todos los instrumentos, la canción había comenzado y cada uno de los integrantes empezó a tocar su respectiva herramienta musical.
“I know I tease you
And I know you like that”
Por un lado teníamos al guitarrista/Vocalista “Aoi”, aunque ese era su apodo o Nick dentro de la banda, realmente se llamaba Shiroyama Yuu, era un chico de apenas unos 23 años de edad, piel morena algo bronceada, cabello largo color azabache que siempre llevaba con un peinado partido a la mitad, donde se podía ver perfectamente las facciones refinadas y retocadas de su hermoso rostro, fue el fundador de la banda y el segundo idiota en componer canciones de sexo anal y demás perversiones que venían en ellas.
“I Know I please you
‘Cause that’s where It’s at”
En guitarra líder estaba su mejor amigo de infancia, “Uruha” solo dicho así en la banda, nombre real: Takashima Kouyou, un muchacho que recién cumplía sus 20 años de edad, portaba su cabello castaño un poco menos extravagante que sus amigos con un fleco que surcaba por sus cejas y que caía directamente hasta sus patillas algunos mechones de este le daban en su rostro dándole una ilusión a él de inocencia y belleza, su piel de tez blanca caucásica era una sensualidad, era el más andrógino de sus amigos, incluso a ratos era confundido con una mujer… también se corre el rumor de que fue gracias a él que están tocando en ese bar de quinta, quizás fue por hacerle “Favores especiales” al dueño.
“I know you want me
It shines in your eyes”
La batería estaba encargada del hermano de la ex – Novia del primo de Akira, Uke Yutaka, “Kai” por los que mejor le conocían, un tipo de casi 30 años de edad, era un total fracasado, había pasado por más empleos y trabajos de los que jamás se pudiera imaginar y de no haber estado en alguno en buenas condiciones simplemente se unió a la banda y dejo de fanfarronear con ello. Su apariencia a pesar de los años no le remarcaban mucho sus casi treinta, su cabello oscuro, largo y alaciado perfectamente era una envidia para muchos hombres, además de su piel blanca y su perfecto cuerpo en buen estado, era por así decirlo el que después de Uruha, le quitaba su puesto en androgeneidad.
“I know you’ll take me
‘Because I hate your cries”
Y bueno… por ultimo tenemos al desquiciado de Akira, el culpable de componer la gran mayoría de canciones sexuales y pervertidas… supongo que de él ya no hay mucho que contar, ¿O sí?
“Ooh Baby – I’m saying this to you
Ooh Baby – So let me on through
Ooh Baby – Ooh Baby - ¡Yeah!”
***
Su presentación había terminado, al menos esta vez ninguno recibió un botellazo por parte del público, en definitivamente… lo hicieron algo bien.
-¿Y bien…? – Toco el hombro Aoi al dueño del bar - ¿Cuánto será esta noche?
El tipo lo miro de pies a cabezas con cara de pocos amigos, dio un escupitajo al suelo y dijo con voz amenazante:
-Haber… Tres canciones hechas por ustedes, más siete cover’s malísimos que le hicieron a W.A.S.P… creo que esta noche les pagare por solo las que son de ustedes – Tomo un poco de su vodka y continuo haciendo sus deberes antes de que Aoi lo molestara.
-¡Espere! – Le tomo del hombro - ¿Porqué solo las tres canciones?
-Amigo, si quisiera oír cover’s de W.A.S.P le pagaría a “Hellion” para que vengan y toquen acá – En parte tenía razón, apenas habían tocado algo de lo suyo y ese no era parte del trato, estaba tan desilusionado por la poca paga que apenas recibiría – Claro que… - Dijo sacándolo de sus pensamientos con voz algo pervertida y ronca – Si me traes a tu amiguito el guitarrista podre subirles la paga.
Aoi tomo el dinero de la mesa con mucha cólera y salió de la oficina mientras el dueño solo soltaba una carcajada honda y desmotivadora.
Ya afuera del local, los miembros de su banda esperaban con ansias el dinero para al menos, poder sustentar su supervivencia una semana más.
-¿Cuánto fue esta vez? – Pregunto ansioso Uruha.
-No esperes mucho…
-¿Pago solo por las nuestras? – Reita pronuncio de manera seria mientras veía a su amigo.
-Sí, no nos pago por los cover’s – Agacho la cabeza Aoi para evitar verle el rostro de vergüenza a sus amigos.
-¡Amigos, esto es una mierda! – Hablo en tono fuerte Kai y muy molesto - ¡Estoy cansado de tocar en este antro, estoy cansado de ganar una miseria por lo que hacemos!
-¿Sí? ¡Si estás tan cansado de esto porqué no te quedaste como contador con tu hermana! – Uruha no era de los que se molestaba fácil, pero al ver la paga y sus sueños prácticamente destruidos quiso arremeter contra el baterista.
-¡Mira idiota! – Le señalaba Kai acercándose más y más a él con ganas de golpearlo - ¡Me vuelves a levantar la voz y te daño esa boquita de puta que tienes en tu cara!
-¡Oigan ya! ¡Ya! – Va directo a la mitad de ambos Shiroyama con ganas de calmar el calor que había entre sus compañeros – Miren, sé que es frustrante, pero no podemos hacer nada más.
Todos cuatro quedaron en un silencio agobiante luego de las palabras de su líder, nadie sabía que riendas tomar de ahora en adelante y aunque quisiera mucho la banda y se soportaran unos a otros, simplemente querían darse la buena vida tocando música… pero como que el destino tenía más cosas preparadas para ellos.
-Y si… - Habla Uruha rompiendo la barrera de silencio que se había hecho presente – ¿Nos volvemos una banda Visual Kei?
-¿Visual Kei? – Pregunto algo dudoso Kai.
-¡Sí! ¡Sí! Esta muy de moda ese tipo de bandas, tenemos la ropa, es lo más necesario para eso.
-No lo sé, amigo. No creo que alguna disquera quiera contratar una banda que solamente tiene canciones acerca de sexo anal y porquerías en la cama… - Dijo Aoi tratando de salir de lado de la conversación.
-Podemos cambiar la lirica y listo, no es tan difícil. ¿Tú qué dices Kai?
-Viejo, yo tengo que comer, cuenta conmigo – Resignado.
-¿Y tu Yuu?
-Está bien – Dio un largo suspiro triste – Supongo que tendremos que vivir de ello.
-¡Excelente! ¿Y tú Reita?
Reita, por otro lado no había puesto atención a ninguna de las palabras de sus compañeros, se había quedado mirando el cielo como un niño tonto para calmar su rabia de la poca ganancia que había generado esa noche. Uruha le toco el hombro para que le mirara y este con algo de molestia dijo:
-¿Qué quieres ahora, Takashima?
-Mira, de hoy en adelante seremos una banda Visual Kei, Kai y Aoi están de acuerdo solo faltas tú y además…
-¡¿VISUAL KEI?! - Pega un grito en el cielo el bajista - ¿Pero es qué acaso se están volviendo locos? ¡No me voy a cortar el cabello hasta el cuello y hacer monerías con mi bajo para fanáticas necesitadas de sexo! – Reita estaba completamente en desacuerdo, había formado la banda, era parte de ella… pero jamás estaba con la idea de hacerse comerciales, quería siempre mantener la línea de verdaderos músicos sin que les interesara el dinero – No pueden cambiar de la noche a la mañana a Visual Kei’s ¿Se están mariconando o qué?
-Reita… necesitamos dinero, tocando en este club no lo conseguiremos – Le explicaba mientras calmaba a su viejo amigo – Amigo, llevamos en esto cinco años, quiero ya comenzar a ver ganancias.
-¡No cuenten conmigo! Si es así me largo de la banda.
-¿Entonces será así? ¿Te vas? – Aoi no podía sentir algo en el corazón que le pulsaba con fuerza y tristeza.
-Sí… primero muerto antes que ser un vendido.
-Bien – Agacho la cabeza Aoi y trataba de aguantar las ganas de llorar, tomo aire y vuelve a levantarla mientras estira su mano para despedirse de su bajista – Entonces, que sea así, Akira Suzuki.
Akira a pesar de todo también se le llenaba el corazón de una inmensa tristeza, con ellos había pasado las verdes y las maduras, siempre habían estado allí para él, pero volverse comercial y vendido… no estaba en su proyecto de vida.
-Quita eso de mi camino – Aparta la mano de Aoi golpeándola de lado mientras pasaba y lo estrujaba con su hombro apartándolo de su camino, da media vuelta a lo lejos y les grita - ¡Y para qué sepan, creare otra banda! ¡Una mil veces mejor que está! ¡Y seré rico sin necesidad de ser un marica!
Los demás miembros quedaron perplejos y anonadados mientras veían a su antiguo amigo desaparecer en la oscuridad de la calle, esa noche, “Sex Wild” dejarían de ser una banda, probarían suerte con esto, era todo o nada. Ahora si era en serio…
***
-Puv Reita –
-Son tres mil doscientos yens – Dije a la chica mientras terminaba de quitarle el sello de seguridad al disco que había acabado de comprar – Aquí tienes.
-¡Ay! ¡Gracias! – Grito fuerte, maldita si tiene los pulmones maduros - ¡Ellos son lo máximo! ¡”Wild Heart” es mi banda favorita de todos los tiempos! – Sale corriendo de la tienda a mucha velocidad mientras olvidaba cerrar la puerta del local.
Han pasado ya 5 años desde que me separe de “Sex Wild” ahora mejor conocidos como “Wild Heart” malditos, se volvieron tan populares desde que la escena Visual cobro fanaticada hace años, pero saben algo, no me arrepiento de nada de lo que hice, aunque siga siendo un pobre fracasado mantengo aun intacta mi dignidad… o bueno, lo que queda de ella.
-¡Akira! – Gritaba mi jefe - ¡Ve y trapea el piso de entrada, vamos, ahora!
-Ya voy, señor Tanawa, ya voy.
Trabajo en una tienda de discos, con lo que apenas gano me da para pagar la renta de mi casa y comer un poco, trato lo menos de vestirme glamorosamente como antes, ahora si me pongo unos jeans de segunda y alguna camisa vieja es mucho lujo el que me doy.
Mientras trapeaba el suelo veía con mucha rabia el primer cd que habían sacado mis ex - compañeros, se habían vuelto tan jodidamente populares que ya gira por Europa estaban planeando, lo qué más furia me producía era ver el rostro del bajista que habían encontrado, era un tipo de cabellos rojizos corto que se lucia muy malote exhibiendo su instrumento en toda la portada del disco. Todas esas canciones, todas esas melodías que yo mismo compuse… las usaban ellos, pero con diferente lirica, jodidos, los agradecimientos pudieron haberme dado, malditos. Quería tomar uno de sus discos y estamparlos contra alguna vidriera del local pero después tendría que pagar por ello… y además me echarían, no, muy mala idea, quizás más adelante.
-¡Taka! – Vi a una pequeña niña sacudir el pantalón de uno de los clientes - ¡Taka! ¡Mira allí está! – Se acercaron al estante de donde estaban los cd’s de mi antigua banda y la niña tomo un álbum de ellos.
-¿Estos son? – El chico se agacho para ver la elección de su hermana. Como describir al tipo, no parecía ser un adulto aun, su rostro pulido y juvenil denotaban su corta edad todavía, su piel era blanca casi pálida igualada mucho a la mía, claro pues, que a diferencia de yo, era mucho más pequeño y su cabello estaba en mejor estado que el mío no lo he de negar, largo y perfectamente alaciado dorado era lo más sorprendente de él, casi llegue incluso a confundirlo con una mujer. Estaba también mejor vestido que yo, un pantalón oscuro semi entubado y unas zapatillas negras de marca y su camisa… ni que hablar de ella, era muy bien hecha desde mi punto de vista. El sujeto me señalo a mí y le susurro algo a la pequeña que fue directamente hacia donde estaba, me hala del pantalón y con voz tierna me pregunta:
-Oiga señor, ¿Cuánto vale? – Tomando ambas manos el disco.
-Son tres mil doscientos yens, pequeña – Di una pequeña sonrisa.
-¿Puedo comprarlo, Taka?
-¡Claro que sí, Naomi! – El chico le revolcó los cabellos y señalo hasta el estante – El tipo que tiene la barba te lo venderá, ve a donde él esta – La chiquilla sale corriendo directo hacia la caja para pagar el disco, mientras el extraño se queda a mi lado cruzado de brazos y sonriendo amablemente a la par que me miraba – Esa banda es un asco, ¿Cómo puede causar tanta conmoción?
-Es Marketing, amigo.
-Sí… Lo triste es que antes eran geniales – Aparta uno de los mechones caídos en su rostro.
-¿Los conocías antes? – Pregunte interesado (Cosa que no suelo hacer)
-¡Claro que sí! Al demoledor Aoi, al bulldozer Kai, al cazador Uruha y al alcohólico Reita – Así solían decirnos… lastimosamente eso cambio mucho – Estuve presente en su última presentación, bueno su “última” presentación como algo genial, si me entiendes.
-¡Claro! – Solté una carcajada.
-Me pregunto que habrá pasado con su antiguo bajista, era el mejor – Dijo algo entusiasta. No pude evitar sonrojarme un poco y voltear el rostro para que no lo notara, gracias a Dios que llevo una barba de tarde y eso me evita ser reconocido por mucha gente – Supongo que ahora deberá estar ahogándose de vomito por culpa del alcohol como siempre.
-Demás… - Volví a lo mío, no quiero que me recuerden a glorias pasadas en mi turno.
-Supongo que ya a muchos fans de la banda estarán decepcionados al saber que ahora solo cantan al amor, la tierra y los sentimientos humanos.
-¡Esas cosas son asquerosamente ridículas! – Dije soltando una carcajada.
-Jaja! ¡Exacto! Cuando cumples 20 años ya no te interesa saber nada acerca de la tierra o el amor… - Guiña mi ojo en señal de confianza. Hablar con él era fácil, he de admitirlo. La niña llego y hala de la camisa a su posiblemente hermano para irse ya del lugar - ¡Esta bien! Fue un gusto conocerte… ¿Cómo te llamas? – Estiro su mano.
-Yo soy Akira Suzuki, mucho gusto… - Estreche su mano con la mía fuertemente.
-¡Takanori Matsumoto! - ambos nos soltamos a la vez y antes de que saliera esculca en sus bolsillos y me pasa un extraño volante un poco arrugado – Mira, tengo una banda y pues me agradaría mucho que fueras y nos vieras tocar.
-¿Haciendo publicidad?
-Pfff ¡Es un asco! Ojalá tuviéramos publicistas grandes para hacerlo, pero bueno… no hay que ser tan desagradecidos.
-Tienes razón, dale, allí voy a estar.
-¡Gracias! Entonces… ¡Te veo luego!
Sale de la tienda mientras va tropezando con uno que otro estante despidiéndose de mí. Es un sujeto agradable, torpe pero agradable. Observe el papel que tenía entre manos, y vi el nombre principal que enmarcaba la mitad del volante “Katana”… será interesante conocer más a fondo a este tipo, quién sabe, puede que sea un contacto de mayor ayuda en un futuro cercano.