Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stay near please... por amy

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Kairi_Reituki te mentí :E (?)

Aghhh... quería actualizar ayer pero la escuela es jota(?) y no me dejó e___e

Apenas acabo de terminar -a medias- mi tarea -o-

Bueno, espero les guste C:

 

 

Pronto oí tu voz llamarme, cerré los ojos y enterré mi rostro en la almohada. Sigo molesto y seguiré ignorándote.


-Ruu…- murmuraste a escasos pasos de la cama, quizá en la puerta, si usas ese lindo y amable tono no podré ignorarte.


Moví mi cola, para enseñarte que estaba despierto, si no, sé que te irías de nuevo.


Y te sentí sentarte a un costado mío, no dijiste nada, ¿Por qué tardaste tanto?, quería preguntarte, pero no te mostraré mi preocupación. No, sólo era curiosidad.


Acaricias mi cabeza como de costumbre, mis orejas se bajan al sentir tu tacto, no puedo evitarlo, me gusta que hagas eso. Bajas de mi cabeza hasta mi nuca, tus manos están frías, pero no te detengo, hasta que estás sobre mi espalda. Me di la vuelta para mirarte, como me lo esperaba, venías mojado. Vaya tonto que eres.


A pesar de eso, me cargaste, te acomodaste en la cama y me sentaste sobre tus piernas, no me gusta el agua, y las gotitas que escurren de tu ropa me empapan. Gruñí algo molesto, pero me sonreíste, quiero que dejes de hacerlo. Pero si lo haces, significa que no estás enojado. Me preocupé por nada.


-Te traje unos dulces.- anunciaste captando mi atención, entonces por eso saliste tan deprisa. Tonto, el soborno no funciona conmigo.


Metiste una de tus manos a la bolsa de tu chaqueta y sacaste una pequeña bolsita. –Toma, por ser tan buen niño.- me dijiste teniéndome la bolsita, la tomé y saqué un dulce. Quiero que me consientas, pero las golosinas no son suficientes, no, no.


-Te tardaste en darte cuenta de eso.- dije frunciendo el seño, mientras introducía la bolita en mi boca. Acariciaste mi cabeza y jugaste un poco con mis orejas.


-Meow…- que bien se siente que acaricies mis orejitas, lo sabes, que ese es mi punto débil. Pero te dejaré hacerlo, quiero que me recompenses.


Atrapé tu mojada camisa entre mis dedos y me acurruqué, de nuevo mi cabeza fue atrapada por la curva de tu cuello, estando este en frente mío, lo lamí, porque con palabras no puedo decírtelo.


Sigues acariciando mis orejitas, luego bajas hasta mis mejillas y las aprietas con delicadeza. –N-o… hagas es-o…- dije intentando alejar tu mano con la mía, pero no te detienes.


-Eres muy lindo, Ruu…-  yo lo sé, pero oírlo salir de tus labios se siente muy bien. Restregué mi cabeza en tu hombro, soy mejor expresándome de esa manera y tú lo sabes. Pero, por favor, sigue halagándome, sigue tratándome con cariño, sigamos así por siempre.


Al fin dejaste mis mejillas, una de tus manos sostenía mi cintura y la otra acariciaba mi cabeza, mis orejas. Yo movía mi colita gustoso, ahora no me importaba terminar algo mojado, y tú ya no tendrás  frío, tus manos se fueron calentando poco a poco, ahora están tibias y se sienten mejor.


-Te quiero mucho, Ruu…- si lo dices de esa manera, tan dulce, soy capaz de creerlo, pero no estoy seguro todavía, algún día tal vez te conteste, pero es muy vergonzoso ahora.


-Meow…- me abracé a tu cuello, si tan sólo estuviéramos así por siempre, las cosas serían más sencillas. Aún si no lo digo con palabras, deberías entenderlo, ¿no?


-Eres un tonto…- murmuré sobre tu cuello, reíste y me abrazaste.


-¿Por qué lo soy esta vez?- si te burlas todo el tiempo, sólo conseguirás que me enoje más, y sólo así te dignas a consentirme.


-Siempre lo eres.- contesté sin apartarme. Tu cuerpo ya estaba tibio, tan sólo quisiera fundirme en esta calidez.


-Perdóname entonces.- murmuraste cerca de mi oreja.


-No…-


-¿Eh? ¿Por qué no?- y todavía tienes el cinismo de preguntarlo, pero no pienso responderte, no quiero que te apartes, quizá así pueda perdonarte.


-Vamos, Ruu…- dijiste separándome de tu cuello. Te miré haciendo un puchero, que te arrancó una sonrisa. Acariciaste mi cabeza, parece que es todo lo que sabes hacer.


-Perdóname, ¿sí?- juntaste nuestras frentes y sólo atiné a sonrojarme, aún no sé porqué siempre me pasa esto, pero no es molesto.


-N-o…- murmuré empujando tu pecho con mis puños, para alejarte, pero eras mucho más fuerte como para aguantarlo, además no podía separarme yo, por tus manos que retenían mi cintura.


-Anda, Ruu…- restregaste tu nariz con la mía y reforzaste el agarre de mi cintura, ¿Qué crees que haces?


-No, suéltame.- dije mirándolo con molestia.


-Si me perdonas lo hago.- que chantaje, pero no me molesta esta posición. En verdad eres un idiota, sólo me tratas así cuando me enojo.


Sin decir nada, te empuje y quedaste recostado en la cama, conmigo encima, me miraste sorprendido. –Entonces no me sueltes.- dije acomodándome sobre ti, sentí tus brazos abrazándome y el palpitar de tu corazón, pude percibirlo igual de rápido que el mío, pero con esa misma calma que me brinda tu presencia.


-Te quiero mucho, Ruu…- murmuraste de nuevo, sonriendo y acariciando mi cabeza. Escondí mi rostro en tu pecho, quisiera que dejaras de decirlo, porque no todos los sentimientos son iguales, las palabras sí, por eso prefiero no usarlas. Apreté tu camisa de nuevo con desespero, te odio por acelerar mi corazón de esta manera.


Estemos juntos por siempre, sólo eso pido, ya no que me hables, tan sólo que me permitas dormir entre tus brazos.


No quiero sentir el amor fraternal que tiene un amo hacia su mascota, aunque sea humano sigo siendo en parte eso, sólo un gato domesticado para ti. Tu mascota adorable que te espera día a día en casa, pero yo no te quiero de esa manera solamente. Yo quiero que me abraces como en las películas, quiero que me demuestres tus verdaderos sentimientos.


Pero no, ¡no mereces que me sincere contigo!


Durmamos juntos esta noche, igual que las demás. Yo no soy débil, pero quiero sentir la fortaleza de tus brazos rodeándome. No tengo miedo de la obscuridad, pero el espacio de cuello y tu hombro se me hace reconfortante. No eres del todo importante para mí, eres un tonto y siempre lo serás, pero quisiera que me amaras alguna vez.


Quizá ese día, yo podría sincerarme.


No quisiera dormir todavía, yo no estoy cansado, pero bostezas y eso me indica que tú sí. Egoístamente, quisiera jugar un rato no, mejor toda la noche, pero eso significa separarme de ti, no quiero darte el gusto.


-No quiero que te duermas.- susurré lamiendo tu cuello lentamente, reíste y te incorporaste, dejándome atrapado en tus piernas de nuevo.


-¿Y qué planeas hacer entonces?- no preguntes, porque no pienso responderte, no quiero que me veas necesitado,  no lo estoy, sólo quiero que me abraces, no hay nada de malo en eso, pero no eres digno de saber lo que me gusta.


Besé tu cuello y me abracé a él nuevamente, tus piernas se abrieron y me encerraste entre ellas, después de todo, si pareces conocerme.


-Te quiero mucho, Ruu…- la tercera vez que lo dices, tan sólo quiero esconderme, me avergüenzan mis propios sentimientos, y ahora odio que mis acciones me delaten, pero eres tan idiota que jamás lo notarías.


-Demuéstralo…- murmuré sin darme cuenta, pero eso lo oíste perfectamente.  No se suponía que saliera de mis labios, tan sólo lo pensé y ahora me arrepiento. Palabras vacías no me llenan, quisiera que tus sentimientos fueran iguales a los míos, pero no quiero lastima, no, no, por eso, mejor la boca dejar cerrada.


-¿Acaso no me crees?- preguntaste buscando mi mirada, pero no verás mi rostro sonrojado, que vergüenza, no te daré el gusto de verme apenado.


-En verdad te quiero, Ruu…- y de nuevo usas aquel tono tan dulce, no quiero que seas amable, no quiero que me veas por debajo del hombro. Si el precio es la misma falsedad, mejor irme ahora y no lamentarme después.


Me encogí en mi posición, no quiero que digas nada, si sigues así harás que me emocione, tonto corazón, tonta felicidad sin sentido. Sólo abrázame, eso es suficiente, pero no puede de mis labios escapar esa petición. Me aferro a tu camisa, no quiero desilusiones, quiero que todo siga como siempre.


Me agarraste desprevenido, una de tus manos levantó mi rostro sin poder evitarlo y me sentí sonrojar por la cercanía. ¿Qué haces ahora?


Tus labios se encorvan en una nueva sonrisa, te acercas, yo sólo estoy hipnotizado por el brillo de tus ojos, ¿Es aquella la misma gentileza de siempre?


Y sin darme cuenta ya tenía tus labios sobre los míos… Me tensé y te miré impactado y sin saber que hacer, pero fue algo casto y sencillo, te separaste y apartaste a una distancia un poco más prudente, pero ni así, mi sonrojo bajó, todo lo contrario.


-¿Tú me quieres, Ruu?- que pregunta tan tonta, pero jamás la habías formulado, será que ¿dudabas de ello? Por idiota no lo sabías, no eres digno de escucharme.


Me abracé a tu cuello como respuesta, no me importa si no lo entiendes, porque yo a ti no. Pero sentí que me correspondías al abrazo, lamí tu cuello de nuevo y tú acariciaste mis orejitas. Si fueras así de dulce siempre, ¿Me tendrías más confundido?


Después de todo yo sigo siendo un niño…


-Responde, Ruu, por favor…- el tono ya no fue tan dulce, incluso algo suplicante, ¿Tanto te importa que lo diga? Es muy vergonzoso, no seas así de cruel…


-Sí…- murmuré encogiéndome más, nunca fue fácil aceptarlo, ni siquiera a mí mismo me lo dije abiertamente, y aunque ahora tampoco, estos tontos sentimientos pesan mucho estando sobre mi pecho.  No quiero presiones, quisiera no sentirme así, ¡Por favor deja ya de ser tan idiota!


-Me pregunto de qué manera…- murmuraste acariciando mi cabeza, y sigues con tus estúpidas preguntas, no quiero contestarte, ¿Por qué no lo entiendes de una maldita vez?


-Tú… ¿De qué manera me quieres?- pregunté con miedo, no lo asimilo. Apreté de nuevo tu camisa, sonríe, no uses ese tono tan apagado, nunca lo he oído, que vuelva aquella amabilidad…


-Interprétalo.- me apartaste y quedé recostado sobre el colchón, en tu mirada estaba ese destello, ¿En qué piensas, Akira? Como siempre, jamás dijo lo que yo opino en estos casos, como siempre te dejo consentirme todo lo que quieras, después de todo, eres mi amo y eso debes hacer.


Acariciaste mis orejas de nuevo, distrayéndome de lo siguiente que hicieras. Otra vez juntaste tus labios con los míos, pero esta vez no fue de manera efímera. Sentí la dulzura de tus actos, en tus palabras no se percibe pero en tu boca sí. He visto cosas como esta en las películas, así como los abrazos “románticos” y demás cosas que hace una pareja, ¿Qué significa esto, Akira?


Siento el golpeteo de este corazón, y una felicidad inquietante. No me emociones de más.


-Akira…- te llamé después de aquel largo contacto, me miraste con duda y tal vez algo de miedo. –Ámame, Akira…- te exigí para después desviar mi mirada, si no lo entiendes de esta manera, en verdad prefiero irme de aquí.


Me refugié en tu pecho y tus brazos me rodearon, eres el más grande idiota que he conocido. Pero eres el único que dejaría verme así de vulnerable.

Notas finales:

gay Gay GAY!

Anyways ~ me gusto como quedó la narración, no sé, creo que fue un poco diferente de como acostumbraba. Lo escribí todo al ritmo de dos canciones, creo que es por eso x)

Buehh... es un poco decepcionante haber recibido tan pocos reviews en una historia que me pareció más o menos buena, pero de eso a nada... xD

Bien, espero continuar pronto con mi otro fic ¡Bienvenidos al Instituto Prey!

ah... y aviso que tengo planeado continuar con So Wonderful... ya llevo un poco avanzado de ese, pero no sé cuando pueda subirlo D; con la escuela y a los cursos que probablemente me deba meter... se ira mi tiempo y no quiero dejar dos fics inconclusos por mucho tiempo .o.

Bueno, la verdad no me gusto NADA como quedó este final, porque ni siquiera sé si así se puede llamarle xD Siento que algo le falta pero no sé exactamente qué :/ un lemon no se me hace muy adecuado pero aún no sé, no quiero que en todas msi historias haya necesariamente eso...

Agh... estoy un poco estresada -o-

Odio a la sociedad y sus estúpidos estándares e__é!

 

Mejor me voy o se me hará tarde ~

 

Amy fuera!! 8DD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).