Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Subtítulo por SasuDaiii

[Reviews - 243]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola!

 

Bueno, aquí va otro capítulo subido en la madrugada xD ¿Qué?

 

 Para quien no sabía odio dormir, lo detesto.

 

¡Ag, dormir es para viejos y enfermos! pero bueno supongo y nadie querrá leer mis tantas estúpidas penurias, ¿O si?

 

... De cualquier manera, sólo quiero desearles un bueno día ya que no se me ocurre nada inteligente por decir y una buena y satisfactoria lectura; también un buen nuevo año, el cual se acabara el 21 ó 22 de Dic (Al menos eso dicen xD).

 

Y... Ya, eso sería todo, xD. Disfrútenlo y dejen reviews ;D Bye, bye.

 

*Tatii asoma su cabeza tímidamente "Eh... Hoy, 3 de enero, la fea de SasuDaiii cumple años :D Si todavía sigues leyendo, felicítala c:" *

 

 

 

Subtitulo

By: SasuDaiii

 

Capítulo 6. Sai

 

22/Junio.

Los días habían transcurrido sin prisa, sin ningún cambio. Todo era exactamente igual. Sasuke no se acordaba de absolutamente nada, o al menos eso creía yo, ya que no me atrevía a preguntarle. Mikoto, por su parte, seguía con sus extravagantes planes por hacer que éste se enamorara de mí, terminando todos iguales, en la total decepción. Por otra parte, las clases casi finalizaban para los de mi curso. Nos quedaban tan sólo unas cuantas semanas para empezar las vacaciones de mitad del año escolar y así poder finalmente recompensarnos con el tan esperado verano.

—Naruto— Dijo Sasuke detrás de mí, logrando asustarme. Sonrojado lo observé —Vamos.

Sin responderle nada, lo seguí hasta el auto. El cual se dirigía al instituto. Luego de unos minutos en silencio Sasuke habló, para mi sorpresa.

—Oye, dobe— Mencionó, con gesto cansado.

—Naaaruutooo— Dije, sonriéndole arrogante —No es muy difícil, ¿Cierto?

Este dejó salir un bufido de burla, sin prestarme la mínima atención —Necesito tu ayuda.

—¿Respecto a qué?— Pregunté a la defensiva, observándolo fijamente.

—Me han pedido mostrarle las instalaciones a un idiota que acaban de trasladar de Europa pero me niego rotundamente a perder mi tiempo de esa manera así que…

—Socializar no es perder el tiempo— Aseguré, interrumpiéndole, provocando su característico fruncir.

—Como sea, ve tú. Al parecer se te da bien eso de… relacionarte, aparte, hablas excesivamente— Comentó, recostando su cabeza sobre el espaldar de la silla.

—¿Quieres que vaya por ti a enseñarle el instituto al extranjero?— Cuestioné, observándole fijamente.

—Así es— Declaró, mirando hacia al frente. Tenía un porte cansino y agotado.  

— Pero si te lo han pedido a ti, no dejaran que yo me lo “Lleve” así como así — Respondí, haciendo comillas con mis dedos al tiempo que hablaba.

—Eso lo sé— Remató, suspirante —Por eso es que yo iré contigo  y, cuando nos entreguen al idiota, tú te quedaras con él.

—No es un paquete— Comenté, sonriendo abiertamente —Aparte, ¿Cómo sabes que es un idiota?— Cuestioné.

—Ni lo sé, ni me importa saberlo— Murmuró, desviando su mirado hacia la ventana —Entonces, ¿Lo harás o qué?— Preguntó con un tono impaciente plasmado en su voz.

—No lo sé, espérate y lo pienso— Respondí, atrayendo su mirada. Me observó por unos incontables segundos con las cejas encontradas entre sí.

—Nunca es tarde para empezar— Murmuró con una sonrisa de medio lado sobre sus labios.

— ¡¿Qué se supone que eso significa?! — Exclamé, inclinando mi cabeza hacia él amenazadoramente. Logrando conseguirle una sonrisa triunfal.

—Nada— Respondió con sorna, acercando su rostro aún más hacia mí. Dejándonos a una distancia en la cual aún podía pensar, claramente —Entonces, Naaaruutooo, me ayudarás, ¿Sí o no? — Cuestionó con expresión serena.

Sonriéndole por la manera en que me había llamado, asentí desganado —Tan sólo espero que no sea tan introvertido como tú.

—No es introversión, es completo desinterés por lo que me rodea, lo cual es totalmente diferente— Se defendió con una extensa sonrisa sobre sus labios, alejándose finalmente de mí pero aun sin retirar la mirada.

—Dile como le quieras decir, para mí es lo mismo: un bastardo con cara de estreñido todo el día— Me burlé, para finalmente dejar escapar una suave y sutil carcajada, provocándole un fruncir más determinante.

—Yo no tengo cara de estreñido— Remató.

—Sí, sí, sí— Respondí, sonriéndole abiertamente.

—Por lo menos no tengo cara de tarado todo el día— Declaró, mirando hacia la ventana.

—¡Tarado!... ¡Tú, teme!, ¿Cómo te atreves? ¡Yo no tengo cara de tarado! — Vociferé mirándole con el ceño fruncido y mis puños alzados en símbolo de indignación.

—Tarado— Repitió, sonriendo.

—Estreñido— Me defendí

—Imbécil— Contestó, aún sin retirar su sonrisa de superioridad.

—Bastardo.

— Inútil.

—Constipado.

— Cara de asno.

—¡Cara de asno!— Grité, provocándole una carcajada llena de sorna.

—Madura, Dobe— Dijo, soberbio.

—Madura, tú. Teme— Respondí, sonriéndole de igual manera. Luego de unos minutos el auto se detuvo acabando finalmente con nuestra discusión.

—Dobe no te alejes de mí, ¿De acuerdo? — Preguntó, abriendo la puerta del auto, atrayendo consigo la mirada de todas sus alocadas fans, las cuales ya se acostumbraban a verme bajar del auto de Sasuke. Declarándome así su “Peor enemigo” pero sin hacer ningún tipo de pregunta. Tal vez porque tenían temor de la respuesta o tan sólo por el simple hecho de que les importaba un comino.

Tensionado lo seguí, recibiendo miradas de todo tipo. Intimidándome, molestándome y logrando finalmente irritarme.

—Tranquilízate, usuratonkachi— Murmuró Sasuke, sonriéndome de medio lado.

—Fácil decirlo, Baka— Susurré, mirándole fijamente —Tú no eres quien soporta la gélida mirada de todas tus fanáticas. 

—Dramatizas— Comentó, mirando hacia al frente nuevamente.

No le respondí, y eso dio el final de la conversación. Luego de varios minutos sumidos en el silencio llegamos a la secretaría y Sasuke se adentró en ella, diciendo que le esperara.

___SN___

Sasuke me presentó al “idiota extranjero”, como lo había denominado él, y luego, simplemente, se despidió y marchó, dejándonos solos. Su nombre era Sai Takumi, venía desde Rusia aun cuando era de nacionalidad japonesa y, la verdad, era bastante extraño.  Llevaba consigo un libro sobre el comportamiento humano y su rostro permanecía siempre con una forzada sonrisa sobre ella, pero aun así me agradaba, era inusualmente divertido.

—Oye— Dijo Sai, acercándose en demasía. Tomando mi barbilla con su mano y observando mi rostro con dedicación —¿Estás seguro de ser un chico — Preguntó con una inocencia latente, sin alejarse de mí.

—¡¿Qué demonios significa eso?!— Exclamé iracundo, golpeando su mano retirándola.

—Nada, es tan sólo que eres muy hermoso para ser un hombre— Aseguró, con una falsa sonrisa sobre sus labios.

Sonrojado, fruncí el ceño —Eso no quiere decir que sea mujer, idiota.

—Lo sé, es tan sólo que tienes facciones tan suaves y delicadas que confunde— Agregó, mirándome fijamente —Estás totalmente rojo, ¿tienes fiebre?— Preguntó, haciéndome suspirar hondamente.

—No— Farfullé.

Sonriente me observó, totalmente indiferente a lo que me rodeaba.

—Eres raro— Admití.

—¿Yo?— Cuestionó, enarcando una de sus cejas, con expresión de desconcierto —En lo absoluto, el único raro aquí eres tú— Dijo, retirando la sonrisa de sus labios —Dices no estar enfermo, pero aun así tus mejillas están totalmente sonrosadas; además, aseguras ser un hombre aun cuando tienes facciones tan suaves y delicadas.

—¡Deja de decir eso, maldición!— Exclamé, endurecido —Ya te dije que soy un hombre, ¡Un hombre!

—Debes de ser muy aclamado por las chicas de aquí, me imagino — Comentó, ignorando por completo mi comentario.

—Ehm, no. Te equivocas. Las dementes de aquí solo tienen ojos para alguien y ese es: Sasuke Uchiha.

—¿Sasuke Uchiha?— Preguntó, mirándome fijamente con un porte indeciso.

—Sí, el que se supone y te enseñaría la escuela— Aclaré, ignorando el hecho de que hace tan sólo hace unas pocas horas se habían conocido. Yo, por mi parte, me había tomado el día libre, dejando de ir a todas las clases; teniendo en cuenta que tan sólo eran unas pocas y la mayoría sin la más mínima importancia.  

—Ah— Murmuró —¿Aquel chico? No me parece la gran cosa— Admitió,  mientras apoyaba su espalda a la pared.

—¿De qué hablas?— Pregunté, ligeramente indignado —Es un idiota pretencioso y presumido pero es increíblemente bien parecido.

Sai simplemente me sonrió, pero esta vez no se veía forzado.

—Te gusta— Afirmó, dejando caer sus hombros —Ya decía que eras raro.

—¿Qué se supone que significa eso? — Pregunté, con un tic nervioso —Y, aparte, a mí no me gusta el teme ese— Dije, mintiendo descaradamente.

—¿No?— Cuestionó, incrédulo. Sonriendo entre dientes.

—No— Aseguré, con el ceño fruncido.

—Como sea, da lo mismo— Este me sonrió de nuevo —Si ese no es el caso, entonces supongo que tengo el camino libre— Declaró, mirándome fijamente.

—¿Libre para qué?— Cuestioné, sin comprenderlo.

—Vaya, Naruto, eres precioso pero terriblemente tonto— Aclamó riéndose, suavemente.

—Gracias, supongo— Refunfuñé sarcásticamente, sonriéndole abiertamente.

 Sabes, me alegra que Sasuke te hubiera pedido cuidar de mí— Dijo, aun con aquella contradictoria sonrisa sobre sus labios.

—Gracias— Le  respondí, sonriéndole abiertamente.

Luego de unos minutos, continuamos con el recorrido, deteniéndonos en la cafetería para consumir algo y así seguir caminando. Sai continuaba preguntándome trivialidades,  lo cual al parecer le encantaba. La más mínima pequeñez parecía fascinarle y de tal manera continuaba preguntándome cosas.

—¿Qué paso cuando se enteró de que eras tú?— Preguntó, interesado.

—Nada, en lo absoluto— Acepté, riéndome de mí mismo —Tan sólo dejó de hablarme.

Sai se rió e, increíblemente, aquella risa me resultó encantadora.

 

___SN___

Ya había pasado una semana desde qué conocía a Sai y simplemente ya no me resultaba tan extraño, muy al contrario, creía haberme acostumbrado rapidísimamente a su presencia y extravagancias.  Resultaba que ahora la mayoría de los recesos la pasábamos juntos, ganándome innecesariamente otras enemigas, las cuales proclamaban ser fanáticas de Sai. Lo cual era estúpido, ya que lo seguían simplemente por creer que era extranjero.

Por otro lado, todo seguía igual. Sasuke era un poco y tan sólo un poco más abierto hacia mi persona, Mikoto seguía igual de loca, Itachi perturbado, Fugaku ocupado, y mis padres -los que llamaban intensamente todos los días-, preocupados. Aun así me encontraba satisfecho: el embarazo de mi madre continuaba con normalidad, Sasuke ya no me despreciaba tanto y Mikoto, bueno, ella le había bajado la intensidad respecto a su interés Yaoista.

—¡Naruto!— Exclamó Sai, corriendo hacia mí. Expectante lo observé, notando una cortante mirada por parte de las chicas que antes estaban hablando con él.

—Hola, Sai— Dije, sonriéndole entre dientes en el justo momento que llegó a mi lado.

—Hola, Naru-chan— Contestó, sonriendo.

Caminamos juntos hasta el balcón en el cual solíamos conversar por horas en un intento de evitar las clases.

—Es inconcebible— Le dije, mirándole con fingida angustia.

—¿Qué pasa mi Naru-chan? — Cuestionó, utilizando aquel “mi” que tanto me molestaba y el cual había exigido que retirara.

—Llegas y, en tan sólo una semana, tienes un grupo de fanáticas locas y desquiciadas detrás de ti— Confesé vergonzosamente, logrando sonrojarme.

Entonces éste acarició mi mejilla dulcemente.

—¿Qué haces, Baka?— Pregunté, retirando la mano con brusquedad. Para así mirarlo ceñudo.

—¿Es obvio, no?— Cuestionó, sonriendo ficticiamente mientras me mostraba su tan adorado libro —En este libro dice que cuando quieres a una persona tienes que demostrárselo, con caricias.

Enarcando una ceja dejé escapar un cansino suspiro —Demonios, Sai, a veces logras asustarme— Este me observó detenidamente, y en un parpadear abrió su libro, buscando el índice.

—Aquí dice que cuando sientas miedo, inhales y exhales pausadamente contando hasta diez— Inquirió, con el rostro preocupado. Sorprendido, dejé salir una escandalosa carcajada.

—¿Ah, sí? ¿Y que más dice?— Le pregunté con fingido interés, atrayendo su mirada consigo.

—Bueno, según esto… — Respondió echándole una ojeada al libro — Hacerle frente al miedo es el mejor remedio para controlar el mismo— Y sin más guardó el libro en su mochila.

—O sea, que tengo que… ¿Hacerte frente?— Cuestioné sonriéndole.

—Eso parece— Afirmó dando un paso hacia mí, luego en un rápido movimiento tomó mi muñeca jalándome hacia él.

—¿Qué… que haces?— Tartamudee, sorprendido. Mirándole fijamente, teniendo su rostro a unos escasos centímetros del mío.

—¿No es obvio?— Preguntó —Te ayudo a hacerle frente a tu miedo, o sea a mí— Y, sin decir más, unió nuestros labios en un casto beso. Sin saber muy bien qué hacer, lo alejé de mí, empujándolo del pecho. Este me sonrió y en ese justo momento perdí el equilibrio, cayendo de espaldas al suelo.

—¡Eso no es a lo que se refiere el libro, imbécil! — Exclamé, mirándole fijamente desde el suelo.

—Lo sé— Respondió, agachándose. Quedando a mi altura —No soy tan ingenuo como crees. Naruto— Dijo, como si nada. Con expresión neutra.

—¿Qué se supone que significa eso?— Cuestioné, más calmado.

—Que me gustas, Naruto. Lo cual es totalmente obvio, para cualquiera— Aclaró, sonriendo nuevamente —Exceptuándote, obviamente. Eres impresionantemente despistado.

—¿Te gusto?

—Sí— Contestó.

—¿Tú eres Homo…Homosexual?— Pregunté, mirándole fijamente. Apoyando mi cuerpo con mis raspadas palmas debido al duro pavimento.

—Nah, ni lo uno ni lo otro. Los dos sexos se me dan.

—Eso quiere decir que eres bisexual— Pronuncié, cuidadosamente.

—Una palabra un poco convencional, pero sí, podría decirse que lo soy— Argumentó, sonriéndome. Aun estando en cuclillas frente a mí.

—Lo siento, pero yo no soy gay— Aseguré.

—No tienes que disculparte, Naru— Aclaró, con una sonrisa dulce sobre sus labios —Aun así, me temo que no llego a creerte.

—¿Qué demonios significa eso?— Contrataqué, con el rostro endurecido.

—Algunas personas me comentaron sobre tu penosa confesión hacia Sasuke— Parafraseé, mirándome fijamente.

—¡Eso no quiere decir nada!— Exclamé, acomodándome de tal manera de poder hacerle frente. Quedando totalmente sentado.

—¿Ah, no?

—¡No!... la verdad es que a mí no me gustan los hombres, tan sólo Sasuke. Ningún otro— Confesé penosamente, con las mejillas sonrojadas.

—¿Entonces por qué lo negaste cuando te lo pregunté?

—Bueno, es que… pensé que no lo entenderías— Murmuré, retirando la mirada apenado.

—Si tanta es tu preocupación, significa que no es un simple gustar— Opinó, ofreciéndome su mano para levantarme.

Con un respingo la acepté, parándome con su ayuda para así sacudir mis ropas.

—De todos modos,  no consentiré el hecho de perderte— Testificó, observándome fijamente con una sonrisa sobre sus labios.

—¿Siempre tienes que ser tan imbécil?

Sai me sonrió abiertamente —De igual manera, Naruto, no logro comprenderte. ¿Por qué te has enamorado de Sasuke?

—No lo sé— Admití, retirando la mirada.

—Ya sé la manera tan arrogante en la qué te rechazó y también me han comentado cómo suele tratarte, entonces… ¿Por qué insistes?

—No lo sé— Profané, entrecerrando los ojos. Claramente molesto.

Entonces Sai se acercó aún más a mí con gesto tardío, y yo, sin saber muy bien por qué no intenté retirarle, simplemente le dejé ser. Sintiéndome terriblemente perdido.

—Naruto…— Dijo Sasuke de repente, ayudándome a volver a la realidad, provocando que Sai lo observara con parsimonia aun cerca de mis labios. Asustado, me alejé dándole frente a Sasuke quien se mantenía inmóvil a unos metros de nosotros, con gesto frívolo y pendenciero impuesto en sus facciones.

—Sa-Sasuke— Farfullé inentendible. Haciéndole reaccionar, provocando que éste caminara hacia mí y tomara mi muñeca para arrastrarme consigo. Él caminaba con rapidez y aprisionaba dolorosamente mi muñeca derecha, jalándome por las escaleras hasta llegar al pasillo. Inquieto lo observé por inmutables minutos, dejándome guiar por él.

—¡Sasuke, suéltame! — Exclamé, volviendo en sí. Provocando el inmediato detener de el susodicho.

Iracundo se dio vuelta, mirando con el ceño fruncido —¿Qué estabas haciendo?

—¡¿Y a ti qué te importa?!— Reñí.

—¿Tienes idea de qué hora es?— Cuestionó, con un tono de voz gélido y distante.

—No.

—Las clases han terminado hace horas. Te he esperado cuanto he podido, pero finalmente me fui. Luego resulta que mi querida madre, en otro desesperado plan, se ha marchado, dejándome sin llave. ¡Entonces, mientras estás tú aquí con tus homosexuales conquistas yo estaba como un tarado esperando a que llegaras para poder entrar!

—Si ese es el problema, toma— Respondí aparentando calma, mientras sacaba las llaves de mi bolsillo.

—Tan sólo dime, Naruto, ¿Qué tan hipócrita puedes llegar a ser?

Dolido, lo observé sin responderle.

—Primero aseguras que no te gustan otros hombres y luego, simplemente, te lanzas a los brazos del estúpido extranjero ese— Refutó —Admitiré que, por un momento, lograste engañarme. Te felicito, resultas ser un excelente actor.

—Eso no es de tu incumbencia— Aseveré, mirándole fijamente con el ceño fruncido —Ahora toma tus llaves y vete— Sin pensarlo dos veces, le pasé las llaves. Dejándolas sobre su estirada palma, viendo como caían sobre ella.

—¿Naruto?— Escuché desde la lejanía, proveniente de Sai.

—Adiós, Sasuke— Murmuré, retirando la mirada esperando a que se fuera. Pero no lo hizo, al contrario.

Sasuke, en un rápido movimiento, tomó mi muñeca de nuevo, para así introducirme en un salón totalmente vacío, dejándome entre él y la puerta. Sorprendido dejé escapar un grito de sorpresa, siendo ahogado por la mano de Sasuke quien ahora impedía mi hablar.

—¿Naruto?— Se volvió a escuchar, sólo que esta vez fue más alto el tono de voz.

Luego de unos segundos, ésta se dejó de escuchar provocando consigo que Sasuke quitara la mano de mi boca.

—¿Por qué hiciste eso?— Pregunté, mirándole fijamente.

—No lo sé— Admitió, viéndome detenidamente a una corta distancia.

—Déjame, Sasuke— Supliqué.

—Ese es el asunto, Naruto. Creo que no podré hacerlo.

—¡Es suficiente!— Exclamé, lleno de desesperación —¿Crees que puedes llegar y bromear sobre algo como eso?— Y, sin esperar respuesta, me di media vuelta para intentar abrir la puerta, la que para mi desgracia se encontraba cerrada.

En instantes sentí unos fuertes brazos rodear mi espalda protectoramente —La cuestión es que, en realidad, no bromeo— Susurró en mi oído, logrando estremecerme.

—¿Qué quieres decir con eso — Pregunté dándome vuelta, enfrentándome a sus oscuros ojos.

—Es muy sencillo— Confesó —La verdad es qué me gustas, dobe— Respondió, con media sonrisa sobre sus labios. Entonces, con mis mejillas teñidas de carmesí, retiré la mirada. Totalmente avergonzado.

Sin saber muy bien cómo refutarle aquello, callé. Recibiendo como respuesta un beso por parte de Sasuke sobre mis temblorosos labios.

—Sasuke, la puerta está cerrada— Murmuré una vez se retiró.

—Si lo está, entonces nada podremos hacer para evitarlo— Bromeó, acorralándome aún más contra la puerta.

—Ehm, espera, Sasuke — Con fuerza empujé con mis manos su pecho —Así no.

—¿Por qué no?

—Es tan sólo que…

—Eres virgen— Concluyó, sonriéndome con sorna.

—¡Obviamente! ¿Por quién me tomas?— Exclamé, con el ceño fruncido —Ya te he dicho que no he estado con un… hombre, jamás— Murmuré, avergonzado.

—O una mujer— Se burló, abrazándome fuertemente.

—¡Con una mujer sí!— Vociferé, sobre su pecho. Con las mejillas totalmente coloradas.

—Está bien, en eso por lo menos tenemos algo en común. 

 

Notas finales:

Biiienn, yo otra vez.


¿Qué podría escribir?


Veamos, les daré un pequeño consejo a los queridos lectores.


No dejen review en historias sólo por estar llenas de lemon sin sentido y situaciones incoherentes.


La verdad es que he leído excelentes historias, las cuales por no estar sobre cargadas de lectura sexual no tienen suficientes reviews y vamos ¿A cuál autor no le gusta los comentarios?


Eso anima a continuar con la historia.


 Denle la oportunidad a nuevos fantásticos lectores.


Hay grandiosos escritores que son identificados por tan sólo el nombre como: Naruko, Mayumi, Lady_sekhmet, RukiaU, Giselle Blanchard, Entre otros.


Aun así, he presenciado la indiferencia a grandes escritores, por eso me atreveré a darles un poco de "Propaganda barata" en esta nota final. Ellos son: Mariohn, Omore, Nachus y finalmente CannibalCupcakeTwo. 


Lean sus historias, son grandes, buenas, con tramas interesantes y aún cuando no son tan conocidos sus nombres o por lo menos eso creo, son excelentes.


Bueno, como sea, supongo y me extendí demasiado y esa no era mi intención.


¡Adiós y dejen review o...!


De hecho no les haré nada pero bueno.


xD


.


.


.


 


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).