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Subtítulo por SasuDaiii

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Notas del capitulo:

Wa, soy yo SasuDaii.

Antes que nada gracias a la negra apestosa xD (Como le digo cariñosamente) por subirlo :D y bueno bajen a leer.

*:* Por cierto reviews. Wuahaha xDDD

 

Subtítulo

Por SasuDaiii

 

 

Capítulo 9.  ¿El Seme?

 

20/Julio.

—¿Naruto-kun, por qué no viniste ayer?— Preguntó una de nuestras usuales clientas en la tienda, mientras me tomaba de la camisa para atraer mi atención. Tenía los ojos llorosos en un intento de demostrar su indignación, y su ceño fruncido de manera amarga.

—Lo lamento en demasía, My Lady — Respondí inclinándome hacia ella, para mirarla fijamente y así sonreírle de medio lado —No he querido preocuparle, pero, por razones de alto peso, no he podido presentarme, ¿Me perdona por eso, cierto?— Esta se sonrojó considerablemente debido a mi cercanía, y su acompañante, de la cual hasta ahora percataba presencia, dejó escapar un agudo grito, atrayendo mi atención.

—Entonces, Naru-kun, ¿Qué tipo de cosplay estás haciendo ahora?— Cuestionó, fijándose en mi apariencia.

—Bueno, My Lady, interpreto al personaje Sebastiande Kuroshitsuji* — Respondí irguiéndome para mirarle con una fingida sonrisa.

Desde que había comenzado hace unas semanas en este lugar, Jiraiya, el dueño, me obligaba a utilizar todo tipo de cosplay para atender a los clientes, que generalmente eran mujeres, para así coquetear con ellas y lograr más ventas.

—T-te ves…hermoso y…extravagante— Comentó determinante, observándome de arriba a abajo.

—Entonces, My Ladies — Dije, ignorando su comentario y con un perfecto acento inglés —¿Qué desean el día de hoy?

—¿Qué nos recomiendas?— Preguntó la acompañante de ésta, por primera vez, con un considerable sonrojo sobre sus pómulos.

 —¿Qué tipo de manga necesitan?— Sonriéndole, en un intento de interpretar el personaje, di un paso hacia ella logrando que esta diera un paso hacia tras. 

—Oh, basta Niaki, me avergüenzas—  Riñó una de estas mirando de mala gana a su compañera, la cual me observaba asustada —Lo Lamento, Sir Sebastian. Es tan sólo que ella es un poco tímida con los chicos… guapos— Agregó, sonrojándose de nuevo, llamándome por el nombre de mi caracterización.

— Me halaga— Admití —Aun así, por favor, permítanme asegurarles que conmigo nada sucederá a menos que ustedes lo deseen— Dije, dirigiéndome hacia ambas logrando que las dos se sonrojaran aún más —Y ahora, volviendo a los mangas, les recomendaría un nuevo Yaoi: Sekaiichi Hatsukoi.

—¿Sekaiichi Hatsukoi?— Preguntaron al unísono.

—Así es— Respondí, siendo callado por el tono de mi celular —Si me disculpan un momento, My Ladies — Y, sin darles tiempo para responder, me perdí de la vista de ambas para adentrarme en los sanitarios y contestar el teléfono.

—¿Qué quieres, teme?— Dije, dejando escapar un suspiro.

¿Qué manera de responder es esa, usuratonkachi?— Cuestionó mediante un bufido.

—¿Qué quieres?

Sasuke soltó una risa —¿Tuyo? Nada.

—¿Entonces para qué llamas?— Pregunté, mordiendo mi labio inferior.

Si te molesta, colgaré— Agregó, cortante.

—¿Ese eres tú sensibilizado?— Indiferente me recosté sobre la puerta, en busca de apoyo.

Baaaka, Baaaka, Baaaka.— Se burló logrando que me regocijara en la risa.

—Madura, teme.

No soy una fruta — Se rió de nuevo, imitando mi voz.

Sonrojado golpee suavemente mi cabeza contra la puerta en la cual antes estaba apoyado —Si para eso llamas colgaré, pedazo de idiota.

— Entonces hazlo— Retó.

—¿Y si no quiero?— Cuestioné.

No lo hagas.

—No lo haré.

Bueno.

—Bueno.  

Un silencio prolongado se presentó, hasta que rindiéndome dejé escapar otro hondo suspiro.

—Teme… tengo trabajo, así que di lo que tengas que decir.

En realidad, no llamé por razón alguna.

—Eso es enternecedor— Admití, sonrojándome de nuevo, escuchando un suspiro escaparse de sus labios, del otro lado de la línea.

¿Siempre tienes que hacer todo tan homosexual?— Se burló.

—Lamento ser tan homosexual para tu gusto— Musité, fingiendo enojo.

—Con tal de que sólo sea conmigo…

Sonrojándome aún más, golpee pero con más fuerza mi cabeza contra la puerta —¿Eso es todo?

Supongo que sí— Murmuró.

—Oh, vamos, teme, no me harás creer que llamaste tan sólo por eso, ¿O sí? — Mirándome en el espejo, mordisquee nuevamente mis labios.

Sólo quería hablar contigo — Dijo, provocándome una sonrisa.

—¿En serio?— Cuestioné.

Nah— Una diminuta carcajada se escuchó —Sólo llamé para decirte que el tomate se ha acabado.

—¿Y?

¿Cómo que “y”? Que compres, pedazo de imbécil— Respondió y, sin decir más, colgó.   

Golpeando por enésima vez mi cabeza contra la puerta me dispuse a salir, para así volver a charlar con las clientas.

—Sebastian, ¿En qué te has demorado tanto?— Preguntó una de ellas, mirándome con fingida furia.

My Lady, me disculpará usted— Sonriéndole logré apaciguar su enojo —Entonces, ¿Ya escogieron qué manga comprar?

—E-eso parece— Farfulló la otra.

—Me alegro— Admití, al notar que mi esfuerzo no había sido en vano —¿Y cuál comprarán?

—Sekaiichi Hatsukoi… El que usted dijo, Sir Sebastian — Sonriente asentí, logrando que ambas se sonrojaran.

—U-una última cosa, Naru-kun— Dijo, la más tímida de ambas.

SebastianMy Lady— Corregí —Y Claro, ordene usted, gorgeous.

Las dos soltaron un estrepitoso grito, irritando mis tímpanos —E-es que bueno, a-ambas nos preguntábamos algo…  pero, no s-sabemos cómo…

—Tan sólo dilo— Farfulló la otra con el ceño fruncido.

—¡Queríamos saber si usted es el seme de la relación!— Exclamó, logrando asustarme y eventualmente atraer la mirada de los demás.

Abriendo los ojos en demasía, le sonreí hipócritamente —¿Seme, My lady? Aparte, ¿Quién dice que tengo una relación?

—Oh, vamos, Naru… Digo, Sir Sebastian, no creo que alguien como usted sea soltero— La otra asintió, dándole la razón.

—¿Pero quién afirma que soy…homosexual?

—¿Ah, no?— Preguntó la más escandalosa de ambas, con la decepción arrastrada en sus palabras.

—En dado caso que así sea… y no digo que lo sea, ¿Qué es Seme?— Murmuré deprisa, sonrojándome.

—¿No sabe que es ser seme, Sir Sebastian?— Cuestionó la otra, sonrojándose —P-pero si usted trabaja aquí.

—¿Y?

—Bueno… es como trabajar en el cinema y no ver películas— Argumentó la otra dándole la razón.

—En dado caso, eso no in-interesa demasiado— Dijo, sonriendo —El Seme… es el “Activo” de la relación— Comentó, haciendo comillas con los dedos en la palabra activo.

—¿El activo? — Cuestioné incrédulo.

—Así es, Sir Sebastian — Agregó la otra —Ya sabrá usted, el que da, más no el que recibe.

—¿Dar y recibir? — Pregunté, dejando de un lado la estúpida caracterización.

—Sip— Asintió —El que muerde la almohada y el que no, el que entra y el que sale, el que gime y el que hace gemir...

—Ya entendí… — Interrumpí —¿Y el seme es…?

—El que da placer — Respondieron al unísono, con sus mejillas teñidas de carmesí —Sólo me imagino a su Uke.

Sonrojado las observé atónito, ¿Uke? Esa no era la imagen que se me pasaba por la cabeza cuando pensaba en Sasuke. Aparte, el que mordía la almohada era… yo.

—Debe ser hermoso, con sus mejillas sonrojadas complaciéndole con trajes sensuales— Inhibido a la situación las observé.

Sasuke utilizando trajes sensuales para complacerme. Sonaba a lo más ridículo jamás pensado y mucho menos mientras sus mejillas se teñían de rosa. Ese no era Sasuke, ese no es Sasuke, teniendo en cuenta que el que recibe soy yo y no él.  

—¿Sir Sebastian?— Cuestionaron, llamando mi atención —¿Se encuentra bien?— Asintiendo, les sonreí.

—Entonces… ¿Estamos en lo cierto?— Cuestionó una de ellas, totalmente sonrojada.

—No, yo no tengo Uke— Yo soy el Uke, pensé avergonzado.

Ambas resoplaron decepcionadas —De acuerdo…

 

____SN____

“Nuevo mensaje: 1” Leí, cansinamente.

Tomate, tomate. Compra el tomateeeee.

Había recibido alrededor de quince mensajes iguales a esos; Sasuke era un bastardo orgulloso adicto al tomate y eso era patético.

Luego de quince minutos de cortejar con diferente clientes adictas al Yaoi, me dediqué a salir, pero antes Jiraiya me pidió ayudarle a sacar la basura; así que, aún con el cosplay, acercándome al bote de basura al frente de la tienda, la arrojé. 

—¿Naruto?— Preguntó una voz detrás de mí.

Petrificado me di vuelta lentamente, logrando ver a Sasuke, el cual mordía un tomate despreocupado.

—¿S-Sasuke?— Farfullé rápidamente.

Este me observó de arriba abajo mientras le daba otro mordisco a su preciado tomate.

—¿Qué haces vestido así?— Cuestionó, detallándome intensamente, dando pasos decisivos hacia mí. Mirándome fijamente, sin perderse detalle alguno. Dejándonos como la presa y el cazador.

—¡¿Quieres dejar de hacer eso, baka?!— Exclamé nervioso, logrando finalmente su detener.

—¿Así que éste es tu trabajo?— Y sin más mordisqueó nuevamente su tomate tal y como si fuera una manzana. Suspirante, asentí ante su expectante mirada —¿Y te obligan a vestirte de manera tan ridícula?

Inerte, asentí nuevamente, logrando hacerlo sonreír —¿Utilizas cosplay en una tienda de mangas Shōnen ai?— Asentí por tercera vez.

—¿Pero acaso Kuroshitsuji es Shōnen ai o Yaoi?— Preguntó para mi sorpresa mientras mordía nuevamente su tomate.

—¿Cómo sabes sobre manga? — Ignorante a mi tono de irritabilidad,  me miró fijamente.

—Tener una madre y hermano como el mío causa sus estragos— Comentó indiferente.

—No— Respondí.

—¿No qué?— Murmuró, lanzando su casi acabado tomate hacia el bote de basura junto a mí; éste se balanceó sobre el cesto y, en cuestión de segundos, cayó dentro del mismo.  

—No es Shōnen ai, baka— Dije, sonriéndole abiertamente.

—¿Entonces por qué lo utilizas?— Preguntó sin real interés mientras tomaba otro tomate de la bolsa que estaba entre sus dedos.

—A las fans les gusta utilizar la imaginación… aparte, ¿Tú qué estás haciendo?

—¿No es obvio?— Inquirió enarcando una de sus cejas.

—No— Admití, atrayendo consigo su mirar.

—Y lo dice quien está vestido de Sebastian mientras saca la basura…— Comentó sarcástico para luego morder el susodicho tomate.

—¡No es tan extraño como mordisquear un tomate en la calle y en pleno atardecer!— Grité, ligeramente enfadado.

—¿Ah, no?— Cuestionó con inocencia pura.

—¡No!— Aseguré en un grito haciéndole sonreír.

—Calma, pedazo de imbécil— Dijo, con una tétrica sonrisa sobre sus labios y un tono amenazante en su voz.

—Estoy calmado— Mentí —¿Y no se suponía que yo compraría los tomates?

—Se suponía— Reprochó —Pero debido a que demoraste tanto, Itachi se tornó algo demente por la falta de arroz en la casa, así que opté por huir.

—¿Y Mikoto?— Cuestioné rascando con uno de mis dedos mis mejillas como símbolo de despreocupación —¿Por qué no le pediste que los comprara?

—…Se negó.

—No suena a ella— Admití, sonriendo de medio lado.

—Mi madre no es tan dulce como lo aparenta— Inquirió, botando otro tomate al bote de la basura —Como sea, me voy.

—Adiós— Respondí con el alivio arrastrado por mis palabras, observando finalmente como éste caminaba, alejándose.

—Por cierto, Naruto— Dijo, sin detenerse —¿Crees que te prestarían ese traje?

Vacilante lo observé sin comprender ni un poco su pregunta —¿Para qué?

—Sería bueno utilizarlo esta noche…— Se mofó logrando sonrojarme, avergonzado.

—¡No!— Exclamé haciéndole detener.

Este se detuvo y me observó por encima de su hombro, con un semblante inocentón que, siendo honestos, no le quedaba para nada —¿Por qué no?— Cuestionó, sonriendo con sorna.

Sonrojado apreté mis puños hasta dejar los nudillos blanquecinos —Porque no y punto— Respondí sin levantar el tono de mi voz para sonreírle hipócritamente con una vena latente en mi frente.

—De acuerdo— Inquirió para seguir con su camino.

 

____SN____

Al llegar a la casa, todo estaba inusualmente bullicioso. Desde la entrada de la exuberante  mansión, se escuchaban los estrepitosos gritos de todos los integrantes de la familia Uchiha, exceptuando por obvias razones a Fugaku, después de todo, ¿Quién querría entrometerse en un conflicto familiar en el cual estaba entrometida su hermosa pero peligrosa esposa?

Suspirante me adentré en ella atrayendo la mirada de todos hacia mí,  con un peligroso presentir en mi cabeza me estremecí involuntariamente.

—¡Naru-chan!— Exclamó Mikoto caminando hacia mí mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—¿Sucedió algo?— Pregunté, acercándome con precaución.

—Basta, mamá— Intervino Itachi imitando su movimiento, quedando así los dos al frente de mí. Dándole la espalda a un cansado Sasuke.

—¡Itachi dañó todo! ¡Todo!— Gritó mirándolo con furia.

—¿Todo qué?

—¡No pienso vivir toda mi existencia en un hotel! ¿Tú entiendes, cierto, Naru?— Preguntó, frunciendo ambas cejas.

—¿De qué demonios hablan?

—¡Le ha contado todo a Sasuke! — Exclamó, abrazándome con fuerza hasta dejarme sin oxígeno.

—¿Y…qué es…todo?— Pregunté sin poder respirar.

—Mikoto, lo asfixias— Declaró Fugaku observando a todos con gesto cansino, retirando su vista del libro que antes leía.

—¡Tú calla!— Gritó, mirándole con el ceño fruncido provocando que más lágrimas escaparan de sus hermosos ojos.

—D-De hecho… Miko-san…— Farfullé con una sonrisa forzada.

—¡Okasan, es Okasan!— Volvió a gritar pero esta vez con más fuerza.

—¡Suelta a Naruto!— Exclamó Itachi retirándome de los brazos de la susodicha, para estrujarme contra su pecho con un gesto posesivo —¿Naru estás bien?— Preguntó mirándome fijamente.

—S-sí, gracias— Contesté sonriéndole, sonrojado por el esfuerzo anterior de hacer entrar aire a mis pulmones.

—¡Eres tan lindo! Estás todo sofocado— Exclamó para apretujar mis mejillas con sus ásperos dedos —Con las mejillas ruborizadas y esos deliciosos labios entreabiertos en busca de oxígeno— Continuó logrando sonrojarme aún más, deleitándolo.

Este me acercó más a él, para analizarme detenidamente —¿Naruto, querrías ser mi lindo Uke?— Cuestionó. Entonces, tragando en seco, me alejé de él en un rápido movimiento siendo nuevamente arrastrado por la suave pero fuerte mano de Mikoto, quien ahora me abrazaba.

—¡Naru-kun es de Sasuke! ¡De Sasuke, no tuyo!— Gritó, irritando mis tímpanos.

—¡¿Por qué tiene que ser de él?!— Exclamó imitando el tono de su madre y señalando a Sasuke, el cual estaba sentado en el sofá, mordisqueando un tomate —¡Él ni siquiera lo quiere!

—¡Pero lo hará!— Gritó, soltándome para así dar un paso amenazador hacia su hijo.

—¡No si yo lo impido, después de todo, soy más lindo que Sasu-chan! — En un exasperante berrinche, golpeó el piso con su pie fuertemente; el aludido chasqueó su lengua con el ceño fruncido, más ofendido de lo normal por el nada sutil insulto, pero aun así, ninguno lo observó.

—¡¿Cómo te atreves?!— Gritó de nuevo, pero esta vez más irritada —¡Sasu-chan tiene perfil de adonis!

—¡¿Y yo qué?!

— ¡Tú nada!— Riñó, entrelazando sus brazos entre sí.

Y aquí era cuando me preguntaba si en realidad las mamás no tenían preferencias por sus hijos como tanto nos hacían creer.

—Sea lo que sea… no me quedaré a dormir en un hotel de nuevo para que Sasu y Naru estén solos y, eventualmente, nada suceda entre ellos— Dijo finalmente, más calmado.

—¿Y cómo estás seguro de que nada sucede?— Preguntó irónica, atrayendo mi atención.

—Es obvio… conozco lo suficiente a Sasuke, y sé que aunque este hermoso rubio está que se pudre de lo bueno, él nunca lo verá como tú quieres que lo haga— Admitió mientras se acariciaba con pereza su cabello.

—Oh, entonces supongo que no tendrás problema para realizar una pequeña apuesta, ¿Cierto?

—Por supuesto que no— Inquirió, frunciendo el ceño.

—Entonces, Sasuke— Musitó mientras observaba al susodicho quien mordisqueaba otro tomate —¿Existiría alguna posibilidad entre tú y Naru-chan?

Inquieto, los observaron todos, expectantes por la respuesta —Sí— Respondió simple, sin remordimientos, mientras ambas miradas se conectaban inquietas.

… Sasuke había respondido que sí.

—Ahora, si nos permiten, el dobe y yo tenemos que realizar un trabajo escolar— Explicó, arrojando el tomate restante dentro de la bolsa junto a él, para caminar hacia mí ante la atónita mirada de los demás Uchiha y así, sin vacilar, tomar con fuerza mi antebrazo y arrastrarme con él fuera de la habitación.

Sin decir nada lo seguí, sin oponerme a su caminar o realizar resistencia, esperando por un bufido de burla o algún tipo de comentario que desacreditara lo anterior, pero éste simplemente no llegó.

Sasuke nos adentró a ambos en mi habitación para así cerrar la puerta y dejarme entre él y la misma sin soltar mi antebrazo, el cual ya empezaba a sentirse adormecido por la presión.

—¿Qué fue eso?— Pregunté contra sus labios los cuales se acercaban peligrosamente.

—¿Qué fue qué?— Cuestionó rozando sus delgados labios contra mi descubierto cuello, originando una desafiante corriente en mi espina dorsal.

—Tú sabes muy bien de qué hablo— Dije soltándome finalmente de su agarre para apretujar sus mejillas entre mis dedos y atraer su mirada.

—¿Acaso te molestó?— Contestó nuevamente, la verdad es que me irritaba bastante cuando Sasuke me respondía en modo de pregunta para así eludir la misma.

—No, pero…

—Entonces calla— Farfulló contra mi oído, interrumpiéndome.

Sasuke se acercó más, dejando mi cuerpo totalmente apoyado contra la puerta, posicionando una de sus piernas entre las mías apretujando mi entrepierna contra su muslo —Itachi tiene razón— Musitó con burla —Te ves realmente fascinante cuando te sonrojas— Sus ojos se tornaron brillosos de una manera que no lograba interpretar —Lástima que él único que lo verá seré yo— Argumentó apoyando su frente contra la mía.

—¿Y…cómo puedes estar tan seguro de ello?— Pregunté mirándole fijamente, este tan sólo sonrió con autosuficiencia.

—Porque al que quieres no es a él— Murmuró sobre mis labios.

—¿Y según tú a quién quiero?— Sonrojado me abstuve a profundizar el contacto.

—No lo sé, dímelo tú, dobe ¿A quién quieres?— Susurró tomando de mi barbilla.

—A… Nadie— Respondí, tomando la mano que tenía en mi barbilla entre las mías.

Este dejó escapar un bufido de burla y, sin más, me besó intensamente, recorriendo con parsimonia cada centímetro de mis labios, desatando sordos gemidos atrapados por sus labios —Sasuke, tu familia está aquí— Señalé en un susurro cuando Sasuke separó nuestros labios para repartir castos besos sobre la fina línea de la mandíbula.

—¿Y?— Inquirió, para dar un estremecedor lametón en mi desnudo cuello.

Nervioso mordí mi labio inferior y cerré intensamente mis ojos con tanta fuerza como para demostrar mi latente nerviosismo, entonces, Sasuke besó la punta de mi nariz logrando llamar mi atención y eventualmente el abrir de mis ojos, este me observó fijamente con una arrogante sonrisa sobre sus labios. Abstraído a la situación lo miré a los ojos, intentando ver en ellos cualquier indicio de cordura o sensatez, pero sólo logré percibir un brillo maldad y lujuria empañado en sus pupilas.

Dejando escapar un hondo suspirar, lo observé intensamente en un vano intento de relajarme y fingiendo entereza entrelacé mis dedos detrás de su cuello. Sasuke, al tomar eso como una invitación, se aproximó aún más a mí y, sin romper el contacto visual, alargó una de sus manos para acariciarme el rostro suavemente, hasta llegar a mis labios y delinearlos con uno de sus dedos. Tomó mi barbilla y posó sus labios sobre los míos.

Una corriente de energía sacudió mi cuerpo y un escalofrío recorrió mi espalda, aunque no exactamente de miedo. Sus brazos rodearon mi cintura y me sorprendí a mí mismo deslizando mis manos hacia sus cabellos. Enredé mis dedos en ellos y me dejé caer en su absurdo juego. Abrí tímidamente la boca y dejé que su lengua entrara en mi cavidad. Nuestras lenguas comenzaron a entrelazarse y nuestros labios se buscaron unos a otros, ávidamente. Sus manos se deslizaron por mis caderas, mientras las mías bajaban por su espalda, delineando con mis dedos las curvas de sus músculos. Nuestras respiraciones se convierten en jadeos y al cabo de un rato nos separamos por la falta de aire. Me quedé contemplándolo por un rato, mientras siento mis labios hinchados y un fino hilito de saliva recorriendo mi comisura.

Sasuke se inclinó sobre mí y sus labios comenzaron a bajar por mi cuello, a la vez que sus manos se colaron por debajo de mi camisa, acariciando mi piel bajo ella. Su lengua comenzó a bajar por mi piel, succionándola y besándola, mientras marcaba un camino por ella. Gemidos comienzan a brotar de mis labios, mientras mis dedos juguetean con los cabellos negros, cuyas manos estaban entretenidas en sacarme la camisa. Oh, Dios mío, Sasuke es todo un experto en dicha materia, pensé cuando finalmente la tela cae a un lado quedando totalmente expuesto a la mirada del Uchiha.

Sentí enrojecer casi al instante y llevé mis manos a mi entrepierna, intentando cubrirme, pero Sasuke agarra suavemente mis muñecas y las coloca a ambos lados de mi cara, mientras vuelve a aprisionar mis labios en un suave y a la vez firme beso. Moví mis labios contra los suyos y nuestras lenguas vuelven a enzarzarse en una danza salvaje en la que la una intenta dominar a la otra. El beso continúa hasta que se comienza a notar la falta de oxígeno. Sonrojado, me permito contemplar los hermosos ojos de Sasuke, el cual me sonríe prepotente, y sorprendido enarqué una de mis cejas al notar que mi pantalón ya estaba desabrochado, de alguna manera. Haciéndome preguntar en que momento Sasuke lo había hecho. Bueno, eso no importaba, porque ahora en este justo momento, gracias a eso, las manos de Sasuke se deslizaban por dentro del mismo, inclinándose sugerente hasta el mismo.

Un gemido escapa de mis labios cuando Sasuke saca y de inmediato se posa sobre mi pene y comienza a acariciarlo. Estaba excitado y debido a eso sonidos vergonzosos salían de mi boca, mientras sentía enrojecer hasta la raíz del cabello. Sorpresivamente sus manos se mueven de arriba a abajo sobre mi miembro, mientras yo clavo las uñas sobre sus fuertes hombros y cierro los ojos. Excitado, arqueé mi espalda en un inconsciente movimiento con el fin de sentir más su tacto, pero al no tener la atención necesaria, irritado, moví bruscamente mis caderas.

Sasuke me sonrió y comenzó a lamer sugerentemente sus labios sin apartar aun su mirada lasciva de mí y sin retirar la mano de mi pene, luego con una sonrisa arrogante se vuelve al mismo para acercar sus labios a él, mientras el torrente de sensaciones que recorre mi cuerpo amenaza con desbordarse; Sasuke en un frío contacto llevó su mano a mi trasero, el que acaricia obscenamente.

Un pulgar suyo se desliza por la cabeza de mi miembro, empujándolo hacia atrás un poco logrando estremecerme. ¿En serio Sasuke me practicaría sexo oral? Ni en mis mejores sueños húmedos había logrado pensar en aquello.

De un momento a otro Sasuke apretuja entre sus dedos el susodicho, atrayendo mi atención y provocando involuntariamente que mis caderas empiecen a moverse de atrás hacia delante, tratando de empujarme más duro y rápido dentro de esa pecaminosa mano mientras una de mis manos empieza a recorrer la espalda de Sasuke, pasando por su hombro, y sus alrededores. Los dedos de Sasuke rozan mi entrepierna haciéndome gemir y así eventualmente lograr su detener, soltándome.

—No— Reproché, tratando de que ponga su mano en la posición de antes, pero este simplemente se colocó totalmente de pie para sonreírme socarronamente y así tomar mis hombros, darme vuelta y dirigirme hacia la cama, abalanzándome sobre ella, en la cual caí sentado. Sasuke se acercó con una maliciosa sonrisa sobre sus labios y luego sin dedicarme ningún comentario se puso ante mí, de rodillas, frente a mis cerradas piernas y mi expuesto pene para luego abrir las mismas con rudeza.

Complacido, logro sentir su respiración golpeando mi miembro, tibia y agitada, y luego como su lengua lentamente se desliza por debajo de mi erección con sus dedos sosteniéndola desde la base.

—Oh, demonios— Gemí por lo bajo al notar cómo Sasuke toma la cabeza de mi miembro y lo chupa gentilmente. Era enloquecedor, exasperante, justo como Sasuke, el cual lograba exponer aquel deseo de querer empujarme más profundo en aquella fuente de calor y humedad.

Todo estaba pasando muy rápido. Ni siquiera pudimos conversar de los temas que urgían, como el maldito trabajo de nota final para filosofía. Y ni siquiera me importaba.

Sasuke profundiza más el contacto con mi erección en su boca, su lengua girando alrededor de la cabeza y haciendo presión sobre la hendidura, volviéndome loco.

Un calor presuroso retuerce la parte baja de mi estómago. Sasuke estaba chupándola como si su vida dependiera de ello, gimiendo profundamente. Mis caderas se mueven hacia delante y gimo de nuevo, tan sólo que esta vez mas fuerte mientras los dedos de una de sus manos tocan mis caderas, manteniéndolos quietos. Desmoronando todo el control que antes poseía, dejándome con sólo tres segundos antes de correrme violentamente dentro de esa perfecta boca. 

Sonrojado me dejé caer por completo sobre la cama mientras escapaba de mis pulmones aire contenido, viendo como Sasuke se ponía de pie y se limpiaba la boca con la manga de su camiseta azuleja. Este me observaba con una sonrisa llena de sorna y, sin decir nada, se echó sobre mí dejando ambas piernas junto a mi cadera.

Devolviéndole la sonrisa lo observé acercarse para unir nuestros labios en un casto beso.

—Bueno, dobe, ahora lo importante— Dijo, quitándose de encima de mí —El trabajo.

—¿El trabajo?— Cuestioné, sentándome nuevamente.

—Sí, el trabajo, baka— Respondió para ponerse de pie y mirarme fijamente —Así que deja de holgazanear y párate de una vez.

Con el ceño fruncido le devolví la mirada —¡Quién holgazanea!— Exclamé eufórico.

—Pues tú— Inquirió simple y desganado.

—Idiota— Murmuré.

 

____SN____

—¡Eso no se hace así!— Exclamó, golpeando mi cabeza.

—¡¿Cómo qué no?!— Le grité.

—Baaaka, Baaaka, Baaaka— Bramó —¡Es tan simple y aun así un idiota como tú no lo logra!

Con una palpitante vena sobre mi frente, bufé mientras fruncía el ceño y lo maldecía mentalmente.

—¿Según tú que hice mal…?— Cuestioné, arrepintiéndome al segundo.

—Todo— Respondió simple, crispándome los nervios —La redacción, la escritura, la cohesión y coherencia, la ortografía. Todo es pésimo.

—¡…Y qué hay de malo con ellas!— Le grité, parándome.

—¿En serio quieres que lo resalte?

—¡Eres un…!

—¿Un sensual bastardo? Sí, ya lo has dicho— Comentó volviendo la vista al libro sobre la mesa.

—¡Yo nunca dije algo así!

—Ahá…— Murmuró sin prestarme real atención.

—Maldito bastardo— Me mofé, al observarlo sonreír.

 

 

 

Notas finales:

 

*Sólo es cuestión de darle click derecho al link y les saldrá la imagen exacta de lo que se supone que está vistiendo Naruto en el momento. Y pues, supongo que todas aquí conocen el anime y manga de Kuroshitsuji, nee?

 

La estúpida beta dice:

Bien. Resulta que mi querida hermana SasuDaiii me pidió el favor de que le publicara el capítulo. Me dijo algo como “Publícalo y ponle notas finales largas”… así quee, aquí estoy.

No, no tengo nada largo para decir.

No, tampoco quiero escribir cosas aquí que probablemente muchos de ustedes ni lean.

Podría escribir una canción, uhm. Pero ella me golpearía si lo hiciera.

En fin xD Este capítulo es como bipolar .-. Tiene comedia, conversaciones y sucesos anormales, alguna que otra cosa seria por allí, pequeñas declaraciones y/o confesiones, y  -lo que muchos verían como lo más esencial-, el lemon. O lime, en este caso.

Espero que lo hayan disfrutado así como yo lo hice, déjennos saber su opinión, dudas o críticas por medio de unos lindos comentarios y… ¡Feliz 14 de febrero!

Gracias por leer y comentar c:

 


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