“El frió y el viento puede unirse logrando soplar tan fuerte que congelaría mis lagrimas en esta noche si se lo propusieran”
Eras y eres la persona con la que quisiera estar mucho tiempo. ¿Mejores amigos?
Así nos llamaba a ambos después de todo lo que pasamos, después de cada cosa que se nos cruzaban y que luego hacíamos juntos…
¿No es hermoso tener a alguien con quien compartirlo todo?
Tener a un fantástico hombre con quien logras sentirte completo sin importar que hora sea o que día sea… Solo tenerlo a tu lado y que te haga feliz el hecho de verle sonreír.
Puedes entregarle todo, puedes obsequiarte a ti mismo porque le quieres tanto que no sabes como mierda decírselo o demostrárselo…
De esta manera en la que me siento yo, puedo decir tan solo que…
Estoy enamorado, de verdad lo estoy, de la persona con la cual pase bellas cosas en una parte de mi vida.
Compartimos exactamente todo… La música, los mismos gustos, hasta la misma forma de ver ciertos hechos.
Pero siempre está lo que nos impide acercarnos a nuestra persona especial ¿Verdad?
El miedo se nos hace presente en cada ocasión si pensamos en besarle o acariciarle cuando lo tienes tan cerca de ti, hasta cuando sientes que el corazón se sobresalta por una fuerte mirada de su parte.
El rechazo también se vuelve un pensamiento habitual en el cual pasamos horas analizando que sucedería si les confesaríamos y le dijéramos cuanto le amamos. Si nos aceptarían o si nos dejarían por siempre…
Hay tantas de aquellas cosas que nos cargan y nos destrozan sin necesidad solo por estar amando en silencio…
Hace poco tiempo me eh dado cuenta que amar de esta forma logra felicidad como fracaso emocional…
Puedes llegar a no olvidar a esa persona, no importa con quien salgas o quien te relaciones, TU persona especial siempre ronda entre el subconsciente y los pensamientos cotidianos…
”Mierda después de todo llorar no es de cobardes, es expresar un sentimiento que te esta exprimiendo poco a poco el pecho hasta que lo grites por necesidad de ser amado por igual manera....”
Tus castaños cabellos se movían constantemente por la fría brisa nocturna de este otoño cuando te pasabas tanto tiempo observando la luna hasta tarde desde mi balcón, quien sabe cuantas horas podrías estar allí con tu guitarra componiendo y quien sabe también cuantos años pase mirándote allí tantas veces.
Siempre luces tan hermoso, ya siendo estéticamente como sentimentalmente simplemente eres una persona que en pocas palabras se llama perfecta, tu por mucho mas que te lo dijera, solo atenías a sonrojarte y a golpear mi hombro para luego abrazarme.
”Nadie en este maldito planeta puede explicar esta maravillosa sensación”
Tus abrazos… eran lo más valioso que yo podía obtener de ti como tu presencia y amistad…
Me volvía el ser más orgulloso y contento del mundo por tenerte aquí a mi lado y entre mis brazos.
—Siempre quise decirte cuanto significas para mí—Susurraron mis labios, Sin que dejara de mirarte detrás de esa transparente cortina que nos separaba por pocos y cortos centímetros.
Me acerque lentamente a ti rompiendo esa pequeña distancia que nos desunía. Quería escuchar tus sentimientos en aquel instrumento musical por el que te desvivías y te emocionabas constantemente dejando todo de ti para trasmitirlo a quien tuvieras a tu lado. Deseaba ser yo quien te escuchara otra vez tocar asombrosamente, quería ser ese tipo egoísta para que solo yo te tuviera aquí olvidando todo lo demás.
Pero dejaste de tocar tu guitarra para observarme y sonreír… Amaba tu sonrisa, me hechizaba haciéndome idiota al instante.
—¿Otra vez espiándome Matsumoto?—Te reíste y me hiciste una seña para que me acercara aun mas a ti—Estuve componiendo algo totalmente nuevo— Clavaste tus preciosos ojos miel en los míos y no pude evitar sentir como si mi estomago tuviera vida propia… Se sentía tan fuerte, como si se me revolviera y me quisiera impulsar hasta tus brazos para obtener tu calor de alguna manera u otra…
—Quiero escucharlo—Te sonreí desbordando mi felicidad al estar tan bien allí junto a ti…
—Pensé en nosotros, en muchos hechos especiales—Explicaste con calma, mientras una suave pero intensa melodía sonaba viniendo de tu guitarra. Tus dedos se movían con agilidad y con costumbre entre traste y traste… A medida que la música me llenaba el corazón, mi interior quería estallar de emociones…
¿Quién lo diría?
Pude pensar en todo este sentimiento que tan grande se volvía con una mirada, con cada palabra y con cada segundo que pasabas a mi lado.
Pude recordar todo lo que vivimos juntos, todo lo difícil que fue pasar etapas de fuerte depresión aferrandonos uno al otro y tomando a nuestra amistad como la fuente de nuestra verdadera energía, que nos fortalecía en aquellos momentos en los cuales parecíamos caer…
Todas esas imágenes pasaban como flashes, me enmudecían junto al suave sonido, hasta cuando tu fijabas esa perfecta mirada misteriosa en la mía.
”No resisto mas”
Mis lágrimas comenzaron a aparecer y recorrían libremente por mi rostro, mojaban mis mejillas hasta llegar a mis labios logrando desaparecer entre ellos…
”Pueden existir miles de formas de tenerte…
Pero necesito tenerte a mi lado de una sola forma”
En mi mente todo se detuvo de repente, y
hasta tu lo hiciste, dejando tu guitarra a un lado, acercándote con lentitud.
Nos dejaste a pocos centímetros de distancia, provocando que mi llanto aumentara.
—Shima…—Jadee en ese susurro ahogado en llantos— Yo…—Tosí torpemente y volviendo a llorar aun mas fuerte…
—Mi pequeño deja de llorar… —Tomaste mi rostro con ambas manos limpiando cada una de mis calidas lagrimas con tus pulgares.
Tus labios estaban tan cerca de los míos, esto formaba un fuerte nudo en mi garganta… Necesitaba besarte, te necesitaba a ti… Pero no quería perderte si te enterabas de mi amor…
—¡No quiero perderte jamás!—Grite ahogandodome aun mas mientras me aferraba a ti, tomando con mis manos la camisa que llevabas puesta, demostrando toda mi desesperación por decírtelo todo.
—Detente… deja de llorar así… Pequeño por favor… —Me abrazaste enloqueciéndote por mi culpa y volviste a dejar a corta distancia a nuestras bocas. El aliento de ambos se rozaba, casi mezclándose involuntariamente…
”Te amo jamás, me dejes
Nunca te vayas de aquí...
Quédate por siempre a mi lado”
Sentí como tus manos acariciaban mi espalda sobre la ropa, como tu mirada me quemaba intentando que calmara todo esto que me desbordaba.
Te tenía tan cerca… Dolía, porque estabas ahí junto a mí como jamás lo habíamos estado.
”Cumple conmigo cada una de nuestras promesas, quedándote siempre aquí”
En un claro movimiento tus labios y tu lengua se acercaron a los míos,
Cerré suavemente los ojos intentando impedir el paso a mis lagrimas…
Fue tan imposible, sentí como nuestras bocas se unían en fuerte beso apasionado…
Mi corazón se volvía loco, mi mente quedaba en shock y yo era como una pequeña pluma entre tus manos… Ansiosa porque la brisa la llevara consigo lejos de la realidad…
—N-No te alejes jamás por favor… Shima.. yo te amo—Mi llanto no cesaba y tu sonreías abrazándome como si desearas protegerme aun mas de lo normal.
—Mi pequeño…—Tu expresión fue única, jamás vista por mis ojos… Te envolvías entre mis brazos como yo en los tuyos, brindándome caricias que quemaban mi piel con el suave contacto, robándome otro intenso beso y logrando ponerte sobre mi seguido de tus dulces palabras —Tanto tiempo amándote en silencio… Me ah dolido como ninguna otra cosa, pero tenerte a mi lado era la única forma en la que era feliz—
Esta vez ya no lloraba porque temía perderte… Lloraba porque me sentía en un sueño, en donde podía ser feliz contigo sin nada que me lo impidiera, sin que el miedo ni el rechazo me atormentaran…
—Te amo tanto maldita sea—susurre enredando mis dedos en tu lacio cabello sin romper nuestro contacto…
¿Quién podría imaginar lo feliz que puede llegar a ser uno si se arriesga a algo?...
Yo temía hacerlo, pero el lo hizo por mi como por el…
Lo amo tanto…