Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Subtítulo por SasuDaiii

[Reviews - 243]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! ¿Me extrañaron?

 

¿Sí, en serio? ¡Aw, yo sabía xD!

 

... 

 

No me presten atención, en este momento mi cabecita no funciona bien xD. La verdad es que aquí en Colombia la hora en este justo momento es: 1:18 a.m xD Probablemente cuando termine de escribirlo y finalmente le publique sea más tarde pero bueno realmente no importa, ¿O sí?

 

xD Como sea... dejándome de divagaciones sin sentido les hablaré de lo importante, el fic.

 

Bien, bien, el primer lemon de esta historia, espero y lo disfruten.

 

Oh, por cierto, me disculpo por mi ociosidad pero es que sinceramente dormir, no es que me guste mucho, se puede decir que hasta le aborrezco xD. No me pregunten porqué, realmente no interesa, es simplemente un hecho. xDD 

 

Ennn finnn, ya no los retengo más, sólo les deseo una satisfactoria y buena lectura. :D Saludes y ahora ¡Bajad, bajad! xD

 

*Qué lindo parezco española, Joder tío* Hahahaha.

 

xD

 

 

 

 

Subtitulo

By: SasuDaiii.

 

 

Capítulo 8. Shōnen Ai

 

15/Julio.

Aunque estaba cansado después de un largo día de trabajo, no podía negar que me sentía bien de estar de vuelta en casa, la casa de los Uchiha.

Hace unos pocos minutos había llegado a la casa, la cual se encontraba completamente vacía debido al “estupendo plan” de Mikoto por unirnos. Aún vestía el uniforme del trabajo: un saco negro, camisa blanca, pantalones negros y zapatos del mismo color. Exhausto, dejé escapar un hondo suspiro mientras me adentraba en mi habitación.

… era de noche, alrededor de las siete de la noche.

La puerta de la habitación se abrió y Sasuke entró sonriendo, mientras caminaba hacia mí, no sin antes cerrar la puerta detrás de él. Espontaneo, le devolví la sonrisa viéndole atravesar la habitación para reunirse conmigo y darme un beso apasionado.

Este me abrazó posesivamente y comenzó a besar toda la piel de mi cuello a su disposición, recorriendo con sus labios la fina línea de la mandíbula hasta el hueco entre ésta y la oreja; ágil, retiró mi chaqueta de color negro y la deslizó por mis brazos. La camisa blanca fue lo siguiente en caer al piso, poco después su jersey negro. Entonces, Sasuke inclinó su cabeza para besarme la clavícula, antes de bajar más y tomar en su cálida boca un pezón.

—Sasuke— Suspiré feliz mientras acariciaba los cabellos negros de Sasuke.

Poniéndose de rodillas, Sasuke deslizó sus besos por mi abdomen antes de meter su lengua en mi ombligo provocándome una risa.

—Me provocas cosquillas— Dije, con las mejillas teñidas de un carmesí intenso.

Sasuke alzó su cabeza y me sonrió arrogante, provocando una corriente atravesar mi espina dorsal antes de quitarse. Este se puso de pie y buscó nuevamente mis labios, ansioso.

Un gemido suave escapó de mis labios sólo para ser sofocado por el beso voraz del Uchiha quien me conducía a la cama, cuando de pronto se detuvo.

—¿Qué ocurre?— Cuestioné detestándome al estar consciente de que con esas dos palabras  había logrado interrumpir todo.

—¿Cómo te fue en el trabajo?— Cuestionó, dándome un beso rápido en los labios. Suspirante lo observé, enarcando una ceja.

Sasuke sabía que había conseguido un trabajo, había tenido que confesárselo debido a las horas que se restaban a estar juntos por los horarios. Aun así, no le mencioné en qué lugar o haciendo qué.

—Bien, supongo— Respondí, restándole importancia.

—¿Sucedió algo?— Preguntó, besando mi cuello.

—Calla, Sasuke— Dije, suplicante —¿Podríamos hablar de eso luego?

—¿Por qué?— Cuestionó, con fingida inocencia.

Mirándole ceñudo, pasé ambos brazos por su cuello, atrayéndolo, para así arrastrarlo hasta la cama. Donde caímos ambos, dejándome debajo de él —¿Dónde quedamos?— Pregunté, sugerente. Mordisqueando su oído.

—Estábamos aquí— Respondió, para besarme suavemente.

Sus manos viajaban por mi abdomen, espalda y hombros, así como las mías por sus cabellos oscuros.

Aun besándome, Sasuke bajó sus manos hasta mis pantalones negros, desabrochándolos, antes de bajarlos con una delicadeza palpable. Estos descendieron hasta mis tobillos y sin más fueron arrancados para arrojarlos al suelo. Con dedos temblorosos, hice lo mismo con los pantalones de Sasuke deslizándolos por esos fuertes muslos, sintiendo la áspera tela sobre las yemas de mis dedos.

Mis mejillas tenían un rubor rojo brillante al percatar los ojos de Sasuke recorrer mi cuerpo desnudo, sintiendo sus expertos dedos recorrer mi desnuda piel con cuidado, posando en sus delgados labios una sonrisa de autosatisfacción. Dejando escapar un gemido desesperado, logré finalmente llamar su atención. Sasuke me recostó de espaldas para posteriormente colocarse encima de mí con suavidad provocando un gemir de mi parte al rozar su piel cálida con la mía.

—Sasuke— Dije nervioso —Yo aún… Quiero decir, yo nunca he… ya sabes, nunca he estado con… un hombre de este modo.

—Yo tampoco— Admitió, mientras acariciaba con sus labios mi mejilla para tranquilizarme —Sólo confía en mí— Murmuró contra mi oído mientras tomaba ambas piernas con sus manos y las posaba alrededor de sus caderas. Inerte las entrelacé en esta, haciendo el contacto más directo y cercano.

Contrariado asentí con la cabeza, respirando profundamente tratando de relajarme. El moreno atrapó mi boca en un beso apasionado y deslizó cuidadosamente un dedo entre mis glúteos para comenzar a introducirlo en mi ano virgen.

La sensación era extraña pero no era desagradable. De hecho era placentera, sobre todo cuando Sasuke rozó cierto punto y, en un efectivo intento de distraerme, me besaba intensamente mientras metía otro dedo en mi apertura. Este movió los dedos en forma de tijera para expandirla. Poco después Sasuke metió un tercer dedo y pronto sin saber muy bien el por qué, yo mismo estaba empujándome sobre los dedos para satisfacerme.

Una vez que Sasuke comprobó que estaba lo suficientemente preparado, retiró sus dedos provocándome escapar un gemido de insatisfacción.

—Lamento si te hago daño— Susurró Sasuke mientras entrelazaba sus dedos en una de mis manos y colocaba su pene en mi entrada antes de comenzar a empujar para adentrarse lentamente.

Incomodo apreté la mano de Sasuke con fuerza mordiéndome el labio al sentir la ardiente intromisión. Sasuke continuó moviéndose lentamente y con sumo cuidado, aun así logré sentir dolor. Cerrando los ojos y concentrándome en la respiración de Sasuke sobre mi rostro, me obligué a abrirme más, mientras Sasuke se enterraba completamente dentro de mí.

Ambos dejamos escapar un gemido de placer indescriptible. La sensación del pene de Sasuke entre mi recto era alucinante y desesperante, sólo quería adentrarme una y otra vez en el cuerpo de este, pero aquel punzante dolor me obligaba a permanecer quieto.

Después de respirar profundamente varias veces, logré acostumbrarme a la peculiar sensación de estar lleno y por inercia moví las caderas experimentando.

—Muévete — Rogué, sujetando fuertemente la mano de Sasuke.

Obedeciendo la orden, este comenzó a moverse lentamente dentro y fuera de mí, teniendo todo el cuidado para no lastimarme. Sus labios buscaron los míos para besarlos apasionadamente, con un ritmo lento y constante.

Los gemidos de Sasuke se convirtieron en un suave susurro contra mis oídos antes de que le rogara que se moviera más rápido. Este obedeció y no tardó en estar estrellando sus caderas con mayor fuerza contra las mías, mientras me embestía con mayor fervor. A medida que el ritmo aceleraba, Sasuke puso sus manos alrededor de mi cadera y comenzó a tirar de ella en cada impulso de las suyas. Sasuke levantó su mano y agarró la cabecera con una mano,  mientras la otra estaba haciendo círculos en mi erecto pene, bombeándola al mismo ritmo de las embestidas.

—Oh, mierda, ¿tienes alguna idea de lo increíble que te ves así? — Gruñó Sasuke, en un tono ronco y áspero.

Cerrando los ojos, gemí en respuesta. Después de algunos minutos, decidí que era el momento de enseñarle a Sasuke quién era el jefe,  entonces con habilidad me rodé y senté a horcajadas sobre él, dejándome caer sobre el duro pene. El ritmo que estableció Sasuke era duro, causándome un placentero ardor en los muslos que probablemente lamentaría en la mañana junto con el dolor provocado. La mano de Sasuke se movió sobre mi erección haciéndome gritar.

Instantáneamente me corrí con un grito, cubriendo el pecho de Sasuke. Sasuke nos rodó de vuelta, y continuó embistiéndome contra el colchón, hasta que su propio orgasmo llegó, haciéndonos colapsar sobre la cama. Sasuke rodó y salió de mí, dejándonos ahí jadeando pesadamente.

El cansancio no demoró en invadirme, así que cerrando los ojos me di media vuelta, encarando a Sasuke el cual me observaba atentamente. Sonrojado, le sonreí.

Este en un rápido movimiento me atrajo hacia él, dejándonos tan cercanos como era posible mientras sus labios besaban mi frente, en un simple tacto —Te quiero, Sasuke— Murmuré entre un bostezo, provocándole otra sonrisa pero esta vez una más arrogante.

—¿Ya estás cansado?— Preguntó, con voz ronca.

Sorprendido, me alejé para observarlo fijamente, en sus labios había una prepotente sonrisa —Sí— Acepté, entrecerrando los ojos.

Este tan sólo se inclinó sobre mí, dejándome recostado sobre la almohada mientras rozaba sus labios contra los míos y sus manos viajaban por la parte baja de mi abdomen, logrando estremecerme.

—No querrás hacerlo otra vez, ¿O sí?— Cuestioné con el pánico plasmado en mis palabras, éste pareció pensarlo por unos segundos, en un vano intento de recapacitar.

—Sí— Afirmó, acariciando mi mejilla con aspereza —Aparte, yo sé que tú también quieres. 

Sonrojado, aparté la mirada. Intentando ocultar la vergüenza, atrayendo la mirada de Sasuke consigo —Está bien, dobe, duerme.

—P-pero acaso no querías… —  Más acalorado que antes, callé sin estar seguro de cómo terminar aquella frase.

—Si estás cansado, en otra ocasión será— Comentó, con las facciones enternecidas.

—¿No se supone que nunca se te había apetecido repetir con alguien?— Le pregunté, mirándolo fijamente, con una de mis cejas enarcadas y mis mejillas teñidas de carmesí.

Este tan sólo dejó escapar una carcajada nada sutil para luego besar mis labios con una rudeza excesiva provocándome ligeros gemidos callados por sus labios.  Sus manos agarraban mis mejillas, con fuerza.

—Hasta ahora— Murmuró sobre mis labios, chocando su embriagador aliento sobre los míos

—¿Eso quiere decir que el mundo gay te atrae más o qué?— Pregunté con sorna y una fingida inocencia.

—No, eso quiere decir qué tú me atraes más— Afirmó, sonriendo con orgullo.

—¿Yo?— Incrédulo, lo observé por incontables segundos.

—Sí, tú, dobe— Comentó, dándome otro beso sobre los labios, para luego repartir besos en mi mejilla derecha y así continuar con un recorrido sobre la línea de mi mandíbula —Aparte, también creo haber dicho que nunca había tenido pareja.

—Espera— Farfullé, anonadado atrayendo consigo su mirada —¿Eso quiere decir que somos…pareja?

Sasuke, me sonrió abiertamente —Se supone ¿No? O, ¿Es que tú te acuestas con cualquiera solo porque sí?— Con expresión apacible, negué suavemente —Entonces, dobe, ¿Qué creías que éramos?

—La verdad, no había pensado mucho en eso— Confesé, sonriendo de medio lado.

—Tal vez debí hacerlo oficial— Murmuró tomando mi mano para darle un casto beso sobre la palma —Entonces, dime, Naruto, ¿Quieres salir conmigo?— Dijo, con las cejas contraídas.

—No lo sé, creo que lo pensaré— Respondí neutro, disfrutando de su absurda expresión —¿Qué?— Tenía aquel gesto que me indicaba que en cualquier momento me golpearía —Oh, vamos, Sasuke, tú fuiste quien me rechazó en primer lugar; por lo menos déjame disfrutar de tu incertidumbre.

—Madura, dobe— Contestó simple, sin ninguna sonrisa sobre sus labios.

Sonriente, le di un beso sobre los labios con la mayor ternura posible —No soy fruta — Comenté sobre los labios contrarios, logrando finalmente una anhela sonrisa —Está bien, Sasuke, acepto ser tu… ¿Amante, pareja? Lo que sea que se utilice para indicar que estamos juntos.

—¿No se supone que me harías sufrir con la incertidumbre?— Preguntó, enarcando una de sus finas cejas.

—Sí, pero lastimosamente no eres el único que sufre con aquello— Afirmé, apoyando mi cabeza en su pecho.

—Dobe… — Musitó mientras nos arropaba a ambos con una arrugada cobija que había sido antes arrojada al suelo por mí.

—Sasuke, espera— Dije, alzando la mirada — Mañana no iré a trabajar, así que no tengo que levantarme temprano.

Sasuke comprendió bastante bien el doble significado de mis palabras, por lo cual dejó escapar un bufido lleno de burla —¿Qué clase de trabajo es ese?— Preguntó, mirándome con superioridad.

—¿Qué hay de malo con mi trabajo?— Contraataqué fingiendo molestia.

—Es tan sólo que vas cuando quieres, sin un horario en específico.

—¿Y?

—Nada… — Se burló con cansancio —Pero si ese es el caso, entonces, supongo que podremos dormir en otra ocasión— Sin darme oportunidad para responder se acercó a mis labios, uniendo finalmente estos en un intenso beso —En pocos minutos estarás rogando por más— Ronroneó prepotente, en mi oído.

—Eso lo dudo— Dije, riéndome deliberadamente de él.

Sasuke no respondió a mi broma, tan solo se inclinó un poco más hacia mí  para besar mis labios seductoramente con una destreza increíble, dejándome finalmente completamente seducido y atrapado por el deseo.

—¿Decías?— Preguntó retirándose, mientras una de sus manos apretujaba entre sus dedos mi ya erecto pene —No puedo creer que un simple beso te haya encendido tanto, usuratonkachi.

Sonrojado, dejé escapar un delirante gemido —Cállate— Farfullé, evitando su mirada.

Mis mejillas ardían intensamente, quemándome por dentro, logrando el burlar de Sasuke, el cual se regocijaba en su victoria.

—Tan sólo dilo y continuaré— Murmuró en mi oído, estremeciéndome.

—M-más, Sasuke— Sucumbido en la vergüenza, lo observé fijamente. Viéndole sonreír con arrogancia, con aquel aspecto increíble que lograría estragos en quien fuera.

Este, sin decir nada, me obedeció.

 

___SN___

 A la mañana siguiente, al despertar, observé a Sasuke a mi lado, acostado y totalmente desnudo, con las mejillas sonrosadas por el calor, respirando pausadamente. Entonces al levantarme pude comprobar las premeditadas consecuencias de la noche anterior impuestas en un dolor punzante en mi trasero.

Era simplemente insoportable, y es que no me extrañaba. Sasuke y yo habíamos estado despiertos la mayoría de la noche. Acostándonos en un vano intento de reproducirnos como conejos, abusando de la soledad y aun así, al parecer, el único que pagaría las consecuencias de aquello era yo.

Yo era quien tenía ahora que soportar de aquel dolor, yo era quien había sido rudamente desvirgado y yo era quien menos se arrepentía de aquello.

Suspirante, tomé del suelo mi ropa interior para ponérmela deliberadamente y así salir de la habitación y adentrarme en el baño. Sin prisa lavé mi rostro adormecido y cepillé mis dientes.

Entonces un ruido captó mi atención, provenía de la planta baja de la casa. Asustado, tomé lo primero que vi cerca de mí que, siendo honestos, no era muy útil para espantar un posible ladrón, y salí del baño.

Bajando a la primera planta, observé el lugar detenidamente en busca del intruso…  pero no había nada, me adentré en la sala y tampoco, y finalmente al único lugar donde no había visto: La cocina. Con paso decisivo apretujé entre mis dedos el ambientador que conservaba como defensa y, sin pensarlo demasiado entré, rociando con el mismo a quien estaba ahí.

—¿Qué haces, Naru-chan?— Pregunto anonadada Mikoto, la cual tocía por la cantidad de ambientador echada.

—¿M-Mikoto?— Cuestioné con los ojos fuera de sí.

 —¿Qué demonios fue eso?— Cuestionó, enojada. Siendo esa la primera increíble vez que la veía así.

Sonrojado, me eché a reír en un intento de ganar tiempo para inventar alguna lo suficientemente buena excusa como para hacerla quedar abajo, y así yo poder subir y advertir a Sasuke de la visita de su madre.

—Lo siento— Musité, luego de echar un vistazo al lugar. Estaba cocinando —¿Qué haces aquí?— Pregunté finalmente, tratando de sonar lo menos descortés posible.

—Ah eso… — Sonrió —Lamento haber venido antes de lo acordado, es tan sólo que a Fugaku se le ha quedado la receta de las pastillas para la presión y me ha tocado venir a mí para recogerla.

—P-pero ¿Por qué no vino él?

—¡¿Estás demente?! ¡Si viene él por ella después no querrá irse y echará mi plan por la borda! No permitiré eso— Contestó con una expresión colérica en su rostro —Ahora contéstame tú, Naru-chan, ¿Qué haces en ropa interior?

Sonrojado, dejé escapar otra risa nerviosa —E-es b-bueno, lo que pasa e-es que hacía calor.

—¿Calor? Pero, entonces, ¿Por qué no encendiste aire?— Cuestionó con una enternecedora sonrisa sobre sus labios.

—B-bueno es que ¡Se dañó!

—¿Se dañó — Preguntó incrédula, con el desconcierto pintado en sus facciones.

—S-sí.

—¡Eso es terrible! Iré ahora mismo a ver qué sucedió.

—¡No!— Exclamé fuera de mí, logrando asustarla. —Bueno es que la v-verdad es que al a-amanecer v-volvió a funcionar— Mentí torpemente.

—¿Se arregló, pero cómo es eso posible?

—Uno de los misterios de la vida— Argumenté, sonriéndole.

—De acuerdo…— Respondió, sin creerme ni un poquito —Como sea, subiré por la receta y me iré.

—¡Chotto matte!— Grité, tomándola del brazo —Es que tengo muchísima, muchísima hambre y me preguntaba… si podrías hacerme algo de comer— Mikoto me observó fijamente durante varios segundos, con expresión indecisa en sus facciones para luego, sin refutar nada, asentir.

Luego, sin decirle nada, corrí hacia la habitación de nuevo -tirando al piso el ambientador en el proceso- para llegar hasta donde estaba Sasuke, quien se hallaba aún dormido. Colérico, lo zarandeé incontable veces para que se despertara, pero éste no se inmutaba ni un poco.

—¡Sasuke!— Susurré de tal manera que Mikoto no escuchara.

—Uhm… — Murmuró somnoliento, negándose a despertar.

—Levántate— Dije, contra su oído.

—Empieza sin mí— Murmuró, dándose vuelta en la cama provocándome eventualmente un tic nervioso.

—¡No estoy hablando de eso, idiota!— Grité.

Pero éste hacía caso omiso. Entonces, en un desesperado intento, busqué su ropa interior en el piso, se la puse y, sin más, lo encaramé sobre mi hombro. Jadeante, caminé dificultosamente hasta su habitación, la cual estaba al lado.

—¿Naru?— Preguntó Mikoto.

A punto de la histeria, abrí la puerta y, sin pensarlo dos veces, lo arrojé en ella, provocando gran estruendo para luego cerrarla y alejarme de ésta lo suficiente como para no dar sospechas.

—¿Qué fue eso?— Preguntó, llena de pánico.

—¿Qué cosa?— Cuestioné fingiendo desentendimiento.

—¡¿Cómo que qué cosa?! ¡Eso! ¡Acabo de escuchar un estruendo en esta parte de la casa!— Exclamó, histérica.

Sonriendo hipócritamente la miré como si estuviera demente.

—¿Acaso tú…no lo escuchaste?— Preguntó, provocándome un negar con la cabeza —Qué extraño— Aseguró totalmente confusa.

Entonces, cuando pensé que todo finalmente estaba solucionado, salió Sasuke de la habitación dando un portazo iracundo.

—¡Qué demonios fue eso, pedazo de imbécil!— Gritó, callando al segundo de ver a su madre con la boca a punto de tocar el suelo al verlo bramar de esa manera.

—¿Sucede algo, Sasuke?— Pregunté entre dientes.

—No— Respondió con un tono de voz cortante.

—¿Cómo que no?— Intervino Mikoto, viéndole con reproche —¿Entonces por qué saliste exclamando como un demente de tu habitación?

—¿Es que acaso no puedo gritarle al dobe cuando yo quiera?— Preguntó con cinismo.

—No— Aseguró —Y tú no eres del tipo que grita sin razón.

— Pues ahora sí— Dijo, acariciando adolorido su espalda provocándome una congoja indescriptible.

—Demonios, los dos amanecieron con el pie izquierdo hoy— Comentó, nerviosa —Aparte, ¿Qué haces en ropa interior?— Preguntó enarcando una de sus finas cejas.

—Tenía calor— Respondió para luego cerrar la puerta tras de sí.

Suspirante, observé a Mikoto, quien contraía sus cejas con un desconcierto latente en sus facciones.

—La comida… está lista— Farfulló sin mirarme, con la vista puesta en el suelo buscando una posible explicación para todo esto.

—Gracias— Dije llamando su atención.

—Supongo que eso es todo— Musitó, apática —Iré por la receta— Y, sin esperar respuesta, caminó hacia su habitación.

Otro de los tantos suspiros emergentes hoy se dio presente y, en busca de entereza, inhalé y exhalé hondamente varias veces.

Luego de unos minutos, Mikoto se fue de la casa, sin despedirse. Totalmente abstraída en sus pensamientos, en busca tal vez de una explicación válida para toda aquella locura sucedida; pero, aquello poco me importaba, en mi lista de preocupaciones eso era lo último. Ahora lo único importante era Sasuke. No podía olvidar su rostro lleno de dolor mientras acariciaba su espalda.

—¿Sasuke?— Dije, entrando a su habitación. Estaba acostado bocabajo sobre su cama, aún en ropa interior.

—¿Ya se fue?— Preguntó, inclinándose un poco para verme. Con un asentimiento, me encaminé hacia él. Deteniéndome a su lado.

—Lo siento— Susurré, acariciando su espalda en un íntimo contacto. Estaba completamente amoratada y verdosa.

—No importa— Respondió, restándole importancia.

Sonriéndole me senté en el piso, quedando a su misma altura.

—¿Te duele demasiado?— Cuestioné, preocupado.

—Ya dije que no es nada— Chasqueó su lengua, fingiendo molestia.

—Pero… está verde y morada, te saldrá un hematoma.

—Calma, no estoy muriendo— Susurró, sonriendo arrogante.

Sin refutarle nada, me puse nuevamente de pie en busca de alguna loción para aplicarle en la espalda, éste me observó expectante.

Al encontrarla me senté a horcadas sobre su trasero y me apliqué loción sobre ambas manos para masajear con delicadeza su espalda; Sasuke se estremeció al sentir la fría crema sobre su piel.

—Se siente… bien— Susurró, somnoliento.

—En serio, en serio lo siento— Respondí, sin detener mi masaje. Él no me contestó, se mantuvo en silencio, dejando escapar suaves ronquidos de satisfacción debido a mi frotación.

 

 

Notas finales:

 


... ¿Ahá, ahá? ¿Lo disfrutaron, les gustó, se sintieron sexies? Díganme, maldición xDD. Soy mala en esto, el sexo explícito no es mi fuerte y hay que ser muy valiente para decirlo :D.


¬¬ Bien, bien, antes de que se vayan con o sin dejar review (Qué ojalá no sea el último) xDDD les comentaré qué este capítulo no fue escrito bajo presión, la verdad sé que muchos pensaran que fue hecho por la insistencia de lemon, pero no. Este episodio ha sido escrito hace mucho, mucho. xDD


Así qué tranquilas, no soy de aquellas autoras que sucumben y cambian lo que piensan para satisfacer a las o los lectores AUNQUE si me importa su opinión y trato de agregar aquel toque que ante su vista le daría la "Perfección" pero sin "Traicionar mis ideales" xD


Bien, caramba no los entretendré más. 


Ahora si, dejen review o sino...


xD (Eso me acordó a un capítulo de Los padrinos mágicos) xD


:C Lo juro, no soy una niñata inmadura, más bien tengo gustos desiguales xD


Hahahaha, ok, ok.


Oh, esos sí, antes cómo siempre les recomendaré un fic.


Su nombre es: Binary de Tatii Cx. 


Fue traducido por mi odiosa Beta y no lo recomiendo por ser de su autoría, de hecho ella no sabe que lo estoy recomendando, la muy desgraciadita duerme plácidamente xD así que lean, bajo sus riesgos :D Ya qué no es de romance pero si es muy bueno.


 


Dejen review.


Bye, bye!


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).