Capitulo 1
Otro sueño con Kakarotto. Éste fue más intenso que los otros, más claro a los ojos de su mente. El joven Saiyajin estaba llamandolo a él, pidiendo ayuda.
Vegeta se pasó los dedos por el pelo mientras respiró profundo. Se quedó mirando el techo oscuro por encima de él y escuchó el chirrido de los grillos fuera de su ventana. Era la mitad de la noche y gracias a otro sueño inquietante sobre Kakarotto, estaba completamente despierto.
Habían pasado seis años desde que el otro Saiyajin se había ido con el dragón. En un primer momento había estado enojado de que su rival y compañero de entrenamiento una vez más había desaparecido y lo dejó para vivir una vida aburrida única de los seres humanos, pero no pasó mucho tiempo antes de que la ira dio paso a la tristeza. Sí, estaba triste por la partida del otro hombre de este mundo. No fue el único, por supuesto. Todo el mundo que había conocido a Kakarotto estaba molesto, pero, como dice el refrán, "Ojos que no ven, corazón que no siente". Todos ellos siguieron su camino.
Él no lo había hecho.
No mucho después de que Kakarotto se había ido, Vegeta comenzó a ver al joven en sus sueños. Al principio no eran más que pequeños destellos de él, una cola desapareciendo en una esquina, una sonrisa torcida, el destello de ojos negros. Pero luego el tiempo y los años comenzaron a pasar, los sueños del príncipe se convirtieron cada vez más inquietantes. Empezó a ver a Kakarotto, la versión más joven que se había ido con el dragón, enjaulado y pidiendo ayuda. A veces se encontraba en una habitación fría y estéril rodeado por hombres de bata blanca. Estos humanos siempre hablaban en voz baja y mirando hacia abajo. Nunca podía oír lo que decían, pero sabía de que estaban hablando.
Kakarotto.
El joven Saiyajin era el foco de los hombres en batas de laboratorio. Lo estaban estudiando, haciendole pruebas. A menudo se encontraba frustrado de si mismo por su incapacidad para ayudar a Kakarotto mientras miraba a los humanos pinchandolo con agujas, lo que hacia que gritara y sacudiera mientras se llevaba a cabo con las restricciones que habían sido atadas alrededor de sus muñecas y tobillos.
¿No debería ser capaz de manipular sus sueños? ¿No debería ser capaz de destruir a estos seres humanos y salvar a Kakarotto? Él pensó que sí, pero no pudo. Cada vez que corria para ayudar a Kakarotto sus manos pasaban a través del Saiyajin más jóven como vapor. Todo lo que podía hacer era mirar.
Observó por los próximos años. Observaba como la forma de Kakarotto de 12 años de edad, se convirtió en la de un adolescente, como su cuerpo fue sometido a una prueba tras otra, mientras lloraba, mientras era azotado con furia, cada vez empezó a ceder, como su voluntad de luchar desapareció. Y lo peor de todo el había visto como los ojos de Kakarotto parecían encontrarse con los suyos, como si estuvieran realmente en la misma habitación, en silencio y pidiendole ayuda.
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"Buenos días, Vegeta."
"Hn."
Bulma levantó la vista del periódico matutino y vio que su ex amante pasaba junto a ella y se sirvia una taza de café caliente. Habían círculos oscuros bajo sus ojos y su piel parecía pálida. Ella esperó hasta que se sentó en frente suyo antes de hablar.
"No te ves tan bien. Otra mala noche?" Era consciente de que el príncipe no estaba durmiendo bien. El insomnio inició poco después de la partida de Goku, pero el último par de años parecía que nunca dormía. Bulma había recurrido incluso a los tranquilizantes con el fin de obligarlo a entrar en un profundo sueño, y para su sorpresa, el Saiyajin estuvo de acuerdo. Por desgracia, un sueño forzado no era un descanso.
"Hn."
Bulma suspiró. "Vegeta, tal vez si me dijeras lo que te molesta yo podría ayudarte."
"No es nada, mujer."
"¡No me vengas con esa basura! ¡Tiene que ser algo! ¡Deja de ser tan terco y deja que te ayude!"
El príncipe gruñó mientras sus ojos oscuros se encontraron con los de ella. Lo primero que pensó Bulma es que estaba a punto de insultarla, pero su mirada parecía suavizarse a medida que los minutos pasaban, hasta que finalmente ...
"Sigo teniendo estos sueños."
Las cejas azules se elevaron en sorpresa. "¿Qué tipo de sueños?"
Dudó por un momento. "Kakarotto".
Bulma permaneció en silencio mientras miraba a Vegeta. Esperaría hasta que él continuara en lugar de empujarlo. Era raro que él se abriera a ella y no quería arruinar la oportunidad de entrar en su cabeza.
"Él me pide ayuda. Todo comenzó poco después de que se marchó con el dragón y con cada año que pasa estos sueños se hacen más intensos. Él está siendo torturado. "
"¿Torturado? ¿Por quién? "
Vegeta apretó su mano formando un puño mientras sus ojos miraban hacia abajo a la taza de café. "Humanos con batas blancas. Científicos o médicos, tal vez ambos ".
Bulma suspiró mientras se sentaba en su asiento. "Vegeta, Goku está con Shenron. Podrían pasar años antes de que él sea capaz de restaurar las esferas del dragón ... "
El príncipe gruñó. "¡Ya se eso, mujer! Pero ... "
Vegeta se levantó bruscamente y salió de la cocina. Bulma escuchaba como sus pasos se desvanecieron a medida que subia las escaleras. Varios minutos pasaron y justo cuando pensaba que la conversación había terminado, él reapareció y puso algo sobre la mesa delante de ella.
"Una. .. ¿una Dragon Ball? "
Los ojos de la mujer casi se caen de su cabeza mientras se acercaba para tomar la esfera anaranjada. Esta era la favorita de Goku, la esfera de cuatro estrellas. ¡Pero eso no era posible! Las esferas del dragón todavía deberian ser piedras. Para que se activaran de nuevo tan pronto... no tenía ningún sentido.
"¿Dónde encontraste esto?"
Vegeta se cruzó de brazos, aparentemente un poco satisfecho con la reacción de sorpresa de la mujer. "Tomé prestado el radar del dragón hace casi un año. No me esperaba recoger nada ya que las esferas han estado inactivas, pero efectivamente había una luz intermitente que indica una activa a sólo una milla de la Capsule Corporation. Dime mujer, ¿no significa esto que Kakarotto debería haber regresado ya a la Tierra?"
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Dos semanas más tarde.
Bulma resopló con frustración, echando el destornillador en el suelo y subiendo las gafas que llevaba para proteger sus ojos. Vegeta había roto una vez más la maquina de gravedad que usaba para entrenar, y aunque por lo general podía arreglarlo con relativa facilidad, se encontró una vez más distraída mientras su mente luchaba por dar sentido a todo lo que había escuchado en las últimas dos semanas.
Para asegurarse de que no era una casualidad, se había ido en busca de más esferas del dragón. Había conseguido encontrar dos más de las esferas activas y regreso a Capsule Corporation Sin duda quería decir que Goku las había reparado exitosamente ... Entonces, ¿dónde estaba? ¿Y por qué Vegeta tenia esas pesadillas? Tal vez... tal vez no eran pesadillas... Si no visiones. Los Saiyajins parecían tener una gran capacidad para la telepatía, así que tal vez estaba recibiendo algo que Goku estaba tratando de enviarle.
Bulma bajó el ceño. Si eso fuera verdad... entonces significaba que el Saiyajin más joven estaba realmente en problemas. Pero parecía improbable. Con su poder, era poco probable que pudiera ser sometido por humanos... a menos que su naturaleza confiada lo halla metido en problemas otra vez.
"Mamá, hay un hombre en la puerta que quiere hablar contigo"
Bulma parpadeó y miró a su hija. Ella sonrió a la joven, que era casi un clon de sí misma. "Gracias, Bura. Estaré allí en un segundo."
Ella esperó hasta que la joven se había ido antes de ponerse de pie y agarrar un trapo para limpiar la grasa de su rostro. A medida que iba envejeciendo, ya no le importaba verse perfecta en todo momento, pero todavía no le gustaría parecer un mono grasiento estando alrededor de los huéspedes.
Bulma pasó los dedos por su cabello mientras atravesó los largos pasillos y subió las escaleras para llegar a la puerta principal. Ella sonrió al hombre que vio allí. Era un hombre alto con el pelo corto oscuro y piel pálida. Sus ojos oscuros estaban escondidos detrás de un par de anteojos de oro recortada y estaba vestido con un traje negro y una corbata roja. Era bastante guapo.
"Hola". Saludó Bulma mientras ella se acercó y estrechó la mano del hombre. "¿Cómo puedo ayudarle?"
"Ah, Sra. Briefs. Me alegro de poder encontrarla. Mi nombre es Dr. Villa y soy científico del laboratorio 'D and A. ".
"¡Oh! Es un honor, Dr. Villa! " Decir que estaba impresionada sería un eufemismo. Los científicos del D and A Labs son los más brillantes del mundo. Ellos habían dado con la cura para la enfermedad cardíaca que casi había matado a Goku tantos otros años atras y que constantemente eran los mas avanzados a la hora de curar las peores de las enfermedades.
El hombre sonrió. "El honor es todo mío, Sra. Briefs. Con todo el respeto, usted debería haberse unido a nosotros años atrás. Escuché que una oferta se hizo, después de todo."
Bulma se sonrojó. "Sí, bueno, yo no juego bien con otros, me temo. Yo prefiero trabajar a solas."
"Eso es lo que te hace tan admirable. Pero volviendo a los negocios. Yo esperaba que pudiera hablar con usted en privado acerca de un proyecto que hemos estado trabajando durante bastante tiempo. Usted ve, nosotros hemos encontrado un obstáculo y mis colegas y yo estamos esperando que usted pueda ser capaz de ayudar. "
"Por... Por supuesto."
Otra sonrisa. "Muy bien entonces. Podemos hablar en mi coche. "
Bulma arqueó una ceja, pero siguió al hombre afuera de todos modos. "¿Por qué el coche?"
Dr. Villa abrió la puerta del pasajero y permitió a la mujer deslizarse en el interior. "Me gustaría llevarla directamente al laboratorio. Es muy urgente. Le voy a contar en el camino. "
Ella esperó hasta que el hombre había cerrado la puerta y se metió en el asiento del conductor antes de seguir hablando. "Está bien. Haré lo que pueda para ayudarle. "
Dr. Villa puso en marcha el coche y se alejó de la acera. "Antes de comenzar tengo que pedir que se mantenga lo que vaya a decir en secreto. Este es un proyecto de alto secreto y una palabra de nuestro trabajo no debe llegar al público. ¿Puedo confiar en ti? "
Después de una rápida inclinación de cabeza, continuó.
"Hace unos años ha venido un espécimen que no es de esta Tierra. Habíamos estado conscientes de su presencia desde hace años, pero nunca logramos obtener uno para estudiar. Simplemente no podíamos dejar pasar la oportunidad de poner nuestras manos en uno prácticamente cuando cayó en nuestro regazo."
El hombre se detuvo por un momento y miró a los ojos de Bulma.
"¿Confío en que sabes lo que un Saiyajin es?"
Por un momento se quedó sin habla. Su boca se abrió, pero no salió ningún sonido. ¿Tenían un Saiyajin? ¿Cómo sabian de ellos? Sí, el mundo los había visto luchar en el Torneo de Cell en la televisión y su poder se había mostrado en los torneos, pero estaba segura de que "Saiyajin" nunca había sido mencionado. Por otra parte, estos eran los genios más importantes del mundo. Por supuesto que podrían poner dos y dos juntos.
"Um... Sí... Lo se "
Los labios del Dr. Villa se curvaron en una sonrisa. "Yo pensé lo mismo. Usted sabe de ellos desde hace años, ¿no? De hecho... sus hijos son mitad Saiyajin, ¿no?"
Bulma frunció el ceño. "Si usted está pensando en lo que pienso yo ---"
"Por favor, cálmate. No estamos interesados en hacer daño a sus hijos. Tenemos lo que necesitamos, un Saiyajin de sangre pura. Debe saber que en caso de cualquier fuga de información sobre nuestro proyecto, podemos hacer la vida imposible para usted."
"¿Me está amenazando?"
"Lo siento. Es necesario ".
Bulma sopló y se cruzó de brazos mientras ella miraba al hombre. "Ya parece saber mucho acerca de Saiyajins. ¿Para qué me necesita? "
"Nuestro espécimen está enfermo. A pesar de que hemos tenido años para estudiar su sistema inmunológico y cómo su cuerpo funciona, no somos capaces de traerlo de vuelta a la salud adecuada. Usted ha criado y ha estado alrededor de Saiyajins casi toda su vida. Esperamos que usted pueda ser capaz de arreglarlo. "
"Le agradecería si dejara de llamar a este Saiyajin un "eso". ¿Es un él o es ella?"
"Él".
"¿Alguna vez le preguntaron su nombre?"
Dr. Villa no respondió cuando se detuvo el coche y lo puso en el parque. Llegó detrás del asiento y sacó una venda para los ojos. "Por razones de seguridad, debo pedirle que use esto hasta llegar con el especimen"
"Oh, ¡qué ridículo! ¡Muy bien!" Bulma rompió, así como el hombre aseguró la tela alrededor de sus ojos. Ella esperó con impaciencia al salir del coche, y luego abrió la puerta y la ayudó a salir del vehículo.
"Por aquí".
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Bulma prestó mucha atención a cada vuelta que hizo mientras era trasladada por los pasillos de los compuestos de gran tamaño. Es posible que no halla sido capaz de ver, pero eso no significaba que no podía encontrar su camino de regreso aquí si era necesario.
Ella escuchó como el Dr. Villa introdujo unos números en un teclado, y luego esperó mientras una puerta se abria un momento después. Por último, la tela alrededor de sus ojos fue removida.
Bulma parpadeó varias veces con el fin de adaptarse a la dura luz artificial que inundaba la sala. Varias personas estaban zumbando a su alrededor en batas blancas, muchas de las cuales llevaban libretas de apuntes y murmuraban para sí mismos mientras pasaban de largo. El amplio espacio olía a limpio y desinfectantes y aunque estaba acostumbrada a ese tipo de olor, esto hacia que su nariz ardiera.
"Aquí. Tal vez quiera estos, por su propia seguridad ".
Bulma miró hacia Dr.Villa. Ahora estaba usando guantes y tenía una máscara sobre la nariz y la boca. Él le ofrecía lo mismo. Ella pasó la mano a un lado. "No, gracias. Voy a arriesgarme."
El hombre parecía fruncir el ceño detrás de su máscara, pero señaló hacia el otro lado de la habitación. "Por aquí entonces."
Ella asintió con la cabeza y lo siguió mientras la conducía a través de la multitud de personas. A su izquierda se podía ver una habitación separada por una gruesa pared de vidrio. Había una cama y lo que parecía una pequeña habitación dentro, probablemente un cuarto de baño.
"¿Es ahí donde lo mantienes?"
Los ojos del Dr. Villa se posaron en ella antes de volver de nuevo la mirada hacia delante. "Por lo general. Por su visita le hemos trasladado a una celda más pequeña para que sea más fácil para usted tener acceso a él. Puede ser muy agresivo en los días que no quiere ser tocado."
Juntos continuaron a través de una puerta a otra habitación, esta vez más pequeña que la anterior. Estaba completamente vacío a excepción de una jaula enrejada establecida en la esquina y un gabinete aún más pequeño. La estructura de acero no era más grande que una perrera grande, y el Saiyajin acurrucado en el interior estaba cubierto por una manta.
"¿Estás loco? ¿Por qué está ahí?" Gritó Bulma mientras ella se dio la vuelta para ver el rostro del hombre.
Dr. Villa suspiró como si estuviera hablando con un niño. "Sra. Briefs, como ya he dicho, el sujeto puede ser hostil. Lo aseguró en esta jaula porque fácilmente se puede acceder a través de las barras desde cualquier ángulo. No hay lugar para él para escapar. Este segura de que no lo mantenemos aquí en un régimen normal. "
Bulma se mordió los labios para no decir nada más. Ella no quería ser expulsada antes de que pudiera investigar, después de todo. Ella respiró profundamente para calmarse antes de avanzar y se sentó sobre sus talones ante la jaula. La manta del Saiyajin lo ocultaba por completo de su vista, a excepción de la punta de una cola de color negro. Poco a poco, a fin de no asustarlo, Bulma se inclinó hacia delante y metió la mano entre los barrotes hasta que sus dedos apenas tocaban la piel suave.
Ella abrió la boca y acerco su mano de nuevo, la cola se retiro rápidamente por debajo de la manta y un gruñido bajo pero fuerte estalló del hombre ante ella. Observó que el ser se estremeció, a pesar de su amenaza. Esto a Bulma le decía que su reacción era basada en el miedo, no en agresión.
"Oye, está bien. He oído que estabas enfermo y yo estoy aquí para hacerte sentir mejor." Ella hablaba en voz baja con la esperanza de calmar al Saiyajin. Para su sorpresa, el gruñido se detuvo casi inmediatamente después de que había hablado, y si ella no se equivocaba, podía oír un consumo rápido de la respiración, como un suspiro.
Ella continuó. "Me dijeron que eras un Saiyajin. ¿Me creerías si te dijera que mis hijos son mitad Saiyajin? Tengo un niño y una niña. Su padre es Vegeta, príncipe de los Saiyajins. ¿Le es conocido? "
Bulma esperó pacientemente una respuesta, pero el Saiyajin permaneció en silencio. De vez en cuando recogió un escalofrío debajo de la manta. Era difícil saber si la reacción era de su enfermedad, o el miedo.
"¿Cuál es tu nombre?"
Una vez más, no hay respuesta. El hombre se movio, pero no dijo nada.
Bulma suspiró. "¿Me dejas echar un vistazo? ¿Qué tal si comenzamos lento? ¿Puedo tomarte el pulso? Lo único que necesito es tu muñeca para eso."
Pasó un momento sin movimiento en el cual Bulma estaba empezando a preguntarse si este Saiyajin siquiera podía comprenderla, pero justo cuando estaba a punto de levantarse, un brazo se deslizó por debajo de la manta y se extendio lentamente hacia ella. Ella sonrió cuando atraveso los barrotes y lo tomó por la mitad. Le dio la vuelta a la manga de su camisa de gran tamaño pero delgada, para revelar un brazo musculoso. Él no era tan musculoso como Vegeta o los otros chicos, pero aún tenía un firme tono muscular, gracias a sus genes.
"Gracias. Esto no tomará mucho tiempo." Bulma colocó los dedos en la muñeca del hombre y cronometro su pulso en su reloj. Un pulso normal de Saiyajin era, naturalmente, más rápido que el de un ser humano, pero el pulso de este Saiyajin era demasiado rápido. Su corazón parecía estar trabajando demasiado duro. Miró de nuevo al Dr. Villa.
"¿Acaso le inyectaron algo que podría acelerar su corazón? Es demasiado rápido. "
El hombre negó con la cabeza. "No. Nuestros estudios han demostrado que el corazón de este espécimen parece estar ligeramente dañado. El patrón de daño es consistente con aquellos que sobrevivieron al virus del corazon años atras."
Los ojos de Bulma se redujeron por la declaración y no fue hasta que un pequeño gemido llegó a sus oídos que se dio cuenta de que había estado apretando la muñeca del Saiyajin con fuerza. "Lo siento..." dijo mientras aflojó el agarre y acariciaba la suave piel.
"¿Qué edad tiene?", Preguntó la mujer, a pesar de que sus ojos no dejaron de ver la mano que sostenía.
"Estimamos que sea alrededor de los dieciocho años. Lo hemos tenido desde que tenía trece años. "
La mente de Bulma se tambaleó con la información. Todo esto aumentó. Goku se había ido con el dragón en el cuerpo de un niño de doce años. Eso fue hace seis años. Hoy en día se vería de dieciocho años. El corazón dañado... Los sueños de Vegeta...
Bulma poco a poco se inclinó hacia delante con una mano temblorosa, y sus dedos agarraron la manta tirando de ella. Poco a poco el material fue arrastrado, dejando al descubierto un familiar cabello negro, piel pálida y un rostro más joven, pero reconocible. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras otros de color negro se levantaron lentamente para encontrarse con los de ella.
"Goku..."