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Love the Way you Lie por Akahana_Sakura

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Chapter 1: I love the way it hurts

Changmin sigue mirando la ventana con una expresión un poco melancólica, el sonido del reloj de pared de la habitación procede con el tic-tac habitual no dejando que el silencio llene el lugar y termine por matar su desesperación. Odia sentirse así pero siempre dispuesto a esperar aunque hace unos minutos haya descubierto lo obvio.


Le había mentido otra vez.



Una sonrisa surca sus finos labios. Con aspecto irónico y melancólico. Una nueva lágrima cae de sus castaños ojos secándola al instante. Al tiempo que saca su celular.



—Yunho hyung. Ven por mi por favor—Al instante cuelga sin dejar al otro reclamar o si quiera decir algo, sólo quiere un poco de paz.



De nuevo vuelve a dar vueltas por la habitación buscando algún papel o lo que sea que pueda decirle que no sería hoy. Pero no encontró ni una disculpa a su ausencia.



No se preocupo más, sólo sonrió y pensó sencillamente que siempre era así y que la siguiente sería diferente y en caso de que no lo fuera pues simplemente esperaría a la siguiente. Era la simple cuestión de paciencia que uno siempre debía poseer de sobra con Jaejoong.



Era masoquista y el lo negaba. Sabía de sus mentiras y el las aceptaba y aún sabiendo que eran mentiras decidía creer en ellas a ciegas sin importar qué. No importara que sucediera todas las mentiras de Jaejoong eran buenas y tenían su razón de ser, no importaba cuanto hubiese llorado la noche anterior eso no valía el escuchar la vos de Jaejoong diciendo una mentira más.



—Changmin ah~ deja de creerle…

—Es mi problema si le vuelvo a creer o no Hyung…no te metas en esto—dijo cortante. No necesitaba los insistentes reclamos del mayor. No ahora, no mañana no nunca. No mientras tuviera a Jaejoong.



Sus pasos fueron rápidos al ascensor, casi desesperados y asustados, no podía evitar detener sus reacciones siempre que sucedía se ponía así. Odiaba ponerse así pero era bueno hacer algo nuevo aunque en esta situación en realidad no era nuevo desde que amo a Jaejoong, desde que amo sus mentiras.



Cuando entró al ascensor Yunho lo tomo del brazo deteniendo su avance.



—Minnie…estoy hablando en serio ¿Cuántas veces debo…?

—Cállate. No soy un niño, me lo has dicho pero yo decido creerle yo quiero creerle. Lo prefiero así porque yo sé las razones—volvió a decir cortante con el mismo tono que siempre utilizaba volviendo a entrar al ascensor, o recomenzando su marcha y al contrario de lo que pensó Yunho si entró con él. Abrazándolo por la cintura poniendo su cabeza en su hombro suspirando tan suavemente que pudo jurar que escucho como cada molécula de oxígeno salía de su boca.

—No llores. Por favor—Changmin cerró los ojos fuertemente, provocando que las lágrimas que luchaba por contener salieran de golpe, empapando su rostro—No llores una ves más que no sabes lo que me provoca hacer…



—Perdóname hyung pero es que yo…yo lo amo—Yunho sonrió con nostalgia. No podía ver la hora en que Changmin odiara a su hyung y deje de amarlo tan masoquistamente para poder mirar a alguien más con otros ojos para mirarlo a él con otros ojos.



—Yo sé…—sólo pudo contestar suspirando nuevamente—No me enoje y no lo haré tampoco pero quiero que dejes de lastimarte



Changmin marcó el silencio. Ya no dijo nada ni hiso nada hasta que llegaron a la planta baja donde Yunho lo soltó y con la mirada pidió que le siguiera el menor suspiró y se cubrió con la bufanda para luego salir. Antes de pisar la salida un portero le entregó un sobre.


“Minnie, perdóname por no llegar, se me presentó un problema. Ve a casa rápido te llamaré esta noche” 




Changmin cambió de inmediato su expresión y Yunho volvió a lamentarse. Era un cuento de nunca acabar y de cierta manera Yunho ya estaba perdiendo los estribos con esta situación más aún cuando el menor colocaba esas caras sólo, por y para Jaejoong.



Le agobiaba el echo de quererle y no poderlo decir nunca ya estaba cansado de decirle que dejara de creerle porque siempre terminaba mal y no. Changmin seguía creyendo ciegamente en él. Cuanto le dolía no poder decir nada más que aquellas palabras de consuelo y el intento de que dejara de hacerse tanto daño.



—Sube al auto por favor…—susurro intentando sonar normal aunque había sonado más tajante de lo que esperaba. Pero por obvias razones el pequeño-si pequeño porque con esa actitud no podía ser un adulto-Changmin no se dio cuenta de la actitud pues flotaba en su propia nube tal cual colegiala enamorada con las hormonas revueltas.



Todo el bendito camino el menor releía una y otra vez el dichoso papel que Yunho ya empezaba a odiar aunque el pobre papelito no tenía la culpa de nada, esto empezaba a tornarse demasiado molesto y dañino especialmente para Changmin. Yunho sabía perfectamente que probablemente aquel papel fuera otra de las tantas mentiras ‘blancas’ –que en realidad eran más negras que el pan quemado-que Jaejoong decía para evitar que Changmin se la pasara llorando otra noche entera aunque no funcionaba de mucho. Al fin y al cabo eso no sanaba las heridas de las incontables noches de llanto donde el sólo podía pasársela al otro lado de la puerta sintiéndose culpable por Dios sabe qué.



Ahora sabía que si Jaejoong no hacía lo que decía el mugre papel y mínimo lo golpearía o si quiera se llevaría uno de los sermones legendarios que no recibía hace un año.



Ese era el plan pero no se esperaba aquel ramo de rojas rojas en la entrada. Realmente no se lo esperaba.


Changmin saltó sobre aquel ramo, parecido al que le regalaron a Jaejoong aquella vez y que tras bambalinas se lo dio a Changmin. 



Sonreía alegre mientras daba vueltas igual a un niño pequeño o una niña mejor dicho, al entrar al apartamento pudo vislumbrar la obscuridad y la intensa mirada de Jaejoong.



—Te dije que vendría—Changmin sin dudarlo fue y le abrazo. Contento y lleno de alegría, cómo todo enamorado con aquella peculiar sonrisa de idiota que caracterizaba a los enamorados, la gran diferencia era que Changmin no se veía ‘idiota’ si no…lindo. Muy lindo.



Jaejoong mostro una sonrisa deslumbrante mientras extendía su mano hacia el menor que la tomo sin dudar y se perdieron en el pasillo.



Yunho suspiró amargamente y cerró los ojos para luego volver a salir. 
















Changmin se abrazó a su almohada, aspirando el aroma de Jaejoong aún en ella. Era muy temprano en la mañana, el mayor estaba alistándose para volver a casa y continuar con las actividades de JYJ.



—Minnie…—Changmin volteo un poco perezoso y vio a Jae entrar con su desayuno…como hacía hace ya tanto tiempo



—Hyung…



—Come, anda—dijo sonriendo mientras depositaba un beso en su frente, como si fuera todavía aquel niño que besaba gatitos a sus quince años.



Yunho cerró los ojos fuertemente, reprimiendo las lágrimas que querían salir de sus ojos al ver tan dulce escena y la bella expresión de Changmin. De nuevo volvió a desear ser él. Por una vez ser él quien le diera ese beso y le diera de comer en la boca mientras le roba pequeños besos. Ser sólo por un momento el dueño de sus pensamientos. Sólo un momento.



—Te amo Hyung…



—Minnie…—Jaejoong volvió a besarlo y mordió su labio inferior haciéndole sonreír



—Me estas mal acostumbrando hyung, cuando te vayas me pegaré a tu pierna—Jaejoong rió al recordar que antes él era quien hacía eso cuando Min tenía que ir a la escuela



Una sonrisa por parte del menor le hizo pensar en muchas cosas y a la vez en ninguna. Dejándolo parado entre un abismo y la espada. Odiaba saber que aquellos ojos que realmente le hipnotizaban lloraran todas las noches sólo por su culpa. Intentaba restar importancia a todo pero no era tan fácil.



No era para nada fácil, mucho menos cuando la actitud de Yunho y sus miradas de reproche se hacían cada vez más dura cada vez que lograban verse.



Jaejoong era una persona complicada ya de por si, siempre afirmaba tener sus razones cuando hacía cualquier estupidez pero la última estupidez que cometió resulto ser algo que afectaría el equilibrio de las personas que más amaba más que a si mismo y aunque jurara tener sus razones estas no tenían fundamentos al final.



Él sabía perfectamente el daño que causaba incluso a más personas de las necesarias pero intentaba taparlo.



Pero…



No se puede tapar el sol con un dedo.



Y como algunos dicen. Todo lo que se hace en esta vida se paga.



Lo malo era que ahora el no quería ver como lo iría a pagar.




Porque tal vez lloraría…tal vez su familia sufriría, tal vez sus amigos lo odiarían, tal vez dejara de creer en si mismo.



O peor aún…tal vez llegara a perder todo lo que amaba o aún peor.



A la persona que más amaba.

Tú no sabes que es a lo que te arriesgas

Tu amor no vale lo que yo te amo

Pero aún así yo estoy a tu lado

No mires atrás

Sigue…hecha vuelo 

Abandona lo que no terminaste de amar.

 

Notas finales:

Ojalá os haya gustado, espero los reviews y su oponión. Recuerden que mi insipiración en su mayoría es gracias a ustedes, se las quiere.


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