Muchos estarían desanimados al ver las notas que tenían en sus currículos ya manchados por ese maestro tan desagradablemente arisco pero sexy. Hasta Relena estaba presente en una junta acordada entre los padres de familia a escondidas de sus hijos y de cara al rector para saber la razón de que los genios de sus hijitos reprobaran.
Mio mientras tanto, el asunto lo tomaba con la seriedad con la que solía tratar al ver una caricatura para niños de dos años. Incluso tenia los audífonos monstruosamente visibles, en una muestra por demás desafiante y grosera. Tarareaba la canción y movía su cabeza a buen ritmo. El pedagogo que era el director y que trataba de defenderlo, tuvo bien claro que a Mio lo habían dejado gatear, pues se notaba que coordinaba bien. Una observación por demás fuera de lugar.
-espero que cuando veas mi cara, el remordimiento te llegue. Espero que te vayas al infierno al ver mi cara. - siguió cantando Mio y Relena sintió el impulso de volarle los dientes con una bofetada guardada fuertemente en la bolsa del saco rojo que usaba - espero que sus hijos sepan que me quieren linchar a sus espaldas. - se digno Mio a decirle a nadie en especial, una cosa por demás lógica.
-ellos no nos han pedido nada en especial. si lo que insinúa es que fue a pedido de ellos - rugió Relena
-creo que no me escucho - Mio se bajo un poco la bocina de buena circunferencia decorada con unas enormes alas de mariposa azul eléctrico - o no me entendió. Dije...¿que si sus hijos saben que por ustedes los pondré a realizar un verdadero examen?
-eso es una amenaza - dijo contenta Relena - rector, siento que debemos quitarle el puesto al profesor Johannes, queda claro que no sabe ejercer
-no se hacerlo porque no es mi profesión - ladeo una sonrisa - mi cedula me alaba como medico forense, hasta conocedor de arte......no un pedagogo. Esa es la maestría de mi gemela.
-¡tiene dando clase a un incompetente!
-a ningún incompetente señora Barton - se defendido. El rector no sabia si parar esa pelea. Momentáneamente los demás padres esperaban su tiempo para reclamarle a Mio su pobreza en la enseñanza. Y mientras tanto, afuera podían escuchar los murmullos aterrados de los estudiantes que pedían a sus mamis salir. - se lo que hago. Se lo que es bueno para los individuos. Los lanzo al mar calmo y profundo para que aprendan a nadar o se ahoguen.
-hace que se desilusionen
-prefiero que cambien de carrera a tiempo en vez de desperdiciar su vida. Maxwell y otros alumnos lo entiendes muy bien. Hasta su hijo. Ese precioso Doncel me ha echo esplendidos regalos
- Wu Fei no soborna a nadie
-estoy alabando a su hijo, no comparándolo con usted señora - Treize que estaba atrás de una ventana sonrió. Cierto, Wu Fei no era parecido a su madre. Es mas. En la dinastía de esos desgraciados, lo único que valía la pena rescatar era: a Wu Fei. - quiero decir que me regala su atención, me regala su compromiso con mis lecciones....me llega a poner en pequeños aprietos durante buenos debates. Comprende mi filosofía.
-una barbarica, Johannes.
-detalles - dijo restándole importancia
Relena estaba tan metida en la discusión que no sintió a la puerta abrirse y ver a los dos hombres que por ella pasaron. Treize se asombro y quiso ir al lado de su Ada, pero una seña de parte de Heero, lo obligo a desistir y aun mas, a obligarlo a quedarse callado sin importar lo que pudiera suceder.
Wu Fei que estaba rojo por el reconocimiento de su profesor, mostró la misma sorpresa que Treize al ver a su padre acompañando al señor Yui. Ciertamente no sabia si debía de entristecerse por la vergüenza que le estaba haciendo pasar su madre o envidioso por que el Ada de su compañero era rectado. Si porque solo se sentó en una butaca desocupada y se dispuso a escuchar la perorata de Relena.
Hasta el profesor Mio ya trataba de ignorar a la susodicha abogada.
-Lena detente ya. Estas haciendo un circo de esta oficina tan respetable - la tranquila y severa voz de Trowa obligo a su esposa a tratar de recuperar un poco el aire perdido. Pero se puso aun mas furiosa al ver que Mio seguía con los audífonos y en esta ocasión bien puestos - esta haciendo lo posible por opacar tu voz, querida, cualquiera lo haria.
-este no puede ser maestro de esta honorable universidad
-Relena deja de avergonzarme. Wu Fei me marco diciéndome lo que estabas haciendo - Relena giro a ver a Heero, recayendo por primera vez en su presencia. Si llegaron juntos, eso quería decir que Trowa estaba violando a ese Doncel que trataba de ocultar su ligero malestar. ¿qué como lo sabia? Heero respiraba un tanto mas rápido y tenia fiebre cuando le tocaba soportar las consecuencias violentas de su esposo y era justamente lo que Heero padecía. - fue así que Heero también se entero
-claro. ¿estaban juntos, no?
-no veo razón para que preguntes lo obvio, Lena - dijo Heero. Treize empuño sus manos y controlo apenas su carácter - profesor Johannes, soy Heero Maxwell. Es una lastima conocer en estas circunstancias al favorito de mi hijo.
-Treize Maxwell - susurro Mio - ese hombrecito con las hormonas alteradas y en constante revolución y buen cerebro, es sin duda obra de una buena persona. Sin duda hijo de Heero Yui - dijo remarcando el nombre de soltero de Heero, el Doncel asintió un tanto incomodo pero halagado, aun asombrado porque se conociera su nombre - Trowa Barton ¿me equivoco?
-no - le contestó Trowa besándole el dorso de la mano.
-pues bien - Mio apago su reproductor. Por fin tenia a quienes honrar con su presencia y respeto. Que le llamarán narciso si desearan, pero tenia en alta estima su sola palabra. No vendría a considerar ahora mismo que remplazaba a su hermana, hablar con quienes no lo merecían - mi lema señores es: “aprende a nadar o ahógate.” Lo que yo hago son pruebas inofensivas. No están en la situación del mar embravecido de la vida, en donde estarán en una independencia al cien, en donde padecerán hambre de fallar. Aquí todavía algunos, pueden ir a cobijarse bajo el ala familiar y atragantarse de calorías y ver películas, para reconfortarse.
-lo que quiere es comprensible - dijo Trowa - tiene mi permiso de hacer lo que crea conveniente. Mia y yo tuvimos esta misma conversación, hace ya algún buen tiempo.
-Trowa -llamó lastimera Relena, jalándole ligeramente el brazo a su esposo.
-Lena no te metas. Wu Fei es mi hijo. Y decido lo que mejor le va.
-también es mi hijo - el mencionado se sintió ultrajado por eso. ¿desde cuando era hijo de esa mujer? Nunca le demostró mas que caras escuelas y perspectivas altísimas que lo hacían sentir mareado y enfermo - y no apruebo a Johannes
-¿contradecirás a tu esposo justo aquí Lena? - Heero le llamo a la razón y Treize se sintió aun peor de saber que su Ada trataría de cuidar la imagen de esa......traidora - tu hijo te esta viendo - se equivoco.....le estaba diciendo que Wu Fei tenia su protección. Heero le decía que Wu Fei le interesaba. ¿porque le hacia eso su Ada? - creo que entiendo la manera de ver las cosas de Johannes. Es la misma filosofía que tu Relena me obligaste a jugar sin ser consiente - y a pesar de que el resto de padres de familia no entendieran a que se refería, tuvieron la decencia de quedarse callados, o ir con sus vástagos para reprenderlos. - esto es ridículo.- dijo - Treize
-¿si?
-¿reprobaste con el profesor Johannes?
-apenas logre pasar - Heero logro detectar que el orgullo de su hijo estaba siendo puesto a prueba. Aceptar en voz alta que el estudiante mas destacado de la universidad, apenas librara la materia era un duro golpe para los demás padres de familia. Todos sabían a quienes tenían como hijos. Y si Treize Maxwell, un dedicado estudiante reprobó ¿qué esperaban de sus hijos vagos y amantes de los video juegos? - pero, puedo decir que ha sido provechoso tenerlo como maestro. Me arriesgo a decir que ni Mia nos enseña tan bien
-estas llevando tus adulaciones demasiado lejos Treize - se enojo Mio - mi hermana los califica de la misma manera. Bien, no es cierto. ¿alguna vez les ha dado sus exámenes? ¡claro que no!
-es ¿Manuel, es eso cierto? - le pregunto una mamá a su hijo a través de la ventana
-ya te lo había dicho - la respuesta resonó en la oficina. Wu Fei no sabiendo muy bien que hacer, fue al lado de su madre, solo para evitar que peleara con su padre, quien ya la había alejado con un discreto empujón. Trowa detestaba que Relena tratara de ganarle colgándosele del brazo.
-después de que les aplica la prueba - Mio séllalo a la bolita de alumnos que estaban temblado afuera - toma una botella de Vodka. Se sienta en su terraza, abre un marcador púrpura y califica, solo coloca las palomitas. Lo hace porque “luce mas bonito si solo tiene aciertos impresos” cito textualmente. - dijo - señor Yui, aquí entre.....muchos - eso le pareció gracioso a Heero, pues ya nadie le llamaba con el apellido de soltero; y Trowa no lo tomo muy bien. Pues, hasta hace poco Heero le estaba suplicando un regalo para Treize; ahora ya no podría negárselo si es que Treize se lo merecía - su hijo es el único examen, que Mia no califica
-¿y eso? -se asombro
-dice que es una perdida de tiempo. “Treize no piensa como el montón. Es un genio. Si me expone una idea con la que no concuerde, porque no va ha estar en el texto que les di, no me queda mas que reprobarlo. Pero confió en que Treize me sorprenda en un debate en la escuela. Así lo califico. Así lo calificaras Mio.” vuelvo a citar textualmente. Eres una maravillosa excepción Treize. - Heero se sintió orgulloso y Treize se sonrojo por esa veneración que su Ada le dio por momentos. Relena se sintió humillada y en su furia observo con desprecio a su propio hijo, por no ser tan deslumbrante como ese bastardo. Trowa solo consiguió murmurar un leve “concedido” para que Heero supiera que Treize tendría su regalo. No quedaba nada más que hacer. Trowa se enorgullecía por saber apreciar los buenos logros de quienes lo merecían. Sencillamente Treize era uno de esos - por el contrario del resto. Son unos flojos que solo sacan el acordeón si es que se les da la oportunidad. Si supieran razonar, sabrían contestar un examen. Pero ni eso.
-Wu Fei - el Doncel levanto la vista hacia el llamado de su padre - júrame que has leído todo el examen antes de contestarlo. Y que no te has confiado de este profesor - a Mio ni le importo que Barton lo tratara de manera tan despreciable, total: era un padre más y como todo padre en la oficina del Director: lo despreciaba.- júramelo
-cuanto papel pone en mi mano, Padre: lo reviso como si se tratara de un contrato de la empresa - admitió con la mejillas revoloteándole de un precioso rojo. Treize admitió que era lindo. Trowa sonrió.
-en una ocasión les di otra prueba - hablo Mio - trataba de ponerle su nombre a la hoja y leer con cuidado. Wu Fei fue el único que lo aprobó - ahora fue el turno de Relena de hinchar el pecho con orgullo - ni Treize lo hizo. Esa fue una decepción. Al final, justo en la indicación debajo de la pregunta 98, decía que le pusiera su nombre, empezando por los apellidos: y me la entregara, de contestar cualquier otra cosa, reprobaría el examen
-¡¡¡eso no tiene nada que ver con historia!!! - grito otra madre - se esta aprovechando del puesto de su hermana. La señorita Mia nunca hizo eso
-mi hermana calificaba de acuerdo a la actitud y basada en el comportamiento. Nadie pasaba sus exámenes pero a su vez nunca les enseñaba los resultados, solo les entregaba la calificación del parcial.
-es por eso que se sienten con la moral para reclamar - hablo tranquilo Trowa cruzado de brazos - es el derecho de los ignorantes. Ahora ya no se si quiera que Mia Johannes regrese a enseñar a mi hijo
-¡Trowa debes de estar bromeando! - medio grito Relena. Heero evito girar los ojos. Trowa nunca bromeaba. ¿cómo se le ocurría decir aquello? Relena no estaba pensando claramente. Wu Fei soltó un gemidito cuando las uñas de su madre se le encajaron en la piel por la fuerza con la que apretaba su mano. Barton iba a reclamarle esa violencia, pero Heero se le adelanto; sujeto con fuerza el brazo de Lena y la obligo a darse cuenta de lo que hacia. Relena lo dejo de inmediato, un tanto asustada. Se había atrevido a lastimar al hijo de Trowa. Sabia que no saldría bien librada
-no es nada - le dijo Heero a Wu Fei. Mio ladeo una sonrisa. Así que lo que le contó Lockon era cierto. Nunca hubiese imaginado que tener comunicación debes en cuando con su ex le podría traer beneficios - duele, lo sé. Créeme. Pero unas curitas y estarás como nuevo. Hijo - Treize se les acerco - esto ya es un circo nuevamente. Llévate a Wu Fei a la enfermería. Cuando salgan llévalo a su casa. Te estaré esperando en nuestro hogar.
-si padre
-fíjate bien en lo que haces Treize, confió en ti hijo - eso le dolió aun mas. Su padre era demasiado sincero. - bueno. Por mi parte, digo esto ¿con lo que se nos ha explicado, seguirán exigiendo que Johannes pase a sus hijos sin merecerlo? Porque eso es lo que Mia ha estado haciendo
-se equivoca Yui - le corrigió Mio - mi hermana no hace eso. Simplemente nadie pasa el examen. Y esta vez nadie paso la prueba con la que yo los califiqué. Han reprobado por que no han sido capaces, esta vez. Quizás cuándo regrese Mia los pase, pero eso es porque ella es maestra. Yo no me tiento el corazón tan fácil.
Y con esas palabras, Treize condujo a Wu Fei a la enfermería. Su Ada tenia razón. Las heridas no eran de preocupación pese a lo escandalosas que eran. La enfermera le lavo con agua oxigenada y le paso una gasa con merteolate. A Treize se le hizo monísimo el gemidito que Wu Fei dejo salir. Era impresionante que las madres se hayan juntado de esa manera solo para no joderles las vacaciones a sus tesoritos. Solo por esta ocasión le parecía inadmisible el comportamiento con el que se pretendía seguir educando a esos seres humanos que tenia por compañeros.
En fin, él no podía ocuparse del mundo.
-que vergüenza - dijo Wu Fei - mi madre ha encabezado esta rebelión. Incluso ha dado un espectáculo. Justo como dijo tu Ada. Debe de ser impresionante tenerlo como pá ¿no? - esa sonrisa y esa determinación fueron un golpe duro para Treize. ¿cómo se podía ser tan lindo siendo hijo de esos dos? - el señor Heero es tan diferente de madre. Es sobrio en toda situación
-aun cuando el dolor lo esté destazando, literalmente - le constata. Aprieta los puños. La ponzoña picotea su corazón. Quiere agarrar un bisturí y abrirle la piel al Doncel para que Trowa conozca su propio dolor al tener que suturar a Heero. Si, porque a veces no podían ir al hospital. Y él tenia que hacerse cargo - pá siempre se a mantenido estoico ante todo
-se parece a padre - admite Wu Fei - aunque mi padre me sonríe cuando cree que no le veo porque se supone estoy dormido. ¿tu Ada te besa la frente en las noches? O ¿no lo dejas por ser mayor ya? - ¡que curiosidad de Wu Fei! Era la primera vez que hablaban de este tipo de cosas
-Ada lo hace cuando estoy despierto - Treize lo abrazo. Si quería que su plan funcionara, debería de aprovechar estos momentos de debilidad que Wu Fei le daba. No podía permitirse flaquear por la admiración que Wu Fei le guardaba a Heero - lo hace cuando despierto. Me besa en los labios cuando se va a trabajar. Me besa las mejillas cuando algo me sale mal. Me besa en la frente cuando las preocupaciones nos abruman. Me abraza cuando piensa que algo me duele. Ada no me deja solo. No importa lo que deba de hacer
-Treize me das envidia - se sincero y lo apretó tan fuerte como si el castaño fuera alguna clase de peluche - yo solo he tenido presiones por parte de mis padres. No dudo que me amen, claro que no soy un tonto para insultarlos así - pero eres un tonto por no ver las bestias que son, pensó Treize - pero no me vendría mal de vez en cuando me abrasen o me pregunten algo diferente a mis calificaciones, o al esposo que pueda escoger. Quisiera que me preguntaran sobre las cosas que me gustan. Aunque en algunas ocasiones, padre si lo hace. Las puedo contar con los dedos de la mano. Mamá no quiere saber nada sobre eso.
-a lo mejor lo saben - Treize trato de sonar comprensivo, justo lo que se suponía debía de hacer, se volvió a repetir. Hablar bien de Trowa y Relena, le partían la conciencia y el alma. - a lo mejor saben que es lo que te apasiona. Ya sabes como son los padres
-no, no lo sé. - y comenzó a llorar un poco. No era un llanto dramático como a los que Treize estaba a acostumbrado a aguantar con sus compañeros Donceles. Era un murmullo casi silencioso que le mojaba el estomago - me han criado pedagogos y nanas. Me han instruido maestras en distintos internados. Solo conozco lo que los padres esperan de uno, no lo que los padres entregan en su rato de ocio.
Y por primera vez, Treize sintió verdadera lastima por Wu Fei. Ese Doncel amaba a sus padres pero no sabia lo que eran los padres,. Siempre vio regalos costosos y cartas de felicitaciones. Abrazos y apretones de mano cuando terminaba algún curso: pero antes no. Comía de lo mejor, pero comía del sazón de un experto cuyo trabajo era mantenerlo feliz. Y aunque esa dedicación Wu Fei la veía bien, no lo llenaba con el constante deseo de ver a Relena prepararle algo.
Seria que ...el planteárselo apenas era admisible ¿ su Ada tendría razón? ¿debía de cobrarse realmente con Wu Fei lo que les hacían? En todo caso. ¿Wu Fei no era una victima más?
Treize continuo abrazándolo hasta que este se quedo dormido en la cama. La enfermera los miro raro durante un momento. Tratando de entender esa manera tan extraña de esos dos por intentar darse consuelo. Aunque no escucho todo lo dicho, se daba una idea. Ella sabia que no era fácil ser hijo de personas destacables en la sociedad.
Relena le soltó una bofetada a Heero, quien perdió el equilibrio y callo al piso. Estaban en el apartamento de Yui. Tras terminar el asunto escolar, Trowa lo había subido a su auto, pues como llegaron se irían. Sin embargo, no contaron con que Relena los seguiría.
Heero trato de ser amable. Solo quería evitar algo innecesario, por eso se comportaba. De todas manera: él les pertenecía. La invito a pasar a la sala. Trowa no hizo ningún ademán de querer detener lo que se le vendría encima a Heero. Cuando los tres estaban ya dentro, Barton tomo a su esposa por la cintura y la beso con violencia. Reclamándole así la bajeza en contra de Wu Fei. Lena chilloteo tratando inútilmente de zafarse, incluso, por un momento: muy breve; pensó que Heero debía de estar aterrado cada que Trowa se molestaba. Lena sentía las toscas manos hacer crujir a sus muñecas con la fuerza de una sola y la otra arañar sus pechos y cuello hasta llegar al abdomen, así repetidamente. Para luego solo amarrarla del cabello con fuerza para poder tumbarla al sofá, sin un tacón que salió volando por la fuerza imprimida sobre ella.
Heero calmado y observando ese despliegue de autoridad, paso de lado para ir por unos platos con pastel y unas tasitas de café. Cuando regreso, solo observo a Relena en el sillón tratando de acomodar la blusa en su lugar y ponerse el tacón. Dejo su carga en la mesa, antes de que Trowa lo jalara de la cintura y le robara un beso mucho mas suave que encendió los celos de Relena.
¡ella era la esposa! ¡a ella es a quién debía de tratar amablemente!¡no a ése! Gritó Relena en su mente. Observado con odio a Heero. Imaginándose tantas cosas malas.
Trowa se sentó entonces. Agarro su porción de tarta y la comió en silencio. Sabia que su hijo para esas horas ya estaría en casa y en cualquier momento Treize llegaría. Esperaría un momento mas. Por el contrario Relena se levanto y golpeo a Heero, Barton siguió comiendo. No esperaba menos de Relena.
En el suelo, Heero se cuestionaba cuanta mas humillación esos dos planeaban darle. Era inhumana la forma en la que se ensañaban. Agarro nuevamente valor de donde no tenia y trato de levantarse. Lena le dio una patada para que rodara por el limpio mosaico.
El golpe, sumado a los que Trowa le estaba dando hacia horas, fueron suficientes para sentir que algo se estaba rasgando en su interior. Gimió agarrándose el abdomen. Y sintió el daño en el recto dar señales de vida. ¡estaba sangrando! Supuso que el golpe fue tan duro que no pudo contener el contenido de su cuerpo adentro.
-estabas de perra con mi marido - dijo Relena - has tragado tanto semen que continua escurriendo. De seguro que lo disfrutaste ¿no es verdad, He-chan? - Heero apretó los dientes. Odiaba que Relena le dijera así. Ya no eran amigos, no tenia porque volver a mancillar la forma en la que Duo lo llamaba. Trowa viendo que Relena iría para largo agarro la taza y el pastel destinados a ella, y comenzó a zampárselos - hyuc hyuc - se asqueó - pero estas hecho un asco He-chan. Hay que quitarte la ropa para que podamos limpiarte
-no sé que pretendes Relena - y trato de volver a reincorporarse - pero déjame tranquilo. Este día ha sido pesado por si solo. - arqueo una ceja - además no querrás desperdiciar tu tiempo conmigo, cuando tienes a tu marido a solo unos metros
-por mi tárdense - dijo Trowa. Heero lo maldijo en voz alta, sorprendiéndolos: hacia mucho que Heero no mostraba ese espíritu de lucha - eres por el momento la mascota de mi esposa. Si te pasas de lista Lena, me la pagas. Aun no olvido lo de Wu Fei
Relena tomo los pantalones de Heero y se los jaloneo. Para lo que lo ocupaba, la ropa sobraba. Como supuso, Heero aun se mantenía dilatado y las huellas de las manos se tornaban moradas. Lo jalo hasta el baño y lo arrojo bajo el chorro de agua caliente, ella también estaría mojándose: el castigo era de Heero, no suyo: ella no tenia porque sufrir.
Lavo su cuerpo con fuerza. Restregándola, irritándola. Heero no deseaba demostrar nada. No alentaría a Lena a continuar torturándolo, pero cuando ensancho su entrada con una manguera y lleno su interior de agua helada, no lo aguanto. El peso en su vientre lo hizo balancearse. De un momento a otro Relena le apretó el estomago con violencia para limpiar todo rastro de sangre y semen de su interior: cosa que logro.
Trowa escucho el grito agónico, pero no se acercó a ver que era lo que estaba pasando. Puso algo de música y uso la laptop que siempre dejaba en esa casa para ponerse a adelantar trabajo.
Al cabo de una hora, Relena le trajo a los pies a un Heero oliendo a limpio: aroma a naranjo o algo parecido. Su piel estaba roja y sus ojos dilatados. Se le veía herido y excitado. Debía de admitir que su esposa era un tantito diabólica cuando se ponía celosa. ¿pero que esperaba? Era perfecto, apuesto e inteligente. Lógico que Relena se pusiera celosa, tenia mucho que perder. Relena debía de amarlo tanto como para soportar al amante, a los desplantes y muchas otras cosas más.
-por fin esta limpio. Querido si vas a tirártelo, asegúrate de que cuando te lo cojas este limpio. Luego llegas conmigo y siempre apestas a He-chan. Y eso no me gusta.
-que adecuado ¿no? El que tu lo limpiaras - soltó de una forma cínica, que de estar en sus cinco sentidos hasta a Heero le aria vomitar
-tómalo como un regalo, una ofrenda de paz por lo de Wu Fei
-uno echo por mi amada esposa - dijo sin emoción - ¿qué le has dado?
-un afrodisíaco y en su interior un vibrador. Te deje la piel de lo mas sensible. - eso noto, pensó Trowa. De seguro Heero lloraría apenas lo tocara - podrás divertirte toda la noche. Ahora si podrás tratarlo con cuanta delicadeza quieras, sentirá el mismo dolor a como si fueran puños o papel de lija - como debe de ser. Pensó de forma celosia
Treize abrió la puerta y se encontró con esa imagen. La sangre le hirvió pero se quedo estático. No se le echaría encima a ninguno de los dos. Él que dejo a Wu Fei sano y salvo en su casa y esos dos haciendo una carnicería de su Ada. ¡no tenían perdón! Esos miserables que seguían siendo los monstruos que no los dejarían escapar nunca, no tenían redención.
Trowa tomo la mano de su esposa y la condujo afuera. Ambos se fueron, ya era tarde. El sol estaba por morir ese día.
Treize se le acerco a su Ada, quiso abrazarlo pero Heero no se dejo: le dijo que no soportaba estar de rodillas en el frío piso, pero que aguantaría menos estar en su cama: que todo el cuerpo le ardía. Treize noto que su Ada esta bajo el influjo de una droga y que esta ya hacia estragos en su cuerpo. Retiro el vibrador cubierto de sangre de Heero y trato de untarle vitacilina en la piel sin flaquear. Cosa difícil. Lo estaba curando, pero su Ada sufría con eso.
Por primera vez escuchaba a su pá quejarse y llorar. Siempre lo había evitado: sin importar que fuera lo que pasara, pero ahora....parecía que lograron romperlo. Sencillamente sabía que su Ada ya se había cansado de soportar tanto.
-no hay perdón para ellos. No lo hay. -aseguro con los ojos rebosantes de lagrimas.