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Subtítulo por SasuDaiii

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Notas del capitulo:

LAAAAAAAAAALIIIIIIHOOOOOO~

¿Me extrañaron?

 

Subtitulo

By: SasuDaiii.

 

Capítulo 2. Presión.

 

03/Mayo.

Ya era de mañana, el sol se asomaba delicadamente por la ventana, dándole un gesto tranquilizador a toda la habitación, me encontraba alistándome con prisa debido a que el maldito despertador no había repiqueteado como se suponía que haría.  Dejando salir una honda exhalación, tomé mi mochila para dedicarme a salir.

Mikoto estaba justo del otro lado de la puerta,  con su mano levantada, dispuesta a tocar la misma —¡Hola, Naruto—kun!— Dijo, con una sonrisa enternecedora en sus labios; Mikoto es la mamá de Sasuke. La cual posee una belleza arrolladora y una personalidad flamante  —El desayuno está listo— Aseguró. Con una cálida sonrisa, asentí para así seguirla hasta la parte baja de la casa donde se encontraba la cocina.

Todos estaban ahí, desde Itachi hasta Fugaku, junto a Sasuke. Parecían absortos en sus mundos sin entablar en realidad algún tipo de conversación entre ellos. Con un “Buenos Días” Llamé la atención de todos los presentes, sus intrigantes ojos me detallaron por interminables segundos, sin embargo, sin nada suficientemente agradable por añadir, callé.  

—Naru— Saludó Itachi amablemente, señalando la silla junto a él, para que me sentase. ¡Oh, qué bien se sentía algún tipo de afecto en aquella incómoda situación!

—Gracias, Itachi— Murmuré, apenado. En los siguientes minutos Itachi se encargó de hacerme sentir terriblemente cómodo, satisfecho y ligeramente feliz, para qué negar. Su compañía era reconfortante, aliviaba mi pena en sobremanera y, Dios, sí que era terriblemente parecido a Sasuke.

—Me voy— Dijo Sasuke, interrumpiendo la conversación que Itachi y yo teníamos hace tan pocos minutos.  Dispuesto a irme junto a él, me puse de pie  a la espera de sus mágicas palabras. Estas nunca llegaron,  entonces Mikoto se enfrentó a él para empezar una batalla de proporciones campales, reclamándole el hecho de no esperar por el chofer quien en pocos minutos estaría listo. Luego de unos minutos  de gritos, palabrerías, Sasuke accedió, rindiéndose fácilmente.

Tiempo después, mientras Sasuke fruncía el ceño en contra de su queridísima madre, el pitido de mi celular, con la canción Who lets the dogs out como tono, se escuchó por toda la habitación;  indiferente  lo tomé entre mis dedos, fingiendo desinterés por la latente mirada de todos los presentes sobre mí. Demonios, ¿Por qué había dejado a Kiba seleccionar el tono de mi celular?

"Una llamada entrante".

Con paso decisivo me retiré  de la cocina, ante la indagadora mirada de todos los presentes sobre mí. Con rapidez atendí el teléfono pero ya era demasiado tarde. Suspirante golpee suavemente mi cabeza contra la pared.

—Oye, Dobe— Dijo Sasuke, adentrándose a la habitación. Sobresaltado me di vuelta para encararlo con agresividad.  Sus labios se encontraban curvados en una sonrisa llena de sorna y arrogancia.

—¿Dime?— Cuestioné, mirándolo fijamente.

—Es hora de marcharse— Me comunicó con indiferencia, logrando que una delicada sonrisa se posara sobre mis labios.

—Oh, eso es un poco decoroso de tu parte, ¿No crees? Pero, bueno, como siempre, accederé a tus deseos— Este enarcó una ceja con burla  permitiéndome ver un pretensioso brillo posado en sus ojos.

—Eres un idiota— Comentó con media sonrisa sobre sus labios para así darse media vuelta y caminar hacia la puerta, ya abierta. Dios, qué bien se sentía.  Sin reclamarle nada por aquel nada sutil insulto, lo seguí a un prudente paso hasta el auto al cual nos subimos para así mantenernos en silencio, el resto del camino.

___SN___

Ya estando en el salón de clases, me alejé de él, para acercarme a mi puesto y dejar la mochila sobre el mismo. Sakura y Kiba no tardaron en acercárseme para comentar ciertas cosas sin real importancia mientras yo solo le asentía a todo lo dicho por ambos, sumido en mis tormentosos pensamientos. Me acordaba una y otra vez de aquel Sasuke indiferente el cual tan vilmente me había humillado frente a tantos y se escuchaba ligeramente irreal, no es como si Sasuke fuese el más comprensivo y amable de todos pero no era hostil, no como lo era aquí. 

Comprendía bastante bien por qué deseaba tanto mantener esto en silencio, yo de cierto modo también lo quería así, aun cuando su manera de pedirlo no había sido exactamente la “Correcta” ni las más… ¿Acertada?

—¿Naru, si escuchaste?— Preguntó Sakura con una sonrisa enternecedora sobre sus labios, esperando por una posible respuesta, la cual lamentablemente no poseía.

... se hizo una pausa por parte de todos a la espera de una elucidación por mi parte, con las miradas más intrigantes que me podían brindar.  Pero nada, ningún tipo de comentario salía de mis labios, después de todo como iba a decir algo relacionado a lo que hablaban sino prestaba atención a la dicha conversación.

Sakura dejó escapar un suspiro de sus entreabiertos labios dando a conocer su indignación, ciertamente esta era la primera vez que no era yo quien comenzaba con una conversación absurda e incoherente, después de todo, ese era mi estilo. Aun así no me encontraba con la suficiente entereza para hacerlo. Estaba tan absorto en mi mundo que simplemente ignoraba todo lo que me rodeaba, con una clara excepción.

—Lo siento— Susurré, entonces Sakura empezó a lamentarse de su mala suerte.

Minutos después todos se marcharon a sus lugares dejándome solo de nuevo, se veían relativamente molestos, ¡Pero qué diablos!, nada de eso me interesaba ahora. Tan solo quería aclarar tantas cosas, de aquella descabellada cabeza que no dejaba de intrigarse por cualquier estupidez que le rodease. No le culpaba, después de todo el poseedor de esa no tan brillante cabeza era yo. Un idiota sin remedio enamorado de un bastardo arrogante el cual se vanagloriaba de mi desgracia y se divertía de mi desesperación.  Resultaba increíble, simple y llanamente increíble.

Mi cabeza, la cual resultaba desde hace unos pocos minutos terriblemente pesada, se apoyó sobre mi flexionada mano derecha, en busca de respaldo. Observando desinteresadamente cómo el profesor comenzaba una amena charla sobre la   concepción del hombre y la humanidad al trascurrir de los años. Este parecía entretenido leyendo basura filosófica.  Mientras todos, sin excepción alguna, lo ignoraban, por completo. Sin escuchar una sola palabra.    

Luego de los minutos más largos y extensos de mi vida, éste se detuvo. Comunicándonos la tarea para el próximo bimestre, es decir en tres meses. Sobre un filosófico con influencias capitalistas sobre todo el mundo, su biografía, logros, etc., lastimosamente no terminaba ahí. El trabajo tenía que ser entregado en parejas y vaya… qué parejas. Ten-ten ya me había hecho la seña característica de “No te hagas con nadie más o te asesinaré” cuando el profesor negó con la cabeza corrigiendo que él escogería las dichosas parejas. Exhausto, resoplé, esperando a que mi compañero no fuera un total idiota ya que ese era mi trabajo.

Luego de un tiempo en el que el profesor escogía las parejas tal y como les placía, para estos posteriormente marcharse del aula de clases. Dijo la mía.

 —Sasuke Uchiha y Naruto Namikaze— Comentó indiferente sin darse cuenta que era mi existencia en juego, la verdad no quería hacer el trabajo con Sasuke. Él era tan perfeccionista y yo tan torpe. Dios, ¿Qué se suponía que haría ahora? De seguro cometería una y mil centenares más de idioteces mientras realizábamos ese dichoso trabajo, juntos.

El palpitar de mi desbocado corazón comenzó con su presuroso andar, debido a la mirada llena de sorna que ahora Sasuke me dedicaba con esa cautivadora sonrisa perfecta adornando sus delgados labios. Mis mejillas al instante se colorearon de un carmesí intenso y mis labios imitaron el movimiento de los suyos, dedicándole una suave sonrisa llena de temor, para luego clavar mis dientes inconscientemente en el labio inferior, con una suavidad intocable, provocando una sonrisa aún más perfecta en los labios del contrario. Luego de unos cuantos segundos, Sasuke retiró la mirada para ponerse de pie e irse del salón.

Suspiré con los ojos medio cerrados y apoyé mi cabeza nuevamente en la palma de la mano. Tenía que recuperar la compostura antes de irme, no podía siquiera ordenarle a mis piernas su andar, era ridículo.

"Es usual que los humanos amen aquello que no pueden tener".    

Con una estúpida sonrisa adornando mis labios, me distraje con el profesor el cual  entreabría y cerraba sus labios al dictar el resto de las parejas.

 

 

 

Notas finales:

 

Bueno, aquí una pequeña explicación. La verdad es que sé que en este capítulo no sucede gran cosa, así que aclaro. Estoy tratando de darle sentido a todo esta "relación" ya que hay fics en los que todo sucede demasiado rápido y logra desconcertar un poco. Sin embargo desde el tercer episodio comienza el SasuNaru como tal, sin tantas divagaciones y argumentos innecesarios.

n,n Gracias.

 


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