Kiba trataba de no gruñirle a la anciana Jocabeb, ya que esta seguía manoseándolo con esas arrugadas manos suaves que desprendían un olor a cremas perfumadas. Le pasaba las uñas por la cara, le apretaba la barbilla, le alzaba por las axilas, le media los brazos y el largo d e las piernas, terminaba por estrechar la cintura e incluso metió la mano bajo la blusa, sobando el plano abdomen.
El examen era molesto para Kiba, quien no estaba nada acostumbrado al toque excesivo. Ninguno de los Johannes era muy amoroso, exceptuando a su padre.
-ya le dije que era fértil - salto a la defensiva Crixus. Sebastián casi estuvo apunto de agradecerle esa indiscreción con un verdadero “gracias”, pero la intención de Jocabeb por llevarse a Kiba al cuarto que estaba al fondo, se llevaron sus deseos: tenia que evitar que su abuela sometiera a Kiba a ese examen tan humillante. Personalmente no sabia que pasaba en la cabeza durante la prueba de virginidad, pero tan solo ver la manera tan desmoronada en la que Fia o Yoite salían, le bastaba para proteger a Kiba. - y virgen. Le aseguro señora Jocabeb que el cachorro, es eso: un simple cachorro.
-si es un animal - contradijo de mala gana Jocabeb - pudo ser tomado por cualquier macho asqueroso.- Kiba quiso zafarse de esa garra que lo traía prisionero, sin éxito.
-esta con nosotros desde meses - rebatió Mio ofendido
-debo de asegurarme de su valor. Después de todo estamos hablando de la dinastía Johannes. Me rehusó a entregar mala calidad.
-Kiba no es ningún animal - grito Sebastián. Kiba ladeo la cabeza tratando de comprender la manera en la que su padre negaba su propia especie. Él era un lobo, el que fuera criado por humanos no lo convertía en uno.- créame abuela cuando le digo que Kiba es un digno heredero.
-Kyoya, Kardia e Inx - los nombrados dieron un brinco en su lugar. Detestaban cuando los abuelos de la familia mandaban a obedecerlos.- traigan mi bolso, los espero junto con Kiba en su cuarto.
Sin ninguna consideración extra, Jocabeb arrastro a Kiba: ignorando la manera en la que Crixus sujetaba a Sebastián, quien peleaba incluso a palabras contra Titán y Mia. Yoite por el contrario observo por la ventana a la sombra gris que trepaba por los costados, y pensando que era el guardaespaldas que Titán le impusiera a Sebastián y a Kiba sin que estos supieran: salió de la habitación para detener el seguro derramamiento de sangre que se llevaría acabo.
-ya sabias que esto pasaría - dijo Mia, quien trataba de calmar a su hermanito - Kiba es Doncel. Sabes que nosotros somos los aseguradores d e buena prole. La mejora d e la raza es la única cosa que a los nobles importa.
-pero Light y Yoite son los....que, bueno..ellos: no quiero tirarles la bola, pero deberían de seguir siendo los
-tienen que seguir - le corrigió con dulzura Mia - pero ahora que el heredero universal es Doncel, es lógico que la Abuela se ponga estricta. Kiba lo soportara. No e s por el cachorro por quien me preocupo - admitió avergonzada - me angustia el que nosotros no lo podamos aceptar de la misma manera.
-lo siento, Sebastián - volvió a decir Crixus - Cassiel trato de advertirme que la Abuela me doparía con suero d e la verdad- Sebastián voltio a ver a su otro primo que trataba de pasar desapercibido para el molesto Titán que tragaba del muerto. Cierto, la culpa era solo suya por no preparar a Kiba.- en cuanto supieron que era un Lobo, se volvieron locos de remate, hicieron planes inverosímiles: pasaron por t odas las posibilidades que me enfermaron, terminaron por aceptar que era grandioso el que un Lobo entrara de forma tan vulgar a la familia.
-anda hermano, hay que prepara un te y pastel para Kiba - susurro Light - siempre es lo mejor para levantar el animo.
-hay que traer un pastel de carne - soltó animado Mio - ¿en donde esta Yoite?
-salió a ver algo - le contesto Cassiel con el teléfono en la mano - ¿llamo ya a la pastelería? ¿O prefieren que esperemos?
-llámalos - ordeno Sebastián.
Kiba no entendía que era lo que alteraba a todos en la casa. Solo quería irse al lado de su papa. La anciana que tenia entendido era la Abuela de su padre, desprendía no solo ese aroma sintético a fresas, sino un hedor agrio...como si fuera la misma codicia materializándose.
A la que llamaba Inx, le miraba con pena; el denominado Kyoya prepara en silencio unos tubitos trasparentes similares a tubos de cristal para remover las sustancias en los vasos de precipitación en los laboratorios.; Kardia le estaba bajando los pantalones con suavidad, tratando inútilmente de no alterarlo.
Kiba se impaciento, no le gustaba amanera en la que lo tocaban. Kyoya anticipándose a que actuaría violentamente para escaparse de Kardia, soltó sus instrumentos y fue a sujetar al cachorro. Tumbándolo en la cama le separo las piernas con las rodillas y le torció los brazos, manteniéndolo contra el colchón. Kiba se removió con furia, sin lograr mucho, Kyoya era mayor por unos diez años y tenia las ordenes de Jocabeb de no perder, la prioridad para Kyoya era evitar un castigo de la anciana por no lograr obedecerla.
A si eso significará lastimar al hijo de Sebastián, al que se veía que amaba.
-tranquilo cachorro - le dijo Jocabeb - si es que no te han mordido del cuello y sujetado a gruñidos entre los matorrales, para copular contigo: no deberías de temerme. Solo es una pequeña prueba.- Inx giro el rostro, demasiado disgustada por lo que su ama hacia. Se miro a si misma con pena, luego observo a Kardia y a Kyoya: cierto, ellos tres era la comitiva personal de la anciana. Tendrían ya que estar acostumbrados. Por esos momentos odiaba no ser parte de otra familia, o envidiaba a Kiitye, Darien y Sixity por pertenecer a Mio - eres un animal.
-me llamo Kiba y soy un Lobo - le respondió orgulloso de su raza - soy un Lobo, no un animal cualquiera.
-para ser tan pequeño tienes una lengua muy afilada.
-para ser tan anciana, tiene un corazón demasiado helado.
-veremos si sostienes tus palabras - Jocabeb estiro una sonrisa. Agarro un tubo un tanto grueso, Kyoya lo reconoció como el más grueso para esa clase de pruebas....y teniendo en cuenta que Kiba era tan solo un niño: aquello le dolería mas de lo que se estaba acostumbrado.
Yoite observo a Tsume, que traía una daga desenfundada: listo para saltar sobre la anciana. Yoite se alegró por saber que llego a tiempo. Hacia mucho aire afuera. Por lo que le asombraba que el hombre no terminara en el piso a varios metros pese a estar colgado solo de una mano en la ventana.
Iniciaba a entender la razón de la confianza de Titán. Tsume se veía muy capaz de cualquier proeza.
-yo que tú, no lo haría. - le dijo. Tsume apenas desvió la atención de su verdadero objetivo - la vieja es detestable, pero es la que tiene la más alta jerarquía. Algún día Kiba mismo la tendrá. - Yoite disimulo un escalofrío al oír el aullido de Kiba - parece que ni siquiera uso lubricante.
-los humanos son unos bárbaros - se quejo Tsume. Impotente como se sentía de no poder proteger a ese cachorro, salto de un solo impulso hasta donde Yoite: siendo él el sorprendido por la naturalidad del Johannes por no decirle nada respecto a sus habilidades- es un cachorro. Solo huele a él mismo.
-así que eres un lobo - dijo Yoite apartándose dos pasos - hueles raro, muy diferente a Kiba.
-para ser un humano tienes un olfato fino - elogio a su propia manera - lo que hueles es el aroma de un macho. Kiba es un Beta, es lógico que su olor sea más suave. Aun el de su sangre.
-¿es mucha? - pregunto preocupado - Jocabeb se oía enojada. Kiba debió de pasarla mal. Es demasiado humillante que te habrán, que te digan que eres un regalado y que hay que asegurarse que no ensuciaras a la familia.
-no demasiada.
-que bueno.
-por tu expresión veo que a ti te fue peor.- Yoite ni se molesto en contestarle. El contarle su vida a un extraño no era su actividad favorita. Tsume le paso su chaqueta sobre los hombros temblorosos, d e los cuales Yoite ni se había percatado.- hace fresco. Devuélvela cuando la desocupes. Basta con que la dejes tirada en el elevador o en las escaleras. De todas formas, siempre ando vagabundeando por estos sitios.
-eres el perro guardián de Kiba y de mi hermano.
-cuidado con tus palabras. Puedes lastimar a alguien que sea sensible.
-Yoite Johannes.- Tsume solo se sonrió de forma socarrona.
Jocabeb salió del cuarto con un Kiba menos intenso, pero con un cargada mirada de desafió que Mia y Sebastián reconocieron de inmediato: Kiba se opondría a la misma familia con todas sus fuerzas.
-tiene mi aprobación.- soltó Jocabeb. La mayoría de los Johannes soltaron alabanzas de jubilo e iniciaron a felicitar a Sebastián y a Kiba.
-ten - Sebastián le tendió una rebanada d e pastel de carne a su hijo - siento tanto que hayas pasado por esta desagradable experiencia.
-creo que es normal - soltó Kiba con una mueca amarga - los humanos tienen costumbres incomprensibles en ocasiones.
-más tarde te daré un té. Light dice que siempre es bueno tras de todo “eso”
-¿habrá mas cumpleaños como estos? - pregunto Kiba con mala espina - si es así, no quiero cumplir mas años.
-procuraremos que las revisiones sean muy esporádicas y en otras fechas.
Sebastián termino de recordar esos pasajes.
Salio con la chaqueta entre las manos y espero a su hijo. Ya era tarde para llegar a buena hora sin el trágico estresante.
Lo que Sebastián no sabia, era que Darcia y Kiba se enfrentarían dentro de poco.