Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Subtítulo por SasuDaiii

[Reviews - 243]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lo tengo aquí, a esta hora, que en mi horario (Colombia), es temprano, gracias a una "programación" auto-impuesta que tengo que respetar  y bueno... ya que nunca lo hago ¬¬, hoy decidí seguirle los pasos.

Por el momento el fic está aquí, y eso es lo que importa, nos vemos abajo.

Saaaludes~~ 

 

Subtitulo

By: SasuDaiii

 

 

Capítulo 16. Dos semanas.

 

16/Noviembre.

El tenso ambiente, bañado en una atmosfera que no lograba descifrar, me dejó en la nada, observando tan sólo el pocillo que Mikoto acababa de posicionar frente a mí. Sin desear ingerir nada de lo que ante mis ojos se posaba.

Asentí sin saber el porqué; más por inercia que por justificación contraria, y entre las largas pestañas detallé distante el rostro apacible del pelirrojo frente mío.

—Naruto— Mencionó la madre de Sasuke en un leve susurro; elevé entonces mi vista hacia ella, que, con un sonreír, me ofrecía un pastelillo color café.

—Gracias— Le respondí fingiendo alivio y, antes de que respondiese, me fijé nuevamente en Sasuke, quien mantenía algo parecido a una charla con su aparentemente mejor amigo: Gaara.

Tenía que confesar que todo había cambiado, justo cuando mi vida tomaba el indicio correcto, se presentaba algo que con tan sólo su presencia lo derrumbaba; tal vez y tan sólo tal vez, estaba exagerando, pero de por sí se notaba que ahora todo era diferente.

Sasuke le sonreía a él, como nunca lo había hecho conmigo. Le ofrecía comodidad, se preocupaba por su atención, le dedicaba miradas de las cuales yo desconocía su existencia.

Sasuke, le miraba a él y no a mí. No se percataba de que yo estaba ahí, junto suyo, a unos centímetros de distancia, tanto como para poder rozar ambas manos, apoyadas en el mueble sobre el cual estábamos sentados; y lo peor de todo era que él sencillamente poseía una belleza demasiada llamativa.

No se fijaba de mi presencia, parecía absorto a lo que le rodeaba, sólo se fijaba en el rostro apacible de Sasuke, el cual tomaba un sorbo de café con una parsimonia que sólo él podía interpretar.

—Oye, dobe, ¿te encuentras bien?— Preguntó Sasuke observándome fijamente, provocando un asentir de mi parte y, también, que Gaara se fijara por primera vez en mí.

Este me observó fijamente y luego le echó un vistazo a él.

—No es usual en ti estar tan callado.

Sonreí ante aquello, sin importarme lo anterior. Lo dicho por Sasuke sólo significaba algo, se preocupada por mí —No es nada, teme.

Este me observó por largo tiempo, inexpresivo, con una sonrisa de medio lado sobre sus labios y luego simplemente retiró la mirada para fijarse en el pelirrojo, de nuevo.

De repente la taza que tenía entre sus dedos cayó al piso, provocando un fuerte estruendo, derramando el líquido sobre la alfombra y Sasuke, quien logró sorprenderse un poco por el golpe, se acercó a él, con rapidez, para ayudarle a levantar los pedazos rotos de la taza, desparramados en el suelo.

Yo por mi parte me mantuve ahí, viendo cómo Sasuke le ayudaba a recoger los pedazos esparcidos, todo mientras sonreía.

—¿No piensas ayudar?

—S-sí— Contesté firme ante la atenta mirada de los dos, desconcertados por mi lenta respuesta. Me acerqué a ambos y, con torpeza, recogí varios trozos de la anterior taza.

Sasuke se fijaba en mí; podía notar su frívola mirada sobre mi espalda, detallando cada uno de mis movimientos para luego recriminarlos. Distraído me corté con uno de los pedazos de taza — ¡Auch!— Me quejé, elevando el tono de la voz.

—¿Estás bien?—Preguntó el moreno con una mirada que no logré descifrar, mientras yo asentía repetidas veces ante mi torpeza.

Entonces, la mirada de Gaara me alertó y, por el modo en que se fijaba en ambos, supe que algo tenía en mente; por lo visto era de esas personas que no hablaban demasiado, sin embargo, te decían de más con sus expresiones.

Mikoto atravesó la puerta con rostro sorprendido y fue a la ayuda de inmediato.

—No es nada, en serio— Dije, con una sonrisa de disculpa, colocándome de pie una vez más.

Gaara entonces sonrió y, por un momento, comprendí la fascinación de Sasuke hacia él; me retiré con ese pensamiento hacia el baño cerca de la cocina.

A decir verdad cuando las personas, cualquiera en particular, se fijaban en mí, siempre era por mi llamativo aspecto o mi hilarante personalidad. Pero Gaara, a pesar de tener una apariencia poco común, tenía ese algo, que junto a Sasuke compartía, y del cual, yo hasta meses atrás, no conocía existencia.

 

___SN___

—¿Qué pasó, Naruto?— Preguntó Ten-ten, mirándome fijamente.

—¿Eh?— E inconscientemente me perdí en sus ojos color ocre. Esta se sentó junto a mí y me miró una vez más, a la espera de que respondiese a su pregunta y de que, si fuese necesario, pudiese utilizar su hombro como apoyo. Al igual que las anteriores veces.

— ¿Sucedió algo con Sasuke?

— ¿Por qué lo dices?

Sonrió una vez más —Sólo cuando él te hiere o… cosa parecida— Agregó con una mueca —Pones ese tipo de aspecto— Musitó, señalándome el rostro.

Le detallé de vuelta, e imité una mueca parecida a una sonrisa —Deja de leerme así, me angustia— Suspiré para continuar —No es nada, sólo que… cosas locas de mi reprimida cabecita.

—Te escucho, entonces.

Parpadee repetidas veces para esbozar una sonrisa sincera segundos después —Sasuke, está… al menos, parece, fascinado por… su antiguo amigo… mejor amigo, persona especial, la verdad no sé y… me siento… me enferma. Sí, es eso. Me enferma saber que… soy así de patético.

—¿Acaso él…te dijo algo?

—¿Algo como qué?

—No sé; no sería tan loco que pensaras eso si Sasuke ha dicho algo. Admito que la mente juega esa clase de pasadas cuando se está enamorado y verle con alguien más te puede hacer creer cosas que no son.

—… No.

—¿Entonces?— Ya sabía yo que todo era invento de mi impulsiva imaginación.

—Es… por la forma en que le mira, le habla, le… ¿Sabes cuánto tiempo esperé yo para que siquiera me observara?— Demandé sin convencimiento, perdiendo mi vista en el montón, tratando de ser coherente.

—Lo sé, sólo dale tiempo.

—Tiempo es lo que no tengo— Murmuré impulsivamente —Me cansé de toda esta mierda; me gustaría tan sólo mandarlo todo al carajo y detener estos impulsivos pensamientos que me atormentan siempre. Ya no sé qué es estar bien, sin pensar de más. Sin creer que de un momento a otro se irá y ya, sin dar marcha atrás. Es jodidamente molesto.

Y ella pareció comprenderlo, como lo hacía cada vez que le confesaba mis sentimientos —Me extraña no ver ahora al Naruto de antes; la verdad es que has cambiado.

—¿Eh?

—Al principio cuando me ocultaste lo de Sasuke, había esa sensación que me decía que algo sucedía, pero me callé, por temor a presionarte; lo mismo sucede ahora, me preocupa que este sentimiento que mantienes hacia él gobierne lo que eres. Tienes que ser tú, a pesar de lo que llegue a suceder, porque si no… si Sasuke se marcha, ¿qué? ¿Qué hay de Naruto?

—No he pensado en eso— Admití.

—Es que tú eres tarado de profesión. Sé que Sasuke lo habrá notado también.

—¿Lo crees?

—No lo hagas reprimirse, si se siente bien junto a alguien que no seas tú debe ser bueno, ¿no crees?— Asentí lentamente —Bueno, si así es, es hora de dejar de pensar cosas innecesarias.

Asentí una vez más y, con un leve movimiento, besé su frente —Vaya, Naruto, me haces creer que cuando me enamore será del hombre que bese mi frente como lo acabas de hacer— Admitió abochornada, para luego marcharse sin dar vuelta hacia atrás.

 

 

Al anochecer, cuando me levanté en busca de un vaso de agua, caminando en puntitas hacia la cocina para no hacer ruido, lo vi, paralizando cualquier miembro de mi cuerpo, con los ojos abiertos de par en par y un doloroso ardor en mis pupilas, tan lejano como cerca a la vez para no perder detalle. Mi corazón repiqueteó inconstante y los frívolos ojos color aguamarina se estrellaron pasivos con mi angustioso rostro. Observándome paciente, mientras se acercaba a Sasuke con rapidez, uniendo sus labios ante su desprevenido accionar.

Sasuke, quien estaba de espalda, permaneció intacto, desconcertado -al parecer- sin suficientemente tiempo para retirarse del escaso contacto que había ejercido Gaara;  en un beso sobrio, más que otra cosa.

Entonces, cuando mi vista se topó con la del pelirrojo, supe que todo había sido precisamente hecho para que yo pudiese verlo.

 

 

____SN____

—No es necesario— Mentí segundos después, justo cuando Sai se acercó demasiado.

—¿Seguro?— Cuestionó, tocando mi frente una vez más.

—Sí; me encuentro en perfectas condiciones— Y Sai, quien pareció comprender, miró una vez más hacia el frente. Perdiendo su vista en el amplio y griseo cielo. Justo cuando había ido hacia el balcón del colegio, en busca del algo de paz, me encontraba con el azabache, quien parecía estar en busca de lo mismo —¿Qué ha pasado contigo?— Murmuré —Hace mucho que no te veo. No te pierdas.

—No hagas eso— Farfulló, sin verme al rostro.

—¿Hacer qué?

—Mostrar interés; esa clase de cosas me confunden. Es como si realmente te importara.

—¿E-eh? Pero sí es así— Confesé, sin comprender en totalidad su punto.

— ¿Ah, sí? —Sonrió leve.

—No te entiendo Sai, ¿no somos acaso amigos?

—Se supone— Y ese aspecto que nunca había visto en él me confundió —La verdad, Naruto, es que… he estado en bastantes psicólogos por falta de expresiones emocionales. No sé lo que es amar; ese es mi estado natural: la indiferencia.

—Lo he notado.

—Pero… creo que te amo.

—E-estás confundido, eso es todo.

—Deja de tratarme como si fuera idiota— Advirtió, mirándome por primera vez al rostro —Soy bastante consciente de qué tipo de sentimiento es.

—Sai… hace poco decías que era tu mejor amigo, ¿no era así?

—Qué conveniente es tu memoria, Naruto, recuerdas sólo ciertos fragmentos de la historia.

—Sabes bien mis sentimientos hacia Sasuke, de hecho…

—¿Qué ha sucedido con él, por cierto?

—¿Eh?

—Lo vi hace momentos con un pelirrojo en la entrada.

—¿A-ah sí?

—Si a diferencia tuya no sé demostrar mis emociones, tú no sabes ocultar las tuyas.

—Ya basta, Sai, es suficiente.

—Sólo pienso, que a lo mejor has despertado el gusto de Sasuke por los hombres, piénsalo bien— Admitió con sorna —Y el tipo es lo suficientemente bien parecido para tentar a quien quisiese.

—Cállate. ¿Tú qué ganas con decir eso?— Murmuré

—Nada, tan sólo intento herirte— Confesó de la manera que él sólo sabía.

Le miré pasivo, con los puños fuertemente apretados —¿Por qué?

—No lo sé, algo de retribución podría ser.

Silencié por un momento, sin saber cómo refutar su comportamiento y luego, las inmensas ganas de marcharme, me invadieron.

—Tú… deberías besarme— Soltó de repente.

—Para que de ese modo, notes todo cuan he dicho.

—No lo haré— Afirmé.

Su sonrisa hipócrita se centró entonces en mi rostro y el estremecer de mi involuntario cuerpo me tomó una vez más de improviso.

—¿Por qué?— Cuestionó, irradiando inocencia.

—Definitivamente no entiendes nada…

 

____SN____

Gaara se acercó una vez más a mí, pasando de largo mi presencia, intimidando con sus parcas pupilas —Tú… ¿qué clase de relación llevas exactamente con Sasuke?— Soltó, sobrio.

Posicioné mis labios en una línea recta y, cuando estuve listo para responder, el susodicho apareció en la sala.

—La cena está lista— Anunció, sin intención de marcharse hasta notar movimiento.

—Yo creo… que iré a acostarme— Me disculpé, ante la atenta mirada del Uchiha.

—¿Sucede algo?

Negué suavemente y me marché hacia la habitación, siendo seguidos por los pasos lejanos de Sasuke.

Una vez ingresé al cuarto me quedé observando la puerta, esperando por el mayor, quien la atravesó minutos después.

—¿Sucedió algo?— Repitió su pregunta una vez más.

—Me duele la cabeza— Afirmé sin convencimiento, sentándome sobre el colchón.

—Duerme entonces— Aconsejó, recostando su cuerpo sobre la puerta cerrada.

—A-ajá— Farfullé, sin moverme de aquel lugar —Por cierto, ¿le has dicho a Gaara sobre… tú y yo?

—¿Por qué lo preguntas?

—Es que… hace poco me preguntó.

—Supuse que en realidad no era dolor de cabeza lo que te afectaba— Desvió la mirada —No, no lo sabe.

—¿Por qué?

—No ha surgido el tema de conversación.

—Pues así parece, o al menos, ¿por qué me pregunta ese tipo de cosas?

—Curiosidad, tal vez.

—Claro, como una persona normal le pregunta ese tipo de cosas a todo el mundo— Ironicé, colocándome de pie.

—¿Qué quieres que diga entonces?

—¿Por qué no le has dicho sobre lo nuestro? ¿Es que acaso quiere que no lo sepa?— Exclamé con apremio —Dime, Sasuke, ¿existe alguna razón para que desees que se entere?

—Eres absurdo.

—Jódete con tu actitud: no sucede nada.

—Lo siento— Susurré, sentándome una vez más para tapar mi rostro con ambas manos —Sai dijo que te había visto con él en el instituto y pensé… la verdad pensé demasiadas cosas.

—A lo mejor soy así de poco confiable.

Sin ser capaz de darle el rostro, continué —Pero he llegado a una conclusión, y la verdad es que tengo que admitirlo, Gaara es diferente.

—Lo sé.

—Te gusta.

—¿Esto es acaso una escena de celos?

Le miré nuevamente —Llámale como quieras, no me importa— Admití, lentamente

—No tengo tiempo para esto.

—Vamos, Sasuke, admítelo, te gusta.

—Déjate de idioteces— Sasuke frunció el ceño y yo también lo hice.

—No son idioteces, Sasuke, es la verdad, desde que llegó me has ignorado por completo. Y si no es así, responde esto, ¿cuándo fue la última vez que tuvimos sexo?

—No tengo que responder a eso.

—Algo sucede, lo sé— Urgí, sin alterar mi tono de voz

—Nada, en lo absoluto.

—Demonios, si es así explícamelo porque no comprendo

—No hay nada que comprender.

—Basta de respuestas cortas

—¿Qué quieres que te diga?— Cuestionó, acercándose a mí, con paso firme.

—No es lo que yo quiera oír, es lo que tú quieres decir.

—Bien, pues esta es la situación. No necesito de alguien que pretenda estar todo el día conmigo— Y su voz se escuchó más fuerte de lo usual, a diferencia de la mía, que cada vez se tornaba más opaca.

—Si lo que quieres es espacio, solo dilo.

—Ese es el problema, Naruto, contigo no hay espacios, ¡Vives en mi maldita casa y dices que no pasamos tiempo juntos! Comemos juntos, vamos al instituto juntos, hasta he charlado con aquellos que llamas amigos, luego, sorpresa, volvemos a casa juntos, almorzamos juntos, cenamos juntos, dormimos juntos. ¡Joder, Naruto! ¡¿Qué más quieres?!

—Si lo ves de esa manera suena horrible.

—No suena, lo es.

Oh, oh.

—Si es así, no le veo el punto de continuar— Musité indeleble.

Y por primera vez, Sasuke pareció estar de acuerdo conmigo.

 

____SN____

—¡Naruto!— Exclamó Ten-ten, corriendo hacia mí y, a su vez, provocando mi detener. Estaba con Kiba, Hinata, Sakura e Ino, quienes se quedaron dónde estaban, sin acercarse hacia mí. Les sonreí lejano —Naru-chan— Gritó una vez más para luego abrazarme.

—Hola, Ten-ten.

Esta sonríe —¿Cómo estás, Naru-chan?— Pregunta al alejarse.

—Bien, ¿qué hay de ti?

—Ehm… escuché lo sucedido, ¿seguro te encuentras… bien?

—Sasuke y yo terminamos, si es a eso lo que te refieres—  Respondí con naturalidad.

—¿Y-y?

—¿Quieres hacer algo hoy? Tengo un montón de tiempo libre y con el año en este punto, los deberes son menores.

—P-pero…

—Basta— Rogué, con mi vista puesta en su rostro —No hablaré de eso. ¿Vienes, sí o no?—  Asintió con un simple cabeceo y me observó de la manera que siempre lo hacía.

El día entonces pasó tan lento como siempre y, por primera vez en mucho tiempo, decidí tomar el metro, todo con tal de no encontrarme con Sasuke; evitando de ese modo un encuentro que me dejaría finalmente con la agria sensación de que, de hecho, todo había acabado.

Una vez ingresé a la casa, luego de un largo trayecto, y con los audífonos puestos, saludé a Mikoto quien estaba tomando té en la sala de estar, me acerqué lentamente hacia ella, para besar su frente.

—¿Por qué no regresaste con Sasuke, sucedió algo?— Logré escuchar al apagar el iPod.

—Miko-chan…— Farfullé con el aliento contenido, para luego sentarme junto a ella —Papá me llamó días atrás.

—¿En serio?— Su emoción me fue inmune —Me alegro, Naru-chan.

—Él… me contó sobre el tratamiento de mamá— Continué sin dejar de mirar sus ojos negros, tan iguales a los de Sasuke —Al parecer la tratarán en Rusia y quiere… que les acompañe— Su antes sonriente rostro se tornó opaco.

—¿E-eh? ¿Lo rechazaste, cierto?— Negué, débil —¿Por qué no?

—Ya he… tomado mucha ventaja de su amabilidad, creo que es momento de que tome mi propio camino. Sin embargo, si no existe inconveniente, me gustaría quedarme hasta terminar el año escolar.

—¿Y Sasuke?

—Él… y yo, bueno, ya sabe— Mascullé, desviando la mirada.

—Así que… a eso se debe su mal humor— Resopló —¿Lo has pensado bien?

—… La ver-verdad es que… no.

—No te vayas, Naru-chan— Imploró, con lagrimillas sobre las comisuras de sus ojos.

—Lo siento, Miko-chan. Y, por favor, no le comente a nadie sobre mi decisión todavía, quisiera hablar con Sasuke primero— Asintió, estando de acuerdo.

Entonces, con un beso gentil en la frente, me marché, listo para decirle a Sasuke sobre la decisión tomada. Me encaminé hacia su habitación, tocando varias veces antes, para encontrarlo sentado sobre el escritorio, milagrosamente sin Gaara rondado a su alrededor.

—¿Qué quieres?— Cuestionó, sin mirar hacia atrás

—Necesito hablar contigo.

—No tengo tiempo— Renegó.

—E… es algo medio importante, o al menos eso creo.

—En ese caso, que sea rápido.

—Hablaré con papá, creo que… lo mejor es que me vaya para Rusia.

Sus hombros se tensaron y por primera vez dejó de teclear en el computador —No es de mi incumbencia.

Por un momento, cuando esas deliberadas palabras salieron de su boca, creí que era su típica armadura saliendo a flote, pero al mismo tiempo, desee no tener que justificar sus acciones.

—Lo sé, igual quería que lo supieras.

—Bien, ya es así. Puedes marcharte— Mandó más frágil de lo que pensé.

Asentí, aun cuando no podía verme, y, aunque tenía la necesidad de marcharme de ahí, hubo algo que lo impidió.

—Sasuke…

—No tomes atribuciones que no te corresponden— Me cortó, sin cambiar su postura.

—¿Tan rápido puedes aparentar que nada sucedió?— Bramé, apunto de morder mi lengua.

—No eres quién para recriminarme— Aclaró, colocándose de pie y dándose vuelta para encararme.

—¿Y tú sí?

—Si al menos supiese que sucede pudiese refutar pero…

—Te vi— Lo interrumpí —A ti… a Gaara

Silenció con la misma expresión en el rostro.

—Y… no es sólo eso, Ten-ten dijo que… de hecho ella preguntó algo que me dejó pensando—Tomé un respiro —Si… Sasuke se va, ¿qué soy yo?

—¿Qué hay con eso?

—Somos dolorosamente incompatibles y si no logramos superar algo tan simple como la llegada de tu mejor amigo a nuestra vida, no nos veo en un futuro lejano.

—Piensas demasiado.

—También está esa necesidad mía de conformar parte de tu mundo; me congela en un estado en el cual no logro pensar en nada más que en ti— Admití —Y… pienso al tiempo que no está del todo mal, ¿sabes?

—Ordena tus ideas— Y más que cualquier cosa, se escuchó como un ruego.

—Es sólo que, aunque no esté en contra de la idea de gravitar a tu alrededor, lo cual me enferma, existe esa consciencia que me hace caer en cuenta sobre tus sentimientos— Sin esperar a que refutara, agregué —Me pregunto, ¿acaso me amas o… me quieres?

—No tengo que responder a eso.

—Cierto.

—Tú sabías bien qué clase de relación existiría al estar conmigo— Demandó con cansancio.

—No es como si estuviese tampoco en condiciones de negarme.

—¿Y ahora por qué sí?

—Hoy en día, simplemente no es suficiente.

Sasuke se acercó a mí, hasta dejarme con los pensamientos nulos, y la respiración cortada —Tal vez… no nos quisimos lo suficiente— Masculló, mientras acariciaba mi cabeza.

—No hables por mí— Dije para cerrar los ojos —No sabes nada, Sasuke, ni siquiera eso sabes.

 

 

 

Notas finales:

Yosh! 

Hoy estuve frente al pc, viendo la pantalla cual tarada tratando de... quién sabe que carajos, respecto al amado epílogo. El caso es que ya había planteado la trama sobre lo sucedido en él pero, existía un no sé que, el cual no me cuadraba.

La cosa es que terminó escrito o parte de él, por la inspiración momentánea. Pero, con eso les digo que... ya está terminado.

Nee...! no tan pronto, no es como si se pudieran safar tan fácil de mí. Pensé en escribir una segunda temporada pero luego no me pareció tan buena idea y, sucumbí al final por extras.

Luego de terminar habrán extras sobre su vida c; No serán muy largos, pero algo es algo.

Enn fiiin. Muchos saludes y nos vemos el: 12/feb/2013.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).