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ciel phanthomhive in a little trouble por nofynoky

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Notas del capitulo:

gomen por demorarme taaanto en actualizar... pero he vuelto! :D

espero que disfruten de este capi y no olviden comentar!!!

Hannah iba camino a la mansión Phanthomhive, se  dirigía en un carruaje a toda velocidad junto a los trillizos que conducían a los caballos. Estaba inusualmente preocupada y su humor no era el mejor. Su querido Alois se había ido de la mansión hace demasiado tiempo según su punto de vista.

No es que fuera sobreprotectora ni nada parecido, pero… bueno sí que lo era, pero también tenía sus razones y no estaba dispuesta a perder a la persona que tenía el lazo del cual se había enamorado. Adoraba a su pequeño Luka y nunca llegó a comprender porqué había finalizado el trato correctamente, tal vez porque nunca se imaginó que el dolor y la desesperación de perder a ese humano serían mayor que cualquier cosa en el universo.

Al encontrar a Alois, su endemoniada alma había encontrado un consuelo y si llegaba a perderlo… no sería capaz de seguir, quizás se envolvería en un odio ciego contra el responsable de su pérdida y luego se haría desaparecer a sí misma… aquello era mejor que vivir con un dolor tan espeluznante como lo era el dolor del corazón.

Hasta el momento en que no sintió esa tristeza, hubiera jurado que ella, como demonio, no tenía nada cercano a un corazón, pero el pequeño Luka lo había cambiado todo.

Se llevó la mano al pecho, hace un par de días que había sentido una gran inquietud y es que sabía de las reales intenciones de Claude, así como también sabía de lo bajo de sus acciones… siempre había estado ahí advirtiéndole de que no se atreviera a llevar sus planes más allá de los pensamientos… y siempre había estado allí para imponer su propia presencia ante ese asqueroso demonio.

Pero habían pasado unos cuantos días después de recibir el último informe que le aseguraba el bienestar de Alois, Claude se desapareció del mapa y los trillizos eran incapaces de dar con el paradero del rubio. No aguantó más la ansiedad y sin pensarlo dos veces envió una carta al mayordomo del conde Phanthomhive. Necesitaba asegurarse de que estaba bien sin importar qué.

De lo contrario, ella misma se encargaría de vengarse de Claude.

 

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Ciel caminaba de un lado para otro dentro de su salón, de vez en cuando se detenía y se acercaba a su escritorio para idear algo con sus pequeñas figuras de juguete, las que siempre usaba cuando buscaba la manera de resolver un caso.

Sebastian se limitaba a observarle con detenimiento, su amo siempre le sorprendía de alguna forma y es que su manera de pensar siempre había sido algo irregular, siempre cambiaba de parecer a una velocidad vertiginosa… la forma en que se adaptaba a diferentes situaciones era incluso escalofriante.

De pronto una idea se le pasó por la cabeza, si estaba en lo correcto entonces era muy posible que lo lograse, pero no le diría nada a Sebastian o tal vez no le funcionara. El plan requería de estirar la situación al límite y su demonio nunca permitiría algo tan arriesgado… aunque tenía plena confianza en que pasara lo que pasara, él siempre llegaría a tiempo.

La puerta sonó y Sebastian fue a abrirla de inmediato, era Hannah quien estaba esperando en la puerta. No esperó a ser recibida, simplemente entró y se dirigió al despacho de Ciel.

-          ¿Dónde está Alois? – preguntó demandante, una mueca de dolor cruzó por el rostro de Ciel.

-          ¿quién eres tú? – le respondió Ciel molesto, le habían tocado una fibra sensible y no estaba dispuesto a contestarle a esa mujer que llegaba demandando, a su despacho, saber por su rubio.

-          Soy Hannah Annafeloz… el demonio que protegerá a Alois! – le gritó, sin pelos en la lengua, le había dicho que era un demonio sin siquiera pensárselo dos veces.

Ciel quedó boquiabierto ante la sinceridad de ella, pero enseguida recuperó la compostura y cayó en la cuenta de lo que le estaba diciendo.

-          Entonces… ¡¿por qué no le protegiste?! – le gritó Ciel, levantándose de un salto de su asiento, no podía creer que Alois también tuviera un contrato con un demonio… sobre todo si es que nunca andaba con él…

Hannah lo miró atónita ante lo que acababa de escuchar, su mundo casi se viene a bajo al escuchar esas palabras… “¡¿por qué no le protegiste?!” había dicho el chico… acaso ¿había llegado demasiado tarde? 

-          A… a qué te refieres…? – le preguntó al borde del llanto.

-          Ahm… tsk… - fue lo único que pudo gesticular el abatido chico, ella venía absolutamente desafiante y de un momento a otro su estado de ánimo cambió, tanto que estaba a punto de llorar frente a sus ojos. En primera estancia no supo qué decir, luego la observó detenidamente, el labio inferior le temblaba y su mirada era desolada. ¿cómo podría decirle la verdad a esa mujer? Odiaba verlas llorar, desvió la mirada maldiciéndose a sí mismo.

Ella, comprendiendo su silencio, agachó la mirada y comenzó a sollozar… Ciel dio la vuelta a su escritorio y se acercó lentamente, secándole las lágrimas con un pañuelo para luego tendérselo, ante todo era un caballero y odiaba ver a una dama sufrir. Al ver este acto, Hannah se calmó un poco, pero aún así no dejaba de sollozar.

Llamó a Sebastian para que llevara a la nueva chica a una habitación, una vez que estuvo solo se asomó por la ventana, todo tenía un tono diferente… como el tono grisáceo que había tintado su corazón.

Recordó los momentos que pasó con Alois, sus idioteces, sus risas demasiado ruidosas y… esos momentos que sólo les pertenecían a ellos dos. Golpeó el marco de la ventana con rabia contenida, apretó los párpados fuertemente… sólo el recordar lo que había hecho esa misma noche en que había muerto lo enloquecía…

Se sentía cruel… sucio y una completa escoria.

Después de unas horas, Ciel se dirigió a la habitación donde se encontraba Hannah, la encontró mirando hacia la ventana con una mirada desconsolada.

-          Así que Alois hizo un contrato contigo… - habló Ciel rompiendo el silencio.

-          Qué quieres decir?

-          No soy idiota… si eres el demonio que lo protegería es porque Alois debe de tener un contrato…

-          Pues sí… pero no conmigo.

-          Entonces…? – preguntó Ciel algo confundido, de pronto todos sus recuerdos se arremolinaban en su cabeza, todas esas coincidencias entre lass historias de ambos… ¿cómo no se había percatado antes? Era tan obvio… Claude era su mayordomo demonio y a pesar de estar en sus manos el haber salvado a Alois lo había dejado pasar. – entonces su demonio era… Claude? –

-          Sí… ¿cómo fue que sucedió?

 

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Ciel le explicó con detalle lo que había sucedido, mientras pronunciaba las palabras de su propio relato fue dándose cuenta de cosas que antes simplemente había pasado por alto.

Al terminar de hablar Ciel estaba furioso, y Hannah tenía una mirada asesina, debió haberse quedado con Alois en todo momento, todo su odio, toda su furia y todo su dolor lo enfocó hacia un único demonio… Claude, el bastardo que lo abandonó a su suerte.

-          Ya sé donde podemos encontrar a ese demonio… el que se llevó a Alois, luego te ayudaré a encontrar a Claude. – le dijo Hannah decidida y con la mandíbula apretada.

-          ¿es una alianza? – le preguntó Ciel con su típica expresión seria.

-          Hasta la muerte…

-          No lo dudes…

Dicho esto ambos cerraron su trato de alianza, estaban listos para ir a buscar al demonio.

-          Boochan… no olvide que haré lo que esté en mí para ayudarle… - le dijo Sebastian haciendo una leve reverencia. Ciel le dedicó una leve sonrisa, siempre estaba ahí, incluso en la oscuridad más intensa… Sebastian siempre estaría ahí para traerlo de vuelta.

////////////////////////////////

Una vez que estuvo todo listo para partir, Sebastian tomó en brazos a Ciel sin siquiera pedirle permiso…

-          Qu… qué haces Sebastian??! Ba… bájame! – le gritó un avergonzado Ciel, pero Sebastian sólo le dedicó una sonrisa burlona y comenzó su carrera junto a Hannah que sólo rodó los ojos al ver la graciosa escenita.

Al poco rato Ciel se aburrió de forcejear inútilmente contra Sebastian que lo ignoraba olímpicamente. El joven conde llevaba los brazos cruzados sobre su pecho y un pequeño puchero de resignación… se veía absolutamente adorable.

No tardaron demasiado en llegar a las cercanías del lugar donde Hannah aseguraba estaba ese desagradable demonio. Él era conocido por muchos de los suyos, se sabía que sus gustos no iban por el lado de las almas, sino que era un sádico puro… no se saciaba sólo con hacer sufrir a alguien por unos momentos… siempre estaba ocasionando pérdidas lamentables para los demonios y sus amos…

Se habían alejado demasiado de la civilización, llegaron hasta un oscuro y desaliñado bosque, era una oscuridad tétrica la que había en todo el lugar… tenía bastante sentido que el demonio se encontrara en ese lamentable lugar.

Sebastian bajó con cuidado a Ciel, que apenas tocó el suelo pisó con toda su fuerza el zapato de Sebastian, éste sólo rio por lo bajo,  su bochan a veces era bastante infantil y le hacían mucha gracia sus pequeñas rabietas.

Se adentraron en el bosque y caminaron bastante tiempo. Ciel observaba hacia los lados, pudiendo distinguir cosas que se movían a lo lejos entre el brumoso lugar, su mandíbula se tensó, dudaba que realmente quisiera averiguar qué eran esas “cosas” que se movían ocultándose entre las sombras. El miedo le recorría la espina dorsal, miraba nerviosamente a sus espaldas de vez en cuando, podía escuchar cómo pequeños crujidos se generaban a su alrededor sin poder ver demasiado, las secas y raquíticas ramas de los altos árboles cubrían el cielo.

Era un lugar horrible que definitivamente no le gustaría entrar solo. A medida que avanzaban, la oscuridad y la bruma se hacían más presentes, el suelo era irregular, lleno de raíces sobresalientes que por poco lo hacían tropezar.

Agradecía estar en compañía de dos demonios y también agradecía la chaqueta que había traído, el frío le calaba los huesos a pesar de llevarla puesta.

De pronto una silueta se posicionó frente a ellos, haciendo que todos se detuvieran de golpe… era el demonio que buscaban.

Sebastian posó su brazo posesivamente sobre el pecho de Ciel, obligándolo a retroceder. El demonio sonreía mientras movía sus garras haciéndolas rechinar en un sonido tétrico y agudo.

-          Maldito y miserable escoria… te arrepentirás de haberte llevado a Alois…! – bramó Hannah, ya fuera de sus cabales.

-          En serio? Y qué harás Hannah…? – se carcajeó el aludido dejando entrever su horripilante boca – realmente crees que podrás hacer algo contra mí…?

Hannah gruñó animalmente y se abalanzó contra la repugnante bestia, éste la esquivó con toda agilidad, llevaba consigo una enorme espada con la que lanzó lejos a Hannah, sin embargo ella alcanzó a evitar el corte fatal.

Se recuperó enseguida y rápidamente logró sacar la espada que llevaba dentro… ambos se enzarzaron en una pelea infernal, Sebastian se mantenía al margen de la pelea junto a Ciel, no parecía como si Hannah necesitara demasiada ayuda, estaban a la par con aquél demonio.

Hannah forcejeaba con el demonio, espada contra espada… rechinaban fuertemente, pero ninguno de los dos cedía demasiado, sin previo aviso Claude saltó desde la espesura, iba derecho a enterrarle unas cuchillas a la demonio.

No hizo falta que Ciel se lo ordenara para que Sebastian le detuviera, Hannah y él quedaron espalda con espalda  luchando contra los otros dos.

-          Sabía que eras de lo más bajo… pero esto supera hasta mis expectativas… Claude. – le dijo Sebastian escupiendo cada palabra a lo que el señalado le respondió con una mirada de furia… no tenía nada que rebatir contra esas palabras y eso satisfizo a Sebastian.

-          Eres un asco!!! – remató Hannah echa una furia.

Ciel difícilmente podía seguir los movimientos de todos ellos, se movían a una velocidad vertiginosa, pero los chirridos del metal chocando daba crédito a la feroz batalla que se llevaba a cabo.

Mientras Ciel se concentraba en ver la pelea y pensar en cómo recuperar el cuerpo de su rubio… ¿su rubio? Bueno… simplemente pensaba en cómo recuperar el cuerpo de Alois, cuando de la nada el pelirrojo que había estado esa noche se le apareció ante sus ojos blandiendo su enorme guadaña contra él.

No alcanzó ni a decir una palabra cuando Grell ya se encontraba a centímetros, Sebastian alcanzó a llegar por los pelos y a detener el ataque del molesto shinigami. Éste furioso comenzó a atacarle sin darle respiro.

Ciel quedó completamente paralizado en el suelo, había perdido el equilibrio al hacer un inútil intento por evitar la guadaña de Grell… un sudor helado le recubrió la espalda, había estado a punto de perder la vida si no fuera porque Sebastian había llegado una milésima de segundo antes que el otro.

Era fácil adivinar cómo era que Grell se había aliado a Claude… era obvio que el afeminado dios de la muerte sentía atracción por Claude y si éste necesitaba un aliado más… Grell no se haría de rogar después de unos cuantos favores que el demonio podría cumplir. ¿Pero porqué Claude se había aliado con el otro demonio? ¿Acaso no le bastaba con dejar morir a Alois?

La cosa se comenzó a complicar cuando Claude y Grell comenzaron a atacar a Sebastian al mismo tiempo sin poder recibir apoyo por parte de Hannah que estaba bastante complicada con el otro.

Tres contra dos era trampa, sobretodo si éstos eran dos demonios y un shinigami con una guadaña capaz de eliminar a cualquier demonio… los trillizos aún no llegaban y la situación se estaba complicando a momentos.

-          ¡Ciel! ¡corre lejos de aquí…! – Sebastian gritó casi desesperado, en esas condiciones de lucha no podría volver a defender a su amo y éste parecía ser el blanco de los otros… hasta el momento había podido evitar que se fueran contra él… pero no tenia idea de cuánto más podría aguantar los feroces ataques al tiempo que evitaba que se acercaran más a su amo.

Ciel se levantó del suelo y corrió sin pensarlo dos veces… si Sebastian le pedía algo como aquello era porque la situación no estaba muy bien que digamos.

Corrió como nunca antes, no se detuvo hasta que ya no pudo más… los estruendosos sonidos de la pelea ya no se escuchaban de lo lejos que había llegado. La respiración le escocía en la garganta y su corazón le palpitaba a toda velocidad, se inclinó con las manos apoyadas sobre las rodillas, necesitaba un descanso urgentemente o se desmayaría… no estaba muy acostumbrado a hacer tanto ejercicio.

Luego de unos momentos comenzó a escuchar ruidos, un miedo helado le recorrió hasta subirle por la cara… se encontraba absolutamente solo en ese tenebroso bosque donde habían cosas en las que prefería no pensar.

Se quedó absolutamente quieto intentando escuchar algo en medio de ese sospechoso silencio que se había producido de un momento a otro. Intentó calmar su respiración, era lo único que se podía escuchar entre medio de toda esa penumbra.

Sintió un repentino movimiento a su espalda y se volteó rápidamente…

-          Ciel… - fue lo único que pronunció la figura frente a él.

su cara se tornó pálida y el color de sus labios lo abandonó completamente. Lo que vio frente a sus ojos lo enmudeció repentinamente, sacudió la cabeza lentamente no dando crédito a lo que veían sus ojos.

Retrocedió un par de pasos, aterrorizado… un raíz le hizo tropezar haciéndole caer de golpe… no se detuvo a nada y comenzó a retroceder segado por el miedo. Su expresión era de puro terror cuando escuchó a esa figura hablarle. Estaba a punto de entrar en una crisis de pánico y lo peor es que se encontraba simple y llanamente solo frente a la silueta que se le comenzaba a acercar.

Notas finales:

O.O quién creen que será el que apareció frente a ciel... capaz de dejarlo en ese estado???

nos vemos en el proximo capi!!! ^^ y no olviden dejar sus comentarios para que sga la historia >.<

DEJEN REVIEWS!!!!


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