Treize vertió el vino en su copa, una vez se acomodó para relajarse en la silla de piel en la oficina que se le prestaba en el palacio de Marime. La fiesta fue de lo mas aburrida, de lo mas intrigosa....de lo mas útil. Milliardo preocupado por su amigo, ni pidió permiso para entrar, solo paso y se sentó en el suelo a los pies del castaño. Tratando de reconfortarlo de alguna manera.
Treize se negó a hablar con Heero o Lockon, incluso Yoshian fue botado con la excusa de que Treize se encontraba muy ocupado y así seguiría por la semana entrante. Treize debería d e pagar después por su atrevimiento, según pudo entender de la indignación de Yoshian.
-párate - dijo Treize - no me gusta que nadie este a mis pies, por más maravilloso que sea mi rostro.
-te la tienes muy creída ¿no? - Treize ronroneo al sentir la mano de Milliardo acariciando la suya en un masaje - si tanto te perturba deberías de hablarle
-¿lo viste? - Milliardo asintió- se le veía radiante ¿cuánto crees que tenga?
-pregúntale tú mismo. Ya vas a tener un hermanito Treize.
-Stratos..... - dijo barajando la posibilidad - ¿crees que lo ame?
-pregúntale tú mismo - le volvió a decir. Milliardo le quito el trago de la mano y lo puso en la mesa de centro. Odiaba que Treize bebiera. Era un mal hábito que tendría que quitarle
-¿sabes decir otra cosa?
-muchas en realidad.- admitió ya cargando un poquito a su amigo para conducirlo a su cama - y ni una sola de mis verdades te entrara en la cabeza por el momento, así que mejor me las reservo. Mañana las escucharas, las sentirás mejor retumbándote en la cabeza con la resaca que tendrás - se burlo
-me pregunto
-hoy es el día de las preguntas - susurro. Por mas extraño que pareciera, Treize cuando se emborrachaba no arrastraba las palabras, seguía manteniendo el porte de hombre impecable con un control asombroso sobre sus decisiones...aunque en la mañana las olvidara. Treize era capas de tomar las mejores decisiones aun ebrio. Lo único que desentonaba un poco eran las orbes dilatadas y un notable tono rojo en el rostro....fuera de eso, pocos notaban la diferencia entre el sobrio y ebrio Treize
-¿abra un hombre que te pueda enamorar, Milliardo?
-existe -aseguro
-¿lo conoces?
-Treize.....si lo que tratas de proponerme, es irme a la cama contigo para hacer el amor más dulce: lo siento, de veras que lo siento....pero no puedo aceptar. Eres mi mejor amigo y aún creo que podemos seguir siéndolo - bromeo
-si no quieres hablar de ello puedes decirlo francamente - le dijo molesto poniéndose de pie y alejándose de Milliardo. Su cuarto estaba enfrente ya - no tienes por qué cambiar el tema de ese modo. Soy incapaz de pensarlo, te veo como un hermano...eres un Doncel que se merece un cortejo y más; no una proposición a las tres de la mañana.
-no te enojes conmigo - le rogó Milliardo
-Milliardo, mañana....a las diez - se corrigió - quiero que me traigas a Yoshian. Creo que tengo que hablar con él.
-tendrás que cómprale muchas cosas si quieres que te perdone - se burlo aun sintiendo la gran molestia de Treize - yo no quería
-pero lo hiciste...ya se me pasara
Treize cerró su puerta. No quería escucharlo. Apoyaba a Marina Ishmail porque no concordaba con la guerra....proponía desmantelar corporaciones independientes de las naciones que fabricaban armamento para venderlo al mejor postor. En pocas palabras Ismail estaba en contra de Gundam...y de Criatura Celestial. Razón suficiente para que encontrara útil amistarse con Moralia.
Ismail tenia un cierto encanto para poner a la gente de su lado, el mismo que Relena tenia, pero que usaba solo a conveniencia propia.
Le dolía la cabeza. De repente Milliardo tenia razón y en serio tenia un profundo problema con el alcohol. Pero no podía ser así, solo tomaba en ocasiones especiales, cuando celebraban el cierre de un proyecto, o cuando uno de sus planes salía a pedir de boca...cuando era una tarde de óseo.....cuando se acordaba de su Ada....a lo mejor Milliardo acertaba de nuevo en su vida.. Era alcohólico, y ni aceptándolo quería cambiarlo. Su único vicio era lo que impresionantemente lo mantenía cuerdo, lucido....hambriento de glorias.....si sus padres lo vieran de seguro llorarían.
Y si llego a creer que estaba a punto de conciliar el sueño tirado en el piso y recargándose en la cama, se equivocó. Vislumbro a Heero, parado y sin una sola pista de lo que pensaba en su estoico rostro de muñeca de aparador. ¡Cristo! Enserio que su Ada se comía sus años. Se veía justo como cuando estaba con su padre.....feliz, tan feliz.
-Ada - le llamo Treize. Heero no tardo en arrojársele con cuidado a los brazos, para que Treize quedara refugiado en su pecho - Ada - le lloro Treize - Ada te he extrañado tanto. ¡Mira que guapo estas! - le agarro el rostro, las mejillas de Heero encajaban de manera perfecta en las manos de Treize, justo como de seguro encajaron en las de Duo - tan bello, tan preciado que no es de extrañar la admiración que levantas. - le confeso en voz alta lo que siempre le callo.
-estás cansado hijo - le dijo, le canto con su suave voz. Si existía algo que a Treize le parecía los coros de los querubines, esa era la simple voz de su Ada al hablar
-no quiero irme a dormir...desaparecerás de mi vida si cierro los ojos - Heero negó con amor y paciencia, le beso la frente. Volvió a encararlo, volvió a cantarle solo como él sabia....le cantaba de la misma manera que cuando Treize se formaba en su vientre
-claro que no - dijo Heero, tomando un respiro. El canto que Treize recordaba: eran las palabras silbantes y sedosas que le hablaban, le calmaban. El canto de Heero era su bálsamo.- ¿cómo me esfumaría de tu vida? No importa que tan lejos estemos, que tanto tiempo nos separemos: siempre te voy ha estar viendo. Aunque tú no me veas, siempre estaré contigo.
-qué lindo me veía - dijo Treize dando por sentado que ya alucinaba a su Ada. Y para él estaba bien imaginarlo....quería verlo, porque no podría hacerlo en mucho tiempo.- siempre juntos - le toco el vientre, demasiado real a su mente - uno solo - lagrimeo
-Duo me tomaba muchas fotos. Siempre las odie, pero cuando las veas....tendré una razón para amarlas. - Treize se recostó en su regazo. Ese Heero era al que siempre ansió ver...feliz, radiante...no al Heero que se asqueaba al verse al espejo; no al que lloraba sin hacer ruido, sin verter lagrimas...odiaba al Heero que se moría en el mismo infierno por preservar lo que mas amaba en la vida..........Todo se reducía a culpa al final. Odiaba al Heero que él ayudo a forjar y amaba a este Heero inmaculado por la dedicación de su padre al cuidarlo y porque él sin nacer, le robaba las sonrisas mas sinceras que se escondían del mundo mismo. Cosa que era para enorgullecerse y no el vivir a costa de su sufrimiento, aunque también era razón para saberse igual de amado y afortunado, ¡vaya con la puta ironía de la vida!
-perdón - le dijo al fin Treize- perdón Ada por no saber que decirte todo este tiempo. - lloro como el chiquillo que no era pero qué como tal se sentía. Desabrigado ante la tormenta negra que se cernía a su espalda, Treize apenas podía mantenerse en una pieza. - te amo.
-ansiaba que nacieras, que me llamaras Ada - le confeso Heero con el mismo sentimentalismo... No desperdiciaba agua, nada de eso...sencillamente Heero sabia decirle al resto con una mueca que para muchos seria insuficiente, lo importante que eras y lo mucho que te entendía, y Treize la estaba conociendo - cuando lo hiciste - Heero condujo las manos tan grandes de Treize como una vez lo fueron las de Duo, a su inflado vientre...hizo que lo acariciará, que percibiera la vida que era esa diminuta cosita de veinte centímetros- ¿te sientes?
-si - Treize se enmeló viendo a la piel levantarse en partes por el pataleo del neonato por la sutil presión que sintió sobre su diminuta cabeza
-cuando naciste....jugabas con la trenza de Duo. Le llenabas la cara con papilla. Rayabas las paredes de la mansión. Una vez metiste a los perros llenos de barro a la sala, dejando inservible la alfombra. - Treize lo recordaba vagamente. Casi todo lo que vivió antes de Trowa, sepultado u olvidado estaba. Por lo que se le hacia mas valiosa la sensación de su familia asesinada, porque solo así se le podía llamar a lo que Trowa y Relena les hicieron - Treize....ya es suficiente. Deja de atormentarte
-¡¿cómo lo aria?! - le grito - tú no eres mi Ada - le acuso - si fueras él, no me dirías que te perdonara...porque soy yo él culpable de
-de nada - le interrumpió y volvió a arrullarlo en sus brazos. Heero lo apretó, lo sostuvo...cosa que aria hasta el final de los tiempos y mas allá de ser necesario - no eres culpable de nada Treize. Solo eres mi hijo, nuestro hijo. Solo debes saber lo mucho que estamos orgullosos de ti.
-mientes - le rezongo apenas con fuerza
-expulsado al país de las maravillas - le canto en esta ocasión - ¿te acuerdas que no te gustaban las noches de tormenta? Te cantaba hasta que te durmieras - Treize se volvió a recostar, se volvió a dejar consolar por lo que ya creía nunca volver a sentir - viajando entre lunas, de charlas con musarañas. Treize tejiendo las nubes con tela que nunca se acaba. Treize siempre es tan breve que ya ha terminado. Treize expulsado al país de las maravillas. Hammmammam - tarareaba con Treize ya dormido. - Con Treize yéndose al país de las maravillas.
Milliardo aguardo afuera de la habitación de Treize. Cuando Heero salió se le veía temblando. Apenas se mantenía de pie, pero no se apoyaba en ninguna pared, cosa o mueble, Heero no lo necesitaba, aun al punto de sentirse desmoronar, no se ataría ni dependería de nada. Él mismo podía ponerse de pie las veces necesarias.
Milliardo supo deslumbrarse por la fuerza de Heero.
Milliardo ya sabía ahora de donde Treize saco tanto valor para hacer las cosas sin amedrentarse a lo que fuera que se le impusiera.
Cierto que no respeto los deseos de su amigo. Cierto que de alguna forma lo traiciono. Busco a Heero aun cuando Treize escapaba de este, rogándole al destino fuerza para no verlo...por que si algo sabia Milliardo, era que si Treize veía a Heero Inmediatamente se derrumbaría a sus pies. Cosa que Treize no ocupaba. Era mejor regalarle una memoria en sueños, su deseo que olvidaría.....era más seguro, aun cuando traicionará a la persona que le confiaría la vida misma con los ojos vendados.
-no recordara nada. - le dijo Milliardo - es así cuando bebe
-gracias por apiadarte de un padre - le contesto Heero. No podía reponerse dé la impresión de ver a su hijo en quiebre. No había sobrestimado a Treize, pero si puso demasiadas cargas en sus hombros - quería verlo y me lo concediste. Apenas creí que lo lograría cuando fuiste a la habitación de Lockon por mi. No lo olvidare, Milliardo un placer conocerte
-el sentimiento es mutuo - Milliardo apretó las manos de Heero en un apretón amistoso que pretendía infundirle un cierto grado del revuelo de sentimientos que le revoloteaban en el pecho.
-promesa es promesa. Mañana por la mañana nos iremos sin explicaciones inconvenientes. Todo lo contrario, inventaremos unos tratos o asuntos que surgieron de improvisto.
-Treize en poco tiempo tendrá el valor de hablarle
-cuídalo Milliardo - entonces Heero le apretó el hombro - cielo, eres muy diferente a tu madre.- Milliardo no pudo evitar alejarse un paso del descubrimiento de Heero - Relena fue mi amiga por mucho tiempo, que no te sorprenda que pueda reconocer su cara en otros. - le dijo serio - puedo asegurarte que no tienes a que temer. No eres nada parecido a ella. Deja de temerle a su sombra
La mañana llego en Moralia. Lo primero que se escucho en la mansión de los reyes, fueron los gritos de Yoshian en el cuarto de Treize para despertarlo. Una alarma efectiva para la diversión de Milliardo y de Quatre que estaba esperando su turno para presentarse correctamente con su sobrino.
-estás tan grande - le dijo Treize a Yoshian agarrándole los cabellos para remolérselos con cariño - ¿cómo están tus padres?
-Padre Armad supongo que feliz y papi Mio, pues muy molesto porque ya elegí marido
-escuche mal - se auto dijo Treize. No era nada agradable escuchar a su sobrino de esos temas, que ni debían de importarle. ¡es más! Seria perfecto que sintiera asco por los niños varones y las niñas.
-no, no lo hiciste Tío - Quatre volvió a sentirse morir. Veía los celos de todo Maxwell supurando de Treize. Éste seria tan difícil de tratar como el mismo Mio. Tendría mucha suerte si es que Treize no le prometiera una muerte especialmente dolorosa- mi esposo
-futuro - volvió a corregirle Quatre llamando la atención de Treize - hola - tartamudeo
-hola - le respondió Treize terminando de hilar el asunto. Calculando la edad de ese hombre. ¿Yoshian en verdad había decidido eso?
-bueno, futuro esposo - siguió Yoshian - Quatre Raberba Winner
-¿tuviste un buen sueño? - le dijo Milliardo ya una vez que capto el buen humor que traía a cuestas Treize. De lo contrario ya Quatre estaría suplicando que no lo diseccionaran. - te ves aliviado
-el mejor sueño que jamás imagine tener - le confeso Treize.
-ya decía yo - se burlo Milliardo fingiendo inocencia, hasta el punto en que ni Treize podía descubrirlo. - Quatre estas de suerte, Treize no te matará.
Heero se trepaba al avión privado que su marido tenia, ya que Lockon pese a que odiaba las ostentosidades: detestaba aun mas las aglomeraciones de personas en espacios tan reducidos. Lockon era claustrofóbico y Heero era comprensivo con el pobre hombre. Por el contrario de los hermanos Trinity que se burlaban del poco aguante de su jefe en lugares como elevadores, camiones, autobuses, la sala de juntas en Criatura Celestial (que de por cierto, tenia grandes ventanales abiertos para que entraran las ráfagas fuertes de aire. Ya que la sala se encontraba en el piso treinta)
-¿quieres algo Lockon? - le ofreció Heero viendo las nauseas que traía el hombre viendo unos documentos que no parecía que traían buenas noticias para el voluble Stratos o para la compañía en general
-pues por andar mintiendo para escaparnos de Marina y sus manos que parecen tentáculos..... Se nos vino una verdadera bomba de tiempo - le confeso - quiero Tequila. Ese es un buen nombre. ¿Por qué no le llamamos Tequila?
-mejor Naruto ¿no te gusta? - le regreso Heero. Lockon capto que la bromita no le agrado para nada a su doncel - el nombre es importante Lockon. Aunque no lo creas, cuando crecen se sienten especiales al conocer la razón de sus nombramientos, así que no lo dejes tan a la ligera - Nena asintió desde su lugar y Michael le pregunto a Johann el significado de los suyos propios. Lockon solo pudo pensar que no tenia privacidad con esos andando por los alrededores, de repente era mejor despedirlos - unos se llaman coronas de laurel, la que es fuerte, el tesoro del mar, donde nació cristo, estrella destructora, la sabia, el que es bello, hoja de reyes, .....¿Porqué no le nombramos Hibari y Marduck ?
-¿golondrina y el nombre de una tapicería? - y luego Heero se quejaba de su idea, al menos Tequila tenia ritmo, pensó Lockon - espera un momento - y es que apenas caía en cuenta de lo que su esposo con cara inocente la cual no solía augurar buenas intenciones y no por ello malas en realidad, le miraba muy ufano y digno - ¿dos?
-no dijiste realmente que fuera un inconveniente - Heero se hizo el desentendido ya sentándose en su lugar tras pasarle el caballito de Tequila a su esposo y dejarle la botella en la otra mano. - te aseguro que Lyle lo tomara mas rápido que tu ¿qué esperabas Lockon? Ustedes son gemelos, ¿en serio pensaste que solo tendrías uno? Mira que hay que ser muy crédulo para confiar en un doctor que a platicado conmigo cinco minutos antes de la primera ecografía sin tu presencia, te recuerdo que llegaste tarde cinco minutos.
-¡te dije que me estaba encargando del desastre que armo Graham! - ¡vaya que su esposo era vengativo! - tendré dos hijos - y fue cuando cayo en cuenta. Se empino el trago y Heero sonrió a su muy torcida forma. Una mueca perceptible apenas - ¡hijos! ¡Dos! ¡Tendré dos hijos, Johaan! - el mayor de los Trinity asintió un tanto nervioso por el ímpetu que de repente llenaba al cansado hombre de hace cinco minutos - es un milagro
-uno muy grande - admitió Heero - digo, tomando en cuenta mi edad y en el estado en que me tomaste
-Heero - le reprendió con voz severa. Lockon detestaba tocar el tema. Le había prohibido a Heero mencionar cualquier cosa que lo ligaba a Trowa con la esperanza de que con eso llegara a borrar un poco el lazo que lo ataba a su pasado.... Heero asintió no demostrándole lo que le dolió el grito de su esposo, aun no se acostumbraba a que le mangonearan y mucho menos de Lockon - Heero - le repitió con un tono mucho mas suave - Heero amor, gracias.
-son tus hijos
-nuestros - le corrigió - ya se como les llamaremos
-¿a si?
-Allelujha y Hallelujha
-suena bien - concedió
-¡TENGO DOS HIJOS! ¡ALLELUJHA Y HALLELUJHA! HAY QUE CELEBRARLO - los pilotos del avión se pusieron felices por su jefe. Era imposible no contagiarse con el entusiasmo de un joven hombre tan esmerado en todo lo que hacia.
Trowa arrojo de golpe la silla que se metió en su camino, su pobre laptop había protestado por la furia con la que era tecleada por lo que dejo de funcionar cuando dos teclas se sumieron. Cosa que hizo enojar aun mas al dueño que rugía aun mas furioso de ser posible su suerte. Relena por el contrario escapaba del humor de su amado esposo. Era inútil tratar de tranquilizarlo en ese momento. Tampoco quería pagar los platos rotos.
Desde que vieran la noticia en donde Treize salía como un hombre, un líder echo y derecho, que aparte era digno de admirar y muchas otras ridiculeces mas, ambos sintieron un miedo primitivo que les nublaba la razón como alguna clase de cáncer que devoraba al huésped con rapidez. De esa manera veían a Treize. Como la maquina que no tardaría en voltear a verlos para formar o levantar alguna clase de cuartel para la guerra que era obvia les llegaría como lluvia sobre mojado. Ellos despertaron al monstruo que siempre supieron habitaba en el hijo de Heero y ahora, no tenían ninguna forma de apaciguarlo.
Antes tenían las restricciones que les impusieran, antes tenían alguna forma de controlar en la mediocridad a Treize...pues de eso se encargarían de propia mano. Ahora, todo era culpa de Relena que vendió a Heero.
-sino lo hubieras echo, podríamos haberle echado la mano a Treize - le reclamo Trowa como muchas veces anteriores
-no fue solo mi culpa
-claro que lo fue
-sino te hubieras encaprichado con ese asqueroso Doncel..
-cuidado Relena con lo que sea que vayas a decir - le amenazo. Trowa seguía amando a Heero para el disgusto de Lena. - no creo que quieras decirles a todos que te caíste en la bañera por tonta, por el golpe que te adornara la cara toda la semana otra vez.
-eres un animal - se quejo - ¿por qué lo amas? Me tienes a mi - Relena lo abrazo por la espalda y Trowa se dejo hacer, tampoco se sentía tan indiferente a Relena - yo te amo
-me perdiste por completo desde que decidiste meterte en la cama de otro hombre. Te juro Lena que hice lo posible por encariñarme de ti - le confeso - en serio que intente....te respete lo que pude. No busque nada en nadie que no fueras tú, por respeto para Wu Fei ....creí que podía olvidarme de Heero y quizás armaría una familia contigo como la que tenia Duo. - Relena apretó los labios. Fue un error preguntarle a Trowa directamente la razón de que no la amará...dolía demasiado escucharlo con esa claridad monstruosa que ya caracterizaba a Trowa - tenia a Heero....y te lo llevaste. Nunca te perdonare
-¿no es suficiente ya lo que me has castigado? He tomado el lugar de ése en tú cama, cuando debería ser al revés. - le reclamo sin fuerzas - me maltratas y humillas. Me
-te trato como lo que a mis ojos vales. - Relena se mantuvo callada aun cuando Trowa la beso y se retiro al baño debía de tranquilizar sus pensamientos - Wu Fei no tardara en llamar por teléfono para saludar. Será mejor que te controles para que no lo preocupes como de costumbre - le aviso - si te escucha llorando tratara de ponerse de tu lado reclamándome. Y no deseo hacer que mi hijo me odie mas de lo que ya hace.
-nos aborrece a los dos Trowa.
-pues a mi menos que a ti. - le dijo con orgullo - pero eso no me es suficiente. A mi me debe de amar y a ti, sino odiar, al menos si querer menos.