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JEALOUS por Ichigo no Kokoro

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Notas del fanfic:

Without a Trace by the GazettE

JEALOUS by Dir En Grey

Umi no Shizuku by Exist trace

Culpen a estas canciones por la creación de este fic... Son demasiado... ahhhh.

 

 

Notas del capitulo:

Este fic está planeado para ser un Three-shot... y pues, obviamente, este es el primer capítulo.

Disclamer: Dir en Grey no me pertenece... por más que yo quisiera a kyo para mi xD

the GazettE si me pertenece... viven bajo mi cama y cada noche nos lo pasamos teta xD

A leer :3


 

- ¡Me aburro! – se quejaba un chico castaño, de ojos azules, por las lentillas que acostumbraba a usar – ¡Hoy casi no ha habido clientes! – Finalizó, con el fastidio tintando sus palabras.

 

- Ruki… ¿Quién te entiende? – le recriminaba de manera amable su jefe, su cabello y ojos, tan negros como el ébano más puro – Si vienen clientes, oigo tus quejas… y si no hay clientes, también escucho tus quejas. ¿Quién te aguanta?

 

- Lo sé Aoi. Y sabes también que me encanta trabajar aquí– dijo con tono serio, a lo que el otro arqueó una ceja en respuesta, la personalidad hiperactiva del chico frente a él, le impedía creer eso. – Pero es que me siento tan…tan… ¡frustrado! – y se lanzaba de manera teatral sobre el mostrador de la tienda.

 

- ¿Es porque hace una semana que “Él” no viene, cierto? – preguntó Aoi con malicia. Ruki al escuchar el tono empleado por su jefe, lo miró con tristeza… mejor dicho, con ojos de borrego a medio morir. – Lo siento pequeño – se disculpó, de manera sincera – Pero no puedo terminar de entender cómo te enamoras de una persona que no conoces.

 

- ¡Qué sí lo conozco! – gritó Ruki, juntando sus manos y hablando de manera soñadora, mirando la nada con ojos brillantes  – Suzuki-san es amable, inteligente, encantador, fuerte… y además, esa bandita cubriendo su nariz lo hace ver tan… sexy. – los corazones al más puro estilo anime, prácticamente salían de su cabeza al describirlo.

 

Aoi pensaba sinceramente en golpear al pobre retrasado, con esa enciclopedia que tan pesada se veía sobre el cristal del mostrador.

 

- Ruki – dijo, con un tic en su ojo izquierdo – El tipo solo viene una vez a la semana – le explicó, palabra por palabra, como si estuviera hablando con un pequeño de cinco años – Y siempre viene, solamente a comprar libros…

 

- ¿Y qué? – se exaltó el pequeñín. Tomó las manos de su jefe entre las suyas y lo miró con ojos decididos - ¡Si el amor es verdadero, puede contra todo! - finalizó, lleno de determinación.

 

- Ruki – le dijo Aoi, con la incredulidad recorriendo todas sus fibras nerviosas – En serio marico, deja de ver Doramas.

 

- ¿Eh? – desgraciadamente, su confusión no era fingida… lo que decepcionó más a su jefe, que soltaba un pequeño suspiro de resignación.

 

El sonido de una campanilla al abrirse la puerta de entrada, los hizo girar su vista hacia allí.

 

- ¿Interrumpo algo? – preguntó el recién llegado, con las cejas alzadas y una pequeña sonrisita divertida.

 

Los dos que estaba aún tomados de las manos, se percataron de su situación, separándose el uno del otro cómo si hubiesen estado agarrando un saco de abono.

 

- ¡Nooooo! Suzuki-san, no interrumpe nada – se apresuró a decir Ruki, corriendo hasta situarse junto a él, sonrojándose con violencia por su presencia – Yo jamás tendría algo con ese mono – y señaló burlonamente a Aoi.

 

- ¡Cómo sigas así, tu mono jefe te dejará sin empleo! – medio ladró Aoi desde el mostrador.

 

Suzuki sólo se divertía con la situación

 

¿Desde hace cuanto que pasaba por situaciones así? Hace meses, lo más probable. Ruki se había enamorado de Akira Suzuki “a primera vista”, desde que lo vio entrar por vez primera a la librería. Suzuki era un hombre de negocios, aficionado a la lectura y por eso visitaba esa tienda por lo menos una vez a la semana. Allí, Ruki lo atendía, lo veía, lo admiraba. Y se enamoraba cada vez más. Aunque estaba consciente de que en realidad, no lo conocía… tenía la seguridad de que, algún día, se armaría del suficiente valor para declarársele a Akira Suzuki. Un día…

 

Pero no en este día…

 

- Muchas gracias por estas recomendaciones – decía Suzuki, con una bolsa con libros en una mano – Nos vemos, Matsumoto-kun. Adiós Shiroyama-san – mientras hacía un gesto de despedida con la otra mano.

 

- ¡Adiós Suzuki-san! Espero volver a verlo pron…to… - y su alegre despedida murió en un susurro al darse cuenta de que “él” ya se había marchado, sin mirar atrás ni una vez.

 

Con su ánimo por los suelos, se marchó otra vez hacia el mostrador, agachando la cabeza y pegando el rostro del cristal. Aoi, comprendiendo los sentimientos del chico, acarició los cabellos del castaño con una mano, en un tierno gesto.

 

 

>*<*>*<*>*<*>*<*>*<

 

 

Ruki por fin había salido del trabajo. De camino a casa, pasó por el supermercado, a comprar los suministros que faltaban en su alacena. Caminando por las tranquilas calles, pensó en su vida. Qué triste estar enamorado, cuándo el sentimiento es unilateral. Es deseaba tener la fuerza y el valor para declararse ante el hombre que amaba, pero al parecer, era muy cobarde para ello…

 

Entre sus divagaciones y pajas mentales, se percató de que ya había llegado a su pequeño departamento. Sacó sus llaves e intentó abrir, pero cuál no fue su sorpresa, al descubrir que la puerta ya estaba abierta. ¡Ugh!. Un sudor frío comenzó a recorrer su sien, descendiendo lentamente. El sabía muy bien lo que significaba. Así que entró.

 

- Llegas tarde – y allí estaba él. Kyo. Fumando tranquilamente, sentado en el pequeño pasillo que hacía las veces de recibidor – Te he estado esperando desde hace una hora – afirmó en un tono ligeramente molesto.

 

- Sabes que tengo trabajo – le dijo Ruki al rubio, que por cierto, era un enano más enano que él. Aún así, Kyo se veía peligroso. Un tipo al que no querrías molestar.

 

- Sabes que no me importa – dijo de manera fría Kyo. Se levantó y apagó su cigarro en un cenicero cercano. – Tsk, ya sabes a lo que vengo. Vamos – y tomando a Ruki del brazo con algo de rudeza, lo guió hacia la habitación.

 

- Oye… sé un poco más a amable ¿no? – se quejaba el otro. Pero dejándose hacer, ya que no era la primera vez, y tampoco, sería la última.

 

- Sí, sí… como digas – en realidad, lo decía por decir. No le estaba prestando atención. Su mente se encontraba ocupada en otras cosas…

 

Tiró a Ruki en la cama, con algo de desesperación. Empezó a quitarle sus prendas, una por una. Primero su camisa, dejando expuesto su blanco y níveo torso, para comenzar a lamer y morder su pecho a su antojo, escuchando los débiles suspiros que Ruki emitía. Mordió un rosado pezón, para luego, lamerlo con su lengua.

 

- Ahhh – gimió Ruki débilmente. A pesar de ser un poco bruto, Kyo hacía muy bien su trabajo. Oh sí.

 

- ¿Te está gustando verdad? – decía Kyo, mientras bajaba su mano lentamente hasta alcanzar por sobre la ropa  la entrepierna semi-erecta del otro. Emitió una pequeña risita. – Y después dices que no te gusta – y siguió con su trabajo, lamiendo y mordiendo el pecho de Ruki. Cómo le encantaba esa suave piel. Profanarla. Corromperla. Marcarla.

 

- Ahh… yo so… solo digo… mmm… - intentaba decir Ruki. Pero Kyo trabajando con devoción su pecho y con una mano en su entrepierna, le hacían la tarea un poco complicada – que no seas… ahhmm… muy brusco…

 

- Si, si claro, lo que sea… Estás hablando demasiado… gime más – susurró Kyo en el oído del otro, bajando la cremallera del pantalón para comenzar a masturbar con algo de fiereza el miembro de Ruki.

 

- Ahhhh… joder… - solo podía arrugar las sábanas entre sus manos, tratando de dejarle un escape al placer que sentía. Arriba y abajo, de manera dura, kyo maniobraba con su pene. Ah… se sentía tan bien.

 

- Eso es… eso es lo que quiero oir… gime más… gime para mí – Kyo detuvo un momento su tarea, para posicionarse entre las piernas de Ruki, y bajar sus pantalones. Que mierdas tan estorbosas. Recriminaba el rubio mentalmente, mientras se deshacía de los pantalones del otro y los lanzaba a algún lado de la habitación. Una vez que lo había hecho, miró al otro. Esa escena fue su perdición. El castaño estaba sonrojado, con los labios entreabiertos y su respiración agitada. Pero sus ojos… ah… sus ojos derramaban pasión líquida. A pesar de ser tan inocente, Ruki podía parecer tan lujurioso a veces…

 

- Entre mis piernas te ves bien… – le dijo Ruki con voz sensual a Kyo, este último espabiló al escuchar la voz del castaño – pero necesito un poco más de acción ahora – y no mentía. Su erección se erigía delante del rubio como un estandarte de pasión insatisfecha.

 

Kyo sonrió de lado, y volvió a tomar el miembro del castaño entre sus manos…

 

- ¿Quieres acción? Yo te daré acción… - y apenas había terminado de hablar, se la metió de una vez en su boca, hasta chocar con su garganta.

 

- Ahhhh… mmmm… ahhh – Ruki sólo gemía de placer, la boca de Kyo era mágica. Esa humedad, ese calor, apretando su miembro. Era el jodido paraíso. Kyo parecía mamárselo como si no hubiese mañana. Creo que está de buen humor. Pensaba Ruki, entre una nube de placer. Casi siempre, Kyo venía, se lo metía y se iba. Pero esta noche, estaba de buen humor al parecer.

 

El sonido húmedo de la succión y los altos gemidos de Ruki, era la sinfonía que llenaba aquella habitación. Kyo se extasiaba con aquella música.

 

- Ahhh… sí… kyo… así… - Ruki estaba que explotaba. El placer era demasiado, le podía. Kyo se la chupaba como un profesional. De arriba hacia abajo. Pasaba la lengua por el glande y se llevaba algunas gotas de líquido preseminal.

 

- Ahhhhhhh!! Joder…. Yo ya…. Ahhhhhhhh… - y así, Ruki se corrió en la boca de Kyo, quien bebió todo el líquido de manera gustosa, ya que para él, el castaño era realmente delicioso.

 

Y así, todo sonrojado, con su pecho subiendo y bajando de manera violenta por el reciente orgasmo, con las piernas abiertas de par en par… Ruki observó a Kyo desnudarse. Era un espectáculo. El cuerpo de Kyo era asombroso… duro, definido y fibroso… Con cada prenda que se sacaba, Ruki se sonrojaba más, a la expectación de lo que pasaría.

 

- Voltéate – ordenó Kyo, ya completamente desnudo. Ruki cumplió la orden, colocándose en cuatro,  poniéndose duro nuevamente, solo pensando con lo que vendría a continuación.

 

- ¡Que culo tan lindo te cargas! – Ruki se sonrojó con el comentario que el otro susurró cerca de su oído, y jadeó cuando lo sintió apretar sus nalgas con lujuria.

 

- Ahhh…. Ahhhmmmm – sólo pudo gemir de manera escandalosa al sentir a Kyo hurgando con sus dedos en su entrada… era tan, pero tan placentero. Sin embargo, no era suficiente.

 

- Kyo… mmm… métemela ya joder… - gemía Ruki. ¿Desde cuándo era tan atrevido?

 

- Cómo quieras… - Kyo tampoco aguantaba más. Entró con una sola embestida, certera, profunda.

 

- Ahhhh… joder… que estrecho estás… - Kyo empezó a moverse… sin darle tiempo… sin consideración.

 

- Ahhhh… mmm… - gemidos por parte del uno y del otro. El placer era grande. Kyo embestía con fuerza. Con rudeza y fiereza. Ruki sentía que se partiría en dos. Solo podía arrugar las sábanas entre sus manos y morder sus labios, en un intento de acallar un poco sus gemidos. Las embestidas eran profundas. Una y otra vez… Hasta que su clímax, enorme y lascivo,  llegó.

 

- Ahhh!! Así… coño… me corro… me corro… ahhhhhhhh!!! – al correrse, el semen de Ruki, fue a dar contra las sábanas. Kyo tomó sus caderas con fuerza, apurando las embestidas. La entrada de Ruki apretándose a su alrededor… era exquisito…

 

- Ahh… yo también me… me co… - y no pudo terminar. Vaciándose en ese cálido interior.

 

Ruki se dejó caer contra las sábanas. Relajándose después de ese orgasmo. Había estado intenso… y se sentía tan cansado que sin percatarse, se quedó dormido rápidamente.

 

Kyo se sentó en el filo de la cama, a un lado de Ruki. Encontró su bóxer y se lo colocó. Encendió un cigarrillo que encontró en su chaqueta, y se sentó a fumar.

 

- …ss…san… - un murmullo, hizo girar su cabeza.

 

- Suzuki-san… - Ruki murmuraba durante sueños. Kyo lo miró con sorpresa, hasta que su mirada dejó entrever algo más…

 

¿Celos?

 

Sin desear descubrir una respuesta, se vistió y salió de la casa del otro.

Notas finales:

Quizá esta un poco corto (*ella sabe que está corto*) pero es solo una introducción...

Gracias de antemano por leer. Cualquier comentario o crítica constructiva será bien recibido :3

¿Nos leeremos pronto?

Ichigo no kokoro


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