Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sweet Fate por blackrain

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Me exedí un poco en este one-shot, pero me dió flojerita partirlo en dos (sigo con la idea de que debería hacerlo, pero la flojera mata)

Este capitulo va con cariño para hina_chan, andry y moonrose que me comentaron en el fic anterior

Notas del capitulo:

 Ashh, demasiadas notas para mi gusto...

Well, existira un tercer fic relacionado, pero no aseguro que este pronto, tengo la intención de actualizar mis fics, que buena falta les hace...

Enjoy!!

 

“-¿Me vas a querer siempre?

-Sí, te prometo que te querré hasta que muera…”        

···5 años después···

El pelinegro se colocó su chaqueta negra, abrochó su pantalón de mezclilla, tomando su maleta salió de la habitación.

Cuando la pelinegra y el castaño llegaron a casa encontraron al atractivo joven de 16 años sentado a la entrada abrochándose sus zapatos.

-Sai-kun, ¿te vas ya?- preguntó la pelinegra, poseedora de unos sorprendentes ojos claros.

-Sí, Hinata-san, mi avión sale en una hora, no quiero perderlo- el pelinegro no dejó su labor de atar sus botas, sonreía emocionado mientras lo hacía, y lo ocultaba agachando su cabeza para que sus negros mechones cubrieran su rostro.

-Iremos a visitarte a mitad de las vacaciones- el castaño se hincó a su altura mientras hablaba, con todo su ser Sai se obligó a dejar de sonreír- después de todo, queremos ver que tiene de maravilloso ese lugar para que desees abandonar París, pequeño Monet.

-Tienes que dejar de llamarme así, Neji-san-le dijo poniéndose en pie.

-Prefieres pequeño Van Gogh, pero en su vida nunca fue reconocido, todos sabemos que contigo no es así para nada, quizá niño genio te iría mejor, el Mozart de la pintura- Sai escuchó una risita escapar de Hinata, por lo que se levantó apurado.

-Me voy, un vuelo me espera- tomando su maleta se apuró a salir corriendo a la calle.

-Lograste que se sonrojara- comentó Hinata aún riendo.

-Cada día es más fácil romper su barrera- Neji se quitó sus zapatos- al principio estaba tan enfurruñado que ni siquiera nos dirigía la palabra.

-Ya han pasado casi 4 años, siempre a causa de su actitud le prohibieron el internet y el teléfono a menos que su tío lo llamara- Hinata siguió su ejemplo y entró al interior de la casa- estos últimos meses fue un ejemplo de buena conducta, aunque me tomó por sorpresa el hecho de que planeó no volver.

-Es una lástima- Neji se detuvo frente a la habitación de Sai- en Japón ese niño es una joya tirada en un desierto.

···

-¡Sai!- Kakashi Hatake vestía con un pantalón militar con bolsas a los costados y una ajustada camisa negra.

El pelinegro corrió hasta su tío, deteniéndose ante él sin estar seguro que hacer, pero el mayor no dudó y lo abrazó con fuerza, levantándolo incluso unos centímetros del suelo.

-No pienso permitirte volver a ese país, yo no sé que piense hacer, pero de mi lado no te vas.

Sai sonrió, correspondió el abrazó de Kakashi, su tío sin necesidad de pedírselo había cumplido su deseo.

-Me quedaré- le respondió aliviado.

El mayor lo soltó, permitiéndole alejarse de él, lo observó de arriba a abajo. El bajito niño que se había marchado volvió hecho un joven de cerca de 165 de altura, la pálida piel del joven seguía conservando la blancura de la niñez, su delgado cuerpo lucía atractivo acentuado por el pantalón de mezclilla ligeramente ajustado que remarcaba las largas piernas, la chaqueta negra de cuero abierta mostraba su delgado abdomen gracias a la ajustada camisa blanca. Su rostro le pareció hermoso a su tío, pero quiso pensar que se debía al orgullo de padre que sentía por él menor.

-Falta algo- Kakashi se quitó los lentes de aviador que cargaba en el cuello de la camisa y se los colocó con cuidado a Sai- ahora si pareces una famosa figura pública.

-Bromeas- Sai rió, una sonrisa sincera que causo un escalofrió a su tío.

-Bueno, faltarían algunos piercing y tatuajes para eso.

-Es acaso un permiso lo que estoy escuchando- Sai rió travieso.

-Lo de los piercing es posible- tomó la maleta del joven, pasando un brazo por sus estrechos hombros comenzó a caminar- lo de los tatuajes debo pensarlo aún más.

Sai soltó una agradable carcajada, pasó una mano por la cintura de su tío, comenzando a caminar a su paso.

-¿Cómo te ha ido en el ejercito?

-Cielo, eso es algo de lo que no quiero hablar, lo que menos quiero es que el jet lag que no logró dormirte termine haciéndolo mi aburrida plática- abrazándose con más fuerza ambos continuaron caminado.

···

-¡Sai-kun!- el pelinegro volteó, sorprendido al ser llamado por una voz que no reconocía.

-¿Gaa-Gaara-kun?- Un atractivo joven pelirrojo se dirigía a él con una sonrisa, sus ojos verdes y su blanca piel no le permitían confundirlo- ¿Eres Sabaku no Gaara?

-Me reconociste- una agradable sonrisa se dibujo en su atractivo rostro, Gaara era más alto que él, quizá cerca de 5 centímetros, lo que logró incomodarlo un poco, cuando eran pequeños Gaara era más bajito que él.

-¿Gaara-kun, cuánto mides?-preguntó algo receloso.

-170-rió alegre, vestía en un estilo casual-formal, usaba una camisa a rayas color blanca y negra, y un pantalón de mezclilla desgarrado de algunas partes, usaba una levita negra que le llegaba a media pierna con botones de plata y una cadena de plata de un bolsillo atada a un botón, mostrando que cargaba un reloj de bolsillo. Las botas negras estaban por encima del pantalón.

-Vistes muy bien-comentó Sai.

-Gracias, voy a mi trabajo, ¿tienes algo que hacer?- el pelinegro negó con su cabeza.

-Salí a pasear, quería ver que tanto había cambiado todo- “y esperaba encontrarme con alguien” fue lo que no se atrevió a mencionar.

-Entonces ¿por qué no me acompañas al trabajo?, verás a Naru ahí.

-¿Naru?- Sai sonrió- aún sales con Naruto Uzumaki.

Las mejillas de pelirrojo se tornaron rojas.

-Se ha vuelto algo muy formal- comentó apenado.

-Me alegró mucho por ustedes.

Sai comenzó a seguir al pelirrojo, su ex compañero de primaria se puso serio de repente.

-Nunca te comunicaste, a pesar de que prometiste hacerlo.

Sai soltó un suspiro.

-Lo hice mal, mi estadía en París…-Sai mordió su labio, se veía preocupado, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón negro, sus hombros se veían decaídos- no quise quedarme… me di cuenta que era demasiado tiempo, demasiado lejos… el castigo de mi escuela es prohibir las comunicaciones… he estado castigado años… me porté excelente estos últimos meses… me porte maravillosamente para que me dieran el permiso de salir por vacaciones.

-¿Volverás?

-Kakashi me prometió que no volvería.

-Me alegró… Es aquí, hemos llegado.

Gaara se detuvo delante de un elegante edificio, le señaló a Sai para que lo acompañara. Ambos chicos entraron, algunas personas saludaron a Gaara y muchas otras miraron a Sai interesados, el pelinegro se vio algo molesto, la gran mayoría eran jóvenes de su edad y todos eran más altos que él. Gaara notó su molestia, lo que lo hizo reír entre dientes.

-Vamos- ambos jóvenes entraron al elevador.

-¿Y París es tan hermoso cómo cuentan?

-Lo es… si tienes con quien disfrutarlo- la puerta del elevador se abrió antes de que llegaran al piso de su destino, un atractivo joven rubio entró al elevador, usaba un frac negro, traía guantes blancos y sostenía un sombrero de copa en sus manos, era más alto que ambos chicos, lograba sacarle cerca de 10 cm a Gaara.

-Hola Gaa-chan-le saludó, clavó sus sorprendentes ojos azules en el pelinegro, hasta el punto de hacer sentir incomodo a Sai.

-¿Sabes quién es?- preguntó Gaara sonriendo.

-¿Naruto-kun?- en las mejillas de su amigo no estaban esas características marcas en las mejillas.

-¡Sai-chan!- el rubio exclamó emocionado al reconocer al pelinegro- Haz cambiado, te has vuelto muy atractivo, aunque eres muy bajito- agregó riendo.

-Tú eres el que ha crecido mucho- comentó un poco ofendido- además aún estoy en mi desarrollo.

-Pues mido 180, Minato oto-san mide 185, así que aún espero crecer eso.

-¿Qué pasó con tus mejillas?

-Es maquillaje- Naruto se colocó a un lado de Gaara, abrazándolo por la cintura- voy a una sesión fotográfica, por eso la ropa.

-¿También eres modelo?

-¿Acaso no lo parezco?

-Sí…

-¿Por qué no vas con Naruto? Debo ir a cambiarme para mi sesión, te la pasaras bien, yo bajaré en el próximo piso-Naruto dio un beso en los labios a Gaara, Sai desvió la vista un poco sonrojado al ver la intensidad de su beso.

-Nos vemos al rato…

···

-No has pensado en trabajar medio tiempo.

-¿Por qué preguntas?

Ambos se encontraban sentados, tomando un descanso de la sesión fotográfica.

-Podrías intentarlo aquí…

-¿De modelo? No gracias- agregó con rapidez, odiaba ser el centro de la atención.

-Pues pensaba en otra cosa- comentó Naruto, no quiso agregar que su amigo era muy bajito para ser modelo- tuviste fotografía en tu escuela.

-Lleve un taller, pero era fotografía artística…

-Eso te sobrecalifica para el empleo- un joven de cabello largo atado en una cola alta se acercó a ellos, Sai lo reconoció como el fotógrafo de su amigo rubio.

-Sai-chan, te presentó a Shikamaru Nara, es uno de los encargados de la agencia.

-Tu amigo Sabaku-san nos habló de ti, dijo que acabas de volver de Francia, ¿aceptarías el empleo? Sé que suena un poco apresurado, pero siendo sincero estoy bastante interesado en ti, como podrás imaginar no es normal encontrar a alguien con tus estudios a pesar de tu corta edad.

Sai se sonrojó sutilmente ante los halagos del mayor, Shikamaru tendría cerca de 25 y parecía ser muy bueno en su trabajo, por lo que los cumplidos por su parte ganaban más valor.

-¿Qué me dices?

-Tendría que hablar con mi tío.

-Acompáñame a mi oficina y lo llamas de ahí… si es que estás interesado.

-Pero no conoces mi trabajo- Sai volteó con Naruto por apoyó, pero su amigo sólo sonrió encogiéndose de hombros.

-Para ser sincero- Shikamaru se alejó un poco de ellos para tomar una mochila, acercándose a ambos jóvenes notaron que traía una tablet electrónica en sus manos, se la entregó a Sai- conozco tu trabajo.

-¿Qué es?- el rubio se levantó, viendo lo que Shikamaru le mostraba en su tablet.

-Mi trabajo

-Tu escuela lo mostro debido a que fuiste premiado por el primer lugar, tu trabajo me encanta, es por eso mi empeño porque trabajes para nosotros. 

-Pues… - las mejillas del menor se sonrojaron un poco más notable- hablaré con mi tío.

-Gracias, Sai-kun- Shikamaru pareció emocionado ante la promesa del menor.

-Gracias, gracias, gracias- tomó ambas manos del menor apretándolas emocionado, soltándolo volteó con el rubio- vamos Naruto-kun, terminemos con la sesión.

–Sí- el rubio le sonrió con amabilidad a Sai- no tardaremos.

···

–¿Le dijiste a Sai-kun?- Naruto estaba acostado en su cama, vestía sólo con unos ajustados bóxer negros, Gaara que estaba sentado en una orilla de la cama, vestía sólo con una toalla atada a su cintura, mientras que con otra toalla secaba su cabello era quien preguntó.

-No- el rubio se levantó, yendo a sentarse cerca juntó a Gaara, comenzó a besar su espalda con dulzura, pasó sus manos por sus hombros, logrando que su amante se estremeciera– pensé que se lo dirías tú.

-Él no preguntó, ¿crees que lo olvido?

-Para nada, creo que lo ha estado buscando, ¿sabes que me contó cuando le pregunte qué ha estado haciendo?- Gaara negó con su cabeza, dejando escapar un gemidito de sus labios cuando una de las manos de Naruto pellizcó una de sus tetillas- “Solo he paseado” Sasuke cambio de casa, así que Sai no puede encontrarlo.

– ¿Le diremos?

–No,  se encontraran más pronto de lo que se imaginan- comenzó a morder el blanco cuello de Gaara.

-No me dejes marcas- se quejó- Shikamaru me regañará si ve marcas de nuevo.

-Necesitamos vacaciones- lo tomó con delicadeza de la barbilla, besando con voracidad sus labios, beso que fue correspondido por el pelirrojo que pasó sus manos por su cuello, atrayéndolo más a él.

···

-¿Seguro quieres trabajar ahí?- su tío estaba leyendo los papeles.

-Bueno, es mi trabajo fotográfico el que quieren, además será bueno tener un poco de dinero extra, ¿no crees?

-Bien, bien- su tío terminó de leer- será como quieras, además no parece haber nada malo con el contrato- firmó sus papeles, recibiendo por parte de Sai un abrazó y un beso en agradecimiento.

-Gracias.

-Pero prométeme que no descuidaras tus estudios cuando entres a la escuela- Sai asintió.

-Ya me he inscrito, sólo necesito que se acaben las vacaciones para volver.

···

-Muchas gracias- Shikamaru se veía realmente feliz al recibir los papeles de Sai- puedes comenzar mañana mismo, hoy puedes conocer el lugar.

-Gracias- Sai salió de la oficina.

-¿Y qué tal?- Naruto estaba afuera de la oficina, esperando a su amigo pelinegro.

-Firmé un contrato por seis meses. Empiezo mañana, hoy me dijo que podía conocer el lugar.

-Me alegró por ti, me gustaría acompañarte, pero debo ir a…

-No te preocupes- le comentó- estaré bien.

-Bueno, me voy- el rubio se dirigió elevador, dejando a Sai sólo.

El joven de piel blanca soltó un suspiro. Volteó a la izquierda y a la derecha, buscando a dónde dirigirse, una vez que tomó una decisión emprendió el camino. No tuvo que caminar mucho cuando se detuvo de pronto, sintió que el aire abandonó sus pulmones, no sabía si tenía miedo o si estaba emocionado al grado de comenzar a gritar.

En el pasillo, afuera de uno de los estudios fotográficos, se encontraba un atractivo joven, vestía con un traje color negro, se encontraba recargado en la pared, pareciera que esperaba a alguien por la insistencia con que miraba él reloj. No importaba que hubiera pasado casi cuatro años de la última vez que lo vio, había cambiado, pero seguía conservando sus rasgos más distintivos, su cabello azulado y el mismo peinado alborotado pero ahora con mechones más largos. En sus manos traía un ramo de rosas blancas que al pelinegro le recordó al de una novia. Sai pasó saliva con dificultad, sentía su corazón acelerado, a pesar del tiempo seguía sintiendo lo mismo que él.

Dio un paso a él… se detuvo, una joven llegó del lado contrario del pasillo, una rubia de cabello largo, usaba un vestido de novia y traía un sombrero de copa negro en sus manos. Le entregó el sombrero al peliazul, quien se inclinó, dando un beso a la joven. Sai sintió las lágrimas correr por sus mejillas, la chica tomó el ramo, pasando su brazo por el del joven de traje y ambos entraron al estudio.

Sai sintió las lágrimas correr por sus mejillas, dio unos pasos hacia atrás, antes de dar la vuelta para empezar a correr, quería alejarse, lo había buscado con tanta ansías, había soñado tanto encontrárselo… tanto, que nunca había imaginado que el ya no lo querría.

“No que me ibas a amar siempre” Quería reclamarle, gritarle que era un mentiroso, pero sabía que no tenía derecho. No se comunicó con él, ni una sola carta le envió.

-Sai-kun, ¿qué te sucede?- el pelirrojo se encontró con él, mirándolo asustado.

-Sasuke… me acabó de encontrar a Sasuke

“Sasuke quiere hablar contigo, me pregunta siempre por ti” Recordaba las palabras de su tío, en cada llamada siempre le mencionaba al peliazul, y con cada mención de él sentía más las ansias de salir y con sus peleas obtenía más regaños, su escuela no estaba dispuesto a dejar escapar a un artista de su nivel, por lo que las peleas y falta de respeto a los maestros, que en cualquier otro alumno hubiera ameritado una expulsión en él solo era incomunicarlo.

Una vez trató de dañar su obra, pensó que si su trabajo fuera malo lo sacaría de la puerta, lo hizo una vez, pero le fue imposible soportarlo. Su obra era parte de sí, la obra era el único recuerdo que lo ataba a Sasuke, fue gracias a él que había comenzado a pintar, fue gracias a él que lo aceptaron en esa escuela de Francia. Fue por él, su arte fue por él, su partida fue por él, sus lágrimas fueron por él, todo siempre fue por él.

-¿Qué sucedió?

-Él sale con alguien más.

-¡¿Cómo?!- Naruto lo miró asustado.

El rubio, el pelirrojo y el pelinegro se encontraban en un área de descanso. Sai había dejado de llorar, tenía una taza de té en sus manos, se veía triste.

-¿Él te lo dijo?- se atrevió a preguntar Gaara.

-Lo vi.

-¿Lo viste?- Naruto lo miraba escéptico.

-Si

-Viste mal…

-Era una joven rubia de cabello largo- su voz bajó de volumen- era más alta que yo…

 -Hablas de Ino, ella no sale con Sasuke-san.

-Vi claramente…- Sai se calló de repente, no podía soportar ver de nuevo a Sasuke así, pero había firmado un contrato, tenía un compromiso con esa empresa…

···

-¿Por qué no hablas con Sasuke-san?- le preguntó el pelirrojo.

-No serviría de nada.

Naruto y Gaara se encontraban en los vestidores cambiándose de ropa, acababan de terminar una sesión de fotos. Un par de horas atrás habían dejado al pintor pelinegro sin poderlo convencer que lo que había visto era un error.

-Sai-kun se ve muy triste, quizá si Sasuke le dijera creería.

-Eso es imposible, ambos son igual de tercos, Sasuke sigue en su idea que el hecho de que Sai no le llamara fue porque ya no quería nada con él, imagino que no querrá aclarar nada… Ambos son iguales de tercos… 

···

Sai guardó su equipo, suspiro tranquilo, el día había acabado tenía casi medio mes trabajando y no había tenido ningún encuentro más con Sasuke, alguna que otra vez se encontraba con la rubia, algunas veces acompañada por otras personas, pero nunca por Sasuke.

-¿Sai-kun?- Shikamaru acababa de entrar al salón, al encontrase con él pelinegro sonrió animado- Me alegra encontrarte a ti.

-Shikamaru-san, ¿qué necesita?

-Bueno… me apena, pero… ¿podrías ayudarme con un trabajo de última hora? Prometo que te pagaré el doble de lo acordado por esto, por favor- el castaño junto su mano en una súplica.

-¿Habrá mucha gente?

-Sólo el modelo y el asistente, serán fotos del modelo para una línea de ropa casual son sólo cinco cambios.

-Bueno, pero necesito llamar a mi tío.- el menor soltó un suspiro resignado

Shikamaru le ofreció su teléfono antes de que cambiara de opinión.

-Gracias…

-¿Dijiste que el fotógrafo es nuevo?- Sasuke Uchiha entró al estudio, en sus manos cargaba tres trajes, mientras el asistente cargaba dos.

-Dicen que es muy atractivo- comentó el asistente.

-Lo es- Shikamaru, se encontraba acomodando el equipo.

-¿Lo contrataste sólo por eso?

-Quizás…- el castaño rió, por lo que Sasuke no pudo entender si hablaba en serio o de broma.

“Tal vez ya que lo vea sabré”

-Si es tan atractivo como dices por qué no lo contrataste de modelo.

-Es un chico bajito, medirá 165 a lo mucho- el castaño terminó de acomodar las cosas, caminando hacía Sasuke dio unas palmaditas en su hombro- no dudes de él, es un excelente fotógrafo, estudió en Paris- ante la mención de ese país Sasuke se vio algo sombrío, incluso Shikamaru pudo notarlo- ¿No eres fanático de lo parisino?

-París me quitó algo muy importante… no es algo que le pueda perdonar ni a un país.

-Es verdad lo que dice Naruto-kun- Shikamaru rió sonoramente- eres un resentido social…

Sasuke hizo mala cara. Tomando un traje estaba por decir que se iría a cambiar, pero el fotógrafo llegó antes, no volteó a verlo hasta que oyó que algo se le cayó.

-¿Estás bien?- escuchó preguntar a Shikamaru al tiempo que volteaba… después de eso no logró escuchar nada más.

Frente a él se encontraba Sai, ni siquiera tuvo que mirarlo con atención para saber que era él, su cabello negro y lacio seguía con esa apariencia tan sedosa que confirmaba cada vez que había pasado sus dedos entre él cuando lo había besado. Su piel blanca seguía del mismo tono del pasado, su atractivo rostro sólo conservaba ligeros rasgos de la niñez reciente. Se había vuelto aún más atractivo, lo que le parecía imposible antes de su partida. Sus ojos oscuros estaban clavados en él, y fue hasta que parpadeó cuando se dio cuenta que necesitaba respirar, su corazón acelerado golpeaba con fuerza su pecho a tal punto que sentía dolor. Vestía con un pantalón de mezclilla que le venía un poco grande, por lo que permitía ver un poco de sus bóxer negros y la blanca piel de su cadera, usaba una camisa blanca ajustada de mangas resacadas que permitía ver sus delgados hombros, la traía un poco desaliñada por lo que parte de la piel del abdomen lograba verse. Era más bajito que él, quizá por 10 o 15 centímetros. Pasó saliva con dificultad, evitando con todo su ser mostrar la necesidad de abrazarlo con fuerza.

Le sorprendía y a la vez le asustaba que la distancia y el tiempo que pasaron separados lejos de disminuir su amor por él sólo lo había aumentado, seguía amándolo, pero ahora no con esa ternura infantil que en el pasado, sino con el deseo de un amante.

No pudo reconocer la expresión con que Sai lo miraba, ¿era tristeza?, ¿era miedo?, ¿quizás dolor? Los ojos del pelinegro se humedecieron, sin entender la razón Sasuke se agachó a recoger el celular que se le había caído, al ofrecérselo a Sai, él no hizo ni el intento por tomarlo, por lo que Shikamaru lo tomó.

-Es mío- volteando con Sai señaló a Sasuke con una mano- él es Sasuke Uchiha, Sasuke, el es Sai Hatake.

Su reacción fue casi automática, le extendió la mano a Sai.

-Mucho gusto, un placer conocerte…

Una lágrima corrió por la mejilla de Sai, ¿lo había lastimado con sus palabras? El más bajito dudó, pero por fin decidió tomar su mano, el contacto fue mínimo, la retiró antes que Sasuke la sujetara bien.

-Sai-kun, estas llorando- Shikamaru se sorprendió al ver las lagrimas del pelinegro más bajito.

-No- el joven del piel blanca limpió sus ojos- cuando salí a hablar por teléfono mis ojos se irritaron, no es nada, pasara pronto.

Se dio la vuelta, dándole la espalda a Sasuke que no apartaba su vista de él.

-¿Comenzamos?… debo volver pronto a casa.

···

Sasuke le sonreía de manera amable, cada vez que se encontraban lo saluda animado. Y eso lo lastimaba, le dolía más que si le hubiera reprochado nunca hablarle, que si le hubiera dicho que lo odiaba. Al menos sabría que sentía algo por él, pero lo había olvidado, no recordaba ni su nombre.

“¿Acaso tan poco signifique para ti”

Las lágrimas de Sai se volvieron a desbordar, las limpió con rapidez, no quería que nadie lo viera llorando en el trabajo.

-Sai-kun, que bueno que te encuentro- Shikamaru había abierto la puerta de repente, Sai estaba revisando unas fotos.

-¿Qué sucede?- cada vez que Shikamaru tenía esa expresión era que le pediría algo.

-Mides 165.

-Si- sus mejillas se sonrojaron, le apenaba su estatura en un lugar en que todos median como mínimo   170.

-Me alegra, necesito que vengas conmigo- lo tomó del brazo, antes de que pudiera decir algo más lo jaló, obligándolo a seguirlo- tengo un trabajo para ti.

···

-¡¿Qué no quiero a Sai?! ¡¿Cómo se atreven a decir eso?!

Ambos jóvenes se quedaron sorprendidos por la reacción tan violenta de Sasuke. Naruto, que era el más acostumbrado a su amigo fue quien respondió.

-Entonces ¿por qué te empeñas en lastimarlo fingiendo que no lo conoces?

-Eres tonto… Sai fue el primero en dejar de quererme.

-¿Y esta es tu venganza?

-No- las mejillas de Sasuke se sonrojaron sutilmente, se vio avergonzado de pronto- pensé… creí que si fingía no conocerlo… comenzaríamos de nuevo, y él podría darme otra oportunidad.

-Pft- Naruto se llevó la mano a la boca, tratando de acallar su risa repentina, Gaara volteó a ver extrañado a su novio por la reacción- Cuando se trata de Sai me sorprende el funcionamiento tan cursi de tu cerebro- se atrevió a comentar cuando estuvo seguro que no se reiría.

-Cállate, dobe- sus mejillas se sonrojaron un poco más- es por eso que detesto hablar contigo.

-Sasuke-san, no creo que debas seguir esa idea con Sai-kun- el pelirrojo intervino en la plática- Sai-kun tiene la idea de que sales con Yamada-san.

-¿Con ella? ¿Y eso?- el peliazul se veía desconcertado mientras se cambiaba de ropa.

-Te vio besándola.

-¿Besándola? Pero si…- de repente pareció recordar algo-  ¿Cómo demonios vio eso Sai?

-Pues… andaba por ahí…

-Hoy tengo una sesión de fotos con Ino, porque no llevan a Sai y que ella se lo aclare.

-Bien- Naruto sonrió animado- yo me encargo de llevarlo.

-Mi hermana  vendrá a hablar con Shikamaru hoy… sería bueno que Sai encontrara a todos- ante el comentario de su novio, Naruto se vio más alegre.

···

-¿A dónde llevas a Sai-chan?- Naruto encontró a Shikamaru jalando a Sai por el pasillo.

-¡Naruto-kun!- Sai se vio aliviado como lo parecería un naufrago ante la presencia de un buque salvador- ¡dile a Shikamaru-san que modelar no estaba en mi contrato!

-¿Modelar?

-Me acaba de llegar una idea inspiradora… usar a alguien más pequeño para la portada y publicidad del libro de vampiros- agregó Shikamaru sin detenerse, por lo que Naruto se vió obligado a caminar con ellos- Sai-kun es la opción perfecta, además tiene la apariencia para ello.

-¿El libro de Temari onee-chan?- Naruto se pareció tan feliz que estremeció a Sai.

-Sí, Sai es perfecto como la pareja del vampiro, lo pensé en cuanto termine de acomodar la publicidad.

-Puedo ir a ver.

-¿No tienes sesión?

-Acabo de terminar.

-Vamos…

Sai sintió la necesidad de gritar frustrado cuando Naruto comenzó a arrempujarlo.

···

Tienes que venir al estudio 6, pero ¡YA!

Gaara cerró su celular, volteó con el fotógrafo.

-Podemos tomar un descanso, tenemos horas en esto.

-Bueno, podemos dejarlo por hoy.

Gaara salió corriendo antes de que tuvieran tiempo de cambiar de opinión.

-¡Sabaku-san! ¡Tienes que cambiarte!

-¡Tendré cuidado con la ropa!-gritó al salir por la puerta.

···

-¿Por qué debo vestirme así? ¡Yo no soy modelo!

-Sal ya…-insitió Naruto que comenzaba a deseperarse.

-No quiero- reclamo Sai desde dentro.

-Si no sales te sacaré yo mismo y te llevaré a una sesión de fotos porno… ¿Oíste?

Sai guardo silencio para salir momentos después. El pelinegro vestía con un corto short negro y unas botas altas a media pantorrilla, usaba un frac negro que le llegaba hasta la altura del largo del short, por lo que sus blancas piernas quedaban al desnudo, una de ellas tenía un listón roja enredado desde dejado del short hasta desaparecer en la bota, debajo del frac traía una camisa blanca y un chaleco purpura, un gran moño tinto sustituía la corbata, dándole un aire más infantil, usaba un sombrero de copa color negro, adornado con listones rojos y tintos. Sus manos estaban enfundadas

-Te vez perfecto, me alegra que seas lampiño.

-¿Di-disculpa?- sus mejillas se tornaron rojas ante el comentario de Shikamaru

-Tus piernas no lucirían tan bien de lo contrario- agregó Naruto riendo.

-Mph- Sai se vio enojado- acabemos con esto de una vez.

-Lle-llegue- Gaara llegó corriendo agitado.

-Gaara-kun, ¿No Tenías una sesión?- Shikamaru se vio extrañando.

-Vi-vine a ver a…- Gaara se vio confundido ante la presencia de su jefe- ¡Mi hermana! Supe que vendría.

-A sí, ¿por eso te viniste con la ropa?

-Sí

Sai miró extrañado a Naruto, que temblaba al tratar de contener su risa. No dudo por un instante que él lo hubiera llamada para asistir a la sesión de fotos.

-Bueno, vamos al estudio- Shikamaru emprendió la marcha, seguido por el rubio y el pelirrojo que discutían a señas el olvido del rubio de mencionarle que su jefe estaba ahí y cerrando por un pelinegro desanimado…

-Ya era hora que volvieras, Shikamaru-san- una joven rubia que usaba un extraño peinado de cuatro coletas, Sai tardo en saber de dónde la conocía hasta que saludo a Gaara.

-Te vez bien de basquetbolista- agregó su hermana sonriendo ante el atuendo de deportista del pelirrojo.

-Es de un comercial.

-¡Kyaaa!- el grito de la rubia espantó a los 4 jóvenes y a los demás que se encontraban acomodando el set- No me digas qué es él. ¡Es perfecto!

-Se lo dije

 Sai notó que hablaban de él cuando Temari se acercó a revisarlo de cerca

- ¿De dónde sacaste a la monada de Sai?

-¿Me recuerda?

-Aún te pareces un poco- comentó riendo la rubia, Sai soltó un suspiro desanimado, incluso Temari era más alta que él.

-¡Shikamaru-kun! ¡¿Me extrañaste?!- la rubia de cabello largo que Sai conoció como Ino llegó con ellos, Sai notó como Temari se ponía tensa.

-¿Qué haces aquí?- preguntó algo molesta, para su sorpresa, Naruto y Gaara se colocaron tras él.

-¿Qué hago?- Ino se vio enojada- vine a cuidar que no pensaras robarte a mi querido Shikamaru.

El castaño giró los ojos en señal de cansancio.

-Él y yo sólo tenemos una relación de negocios.

-¡Si, claro! Te he dicho mil veces que alejes tus garras de él.

Sai vio como Shikamaru se alejaba de ellas sin ponerle atención, parecía estar acostumbrado a esas discusiones.

-¿Qué ella no sale con Sasuke?- preguntó Sai a Gaara en voz baja, pero las chicas alcanzaron a oírlos.

-¡Vez! ¿Y así te atreves a pelear por Shikamaru-san?- agregó Temari señalándola con su dedo índice.

-¡Claro que no salgo con él!- volteó con Sai, que al verlo cambio su tonó por uno más suave- ¿Por qué lo dices?

-Yo… yo- apenado no supo que decir al ser descubierto.

-Te vio besándole- fue Naruto quien respondió.

-¡Ah! Quería causarle un infarto a la frentona de Sakura, pero como ella es tan obsesiva le pedí a Sasuke que fingiera besarme en caso que se le ocurra ver las cámaras.

-Lo haría- agregó Naruto riendo ante el gesto de confusión de Sai.

Sai se sintió un poco aliviado, Sasuke no salía con nadie, pero a pesar de todo seguía sin reconocerlo. ¿Acaso lo que sentía por él lo había olvidado también?

-¿Listo? Todo está preparado, Sasuke-san llegó también.

Sai palideció al oír el nombre.

-¿Qué hace él aquí?

-Él la hace del vampiro- Sai notó alguno flashes, había empezado ya- tiene algunas tomas solo, acércate para que lo veas.

-Se ve muy bien- agregó Temari.

Sai camino cohibido hacía enfrente del set que habían armado. Era un salón  estilo de la época victoriana, a juego con sus ropajes, había hermosos jarrones con rosas negra y rojas, en el centro se encontraba un hermoso diván de terciopelo rojo, el gusto con que había sigo adornado era exquisito, había hermosos ventanales que fingían dar a un hermoso jardín nocturno. Pero lo que más le impresionó fue Sasuke. El joven pelinegro vestía con un elegante frac negro, cuando sonrío para unas fotos Sai notó que traía unos colmillos falsos. Sus zapatos de charol resonaron cuando siguió las órdenes de Shikamaru. Se paró junto al jarrón de flores, la escena lo estremeció, Sasuke pasó con suavidad sus dedos por las bellas rosas. Entendía por qué era un modelo tan solicitado. Sintió su corazón detenerse, le dolía lo mucho que aún le importaba.

-Es todo- le dijo Shikamaru- Sacaremos unas fotos de Sai solo.

Al escuchar su nombre Sasuke volteó con rapidez, los oscuros ojos se clavaron en él, sintió la intensidad de su mirada al punto que lo hizo enrojecer, un leve empujón en su espalda lo obligó a avanzar. Agachó su cabeza al pasar junto a Sasuke, lo que no le permitió ver el rostro de tristeza del joven peliazul.

-No creo que lo haga bien- mencionó al estar en el set, las luces que lo iluminaban llegaron a intimidarlo, siempre había estado tras la cámara, nunca se había visto en la necesidad de estar de ese lado.

-Se ve muy bien- Sasuke lo comentó cuando se colocó junto a ambas chicas- ¿tú lo pediste, Temari-san?

-Fue idea de Shikamaru-san, yo no lo conocía, aunque de haberlo conocido también lo hubiera elegido.

Los flashes iluminaron el lugar mientras ambos seguían hablando. Sasuke no apartaba sus ojos de Sai, le gustaba como se veía, pero notaba que se encontraba incomodo. Shikamaru dejó la cámara a manos de uno de sus fotógrafos, acercándose a Temari, Sasuke e Ino. Naruto y Gaara se encontraban más apartados de ellos, cerca del set, ayudando a Sai en sus poses.

-¿Por qué Sai, Shikamaru-san?

-Por varias razones- el Cataño vio como Naruto y Gaara intentaban hacer sonreír a Sai hablando con él- Sai es bajito.

-Esa no es muy buena, la mayoría de los modelos son más bajos que Sasuke-kun, junto a él no se notarían altos- agregó Ino- aunque en él lo tímido sale a flote, se ve natural su inocencia.

- Esa es otra, pero existen dos importante, una es las fotos de Sai sobre la sesión de Sasuke.

-Las vi- agregó Ino- eran hermosas, ¿su trabajos siempre es tan bueno?- para molestia de Temari Ino se agarró al brazo de Shikamaru- la próxima vez colócame con él.

-Me estás diciendo que las fotos que vi las hizo ese joven…- Temari se vio un poco molesta, pero nadie pudo decir por qué- estás sobreexplotando a tus modelos.

-Sai es fotógrafo, ¿Qué relación tienen las fotos?- fue Sasuke quien preguntó.

-Como dicen, son hermosas, Sai es bueno, pero eso supera su trabajo promedio, dicen que un fotógrafo revela mucho de sí en sus fotografías.

-¿Cuál es la otra?- preguntó Temari sonriendo al entender su significado.

-La manera en que Sasuke-san se dirige a él.

-¿La manera en que me dirijo a él? ¿Qué tiene de extraño?

-No usas ningún formalismo con él, lo llamas simplemente Sai, tienes un par de años con nosotros y nunca he notado que llames así alguien, Naruto-kun es la única persona con quien hablas de manera más cercana, y aun así no lo llamas sólo por su nombre.

Sasuke volteó a ver a Sai, ni siquiera era consciente de que hacía eso. Sai se veía más relajado, sonreía alegre, muestra que Naruto y Gaara había logrado su cometido de animarlo.

-Parece que son muy compatibles- Temari volteó con Shikamaru y ambos sonrieron, cómplices quizá de la misma trampa, Ino se vio molesta, odiaba quedar por detrás de Temari.

-¡Tu turno, Sasuke-baka!- le gritó Naruto, Sai estaba por abandonar el set pero Gaara se lo impidió.

-Serán juntos- le dijo el pelirrojo, notando la palidez de Sai cuando Sasuke se acercó.

El peliazul le sonrió con amabilidad, el más bajito trató de corresponder la sonrisa, pero eso no borró la tristeza de  su gesto.

-¿Listo?- le preguntó.

Sai no le había hablado para nada, fuera de las indicaciones que le dio en la sesión fotográfica no le había dirigido ni una palabra, por lo que le sorprendió que le respondiera.

-Sí, la verdad creo que lo hago pésimo.

-Tus gestos son naturales- le respondió- eso te pone un poco por encima de nosotros en muchos sentidos.

Sai sólo asintió, agachó su mirada viendo al piso.

Shikamaru estaba tras las cámaras de nuevo, revisando todo comenzó a dar indicaciones a los modelos.

–Sai-kun, siéntate en la orilla del diván, Sasuke, párate frente a él y sujétalo con suavidad de la barbilla, levantando su rostro hacía ti.

Sai se vio turbado, dudando un poco volteó a ver a Sasuke, su mirada era suplicante, Sai entendió su significado a pesar no comprender la razón. Sasuke le pedía que lo hiciera como si de ello dependiera su vida. Sai asintió para sí, siguiendo las indicaciones de Shikamaru. Sintió la calidez de los dedos quemarle al contactó con su piel, sus mejillas se tornaron rojas, logró escuchar el grito ahogado de Ino y de Temari, y la risa se Naruto. Después de unos flashazos oyeron otra orden de Shikamaru.

-Sai, siéntate en el centro del diván, Sasuke, tras él, por favor, finge que lo morderás.

-Permíteme- Sasuke se sentó a horcajadas en el diván, tomando a Sai de la cintura lo atrajo más a él, Sai se estremeció cuando su brazo se quedó en su cintura y su otra mano se dirigió a su barbilla, haciéndolo ladear su cabeza. Sai se dejó mover con docilidad, Sasuke era el experto.

Sintió el cálido aliento en su cuello, sintió arder sus mejillas, los falsos colmillos de Sasuke rozaron su cuello, su corazón latió acelerado, inclinando un poco la vista cuando escuchó a Ino soltar un gritito.

-Levanta un poco la cabeza- le pidió Shikamaru, Sai lo hizo, las luces le impedían ver a los demás- No se muevan.

-Te vez muy bien vestido así- comentó Sasuke contra su cuello, Sai se sobresaltó, sintió a Sasuke apretar un poco su agarre, como su temiera que se fuera a ir.

-Ahora Sai, híncate frente a Sasuke en el diván, rodea su cuello con las manos.

Sai se hincó frente a Sasuke, hizo el gesto de que estaba por abrazarlo pero se arrepintió, estaba por levantarse y decirles que ya no podía seguir cuando Sasuke lo tomó con ambas manos, jalándolo hacía él, como reflejo automático rodeó con sus manos su cuello, apoyando su cabeza en el hombro de Sasuke. Sintió su corazón latir acelerado, notó como Sasuke temblaba ante el contacto, no entendía el por qué pero en ese momento no le importaba preguntar, por fin recibía el abrazo de bienvenida que tanto había anhelado, cerró sus ojos al sentir las lágrimas humedecer sus ojos…

-Gracias por todo, Sai-kun, acabas de hacer que nuestro contrato se alargue un poco más- sonrió Temari.

-¿A qué se refiere?- Sai estaba de pie en medio de Naruto y Gaara, Sasuke estaba parado cerca de ellos, sin apartar su vista de Sai.

-Temari nee-chan quiere que también Shikamaru tome las fotos del interior del libro, no solo los promocionales.

-¿Quiere más fotos?- preguntó Sai algo asustado.

-Significa que trabajaremos juntos de nuevo, Sai- comentó Sasuke, sonriendo.

-Sí- murmuró sonrojándose.

-Sus fotos fueron hermosas, Sai-kun, me muero por verlas reveladas.

-La campaña publicitaria será un éxito gracias a ustedes- agregó Shikamaru, volviéndose con Temari le ofreció una mano- le acompaño a la salida.

Ino hizo un gesto de molestia al ver que Temari tomaba la mano ofrecida, Shikamaru la colocó en su brazo (la mano) y salieron ambos del set.

-Ino, tu sesión iniciara en el estudio 4- oyó que le avisaban.

-Tu hermana no me va a ganar- le dijo a Gaara de malas, apurándose a salir del estudio en compañía de los demás fotógrafos y asistentes.

-Vamos Naru, debo quitarme el uniforme o seré regañado- Gaara y Naruto se marcharon sin despedirse de Sai.

Sasuke parecía que se había marchado con los demás, por lo que soltó un suspiro, sus amigos lo habían abandonado y Shikamaru se había ido con Temari, no sabía en donde debía dejar el vestuario y donde quedo su ropa. Se sintió algo incomodo, no creía correcto salir con esa ropa tan extraña.

-¿Y ahora?- se preguntó dejando escapar un suspiro.

Ahora que había dejado de estar tan cerca de Sasuke notó que comenzaba sentir frío, el aire acondicionado estaba fuerte para evitar que los modelos sudaran, por lo que su corto short no le favorecía nada en ese clima, frotó sus manos, arrimándolas a su boca dejó escapar su aliento para calentarlas. Sintió que colocaban algo sobre sus hombros, notando que se trataba de la levita negra de Sasuke.

-Te vas a helar, Sai- la dulzura con que se lo dijo le hizo sentir que no existía alguna barrera entre ambos, como si ese tiempo que se separaron no existió jamás.

-Estoy bien- hizo el intento de quitárselo, pero Sasuke lo evitó colocando sus manos sobre sus hombros.

-Tu ropa tan bonita sólo sirve para las sesiones, a menos que sea para salir de noche a cenar conmigo.

Sasuke coqueteaba con él, no sabía que sentir, felicidad porque lo mirará así o tristeza por saber que se había olvidado de su promesa de amarlo sólo a él. Él no sabía quién era, ese niño a quien le había jurado amor se había marchado y para él había desaparecido en Francia.

-¿Te sientes más cómodo?- lo soltó al notar que ya no se iba a quitar su levita.

-Sí, gracias, es muy cálida- Sasuke se paró frente de él, el pelinegro se vio obligado a levantar su vista para verlo al rostro- aún traes los dientes- comentó al notar la característica vampírica del Uchiha.

-No me lo puedo quitar nunca solo- comentó un poco avergonzado.

-Tienes que moverlos de la manera correcta- la divertida sonrisa de Sai pareció alegrar a Sasuke, el fotógrafo acercó su mano a la boca, pero se detuvo de pronto- perdona, estaba por hacer algo muy antihigiénico, deben quitártelos con guantes y…

-No importa, si se trata de ti, Sai, no veo el problema- Sai asintió, llevó su manos a la boca abierta de Sasuke para quitar la primera pieza, haciéndolo con rapidez repitió el movimiento con la segunda.

-Aquí están- se los ofreció al peliazul, quien los tomó de su mano, cuidando de tener el mayor contacto con ella.

-Gracias, fuiste muy rápido.

-Los usamos un par de veces en Francia, además de que los use para un disfraz una vez.

- ¿Extrañas Francia?, ¿volverás al terminar las vacaciones?- Sasuke hizo dos de las preguntas que tanto le asustaban.

-Mi estancia no fue muy agradable, además siempre quise volver por alguien- no le avergonzaba ser honesto, no tenía caso siendo que Sasuke no sabía que se refería a él- pero ahora no se si vale la pena quedarme.

-¿Por qué?

-Me olvidó- respondió con tristeza.

-Quizá no lo hizo- Sasuke lo tomó de la mano, para sobresaltó de Sai, comenzando a caminar para salir del estudio- tal vez lo heriste mucho con tu abandono- sus palabras le sonaron con un ligero desprecio, Sai sintió su corazón latir acelerado, ¿le estaba diciendo acaso que aún lo recordaba?

-Yo nunca lo abandone, me prohibieron hablar con él… yo lo extrañe tanto que deseaba volver todos los días…- sus manos temblaron, notó que Sasuke fue consciente de ello ya que apretó con suavidad su manos- pero me prohibían tener algún contacto con Japón a menos de que se tratara de mi tío, quería tanto volver.

-Pero ya lo has hecho, ¿qué harás ahora? 

-Ya no tengo derecho a exigir nada.

-¿Te rendirás tan fácil?- Sai se soltó con brusquedad de su mano.

“¿Quién te crees que eres para preguntarme? ¿No fuiste tú quien me olvido primero? ¿No fuiste tú el que se rindió más fácil?”

Sasuke lo miraba sorprendido, Sai se veía molesto y herido a la vez, parecía que le diría algo cuando alguien los interrumpió

-¿Sai-kun?- frente a ellos, en el pasillo se encontraban los Hyuga, Hinata vestía con un bonito vestido, mientras que su primo vestía casual de mezclilla.

-Hinata-san, Neji-san- Sai se vio sorprendido de encontrarlos ahí- ¿Qué hacen aquí?

-Tu tío nos trajo.

-No sin antes explicarle por horas que no veníamos para secuestrarte- agregó Neji- aunque planeé varias ideas de cómo hacerlo durante el vuelo, pequeño Miguel Ángel.

-Sai- oyó al modelo nombrarlo, se quitó la levita negra, entregándosela a Sasuke, quien la tomó algo confundido.

-Si ya no existe una guerra que pelear no se puede llamar rendirse, ¿no crees?- le dijo, volteando con Hinata y Neji murmuró más bajo para que sólo el Uchiha escuchara- tal vez mi destino nunca fue él, quizá debo buscar en otro lado… ¿No cree?

Sasuke volteó a ver a los Hyuga, apretó sus labios, hasta volverlos una delgada línea, se veía molesto, Sai veía que aún era él mismo, lo conocía aún, estaba furioso… no lograba ver que fuera con él, sino que todo su odio se dirigía a los Hyuga.

“No les harás nada, ¿verdad? Demuéstrame que aún te conozco, Sasuke”

-Vamos Hinata-san, Neji-san, debo cambiarme de ropa.

-Pero eso te queda muy bien, Sai-kun- comentó riendo Hinata.

···

Naruto se estremeció al escuchar azotar la puerta con fuerza, Sasuke estaba molesto, quizá como nunca lo había visto, sólo podía tratarse de Sai, siempre que lo veía con alguna emoción intensa en su compuesta persona se debía a Sai, sus lágrimas en la niñez, sus sonrisas de felicidad durante el noviazgo con Sai, su tristeza durante su separación, su furia en ese momento, siempre era por Sai, su vivir siempre giraba en torno a él.

-Me pregunto desde cuando lo supo- se dijo en voz baja.

-¿Hablabas?- preguntó Gaara que se encontraba sentado a su lado.

-No- el rubio se terminó de cambiar de ropa- huyamos antes de que Sasuke-teme nos vea.

-Claro- Gaara sonrió, pero no se movió de su lugar, sabía que Naruto no hablaba en serio, el escucharía a su mejor amigo sin importar lo molesto que estuviera.

-¿Qué pasó?- preguntó cuando lo vio llegar.

-Nada…

-¿No estaba todo bien con Sai-chan?

Sasuk cambió su gesto de furia por uno de dolor.

-Sai no me quiere… Y si lo hace cree que ya es imposible…

-Sai-kun estaba molesto contigo- comentó con timidez Gaara.

-¿Conmigo? Yo fui a la persona a la  que olvido, yo fui a quien nunca quiso hablar…- de nuevo se veía enojado.

-Sai no pudo, y lo sabes- Naruto se puso serio, eran pocas las veces en que Sasuke y Gaara lo habían visto así, una seriedad que rayaba la molestia- la verdad es que tienes miedo, te niegas a decirle a Sai que lo recuerdas porque no quieres que te rechace directamente, crees que negando que lo conoces es tu venganza, pero sabes que sólo lo haces porque te asusta y tu orgullo te impide enfrentarlo... Dime, Sasuke, ¿estás preparado a perder a Sai para siempre?- Sasuke iba a responder algo, pero al final no se atrevió, enojado aún, se cambio de ropa, ignorando a sus dos acompañantes, una vez que terminó salió a prisas.

-¿Crees que se rindió?

-Lo dudo- Naruto pasó su mano por la cintura de Gaara- parece que ser pelinegro está muy ligado con ser terco, pero ninguno de los dos es estúpido… al menos no mucho- agregó sonriendo- se aman, lo van a solucionar.

-¿Estás seguro?

-Claro, tanto como saber que tú eres el amor de mi vida- las mejillas de Gaara se sonrojaron, pasando las manos por el cuello de su amante el pelirrojo besó sus labios.

···

Sai soltó un suspiro por quinta vez consecutiva. Estaba sentado en la oficina que le había asignado, le gustaba ese lugar, tenía un balcón que daba al exterior, al que podía salir cuando estaba cansado. Volvió a suspirar, miró el sobre amarillo que le habían entregado, ahí estaban las fotos de la sesión que tuvo con Sasuke, las había visto, y no podía negar que le habían gustado, pero las había vuelto a guardar, volvió a suspirar, Neji le insistía todos los días que volviera a Francia, al punto que su tío había estado por correrlos un día de su casa (donde se habían quedado a vivir durante las vacaciones)

-Tal vez debería volver con Neji-san- se dijo dejando escapar otro suspiro.

-Vamos- la voz de Sasuke lo hizo dar un salto en su silla, volteó a verlo algo asustado, el Uchiha se veía molesto, se preguntó si lo había escuchado.

-¿A qué te refieres?

El gesto de Sasuke demostró que estaba bastante molesto, vestía con el mismo frac de la sesión de fotos.  En sus manos traía el forro en el que supuso que traía un traje. No lo había visto por más de tres semanas, desde que llegaron Hinata y Neji Hyuga.

-Shikamaru me pidió que practicáramos para la sesión de mañana, quiere que no te cohíbas tanto- no se veía alegre con hacerlo, lo que terminó de desanimar a Sai.

-Yo… tengo cosas que hacer.

-Son ordenes directas del jefe, aquí está tu vestuario… vístete pronto, yo también tengo cosas que hacer- Sai sujetó con torpeza la ropa que Sasuke le lanzó. Saliendo de inmediato de la oficina cerró su puerta.

Volvió a suspirar, apurándose a cambiar, era su misma ropa de la sesión anterior, se quitó su ropa, dejándola en el sofá. Sasuke volvió a entrar antes de terminar de arreglarse.

-¿Por qué tardas tanto?- preguntó Sasuke, le hablaba de mal humor, a Sai le dolió el saber que lo había superado.

-Me es muy difícil atar los listones- se esforzó en fingir que no se sentía lastimado.

-Siéntate ahí- le dijo señalando el sofá, Sai lo hizo, Sasuke se hincó frente a él con una sola rodilla, tomó el pie de Sai, colocándolo sobre su rodilla con la que no se apoyaba, tomando el listón comenzó a enredarlo en la pierna.

Sai se sonrojó, la delicadeza con que Sasuke enredaba el listón no iba a juego con sus duras palabras. Sintió sus dedos acariciar su pierna, lo que lo estremeció, ocasionado que su cuerpo se sintiera caliente.

-Vamos, acabemos pronto- comentó poniéndose en pie cuando terminó.

Poniéndose de pie Sai se apuró a seguirlo…

-¿No habrá nadie?- preguntó al ver vacio el lugar, sólo estaba el diván que habían utilizado la vez anterior y un espejo frente a éste.

-Shikamaru cree que es mejor que te acostumbres a mí sin que haya más gente que te intimide- le mostró un sobre- me dio las indicaciones de las poses que quiere que practiquemos.

Como toda respuesta sólo recibió un asentimiento por parte de Sai.

-Puedes sentarte en el diván para empezar- Sasuke notó que Sai se notaba intimidado con su presencia, parecía un niño regañado con su cabeza agachada y sin atreverse a verlo, ante las palabras el más bajito sólo asintió, obedeciendo las indicaciones del peliazul.

Sasuke se sentó a horcajadas en el diván, colocó sus manos en la cadera, atrayendo a Sai a él.

-¿No… habíamos practicado ya esta pose?- preguntó rompiendo el mutismo, se notaba nervioso y Sasuke notó que temblaba ante su silencio.

Sai vio a Sasuke en el reflejo del espejo, el peliazul estaba tras él, seguía viéndose serio, temió que se molestará con él por su pregunta, los oscuros ojos negros del modelo se dirigieron al espejo, sintió como miraba directamente sus ojos, tembló ante eso, desviando su vista para evitar verlo. La mano de Sasuke se dirigió al listón que usaba de corbata, lo tomó de un extremo, jalando con suavidad, la desanudó.

-¿Qué  haces?- su voz reveló el miedo.

-Te dije que era diferente- Sasuke comenzó a desabrochar los primeros botones de la camisa, metiendo sus manos a esta acarició con suavidad su pecho.

-¡Pa…ra!- un gemido escapó de los labios de pelinegro más bajito. Miró al espejo, sus mejillas se habían tornado rojas,  encontrándose con la mirada de Sasuke notó que sonreía, sus largos dientes le daban un  aire llamativo a su sonrisa.

-¿Acaso eres tan sensible?- con sus dedos presionó una de las tetillas del pelinegro, la cual se puso dura y ocasionó que un sonoro gemido escapara de sus labios- ¿Te gusta?

-Para- los negros ojos de Sai se clavaron en el reflejo, la otra mano de Sasuke se dirigió a su pierna desnuda, comenzando a acariciar la blanca piel- para- repitió asustado.

-Lo estas disfrutando- susurró contra su oído, para comenzar a lamerlo.

-Para, Sasuke- de sus labios escapó un gemido.

Ambas manos de Sasuke continuaron con su labor, mientras que su lengua comenzaba a bajar a su cuello.

-Sasuke- los ojos del pelinegro se humedecieron.

La mano del peliazul se dirigió a su entrepierna, acariciando por encima del short, un gemido más sonoro escapo de sus labios, y fue en ese momento en que comenzó a forcejear para soltarse.

-¡Déjame!

-Te vas a lastimar- Sasuke trató de aferrarse a él, pero Sai lo arrempujó, cayendo del diván.

Sai lo volteó a ver sentado en el suelo, Sasuke seguía en el diván, reconoció sus ojos, reconoció en su mirada ese mismo miedo que vio 5 años atrás, el momento en que se alejó rechazando su beso. Recordaba perfectamente el sentimiento que lo embargo cuando vio a Sasuke.

-¿No me deseas?- se atrevió a preguntar el peliazul, Sai vio el dolor que se prometió nunca volvería a ser por su causa.

-Tú ni siquiera me recuerdas- sus ojos se humedecieron, cubrió su rostro para ocultar el llanto que amenazaba con comenzar.

-Eres un tontito- notó que el modelo se bajo de diván, colocando con dulzura su mano en su cabeza se hincó frente a él- ¿Acaso no te dije que te querría hasta que muera?

Sai levantó su rostro, lo miraba sorprendió.

-Me recuerdas…-

Sasuke asintió, los oscuros ojos de Sai se volvieron cristalinos, para después comenzar a correr abundantes lágrimas por sus mejillas. Ante esa reacción Sasuke se asustó, pero no se movió por el miedo de no saber qué hacer.

-Eres un estúpido- Sai golpeó con ambas manos empuñadas el pecho de Sasuke- Sasuke idiota- las manos que seguían en el pecho del más alto se aferraron al frac, mientras las lágrimas continuaban corriendo- ¿tienes idea lo mucho que me dolió creer que me olvidaste?

Sasuke sonrió, abrazando a Sai con fuerza.

-Lo mismo que me dolió a mí cuando me olvidaste en Francia.

-Yo nunca te olvide- Sai se aferró con más fuerza a su pecho- pensaba en ti todos días… quería volver desde que llegué… Sasuke idiota, debería de odiarte.

-¿Deberías?- preguntó aún sonriendo, soltándolo acercó su rostro al de Sai.

-Debería-Sai permitió que Sasuke acabara con la distancia de sus labios, cerrando sus ojos ante la calidez de los labios, tembló al sentir la lengua de Sasuke acariciando sus labios, abrió su boca con rapidez, correspondiendo su beso con ansiedad, se molesto un poco por los falsos colmillos del más alto pero decidió ignorarlos.

Sasuke colocó sus manos en sus hombros, sus manos temblaban sutilmente. Las manos que se encontraban en el frac apretaron con más fuerza, sus lágrimas seguían corriendo, sin tener la certeza de la razón. Las manos del mayor bajaron por su espalda, acariciando por encima de su ropa, bajando con lentitud, el joven más bajito se alejó un poco de sus labios, acabando con el beso comenzó a morder el labio inferior de Sasuke, jalándolo con suavidad, ante lo que el modelo metió sus manos por la espalda del fotógrafo, acariciando la blanca piel, levantando la ropa en el proceso.

-Subamos al diván- le pidió Sasuke, alejándose de él se puso de pie, ofreciéndole ambas manos al pelinegro que las tomó si dudar. El joven de cabello desordenado lo ayudó a ponerse de pie, cuando lo hizo Sai se soltó, dirigiendo su mano a su boca.

-Déjame quitártelos- al entender a lo que se refería el Uchiha abrió su boca, permitiéndole quitar los colmillos- ¿Qué hago con ellos?

-Guárdalos en tu bolsa- le dijo tomándolo por la cintura, para sentarlo en el diván, tomó el saco, sacándoselo de encima, dejándolo tirado en el piso.

-Lo arrugaras, preguntaran por él.

-Yo me encargaré luego- comentó arrempujándolo con suavidad al diván, haciéndolo acostarse.

Sai lo hizo, sintió los oscuros ojos de Sasuke clavarse en su persona, mirándolo con tal intensidad que lo hicieron sentir incomodo, el modelo se hinco a su lado, tomándolo de la mano empezó a besar sus dedos con ternura, sin apartar sus ojos de él

-Me molesta- murmuró Sai entre dientes.

-¿Lo que hago?

-La manera en que me miras- los ojos de Sasuke lo analizaban con intensidad, en sus ojos podía ver que lo veía como aquello que uno considera lo más valioso que ha visto y no le gustaba, no quería ser lo más importante para él después de lo que había pasado, no quería

“Pero por más que me lo repito sé que quiero que me mire así… quiero ser todo para ti, Sasuke”

-¿Qué quieres que haga?

-¿No crees que es una tontería que me lo preguntes a este punto?

El Uchiha sonrió, poniéndose en pie subió al diván, se inclinó sobre su rostro, acortando la distancia de ambas bocas, metió su lengua en la boca del pintor, su mano se dirigió al abdomen del más bajito, desabrochando algunos botones metió su mano en la camisa, acariciando con la punta de sus dedos el abdomen. Las manos de Sai recorrían su pecho por encima de su ropa, lograba sentir como su cuerpo se estremecía con las simples caricias, las manos bajaron más, jalando su camisa para desfajarla metió las manos bajo ésta, acariciando el abdomen.

-¿Qué sucede, Sai?-preguntó al sentirlo detenerse de pronto, acariciando sus labios al hablar.

-Tienes muy buen cuerpo- notó un dejo de envidia en sus palabras, Sasuke se vio en la necesidad de continuar el beso para no reír.

La mano del Uchiha entró con facilidad en el corto short de Sai sin necesidad de desabrocharlo, se sintió satisfecho al sentir el miembro erecto del fotógrafo, le alegraba no ser el único que se encontraba así por algunos besos y caricias, presionó con suavidad, logrando que Sai gimiera y tratará de quitárselo de encima.

-Sasuke, espera… espera.

-¿Qué?- algo sorprendido de su reacción se sentó en el diván.

-La ropa, no quiero ensuciar la ropa

-Apúrate a quitártela- dirigió sus manos a la camisa, comenzando a desabrochar los botones con rapidez, al tiempo que Sai se sacaba el saco.

Una vez que terminó de desabrocharle los botones dirigió sus manos al corto short, desabrochándolo con rapidez, Sai se apuró a sacárselo todo, teniendo el cuidado para levantarse y dejar la ropa perfectamente acomodada en el piso.

-¿No te quitaras la ropa?- le preguntó a Sasuke que aun seguía sentado en el diván, el Uchiha tenía clavado sus ojos en su ajustado bóxer negro.

-Eso parece ser doloroso- dijo al tiempo que lo tomaba por la cintura, sentándolo entre sus piernas tomo con su mano el miembro del pelinegro por encima de la ropa interior.

-Sasu… ¡AH!- gimió con fuerza ante la presión, sujetando con ambas manos la camisa del modelo, ocultando su rostro en su pecho para tratar de acallar un poco sus gemidos.

-¿Te gusta?- el más alto sujeto con su mano libre una de sus piernas, separándolas un poco para facilitar el trabajo.

-Me… ¡ah! Me mancharé- el peliazul paró, sacándole los bóxer los lanzó al suelo.

-¿tranquilo?- preguntó al tiempo que volvía a llevar su mano a su miembro, recorriendo con sus dedos toda la extensión de éste, al notar que Sai comenzaba a cerrar sus piernas de nuevo las volvió a separar con su mano libre- mantenlas así, lo disfrutaras más.

Sai volteó a verlo al rostro sin parar de gemir, pero no lo miraba a él, sino que su vista estaba dirigida al frente, sonreía de lado, Sai volteó a donde se dirigía la vista de su acompañante. No tardó en reconocer su cuerpo desnudo, su rostro ya sonrojado se encendió aun más al ver la mano de Sasuke entre sus piernas abiertas de par en par. Vio la sonrisa de Sasuke hacerse más amplia, se inclinó hacía su oído, lo suficiente para susurrar en él.

-Eres un pervertido, te mojas con sólo mirarte.

-¡¡Cállate, i…!- al voltearlo a ver para reclamarle recibió un beso del más alto, complicándole el respirar debido a sus gemidos-Pa…para… ¡Ahaa!

-Terminaste y no pude verlo-sonó sinceramente afectado, lo que molesto a Sai.

-Dices…- el pelinegro se esforzaba por normalizar su respiración- qué es mejo…r verme qué… besarme

-No podía elegir entre una cosa- una de las manos  de mayor volvió a sujetarlo con fuerza de si pierna, levantándolo un poco del diván en donde estaba sentado- pero aún no acabamos.

Sai se estremeció al sentir un dedo de Sasuke rozar entre sus trasero.

-¡Es…espera!- Sai había aprendido completamente todo lo que  implicaba el sexo entre hombres- nunca decidimos quien haría qué- sonó ligeramente alarmado.

-Claro que no lo decidimos- Sasuke comenzó a penetrarlo con lentitud, Sai se estremeció, era su propio semen el que le facilitaba la tarea- eso se da en el momento.

-Aahg- un quejido escapó de los labios del pelinegro, aferrándose con fuerza a Sasuke…

···

-Naruto-kun, ¿sabes dónde está Sasuke-san?

-Lo vi hace un rato- el rubio estaba acostado en un sofá esperando al pelirrojo- tenía cosas que hacer y se fue temprano, ya ves que estaba libre.

-Es verdad, me avisaste con tiempo- el castaño talló su rostro con pereza- espero que este preparado para la sesión de mañana en la tarde.

-Seguro que no lo olvidara- el rubio rió entre dientes, Shikamaru se preguntó que podría traer entre manos.

“Bueno, mientras no afecte a la compañía”

-¡Pa…para! ¡Me duele mucho!

Sasuke se detuvo al notar las lágrimas correr por las mejillas de Sai.

-Creo que tengo algo que ayudara- Sasuke se levantó, dejando a Sai acostado en el diván, se dirigió a su levita, buscando algo en sus bolsas.

-Lo tenías planeado- escuchó molesto a Sai al ver la loción que traía en sus manos.

-Naruto me lo dio, cuando me entregó la carta de Shikama…- Sasuke guardó silencio, nunca había existido ordenes de Shikamaru, odiaba caer en los planes del rubio como un ingenuo.

“Al menos éste es bastante placentero”

-¿Qué?- preguntó al tiempo que el mayor se colocaba sobre el besando sus labios.

-Nada, sigamos, ya no soporto.

Colocó loción en sus dedos, comenzando a lubricar al fotógrafo, no tardó en escuchar los gemidos complacidos de Sai, lo estaba disfrutando.

-Voy a empezar.

Comenzó a penetrarlo con lentitud, Sai clavó sus uñas al diván, mientras sus gemidos se volvían más escandalosos, los labios del Uchiha también emitieron algunos gemidos, estaba disfrutando la presión del estrecho pintor.

-Entró fácil…

-No te muevas- Sai clavó sus ojos negros en él- espera… ah… sólo un poco

Sasuke buscó su boca, mordiendo con suavidad sus labios un poco hinchados debido al recurrente contacto, al sentir que trataba de corresponder el gesto hizo la primera embestida. Ocasionado un grito por parte de Sai, no le preocupó, ese grito había sido de placer, no de dolor.

Sujetó ambas piernas con sus manos, abriéndolas de par en par para permitirle ir más profundo, los gemidos de Sai se mezclaban con los suyos, el pelinegro más bajito llevaba su mano a su boca, tratando de callar pero sin poder lograrlo, sus gemidos de momento eran sustituidos por gritos de placer. Sintió las manos de modelo acariciar su trasero, subiendo con lentitud hasta sujetarse en su cintura lo levantó, haciéndolo sentarse sobre su miembro, el joven de piel más blanca clavo sus dientes en el hombro de Sasuke, él se había enderezado, lo que le permitió ver a Sai por encima de su hombro el reflejo de ambos en el espejo, lograba ver su pies desnudos y sus manos aferradas a la espalda de Sasuke, empezó el subir y bajar, con lo que se vio obligado a cerrar sus ojos, sentía la fricción de la ropa de Sasuke, haciéndolo disfrutar aún más.

-Sasuke, me…¡AH!...ME VENGO ¡¡AAH!!

Al sentir la presión del interior de Sai el más alto gimió con fuerza, terminando en su interior, mientras para su sorpresa el pintor se desvanecía en sus brazos.

-¿Sai?- saliendo de su interior lo colocó con suavidad en el diván, sonrió al notar que Sai dormía profundamente, levantándose tomó su levita, cubriéndolo con ella- perdona, creo que te forcé demasiado- dio un beso a sus labios- no tardo…

-Buscabas esto- Sasuke estuvo a punto de chocar con Naruto que se encontraba afuera, en sus manos traía dos cambios de ropa.

-Tú lo planeaste todo- le dijo fingiéndose molesto.

-Claro, de lo contrario ustedes seguirían en donde mismo, ten la ropa, por cierto, Shikamaru-san te matará cuando vea el estado de los trajes.

-El de Sai está perfecto… podrías…

-Si te apuras a cambiarte lo llevaré ahora mismo.

-Gracias… Por todo…

-Te lo debía… de hace varios años- agregó el rubio con una sonrisa

···

Sai abrió sus ojos con pereza, sentía la calidez en su cuerpo, parpadeó un par de veces para aclarar su vista.

-¿Despertaste?- viajaba sobre la espalda de Sasuke, al tratar de moverse sintió una punzada en su cadera.

-¡Ay!... ¿a dónde vamos?- preguntó abrazándose con un poco de más fuerza a la espalda de Sasuke.

-A mi casa, necesitas lavarte… no fui cuidadoso y termine en ti- Sai sintió arder su rostro al entenderlo.

-Bi-bien… ¿No habrá problema con Itachi-san?

-Mi hermano salió de viaje unos días, además sería más problemático explicarle a Kakashi que hicimos.

-Si…- guardaron silencio unos minutos, silencio que fue roto por Sai-  ¿lo habías hecho antes?

 -¿Cómo? Tú no estabas aquí- ante la respuesta, Sai sonrió- ¿Y tú?

-No…

-¿Te irás?

-Depende de ti…

-Es obvio que no quiero que me dejes

-Entonces es obvio que no me iré.

Sasuke ladeó su cabeza, dando un beso a la mejilla blanca.

-Gracias

-¿Por qué?

-Por perdonarme.

-Tonto, aún no lo hago…

-Entonces tendré que esforzarme, quédate a dormir conmigo.

-No pienso tener más sexo hoy.

Sasuke dejó escapar una carcajada.

-Lo sé, puedo esperar, solo quiero verte dormir…

-Eres un tonto, no has cambiado nada...- Sai recargó su cabeza en la de Sasuke- y me alegro- agregó en un susurro.

···

-Escuchaste que Sasuke-san manchó su ropa

-¿La mancho? ¿Con…?

-Jajajajajaja

-Pero no es raro, Sai-kun esta como quiere… No me molestaría…

Sai no pudo evitar sonrojarse un poco, apurándose a dirigirse a su oficina como si no hubiera oído nada. Los rumores decían que Sasuke se había corrido durante la sesión debido a las poses sugerentes que les pidieron hacer, pero la gran mayoría decía que lo entendía y que por fin el frígido de Sasuke Uchiha había mostrado interés por alguien.

-¿De qué te ríes?- sentado en el sofá de su oficina se encontraba Naruto, el ojiazul revisaba una revista sin interés.

-De nada… ¿Qué haces aquí, Naruto-kun?

-Me… escondo…

-¿Te esconde? ¿De quién?

-Tu novio- las blancas mejillas se sonrosaron sutilmente- Tiene la idea de que yo inicie el rumor y lo conoces…

-Y también a ti, Naruto-kun… Si lo hiciste

-¡¡¿Yo?!!- ante la mirada seria de Sai no tardo en admitir con una sonrisa- Bien, pero fue mi pequeña venganza por no cuidar su ropa, acaso no podía aguantar un poco su calentura y quitarse la ropa… Si Shikamaru se entera nos cuelga a los tres…

-¿Tres? ¿A mi también?

-Bueno, técnicamente fuiste tú el que lo mancho…

Sai tosió, tratando de ocultar su turbación.

-Pero no está del todo molesto… Todos conocen su mal carácter, así que si alguno albergaba algún deseo impuro hacía ti se lo pensaran 10 veces… o más…

-Naruto-kun- el pelinegro se dejó caer en el sofá a su lado- ¿Por qué Sasuke entró al modelaje? No le gustaba antes la atención.

-Es muy bien pagado, está por cumplir un año apenas.

-¿Necesitaba dinero?, ¿Para qué?

Naruto se levantó del sofá. Saliendo a la puerta se fijo que no viniera alguien.

-Bueno, lo boletos a Francia no son nada baratos…

-Pero pensé que él…

-Sabes que es un terco a morir… Yo creo que planeaba quedarse a vivir allá, me voy, no sea que llegue.

El rubio se apuró a salir corriendo por la puerta.

Sai se quedo aturdido en el sofá, su rostro se sentía caliente y lograba escuchar su corazón latir en la cabeza, llevó la mano a sus labios, sonreía como un tonto.

-Sai, ¿quieres ir a almorzar?- Sasuke estuvo a punto de gritar sorprendido. Sai se había colgado a su cuello y besaba sus labios, correspondió el  beso de Sai, pasando sus manos por la delgada cintura, sonrió, al sentir las piernas del fotógrafo enredarse en su cintura.

-¿Y eso a que se debe?

-A que te amo, Sasuke Uchiha.

Las mejillas del peliazul se tornaron rojas, pero sonrió con felicidad.

-Yo también… Te amare hasta que me muera….

Notas finales:

Espero que no se hayan fastidiado con la lectura...

 

"-¡Vaya!- Sasuke se vió en la necesidad de sujetar mejor las copas de cristal que estuvieron a punto de caer.

-¿Qué sucede?

-Bueno, yo planeaba darte una sorpresa, pero el sorprendido fui yo, no esperaba verte tan... seductor"

 

Un adelanto de la tercera parte...

Mil besos

"Para ti nuestri amor es un juego, para mí nuestro juego es una tortura"

Blackrain


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).