Intermedio: A punto de amarnos.
Empujó a Sasuke contra la pared de la azotea. El pelinegro gimió un poco sorprendido entre los labios de su pareja. Sintió sus manos aferrarse a su nuca, enterrándose entre la abundante cabellera azabache, y sabia, que Naruto estaba desesperado por amarle.
Sus brazos rodearon la cintura del emocionado rubio apegándolo a su cuerpo. ¿Cuánto duró el beso tan apasionado? No lo sabían y no les importaba. Pero cuando el oji-azul soltó sus labios, Sasuke estaba respirando agitado y sonrió. Era el beso más romántico de su vida, al menos para él.
—Pensé…-pegó su frente contra el pecho del Uchiha, respiraba agitado igual que él, pero con una diferencia. Naruto sollozaba-pensé… que nunca… que nunca volvería a verte…
El moreno suspiró y levantó la mano acariciándole la cabeza. Parecía un pequeño en busca de su madre, pero lo comprendía. El también quería llorar. Luego sonrió, su orgullo todavía prevalecía dentro de él.
—Es porque eres un Dobe-rió-Y como tal, es mi deber hacerte ver las cosas… que no he dejado de pensar en ti, idiota.
Vale, el orgullo duró segundos. Sasuke no podía ocultar cuanto le echaba de menos.
—Naruto…
El rubio levantó el rostro con los ojos brillosos debido al derrame de lágrimas, Sasuke lo tomó de la nuca y lo acercó a su rostro.
—No es suficiente…-susurró-Dame más.
Besó bruscamente al Namikaze, quien ante el acto se volvió loco de placer. Abrazó al moreno y las manos de ambos comenzaron a tocar el cuerpo ajeno, recociéndolo de inmediato. El blondo tocó su pecho por sobre la fina camisa, subió sus manos y rodeó sus pezones para luego estimularlos con sus dedos. Sonrió al sentir el cuerpo de Sasuke estremecerse y soltar un gemido ahogado entre sus labios.
—Teme…-se separó y atacó su cuello, marcándolo sin detenerse, lo besaba y lo mordía casi acariciando la piel con sus dientes.
—Aaaaah… detente…-pidió, tratando de no tirar su poca cordura. De verdad quería hacerlo con su rubio, pero…-Para, Naruto, no más.
Escuchó un chasqueo de lengua, dejó de sentir las manos mágicas en su cuerpo al borde del placer. Levantó una ceja al ver su camisa media abierta, su pareja era muy rápida. No lo había notado con sus fogosos besos en su cuello.
—Naruto…-le daba la espalda. Tal parecía que se había enfadado por no permitirle hacerle suyo-Es que…
—Lo sé-le cortó serio-No queremos traumar a ningún alumno cuando toque el timbre de recreo.
Sasuke suspiró.
—¿Entonces? Mírame…
Dudó un poco, pero se volteó encontrándose con los ojos negros que tanto llevaba sin ver.
—Es que… te extrañé tanto. Que lo único que quiero es que estemos juntos.
El azabache sonrió. Se acercó a él y lo abrazó efusivamente.
—Te amo, Naruto.
Tras esas simples palabras, las lágrimas acudieron a sus ojos azules y retuvo a su novio con más fuerza de la cintura. Sasuke escuchó sus sollozos y le acarició la espalda.
—Sasuke, dime algo por favor-su voz se vio suplicante. Lo miró de frente, pero no había roto el abrazo, besó sus labios fugazmente-Dime la verdad, por favor.
El pelinegro observó sus ojos llenos de angustia. ¿Qué deseaba preguntarle?
—¿Ha habido alguien más en tu vida?
Sasuke frunció notablemente el seño.
—Antes que te enojes…-vio su cara poco amable-Déjame terminar. Dime que nadie ha tocado tu cuerpo…-su mano se deslizó por el pecho de Sasuke-Ni esta parte-bajó su mano rozando el miembro del azabache quien se sonrojó de golpe-Dime que nadie te ha hecho el amor, Sasuke. Dime que era yo…-el moreno relajó la mirada al ver su llanto, estaba sorprendido, Naruto tenía miedo de haberlo perdido años atrás. Que alguien más hubiera aparecido en su vida-…que era yo el que ocupaba tus pensamientos.
—Dobe…-lo tomó de ambas mejillas e hizo que lo mirara fijamente-Escúchame bien, Naruto. No hay nadie ni lo hubo en seis años. Solo tú-los ojos del rubio se iluminaron de alegría-Solo tú has ocupado mis pensamientos… nadie me ha tocado, me he permitido estar limpio solo para ti. ¿Lo entiendes? Y cuando te necesitaba más que nunca…-sus mejillas se pusieron totalmente rojas con lo que iba a decir a continuación-Veras… hubo momentos en los que necesitaba descargarme. Esperaba estar a solas en mi cuarto. Cuando se iba Sakura-Naruto lo miró sorprendido-Después te explico eso-respondió, al ver la rara expresión de su novio-Como decía, cuando ella se iba, yo… me masturbaba pensando en ti… imaginando las vez que hicimos el amor en Bora-Bora. Mi primera vez en la habitación de Shikamaru y Kiba. Así que… como veras… no te he engañado, idiota-desvió la mirada de los resplandecientes zafiros que sonreían emocionados.
—Sasuke…-se acercó cerca de su oído y lo lamió-No eres el único. Yo me masturbé pensando en ti, que no te de pena, Teme-Sasuke enrojeció.
—Eres un…-Naruto acalló sus labios ya mas aliviado de saber que nadie había tocado a su novio. Dejó de llorar y se concentró en acabar el oxígeno de la forma más lujuriosa posible. Una pelea de lenguas y mezcla de saliva.
Sasuke quería sacarle la ropa ahí mismo y fundirse con él, pero controlaba sus ansias por el bien de los que trabajaban en la escuela. Con la camisa abierta fue expuesto a las manos de Naruto colarse por su abdomen y tocar sus pezones con la intención de endurecerlos, mientras sus labios mordisqueaban el cuello albino. El pobre Sasuke se sintió una gelatina con sus sensuales caricias, y quería parar, pero mierda… ¡Quería hacer el amor ahora! ¿Pero si un niño los pescaba desnudos haciendo movimientos con sus cuerpos desenfrenados? El pobre quedaría traumado de por vida.
Por el bien de los ocupantes del instituto, separó al sexy rubio de su cuerpo. Naruto lo miró frustrado.
—Dobe…-respiraba agitado, su límite estaba muriendo-¡Vamos a tu departamento y rápido!
Se abrochó la camisa en segundos y jaló a su rubio sediento de su cuerpo por las escaleras para salir del instituto y correr a la casa de Naruto. Si, no había tiempo que perder, no esperaría un maldito taxi. Él y Naruto, querían amarse después de seis años de estar separados.
Y no importa quién era el activo. En el momento que entrasen en la habitación, Sasuke solo quería estar con Naruto y amarlo como él lo hacía. No importaba nada, solo que estuvieran juntos desde ahora y sin más obstáculos por delante.
(Continuará)