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KONOHA HIGH SCHOOL 2: NUESTRO REENCUENTRO por pri_sasukelove20

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Notas del fanfic:

Si no viste la primera historia. Sugiero que lo hagas para entender la secuela de esta.

 

Notas del capitulo:

 

Solo serán tres capis:

Mi vida-Sasuke.

Mi vida-Naruto.

Y el último capi: nuestro reencuentro.

Espero que aunque sea corto me apoyen, ya que lo he hecho para que queden tranquilas de que Naruto y Sasuke vuelven a estar juntos.

Comunico desde ahora que el último capitulo contendrá LEMON NARUSASU. Si no te gusta, sugiero que no lo leas.

(Personajes de Masashi)

 

Mi vida tras dejar a mi amor.

Nombre: Sasuke Uchiha.

Edad: 18 años.

Cuando subí al avión solo pude pensar en él. En Naruto. Si estaba bien. Temeroso de lo que pudo haberle ocurrido con los maleantes contratados por mi estúpido padre.

Despedirme a través del vidrio del auto fue un momento muy doloroso para mí. Ver sus ojos azules apagarse a medida que me alejaba y perdía su imagen en la distancia hasta doblar la esquina.

Reclame y patalee como un niño pequeño contra el asiento de adelante. Mi padre me gritó y ordenó a mi madre tranquilizarme si no, usaría la fuerza de su mano en mi rostro para dejarme una nueva marca en la mejilla media morada.

Me abrazó y dejé que mi angustia me invadiera por completo. Lloré en silencio hasta llegar al aeropuerto.

—¡Pasajeros con destino a Nueva yok, favor de pasar por la puerta tres por favor! ¡Repito, los pasajeros con destino a Nueva York, ya pueden abordar el avión, gracias!

Cuando escuche el llamado, supe que era el adiós definitivo de la vida que hubiera soñado junto a mi rubio. Solo pudimos estar juntos en el viaje, y llevábamos tan solo seis días de novios. Que tristeza… no pudimos aprovechar mucho.

—Andando, familia.

Miré por última vez el lugar que dejaba. Mi grupo de amistades, mi hermano, el único que estaba siempre apoyándome y cuidando de mí y el amor de mi vida, al que dejaba sin haber podido brindarle un beso de despedida.

Cuando nos sentamos en los asientos, mi padre quedó a un costado y yo me ubique con mi madre. Observe por la ventana el cómo se movía el avión hasta finalmente levantar vuelo en el cielo azul como los ojos del Dobe.

Me entregue al sueño y no desperté hasta llegar a nuestro destino.

Y lo que me esperaba no era nada bueno.

Me encontré con una enorme mansión y jardines repletos de flores. Una casa para ricos. Mi padre se había esmerado en el próximo hogar. Elegí mi cuarto subiendo las interminables escaleras. Había más de diez habitaciones y contábamos con varias mucamas y un mayordomo.

¿Qué era todo eso?

Solo quería una casa normal como la otra.

Me inscribió en un colegio prestigioso que quedaba lejos de esa mansión. Pero teníamos limusina asique no era un problema.

El primer día, fue un asco total.

Las mujeres de ese salón se me insinuaban descaradamente y los chicos de mi edad solo les interesaban los Ferraris y el sexo sin compromiso.

A donde quiera que fuera, había alguien ligando con una chica. Incluso en los baños de hombres, encontré en plena sesión de sexo a una pareja bastante acalorada. La chica se sonrojó al ser descubierta y el peli-marrón solo me sonrió y volvió a lo suyo de besarla mientras la embestía.

Que colegio de mierda. Maldita sea. Las apariencias engañan y lo he comprobado.

En los recreos almorzaba solitariamente. No dando interés a lo que transcurría a mi alrededor.

Así la pase durante todo el año. Solo e ignorando las propuestas de una noche de placer. El último año que había perdido en Japón, pude hacerlo en esa aburrida y odiosa institución de niños ricachones.

Cumplí 20. Cada día, semana, mes, y año… pensaba en Naruto. Lloraba en las noches y soñaba el cómo nos amábamos en el viaje de Bora Bora.

Ponto, noté algo en mi apariencia.

Estaba perdiendo peso. Demasiado. Me desmaye tras discutir con mi padre a mitad de la enorme sala de invitados.

¿La razón de pelear verbalmente?

Sakura venía a vivir con nosotros y su familia. La casa era tan grande que podría albergar a bastantes personas.

Mi salud se volvió crítica. No pude levantarme durante meses. Yo, el gran Sasuke Uchiha, era huesos y piel. Me estaba muriendo de tristeza.

No quería vivir una vida como esa sin él a mi lado. El día a día solo era cabalgar, nadar en la piscina del jardín y discutir en la cena de noche con mi padre.

Discutir sobre mi felicidad. Lo que deseaba y no lo que él quería para mi vida. Pero perdí contra sus palabras y el poder que ejercía en todos en casa, hasta en mi madre. Y fue entonces que deje de comer y beber…

Me di al abandono. Y esperaba una muerte tranquila en mi cama.

Sakura no se despegaba ni un segundo de mi. Y estaba al pendiente de lo que la mucama me daba de alimento. Pero yo negaba y negaba.

No quería seguir con eso.

Pero entonces me llegó su cara. Su sonrisa. Sus caricias y sus besos, esa voz chillona, la palabra “Teme” como la extrañaba. Como lo extrañaba y me preguntaba, si algún día podría verle de nuevo.

Pero si me dejaba morir no había una oportunidad de verle. De amarle.

Y por Naruto, por mi Dobe, comencé a alimentarme.

Salí adelante. Porque lo amaba demasiado y anhelaba volver a verlo algún día de mi patética vida.

Pero tuve que soportar mucho para seguir viviendo. Mi padre me obligó a tener relaciones con Sakura…

Y yo… le fui fiel a Naruto hasta el último momento. Como consecuencia de haberme negado, estuve internado en un hospital por varios días, regalo de mi mal padre.

Pero le sonreí. Cuando entró a ver mi deplorable estado, yo le sonreí victorioso.

—Jamás me acostare con ella… me oyes, padre. Yo… amo a Naruto y por lo tanto, le seré fiel sin importar lo que me hagas. Sigue golpeándome…-reí-pero no obtendrás nada de mi más que un profundo odio.

—No estés tan feliz, hijo. Te casaras con ella.

El tiempo volvió a transcurrir y la boda dio inicio. Pero no debo decirles lo que pasó, je…

Eso ya es pasado.

—He llegado a Japón. Espero encontrarte pronto, Naruto.

Salí del aeropuerto a la espera de un vehículo que me transportara.

—¡Taxi!

Paró y yo subí en el asiento de copiloto.

—¿A dónde joven?

—Quiero que me lleve a una escuela de por aquí.

—¿Cuál? 

Sonreí. Sonreí de felicidad. Porque tengo una corazonada de donde podría verle.

—Konoha high school, por favor.

¡Naruto... he regresado para estar contigo! ¡Espérame, Dobe!

(Continuará)

Notas finales:

¿Les gustó? T.T


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