El cielo, por encima de las nubes, era un telón negro donde titilaban una miríada de centelleantes estrellas…jamás en mi vida las había visto tan cerca; con mis ojos fijos en el panorama más allá de la ventanilla, no había turbulencia que me inquietara, mi pensamiento estaba lleno de ideas que iban y venían, de pensamientos que volaban y convergían en una sola cosa: en pocas horas te vería.
El timbre de aviso de comunicado del capitán anunciando la llegada a nuestro destino me hace estremecer, y mientras aterrizamos sólo puedo pensar “ finalmente estoy aquí…” ; son las 04:25 de la madrugada, hay 10 grados centígrados afuera pero mi corazón arde con una llama que aumenta el calor dentro de mi. Mientras busco al transfer, y emprendemos camino al hotel, sus palabras parecen flotar entre el torbellino de ideas que rondan mi cabeza.
Décimo séptimo piso…la habitación está a obscuras, dejo mi equipaje y enciendo las luces…todavía me parece irreal el hecho de estar allí, son las 5:30 de la mañana y no tengo sueño; desempaco, y me asomo al amplio ventanal corriendo la cortina…de todos los amaneceres que he podido ver, este es totalmente distinto, y uno que recordaré toda mi vida: el contraste de una selva de cemento a las faldas de la Gran Cordillera que se vislumbra majestuosa cubierta de neblina mientras el sol lentamente corre el velo de las sombras: allí, en algún lugar estás, sólo que ahora yo también estoy aquí…
Ha sonado el teléfono…son las 7 de la mañana…tu voz al otro lado de la línea me ha traído a la conclusión de que no sueño, y mi corazón se acelera, y las maripositas en mi estómago empiezan a moverse; la espera se hace un poco largar pero…esta espera es distinta; mientras estoy echada en la cama, pienso y no pienso al mismo tiempo. Me pongo de pie, y me acuesto de nuevo nerviosamente, mirando por el ojo mágico de la puerta…en cada instante me parece oir el toque en ella, pero no, mis oídos alucinan. En la cama, mirando como la mañana cobra cuerpo, me he perdido en un ensueño un instante, y de repente allí está…un suave toque a la puerta y he saltado como un resorte hasta el umbral…¿qué es esta sensación en el estómago?...no puedo detener mi corazón para q no lata tan rápido…mis manos están frías, mis piernas tiemblan…alguien tan seguro como yo…mira lo que me has hecho…
Y lentamente miro por el ojo mágico…y por todos los dioses que en verdad debo estar soñando…porque sólo he visto tan bella visión en mis ensueños de poeta…tu espigada figura con los semirizos de tus cabellos castaños cayendo sobre tus hombros, tu mirada baja,tus labios rojos, tu abrigo azul…y me has pillado infraganti mientras estuve paralizada detrás de la puerta espiándote: y todo se ha iluminado con esa hermosa sonrisa, embelleciendo más aún tu rostro con el delicado color rosa que ha subido a tus mejillas. Abro lentamente la puerta…siento que me falta el aire…y en un instante, frente a frente tú y yo, envueltas en silencio, nuestros ojos han hablado más que nuestros labios…y extendiéndote la mano, haciendo que pases, no puedo despegar mis ojos de ti, y no puedo parar de sonreír…y en el umbral, en un momento, solo he podido echarme en tus brazos…fundirme en ese abrazo ansiado hace tanto tiempo….eres tan real…cada parte de ti…cuanto nos dijimos en ese abrazo, cuanto nos dijimos mirándonos a los ojos, no éramos dos extrañas que se veían por vez primera: éramos dos seres reencontrándose luego de una larga espera.
Y entre sonrisas, susurros, palabras, he caído bajo el hechizo de tus labios…esos labios que me incitan a besarlos…ese primer beso esperado, ese beso que recuerdo de antaño…esa sensación única… ;y entre besos, y recuerdos, entre suspiros y latidos, hemos respondido al llamado de nuestras almas, y nos hemos despojado de temores, y ansiedades junto con nuestras ropas, y tan sólo las paredes son testigos de ese esperado encuentro.
En tus ojos miro un misterio que tan sólo yo conozco, y al mismo tiempo todo es tan vasto en ellos…simplemente no es de este mundo;¿ qué es esta sensación de vulnerabilidad estando acurrucada entre tus brazos, envuelta en tu aroma? ¿Qué es esta sensación de totalidad al fundirme en ti…?...yo lo sé, lo sé porque es el misterio que llevas en tus ojos.
Cada instante compartido, cada plática contigo, cada sonrisa compartida, cada gesto es un mundo nuevo para ambas…y en el vaivén imparable de minutos que no se detienen aunque queramos, le hemos puesto rienda al tiempo para renovar una promesa, cuyo símbolo no sólo llevamos en nuestro corazón.
Es Jueves..los días han volado, porque el tiempo se hace tan corto cuando queremos que se alargue más…reloj, detén tu inexorable curso un instante…noche, extiende tu manto para que tu hermana el amanecer no llegue nunca…sueño, no tiendas tus manos sobre mis párpados…por favor…déjenme grabar el maravilloso cuadro que es tenerla dormida entre mis brazos, acurrucada en mi regazo…Pero el tiempo no perdona…
Hoy el día está muy frío…y como siempre, aunque nuestros labios no hablan lo que hay en nuestro corazón, nuestros ojos lo dicen…tengo esta imagen aun en mi mente, y aunque han pasado meses ya, está allí tan fresca como ese día… de pie, mirándonos frente a la entrada de migración…tu rostro aparentemente calmo…ese abrazo…no me quiero ir…pero porqué no puedo decirlo…?...ese beso camuflajeado, esa opresión en el pecho…no me quiero ir…por qué no puedo decirlo?...
Y mientras suelto tu mano…mientras camino lento hacia la ventanilla por el largo pasillo, el ruido a mi alrededor no existe más…oigo tu voz en un susurro…y no puedo cumplir lo que te prometí…mi vista se ha nublado…y solo he atinado a mirar hacia la puerta donde tu figura permanece de pie con tu mano levantada…no me quiero ir….¿por qué no pude decirlo?... He levantado la vista desde la ventanilla, y he visto tu rostro por última vez antes de que el pasillo nos separe…tu rostro ha cambiado, y tampoco has podido cumplir tu promesa…y tus ojos dicen no te vayas, y mi corazón se ha ahogado en un dolor indescriptible interrumpido por la áspera voz de encargado de migración que me ha ordenado avanzar…
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Han transcurrido muchas lunas desde entonces, y aunque ese adiós aun me provoca lágrimas incluso al escribirlo aquí, también es verdad que el recuerdo de tu risa y de tu calor en nuestro reencuentro me llena de calma, alegría y ansias de que el momento de vernos otra vez llegue pronto… Porque si un amanecer me llevó hasta ti, él me traerá de vuelta…porque mi corazón se quedó contigo, en tus manos , y regresaré por él para mirar contigo muchos amaneceres, como aquel primer amanecer, mirando la cordillera…ese, nuestro amanecer en Santiago.
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Esta historia es verdadera es de nuestro comienzo y del momento en que compartimos esta vida juntas ahora, luego de casi 4 años que cumpliremos pronto estamos reunidas amandonos como el primer día, en donde ella me enseño que el amor existe.
Gracias por amarme mi bello ángel.