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By: SasuDaiii
Capítulo 7. Trabajo.
03/Julio
Las luces se hallaban apagadas, dejándonos en total oscuridad, acompañados el uno del otro mientras yo abrazaba su pausado pecho. Sasuke ahora dormía conmigo todas las noches, y luego, simplemente, para que nadie notara la ausencia, se levantaba y caminaba hacia su cama fingiendo haber pasado la noche en ésta. La verdad es que hace tiempo que no lograba dormir por el simple hecho de sentir su presencia tan cercana a la mía, y aquello me estaba causando estragos, había llegado a quedarme dormido en clase y por obvias razones a ser castigado por los mismos profesores que lo veían como una “falta de respeto”… pero eso eran nimiedades. Nada de eso me importaba, en lo absoluto. Ahora finalmente había logrado que Sasuke se fijara en mí aunque fuera tan sólo un poco.
—Dobe— Dijo Sasuke, llamando mi atención. Expectante lo observé, sonriéndole levemente.
—¿Qué pasa, teme?— Cuestioné, fingiendo un bostezo. Este se acercó un poco más a mí, mientras con su brazo, el cual estaba estrechado a mi cintura, me levantaba un poco para quedar a su altura. Dejando ambos rostros a la misma altura.
— Nada, tan sólo quería comprobar si estabas despierto— Respondió, acercando sus labios a los míos dejándolos a unos solos centímetros, rozando su embriagador aliento contra mis labios.
Estremecido, no pude evitar temblar levemente, provocándole un bufido lleno de arrogancia —¿Por qué tiemblas? — Preguntó con el ceño fruncido, parecía molesto.
—Es… que hace frío— Murmuré, retirando la mirada. Mintiéndole, torpemente.
—Si quieres te hago sentir calor— Comentó, tomando mi barbilla con delicadeza, logrando que me sonrojara. Sin saber cómo refutar aquello lo observé ceñudo por el doble sentido de sus palabras. Este tan sólo me sonrió de medio lado, acercando un poco más su rostro al mío, pero aun sin profundizar el contacto.
—No, gracias— Respondí, sonriéndole hipócritamente, tomando su mano con delicadeza para retirarla de mi barbilla pero aun así sin soltarla.
—Oh vamos, Naruto— Dijo, alejándose un poco pero no lo suficiente como para deshacer el contacto —Algún día sucederá, ¿No?
Sonrojado, asentí —Confórmate con saber que así será, pero no aún— Argumenté para darle un casto beso sobre los labios. Provocando una diminuta sonrisa sobre sus labios.
—Con eso me basta por ahora— Susurró, acercándose nuevamente hacia mí, aferrando más su brazo sobre mi cintura, con más fuerza que antes dejándome más cerca de él. Sonrojado hasta las pestañas, retiré la mirada para así intentar soltar su mano siendo impedido por él. Quien ahora la presionaba con fuerza evitando deshacer el contacto.
—No lo hagas— Ordenó, observándome fijamente para dejar escapar un bostezo. Sonriente deshice el contacto, y antes de que este pudiera reprochar, tomé su cabeza desde atrás para así apoyarla sobre mi pecho. Convirtiéndolo a él, tan sólo por un segundo, en el pasivo y a mí en el activo.
Sasuke no dijo nada, tan sólo retiró el brazo con el que me abrazaba en un intento de acomodarse y lo posicionó sobre mi pecho —Dobe, estás caliente— Murmuró entre un enternecedor bostezo.
Sin poder evitarlo dejé escapar una risa, lamentándome al segundo por haber logrado escapar el sueño de Sasuke quien ahora me miraba ceñudo.
—Lo siento— Murmuré, sonriéndole entre dientes.
Sasuke sólo me sonrió arrogante para así acercarse tentadoramente a mis labios y rozarlos con delicadeza, sin profundizar el contacto.
—¿Podrías dejarte de absurdos juegos?— Cuestioné contra sus labios, los cuales enarcaban una sensual sonrisa.
—No, de tal manera sería aburrido, ¿No crees?— Preguntó, sin retirarse.
Sin prestarle mucha atención me acerqué a sus labios, para así besarlos dulcemente. Sasuke acercó su cuerpo al mío lo más posible, viéndose desesperado por aprovechar el poco tiempo que teníamos para estar juntos.
Sujetando mi cabeza con una mano dejó de besarme para luego comenzar a recorrer delicadamente con sus labios toda la extensión de mi rostro, en un intento desesperado por memorizarlo. Sonrojado, dejé escapar un corto gemido de mis labios por la presión de Sasuke sobre mi cuerpo, atrayendo con esto la mirada del mismo provocando que éste buscara mis labios una vez más y así un beso apasionado diera comienzo, las lenguas batallaban, atrapadas entre sí, dejando escapar sólo gemidos.
Sus manos descendieron por mi espalda suavemente hasta el trasero, provocando un fuerte gemir por mi parte silenciado por sus labios, los cuales continuaban recorriendo los míos, hambrientos y salvajes. Sin romper ni un momento el beso, Sasuke atrajo mi cuerpo al suyo, dejándolo apoyado sobre él.
Luego de unos segundos nos separamos, las respiraciones eran pesadas peleando por hacer entrar aire a los pulmones. Muy pronto Sasuke volvió a besarme. Sus manos desaparecieron bajo mi camiseta y sus dedos acariciaron parte de la cadera hasta rozar mi estómago plano, después sus pulgares subieron para acariciar ligeramente mis pezones, haciéndome gemir dentro del beso.
Sasuke sonrió ligeramente antes de poner distancia entre nuestros labios con el fin de quitarme la camiseta mientras yo lo observaba con las mejillas teñidas de un carmesí intenso, aun así y sin saber muy bien porqué, mis dedos temblorosos intentaban realizar la misma acción que él. Con suma delicadeza, Sasuke deslizó sus dedos por mi columna vertebral dejando un rastro ardiente en su recorrido. Su boca se posicionó de nuevo sobre la mía lográndola volver ansiosa, desesperada por más contacto, entonces la mano de éste acarició mi espalda nuevamente antes de colocarla en mi hombro y luego bajarla para recorrerme el torso. Asustado, logré estremecerme de placer y, en un acto involuntario, eché la cabeza hacia atrás, dejando está hundida sobre la almohada, permitiéndole a Sasuke depositar besos sobre la piel expuesta.
Sus labios encontraron el camino directo hacia mi pezón derecho, mordiéndolo suavemente, provocándome gemir de placer antes de enderezarme de nuevo. Para volver a besarlo, mientras Sasuke me tomaba suavemente las caderas, para levantarme y dejarme sobre él.
Sasuke se sentó, dedicándome una dulce sonrisa mientras recorría con su lengua mi pecho y subía por mi cuello para así succionar éste. Sin poderlo evitar, dejé escapar una risa debido a que el chupón me estaba provocando cosquillas; Sasuke me observó, con una cautivadora sonrisa sobre sus labios, para simultáneamente acariciar mi pómulo con una dulzura nunca experimentada por él.
A la espera eché la cabeza nuevamente hacia atrás permitiéndole a Sasuke un mejor acceso a mi cuello, el cual aprovechó muy bien. Las manos de Sasuke se deslizaron hasta mi cintura, la cual apretaba fuertemente, logrando posiblemente dejar marca y se detuvieron ahí. Sin intentar profundizar el contacto, totalmente inmóviles.
Desconcertado lo observé fijamente, tenía una sonrisa de medio lado sobre sus labios —No creo que ésta sea la manera en la que esperes que pasen las cosas, ¿O Sí?— Murmuró, mirándome indescifrablemente.
—Eso no importa ahora— Respondí, acercándome a él. Luego podría detenerme a pensar si quería o no, no ahora. No con aquel problemita en mi entrepierna pidiendo atención.
—Dobe— Susurró, logrando excitarme aún más. ¿Por qué tenía que ser tan devastadoramente sexy? —No me importa esperar— Aseguró, besando castamente mis labios.
—Pero a mí sí— Agregué, tomando su rostro entre mis manos —Ya he esperado durante dos años.
Sasuke tomó una de mis manos y le dio un enternecedor beso a la palma de ésta —Entonces, supongo que podrás esperar unos meses más, ¿No?
Con el ceño fruncido, lo observé detenidamente. Viéndole sonreír, notando aquella diferente actitud para conmigo. Este era un Sasuke nunca había conocido hasta ahora y el cual, ciertamente, me encantaba de una manera indescifrable.
—Yo quiero hacerlo, ahora— Enfaticé.
—Creo que lo mejor es que me vaya— Mencionó, tomando mi cintura en un intento de levantarme.
—¡No!— Grité, abrazándolo fuertemente. Avergonzándome al segundo de haberlo hecho —Lo siento, por favor no te vayas — Dije, sin separarme. Logrando finalmente escuchar su característico bufar lleno de burla en él.
—De acuerdo— Respondió correspondiendo finalmente a mi abrazo.
Luego de unos tardíos minutos Sasuke finalmente se alejó y me posicionó sobre la cama, junto a él. Para así darme un tierno beso y abrazarme.
—Te quiero, Sasuke— Murmuré, contra su pausado pecho mientras cerraba mis parpados a causa del sueño que lentamente me envolvía en sus redes.
Este no respondió, tan sólo me abrazó más fuerte. Presionando su cuerpo más al mío, en un gesto dulce pero masculino.
… sobra decir que, en cuestión de segundos, me dormí.
___ SN___
Al día siguiente, al levantarme, Sasuke no estaba como usualmente. Pero justo en el momento que salí de la habitación, me lo encontré. Estaba saliendo del baño, vistiendo tan sólo una toalla, la cual envolvía su cadera. Este me sonrió y se acercó a mí para darme un simple beso sobre los labios.
Sonrojado, lo alejé —No, me acabo de levantar y tengo mal aliento— Murmuré, sonrojándome aún más. Logrando en éste una diminuta sonrisa arrogante.
—No me importa— Aseguró, pasando ambos brazos por mi espalda atrayéndome a él, con fiereza. Mojando mi camiseta.
—Ahorita, al menos espera a que los lave — Farfullé, retirando la mirada.
Este soltó una carcajada mínima y se separó de mí, sin decir nada, entrando en su habitación.
Desconcertado me adentré en el baño para cepillar mis dientes, bañarme y finalmente cepillarlos de nuevo.
Luego me cambié y caminé, con el uniforme puesto hacia la cocina, encontrándome con todos: Mikoto, Itachi, Fugaku y, finalmente, Sasuke. Sonriéndoles los saludé, sintiéndome algo incómodo por aquella aura familiar que yo no compartía con ellos.
Sin prestarle mucha atención a mis innecesarias divagaciones, me senté junto a Sasuke y desayuné con parsimonia mientras entablaba una animada conversación con Itachi; luego, en tan sólo unos pocos minutos, llegó el chofer dando el aviso de la partida. Sasuke y yo, después de lavarnos los dientes, nos subimos al auto. Entonces, justo en el momento que el auto partió, Sasuke se acercó y besó mis labios. Dejándome completamente desconcertado.
Para mi suerte éste antes había subido el vidrio interpuesto entre ambos y el chofer, impidiendo su vista hacia nosotros. Sonrojado, retiré la mirada.
Sasuke tan sólo se acercó a mí, dejando su mochila del otro lado del asiento. Perturbado lo miré de nuevo perdiéndome en aquellos oscuros ojos, sonriéndole nerviosamente en un vano intento de aparentar tranquilidad.
—Dobe, mi madre me ha comentado, en otro de sus desesperados plan por unirnos, que visitará nuevamente a mi abuela, la cual -según ella- se encuentra nuevamente enferma. Partirán en una semana— Sonriendo abiertamente, me acerqué más a él. Sentándome de tal manera que quedara mirando de frente hacia él, recordando aquel día en el que en uno de los desesperados intentos Yaoistas de Mikoto ésta se había ido, debido a una “enfermedad” presente en su madre. Lo cual no era más que una vil mentira.
Sasuke, quien no había podido evitar su preocupación, le llamó, pero esta aseguró que se encontraba en perfectas condiciones y que su hija, Mikoto, nunca le había visitado. Esto realmente logró enojar a Sasuke quien se contuvo mucho para no reclamarle a su querida madre quien siguió su mentira hasta el final.
—¿Y?— Pregunté.
—Eso significa que estaremos solos y supongo que no tendré que fingir estar borracho para besarte esta vez, ¿O sí?
—¿Fingir?— Cuestioné, con las mejillas totalmente rojas —¿Fingiste estar borracho?
Sasuke me observó fijamente, sonriendo de medio lado —Claro, aparte, ¿Quién se emborracha con tan sólo nueve cervezas?
—Todo el mundo— Afirmé —Yo tomé tan sólo tres y ya me hallaba borracho.
Este me sonrió y besó —Eso, es porque tú eres un idiota completo— Dijo, con una sonrisa de superioridad.
—Entonces, ¿Cómo fue que te quedaste dormido?— Pregunté, ignorando su comentario.
—No lo hice, fingí estarlo— Agregó, acercándoseme —No siempre se te presenta la oportunidad de tener a un sensual rubio, abrazándote, encima de tu regazo.
Sorprendido, le sonreí por el adjetivo utilizado y, sin pensarlo dos veces, me senté sobre él —Bueno, ahora sí— Comenté, sonriéndole de medio lado provocando que éste me besara sensualmente.
—Vaya, Naruto— Murmuró sobre mi oído, para luego mordisquearlo sugerente —Solo verte así, me excita.
Temblando ligeramente, me alejé para observarlo fijamente. Notando aquella sonrisa de doble intención sobre su rostro —A ti todo te excita— Aseguré.
—Puede que tengas razón— Afirmó, provocándome un suspiro cansino de mis labios —Pero al menos, no era yo quien ayer suplicaba tener sexo.
Sonrojado, retiré la mirada —¡Yo no supliqué nada!
—Sasuke ya he esperado por dos años, por favor poséeme— Imitó mi tono de voz con una perfección intachable.
—¡Yo nunca dije poséeme!— Exclamé, irritado.
—Faltó poco para que lo dijeras. Sólo me lo imagino, ¡Oh, Sasuke, onegai!
Ceñudo, retiré la mirada en un intento de ocultar mis mejillas sonrojadas —Bastardo— Murmuré, haciendo que éste bufara con sorna y pretensión.
—No es para tanto, dobe— Dijo, logrando que lo observara nuevamente —Fue excitante. Tenerte ahí, totalmente sudado, sin camisa, con las mejillas sonrojadas y los labios humedecidos— Comentó tomando mi espalda con ambas manos, acercándome a él. Dejando sus labios a unos cortos centímetros —De sólo pensarlo, creo que se me erecta.
—Cállate, maldito pervertido— Reñí, cruzando los brazos sobre mi pecho.
Este tan solo rió, por unos escasos segundos, para luego unir nuestros labios en un beso hambriento y deseoso, el cual me dejó sin aliento.
Pero para mi lástima todo terminó ahí, debido al detener del auto.
Suspirante me bajé de su regazo y abrí la puerta, dándole antes un casto beso sobre los labios. Luego, simplemente, Sasuke siguió su camino y yo el mío, porque, para mi pena, en el colegio tan solo éramos desconocidos.
____SN____
—¡¿En serio?!— Exclamé, tomándolo por los hombros, sin poder ocultar mi emoción. Atrayendo la miradas de los presentes, totalmente expectantes.
—Sí— Respondió Sai sin expresión alguna, sonriendo falsamente.
—Oh, Gracias, Sai— Dije, sonriéndole abiertamente.
Hace unas horas había estado desesperado por encontrar un empleo lo suficientemente bueno como para proporcionarme el dinero suficiente para comprarle un presente a Sasuke, quien cumplía en tan solo veinte días. La verdad es que habría podido ahorrarme todo aquello, con tan sólo llamar a mi padre a pedirle algo de dinero pero quería evitar ser una carga más para toda aquella situación.
—Lo que necesites, mi Naru-chan.
Sin responderle absolutamente nada, le sonreí aún más, atrayendo consigo una sonrisa real en Sai. Este me había encontrado un trabajo, tal vez no el mejor pago o en el mejor lugar, pero, a fin de cuentas, un trabajo.
—No te sobrexcites, Naruto— Manifestó —Ya te he dicho que no es un buen trabajo.
—No me importa— Aseguré.
—Es como vendedor de manga Shōnen ai.
Enarcando una ceja, lo observé desconcertado —¿Qué es eso? —Pregunté, haciéndole reír.
—Es un tipo de manga leído por adolescentes, de preferencia femenina, con contenido romántico entre personas del mismo sexo— Argumentó cerrando los ojos, dándole un porte serio.
—¿Relaciones entre mujeres?— Pregunté, intrigado.
—No— Negó —De hecho, todo aquello fue convencionalismos. Es Manga con contenido gay, es decir relaciones entre hombres.
—¡Yo sé que significa el homosexualismo!— Grité, atrayendo nuevamente las miradas.
—Calma, mi Naru-chan— Musitó. Sonriendo nuevamente —Entonces, ¿Lo tomarás o qué?
Con las mejillas enrojecidas, asentí rudamente.
—Bien, podrás empezar desde mañana— Inquirió, pasando sus dedos entre su cabello.
Inhalé y exhalé por décima vez, en un intento por mantener la calma.