Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Forbidden por JungKimSenshi

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

O.o lo que hace uno en una noche de desvelos XD

Hola... soy yo de nuevo... esta vez con algo un poco diferente a lo que he escrito antes... espero que les guste y me dejen sus comentarios... todas las críticas son bien recibidas ^^

Notas del capitulo: Fic totalmente YunJae
JaeJoong’s PV

Mi nombre es Jung JaeJoong, tengo diecisiete años y voy en tercer año de preparatoria. Desde hace casi cinco años estoy enamorado del hombre más dulce y hermoso sobre la tierra y puedo decir con orgullo que desde hace dos soy completamente suyo.

Alto, moreno, de ojos color avellana, sus músculos trabajados, es todo y más de lo que podía desear. Su nombre es YunHo, tiene veintidós años…. Y lo conozco prácticamente desde el día en que nací.

Su mirada dulce siempre ha estado acompañada para mí de una sonrisa. Sus manos siempre me acariciaron con ternura, sus labios sólo tenía para mí palabras dulces y besos tiernos. Tal vez fue eso lo que me enamoró tanto de él, no sólo su apariencia. Siendo tan distintos, mi piel pálida, mis grandes ojos negros, mi cabello negro, era lógico que despertara en mí curiosidad y nuestra cercanía despertaba en m i corazón un profundo cariño y admiración.

Siempre estaba conmigo, me defendía, me cuidaba, me procuraba. Incluso puedo decir con orgullo que siempre me ha preferido a mí por encima de cualquier otra persona, de cualquier otra compañía, masculina o femenina, sus amigos o novias. Siempre me ponía y me ha puesto como su prioridad. Yo siempre iba tras él a todos lados, no nos separábamos ni un solo momento.

Mi amor lo descubrí al saber que una chica podía quitarme su atención, sus cuidados, sus mimos. Tenía yo apenas 12 años, pero no quería compartirlo con nadie. Me reclamaban que era un egoísta, un caprichoso, pero era así. No quería que sus ojos me dejaran de mirar, no quería que otra persona tuviera sus besos y sus caricias, no quería que otra persona me quitara el valioso tiempo que pasaba conmigo. Lo amaba, lo amo, pero no quería, ni quiero compartirlo con nadie.

Me propuse alejarlo de ella y recurrí a cualquier artimaña que tuviera a mi alcance, la pobre chica ni siquiera quedó segura de lo que sucedió en realidad, pero lo logré, la ahuyenté. Y no me quedó remordimiento de consciencia cuando quedó ante los ojos de él como una perfecta prostituta… no, para él no debía haber nadie más que yo.

¿Lloró? Sí, un poco, pero yo hice que olvidara a esa tonta, yo hice que volviera a sonreír, yo hice que sus deseos de estar conmigo crecieran día con día…

Pero para mí, esos besos fraternales, esas caricias juguetonas ya no eran suficientes. Yo crecía, mi cuerpo crecía y mis deseos de que algo más pasara entre nosotros también. Pronto me encontraba acariciándome a mí mismo, gimiendo su nombre, imaginando que eran sus manos las que estaban recorriendo mi cuerpo entero, sus dedos los que me rodeaban acariciándome hasta llevarme a los límites de mi placer, los que exploraban mi interior con curiosidad y amor, los que me llenaban hasta que mi propio cuerpo vaciara su goce en mis dedos temblorosos.

Lo necesitaba, lo quería, quería que mi cuerpo fuera suyo y de nadie más. Miraba mi cuerpo y cada día lo veía más atractivo ante el espejo. Mi piel blanca, mis enormes ojos, mi cintura estrecha, mis labios voluptuosos, me habían dicho que soy más hermoso que una mujer y eso es cierto, aunque ante todos debo fingir que me molesta la comparación, en realidad me ayudó a tomar la decisión de vestirme más atrevido, de buscar la manera de provocarlo, moviendo más mis caderas al caminar, buscando roces, besos en la comisura de sus labios, caricias que iban más allá que las de demostrar un cariño fraterno.

Y supe que no le era tan indiferente, supe que su cuerpo reaccionaba al mío, supe que me deseaba más que a cualquier otra persona, que a cualquier otra cosa… pero le dio miedo y empezó a alejarse de mí, empezó a intentar dejar de amarme. Frecuentaba otras personas, otros ambientes, pero al fin y al cabo siempre volvía a mí.

Fue el día de mi cumpleaños número quince que tomé la iniciativa. Nuestros cumpleaños son sólo con unos días de diferencia, por lo que quería darnos un regalo especial para los dos. Ese día le esperé en su habitación y decididamente le dije lo que sentía por él… al principio él intentó negarlo, alegaba que estaba mal que no era correcto, que éramos hombres y no sé qué tantas cosas más a las que hice oídos sordos. Aprovechando una oportunidad me colgué de su cuello y le besé… mi primer beso y fue totalmente suyo. La sensación era fantástica, un vértigo se apoderó de mi vientre, miles de descargas eléctricas se enviaban por mi piel. Por fin lo estaba haciendo, por fin le besaba, besaba a Jung YunHo.

Esa noche fue mi primera vez para muchas cosas, fue la primera vez que me declaré a alguien, la primera vez que di un beso de verdad, la primera vez que YunHo me hizo completamente suyo. Aún puedo recordar sus caricias algo fuertes, sus besos y mordidas que fueron dejando marcas por toda mi piel, marcándome como suyo para toda la vida. Ahí estaba yo, explorando con mis manos su espalda, saboreando sus besos, sintiendo la suavidad de su cabello en mis dedos… siendo llenado por él, completado por él, por su dureza, por su calor. Y no hubo dolor, sólo placer, sólo la más deliciosa de las sensaciones que jamás antes había yo experimentado. Encajamos tan perfectamente como dos mitades de un todo, como si su cuerpo hubiera servido de molde para hacer el mío y viceversa.

Y así iniciamos esta aventura, este amor que no puede ser revelado, este amor escondido incluso de la mirada de nuestros padres que nunca podrían entender esto que sentimos el uno por el otro y que ha logrado salvar los obstáculos del tiempo y la distancia, pues ahora YunHo se encuentra lejos de mí, estudiando en la universidad, pero siempre está en mi corazón y en mi mente.

Muchas veces me he escapado para ir a verle para estar a su lado y pasearnos por campus como una pareja más, declararle al mundo que es sólo mío y alejarle a cuanto tipo o tipa quisiera arrebatármelo. Y en esas escapadas cortas siempre acabamos enredados entre las sábanas de su cama, sintiéndonos el uno al otro, compensando esos días o semanas en que no hemos podido vernos o tocarnos, besarnos.

Mis padres se enfadan, dicen que no debo distraerlo de sus estudios, que no debo seguir comportándome como un niño caprichoso, que debo madurar y que debo dejar a mi hermano hacer su vida… no, ellos no comprenderían, jamás entenderían este amor que YunHo y yo compartimos, más allá de nuestro lazo sanguíneo, más allá de ese amor fraterno… este amor es tan grande que abarca enteras nuestras almas.

Te amo, Yunnie. Te amo, hermano… mi alma, mi cuerpo te pertenecen y te pertenecerán por toda la eternidad.

~°~°~°~°~
YunHo´s PV

La primera vez que lo vi, algo en mi cambió… un sentimiento grande y cálido nació de mi pecho al mirar esos enormes ojos negros que miraban hacia todos lados con curiosidad. Tenía yo escasos cinco años, pero puedo afirmar que en ese momento fue amor a primera vista, como si supiera que había llegado a mí la persona que me pertenecería por completo por toda la eternidad.

Mi vida era suya desde ese primer momento en que le tomé en mis brazos. Siempre estuve a su lado, me hice una promesa y a mis padres de que nunca nada le pasaría mientras estuviera mi lado. Y cumplí con creces mi promesa. Le protegía, le ayudaba, le cuidaba, deseaba que nada ni nadie le lastimara… incluso si caía enfermo de una gripe, me preocupaba y me culpaba de que aquello le hubiese ocurrido, por no prestar atención, por no poder defenderlo incluso de alguna cosa como esa.

Y poco a poco fui dándome cuenta que ese amor que yo le profesaba no era el típico amor de hermanos que debía ser entre nosotros. Veía a mis compañeros de clase, a mis amigos, enojarse, gritar y decir odiar a sus hermanos menores y yo no podía… no podía decir cosas semejantes, porque si sólo veía una sola lágrima suya hacía mi corazón estremecer, romperse en mil pedazos y hacía cualquier cosa con tal de verle sonreír. Amo tanto el sonido de su risa y el brillo de sus ojos, que incluso mataría a aquel que ose quitárselos, así sea yo mismo el culpable de su tristeza.

Cada día, a cada minuto sentía crecer mi amor hacia ti, e intenté negarlo, intenté que no fuera así… quise transformarlo de nuevo en amor de hermanos, pero no pude, mi fuerza de voluntad no fue tan fuerte como yo alguna vez creí. Intentaba olvidarte con otros ojos, con otras caricias, con otras risas, no estaba bien, no era lo correcto. Eras solamente un niño… un niño hermoso que además tuve la desgracia de que nacieras mi hermano menor.

Maldije tantas veces a la vida, a Dios, al destino por haberte puesto en mi camino de esta manera, por mostrarme a mi amor así, tan cerca de mí, tan cerca de mi corazón, pero convertido en un algo imposible para mí. Y lloré a mares al admitir que te amaba, más que a mi vida, más que a nada en este maldito mundo e intenté alejarme de ti una vez, pero mi elección no fue la correcta, cometí muchos errores que estuve a nada de pagar muy caro.

¿Lloré al saber de mi equivocación? Sí, lo hice, pero lloré de felicidad porque al final habías sido tú, mi ángel, el que me había salvado del destino que me esperaba junto a aquella chica que sólo me estaba utilizando para cubrir un error que nacería unos siete meses después de que la conocí.

Y agradecí a Dios porque hubieras sido tú el que se dio cuenta de las cosas… entonces, me pregunté, si Dios realmente estaba en contra de nosotros, de nuestro amor. Porque no hacía nada para separarnos, porque no hacía nada para castigarnos, al contrario… cada día a cada segundo nuestra unión se volvía más fuerte. Cada día a cada segundo, este amor que sentía por ti florecía sin que nada ni nadie pudiese evitarlo.

Y junto con mi amor, tú también florecías, convirtiéndote en un hermoso joven de piel pálida y labios tan rojos como las fresas, de esbelto cuerpo y cintura tan pequeña como para ser rodeada con los brazos para ser protegido… encajas tan perfecto en mis brazos, que incluso me sorprendía que fuera así.

Para mí, las cosas se estaban saliendo de su cauce. En mi amor, mi necesidad, cada noche soñaba que llegabas a mí, cada noche soñaba con tus besos, tus caricias, con tus manos rodeándome, con tu calor y estrechez recibiéndome, estimulando mi goce. Casi podía sentir el quemar de tu aliento sobre mi piel. Y es que parecía que con cada movimiento, cada sonrisa, cada roce, me estuvieses provocando, desatando mis instintos, queriendo tomarte en mis brazos y llevarte lejos donde pudiera amarte sin ningún impedimento.

Pero no era así, no debía ser así. Soy tu hermano, tu hermano mayor.., yo debería cuidarte y protegerte como tal, no celarte como si fuera tu amante, no desear poseerte como si fueras un objeto, como lo hago ahora… deseo tanto tomarte en mis brazos, besarte y poner fin a mi sed saciándome de ti.

Y me alejé por miedo a que un día de esos, no pudiese controlarme, dejándome llevar por mis pasiones, tomándote a la fuerza y haciendo que me odiaras, como seguramente me merezco por desearte a ti, mi hermano menor, por desear tocar tu cuerpo, poseerte sin recato alguno y hundirme en tu cuerpo, llenarte de mí y que grites mi nombre en medio de tu placer… por eso preferí mantenerte lejos de mí.

Pero el destino tiene preparadas más sorpresas de las que te puedes creer… y una de ellas ocurrió el día de tu cumpleaños, esa noche entraste a mmi habitación, me esperaste ahí para decirme lo que he estado añorando todo este tiempo. Al principio creí que era una mala jugada de mi mente, que no estabas así, que sólo lo imaginaba, pero cuando sentí tus labios en los míos, cuando por fin pude sentir tu piel junto a la mía, supe que era la más hermosa realidad que podría vivir.

Aquella noche te hice el amor por primera vez… acaricié tu piel en cada centímetro, memorizándola, como si fuera la única vez que estuvieras entre mis brazos, porque tenía miedo de que te arrepintieras, de que al final supieras que no me amabas como decías, que estuvieras cometiendo un error, que para mí sería la gloria, pero que a ti te llevara por un camino que no fuera el mío.

No fue así, te aferraste a mí con la misma fuerza, tus manos me desnudaron con la misma parsimonia con la que las mías lo hicieron con tu cuerpo, mis besos te marcaron y tus gemidos fueron provocados por mis caricias. Cuando por fin pude entrar en tu cuerpo, cuando por fin fuimos uno, fue el momento más feliz de mi vida… y supe que te amaría más que a nada y a nadie.

Y así inició este camino, a escondidas de los demás, de nuestros padres, de nuestros amigos… un amor que no puede ser revelado jamás, pero que sigue aquí en el corazón, creciendo cada día, llenando el vacío que tu ausencia me deja cada vez que regreso a la escuela, cada vez que regreso a una habitación que está vacía sin tu presencia, sin tu calor.

Te extraño cada día, cada noche… sigo adelante en este mundo nada más por ti, para ti. Eres mi sostén, mi apoyo, mi pilar para enfrentar lo que venga en un futro… y aunque nuestros padres insistan en que no debo dejarme llevar por ti, que debo buscar a alguien para formar una familia, un hogar, yo no puedo ver a nadie más en ese lugar más que a ti… tú eres el único a quien puedo ver como mi familia ay mi hogar al cual regresar…

¿Quién podría imaginarse que ese pequeño ser que nació cuando yo tenía cinco años se iba a convertir en el amor de mi vida, en la persona más importante del universo para mí? ¿Habrá sido el destino? ¿Dios? Lo ignoro, sólo sé que eres un parte de mí, sangre de mmi sangre a quien no dejaré ir, ni permitiré que alejen de mi lado por ningún motivo.

Te amo Jung JaeJoong… hasta el último día de mi existencia te amaré.
Notas finales: Incesto YunJae!!!!!!!!!!!!!!!

Lo amo *O*

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).