Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

10 FASES por Winy9

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! 

Aquí llego con un nuevo fic que decidí publicar hoy porque no me puedo dormir, estoy malísima de la muerte y dado que no es día de actualización de mi otro fic (matadme xD) he decidido subir este que tengo ya terminado y que me gusta más porque es enteramente Eunhae ainsss! ^^ 

Y después de esto que no venía a cuento debo decir que tendrá 10 capítulos, porque me he hartado de los fics ultralargos y que es muy abstracto pero espero que aún así os guste ^^ 

Una advertencia pequeñita, por si acaso: Aquí los Sujus (y la aparición de Junsu, mi segundo amor platónico) son unos mal hablados y se insinúan situaciones de contenido explícito pero sin llegar a ser explícito, (creo que no me expresé muy bien... ) 

Bien, nada más por ahora, ¡buena lectura! 

Notas del capitulo:

Las cursivas son pensamientos y la mayoría de los paréntesis también. 

Cuando aparece esto (***) se cambia el punto de vista. 

Es hiperlargo en comparación con lo que yo suelo hacer por capítulo... 

Nada más ^^ 

FASE 1: INTEGRACIÓN

"Las cosas no cambian, cambiamos nosotros"

Henry David Thoreau

-          Ah, que lo dice en serio.

-          ¡Pues claro que lo digo en serio!

-          Está claro que no lo has visto bailar.

-          ¡Oye!

Hyukjae se echa a reír. Kyuhyun se ha ganado la categoría de “torpe” a pulso y no porque lo sea realmente, sino porque él mismo se lo llama como si lo fuera porque normalmente va tropezándose por la calle, aunque, curiosamente, después es uno de los mejores en la clase de gimnasia. Eso sí, cuando alguien que no es él mismo le llama torpe o lo insinúa, no le hace ninguna gracia. Por eso también se ha ganado la categoría de “bipolar”. Junsu también se ríe echándose un poco para atrás en su asiento y disculpándose con Kyu dibujando una sonrisa.

-          Era broma, no te ofendas.

-          Ya, claro. De todas formas es cierto, no vamos a presentarnos a una audición de baile.

-          ¡¿Por qué?!

-          Porque el único que sabe bailar eres tú – interviene Jongwoon callado hasta entonces.

-          ¿Por qué no te presentas solo? – sugiere Junsu como si fuera obvio.

-          No, tiene que ser una coreografía en grupo, sino no os lo habría pedido – replica Hyuk bromeando -. Venga, chicos… por mí.

-          Son los exámenes finales – dice Kyu sin mirarlo.

-          No vamos a aprender a bailar en tan poco tiempo – lo apoya Jongwoon.

-          Y, además, ganarán los de siempre – concluye Junsu.

Sí, en eso su amigo tiene razón y suspira abatido. El instituto siempre se ha dividido en dos. Los que le caen bien a Lee Donghae y los que no. Ni es bueno en gimnasia, ni es bueno en las notas, ni siquiera es un macarra, ni nada de eso, pero gana cada concurso al que se presenta y eso lo hace popular e inaccesible y deseable para todas y algunos del “todos”. Él y su pandilla se pavonean por los pasillos como si fueran los auténticos amos del mundo aunque de puertas para fuera no signifiquen nada. Por el desprecio que ellos cuatro le tienen a cada cosa que hace, no por nada, solo por manía o costumbre, es que ellos se sitúan en el grupo de los que no le caen bien a Donghae que, por otro lado, son la gran mayoría, así que tampoco es demasiado importante. El muchacho es muy guay para juntarse con según qué gente. El caso es que él y su grupo de baile ha ganado cada concurso de baile y canto al que se han presentado para las fiestas de final de curso del instituto, pero Hyuk espera que este año sea distinto, lo desea más bien ya que es el último y por tanto su última oportunidad de destacar en lo único que sabe hacer, bailar. No es que le guste destacar, es simplemente que le enferma ver a Donghae y compañía creerse especiales por algo que, considera, él sabe hacer mejor. Solo quiere restregárselo delante de las narices, pero cada año que dice de presentarse se encuentra con el mismo problema: sus amigos y su miedo escénico transformado en excusas cada año más absurdas.

-          Si nos presentamos no lo tendrán tan fácil.

Kyuhyun deja el ejercicio que está haciendo durante unos segundos para mirarlo casi con lástima y una sonrisa que pretende ser comprensiva.

-          Hyuk, que tú seas bueno, no quita que ellos también lo sean y mucho menos compensa que nosotros seamos un absoluto desastre.

-          Chicos… - suplica con un puchero en los labios -. Por favor… no os pediré nada más en la vida…

-          Claro, porque es el último año que puedes pedirnos esto – replica Jongwoon sonriendo.

-          Por favor… - insiste.

Kyuhyun vuelve a sus ejercicios, Junsu parece muy interesado en la correa de su reloj y Jongwoon mira a cada persona que pasa junto a la mesa en la que están. Todos quieren ignorar la expresión inmensamente triste que se aprecia en su rostro porque así no pueden negarle nada. Junsu comete el error de mirarlo durante una fracción de segundo.

-          Oh, maldita sea, está bien.

-          ¡No! No nos pongas en ese compromiso, Junsu – replica Kyu resignado.

Hyukjae sonríe triunfalmente, por fin, después de seis años, ha conseguido que sus amigos accedan a su petición. Jongwoon fulmina con la mirada a Junsu, pero aún así sonríe asintiendo.

-          Si lo estabais deseando, reconocedlo.

                                                                                                                         

Ese día nada podría ya perturbarle su felicidad. Ni siquiera Kim Heechul tirándoles bolitas de papel a la hora de la clase de Literatura ni la risa de Lee Donghae por este hecho. Solo Junsu y él estaban juntos en la modalidad de letras, ya que sus otros dos amigos habían elegido las ciencias como futuro profesional. Al menos, los dos de atrás (Heechul y Donghae) detienen su irritante comportamiento cuando el profesor irrumpe en la clase, sumiéndolos a todos en un absoluto silencio. Sí, aún quedan profesores capaces de intimidar a sus alumnos con su sola presencia. Sin saludar tan siquiera, comienza a repartir los exámenes parciales de la asignatura que realizaron la semana pasada. Junsu lo mira buscando su apoyo, siempre se pone demasiado nervioso cuando alguien va a darle una nota.

-          ¡Ja! He suspendido – escucha decirle a Heechul chocando una mano con Donghae -. ¿Qué te dije? Me debes una cena.

Donghae no le responde o lo hace en voz demasiado baja. El profesor pronuncia su nombre y él se levanta tropezando con su mochila, haciendo que todos contengan la risa pues no quieren ser “la chusma” del instituto por un accidente absurdo. De todas formas, logra mantener el equilibrio, y con él la dignidad, para llegar hasta el profesor totalmente erguido. Este sonríe con malicia cuando le da el examen.

-          Un tres y medio, señor Lee – informa para toda la clase rompiendo su protocolo de no decir las notas de los demás -. Eso le supone algunos problemas, ¿no?

El chico le arranca literalmente el folio de las manos y vuelve a su asiento con la cabeza agachada, evitando las miradas de sus compañeros, incluso la de Heechul.

-          Lee HyukJae – lo llama entonces cambiando la sonrisa hacia Donghae por una de puro orgullo -. Un nueve con setenta y cinco, magnífico, como siempre.

No puede evitar sonrojarse, pero aún así disfruta de su mérito. Junsu le felicita cuando vuelve a su asiento junto a él. Nadie como su amigo sabe cuánto se está esforzando por sacar esas notas, las necesita para conseguir la beca de la academia más prestigiosa de baile en todo Japón. Desea esa beca desde que tiene memoria, quiere ingresar en esa academia con toda su alma y no está dispuesto a dejarlo pasar, así que no le importa sacrificar sus noches de fiesta, o sus tardes libres, para estudiar. Ya recuperará ese tiempo en otro momento.

 

-          ¡Hyukkie, enhorabuena! – lo felicita Kyu abrazándolo.

No es que sea muy cariñoso, de hecho es más bien arisco, pero cuando se trata de una buena nota, lo celebra por todo lo alto, quizás porque las suyas están siempre a un nivel superior, no estudia demasiado y sin embargo sus notas no bajan del nueve. Y aunque se alegra por él, también siente cierta envidia – sana – por poder hacer eso.

-          Yo he sacado un siete y nadie dice nada – se queja Junsu bromeando.

-          Enhorabuena – le dice Jongwoon burlonamente.

Como cada día, los cuatro salen juntos del instituto. Kyuhyun y él son vecinos, así que normalmente – cuando el más pequeño no se queda dormido – también van juntos a clase. Los otros dos simplemente los acompañan un tramo del trayecto para poder ponerse al día de las últimas clases que no comparten. Es raro no tener con todos las clases, pues, al fin y al cabo, desde la primaria han estado juntos.

-          ¡HyukJae!

Como si los cuatro compartieran ese nombre, se volvieron a una vez porque todos han reconocido esa voz. La del inconfundible e insoportable Lee Donghae. El aludido lo mira aún más extrañado que el resto y al parecer el chico popular parece un tanto incómodo con tres miradas que no tienen nada que ver clavadas en él.

-          Hola – los saluda a todos secamente y con cierto desprecio.

Se aparta el pelo de la cara y respira profundamente, parece que ha venido corriendo hasta alcanzarlo. La pregunta es, ¿por qué? Nunca le ha dirigido la palabra si no es para meterse con él y de eso hace ya cuatro años. No es que haya contado el tiempo transcurrido desde la última vez que le habló, es simplemente que… Bueno, Donghae, le guste o no, es popular y es algo importante, ¿no? Más patético sería si recordara el día en que lo hizo que, claro, no recuerda.

-          ¿Me llamabas?

-          Sí, supongo – responde evidentemente incómodo.

Y le agrada verle así, un tanto humillado por tener que hablarle.

-          Tengo que hablar contigo.

-          ¿Conmigo? ¿De qué?

Mira significativamente al resto y estos se despiden inmediatamente de su amigo para dejarlos solos. Odian a Donghae a muerte, pero saben que es influyente y todo eso. Donghae comienza a andar cuando Junsu, Kyu y Jongwoon han desaparecido por la primera esquina, guiando él el camino sin preocuparse de dónde vive Hyuk. Seguramente no le interese lo más mínimo, pero por educación debería consultarle, ¿no? Aún así, HyukJae le sigue, aunque después tenga que dar una vuelta realmente larga para volver a su casa.

-          He suspendido Literatura.

-          Ya – sonríe recordando la breve humillación de esa misma mañana -. ¿Y qué?

-          Tú no.

-          Ya, ¿y?

-          Oye, no me vaciles.

¿Qué? ¿Pero qué dice? Es normal que lo odie, es realmente insoportable. SI no habla claramente, ¿cómo quiere que entienda lo que dice? No debería ser tan escueto. Y él debería dar media vuelta y largarse a su casa.

-          Lo siento – se disculpa de todos modos.

-          Necesito que me des clases.

Lo dice tan rápido que está seguro de que ha escuchado mal. ¿Lee Donghae pidiéndole ayuda a HyukJae? ¿En serio? Debería inmortalizar ese momento y lo hace en su mente, como cada momento que ha compartido con él por muy tonto que haya sido.

-          ¿Qué?

-          ¿Estás sordo? ¡Que me des clases! No puedo suspender el examen del mes que viene.

HyukJae se detiene, por lo visto los papeles se han invertido y eso le encanta, porque por primera vez en su vida ve que Donghae no tiene el control de algo y eso es muy, muy raro, pero sobre todo emocionante. Y más pudiendo vivirlo en primera persona como lo está haciendo.

-          ¿Y yo que gano?

Donghae también se ha detenido, evitando su mirada, interesado en el suelo.

-          Te pagaré, claro.

-          No me interesa el dinero.

Eso no es cierto, claro que le interesa y lo necesita además, pero no le va a poner las cosas tan fáciles pudiendo humillarlo un poco más. ¿Cuántas veces en la vida se le va a presentar una oportunidad tan jugosa como esa?

-          ¿Entonces qué quieres?

-          Nada – responde encogiéndose de hombros -. No creo que tengas nada que me interese.

Uy que si lo tenía… pero eso era un deseo oculto e inconfesable incluso para él. Bueno, él lo sabía, pero no lo había terminado de asumir. Que te guste el chico al que más odias es un tanto complicado y más cuando esa parte del odio es más intensa que la del atracción/provocación/deseo. Bueno, deseo es ir demasiado lejos. De todas formas si él mismo aún no ha asumido que le gusta solo un poco (bastante) Donghae (pero por el morbo de que es popular y ese rollo, como a todos), mucho menos le va a pedir a él algo relacionado con eso. Aunque sería interesante observar su reacción.

Así que ignorando esa idea de su pervertida mente, se dispone a dar media vuelta  y volver a su casa, pero Donghae lo retiene por la muñeca y lo empuja sin demasiada fuerza para que vuelva a mirarlo, recibiéndolo con unos ojos curiosamente suplicantes. ¿Cómo puede resistirse a ese encanto natural que derrocha por cada poro de su piel? Y esa mirada es simplemente… Oh, no, no va a caer, no aún.

-          Aunque… - prosigue caminando lentamente a su alrededor.

-          ¿Aunque? – inquiere Donghae impaciente.

-          Sí puedes tener algo que me interese.

Un asustadizo y mal pensado Donghae se aleja de él de un salto y HyukJae se echa a reír. No es eso lo que quiere, bueno… no todavía, es algo que incluso puede que lo humille un poco más.

-          Creo que sería justo que si te doy clases de literatura, tú me incluyas en tu grupo de baile.

-          ¡¿Qué?! – grita con voz aguda -. ¿Te has vuelto loco? ¡Estamos al completo y de todas formas tú no podrías entrar!

HyukJae se encoge de hombros, sin perder la sonrisa, seguro de sí mismo como nunca antes lo ha estado. Sabe que si Donghae se ha dignado a hablarle debe tener unas ganas locas de aprobar al precio que sea, así que caerá tarde o temprano en su trampa.

-          Bueno, pues entonces sigue sin haber nada que pueda interesarme.

Comienza a hacer el camino de vuelta a casa sin perder su sonrisa triunfadora y no pasa demasiado tiempo hasta que escucha los pasos apresurados de Donghae por alcanzarle. Lo detiene apoyando una mano con fuerza sobre su hombro, tampoco él opone mucha resistencia.

-          De acuerdo, pero si no vales para nada, te quedas fuera.

HyukJae se vuelve para mirarlo de nuevo y saborear su victoria reflejada en frustración en la mirada de Donghae.

-          Me parece justo.

(***)

Sabe que ha cometido el error más grande de su vida, pero no ha tenido opción. Su tutora se lo ha dejado bien claro, o aprueba o no le dejará presentarse a ninguna audición este año. Y este año es el más importante de todos ya que asistirá uno de los coreógrafos más importantes de Europa. Y no es solo por eso, su sueño es irse a estudiar a Nueva York, aprender inglés y licenciarse en Bellas Artes, pero para eso necesita una media demasiado alta y está visto que por más que se esfuerce no lo consigue, literatura se le sigue atragantando.

¡Un tres y medio después de dos semanas estudiando! Aún no entiende qué ha podido pasar, él estaba seguro de que le había salido bien, ¿qué sentido tiene? El profesor ya lo tiene metido entre ceja y ceja después de cuatro años dándole clase y él ignorándolo, es comprensible que sea imposible aprobar con él. Por eso solo se le ha ocurrido una manera, humillante, sí, pero una solución. Juntarse con su alumno favorito, hacer el examen exactamente igual que él y restregárselo en la cara si se atreve a suspenderlo de nuevo. Lee HyukJae es odioso, todo hay que decirlo, un repelente empollón que ni siquiera tiene vida social más allá de su patético grupo de amigos, pero el condenado es inteligente, sabe hacer exámenes y sabe concentrarse. Y sí, debe admitir que eso es precisamente lo que necesita.

¿Pero incluirlo en su grupo de baile? Eso ha sido un golpe bajo. Y tampoco ha podido negarse a ello. El antisocial Lee HyukJae ha sabido mover bien sus piezas y se ha sabido dueño de la situación. Pero no piensa dejar las cosas así. Nadie chantajea y mucho menos manipula a Lee Donghae, para eso ya está él mismo. Este año es importante pasar esa maldita audición y no piensa dejar que un incapacitado para el baile como es HyukJae se lo estropee. Bien, nunca lo ha visto bailar, pero sí lo ha visto en gimnasia y alguien que no es capaz de saltar el potro no debe tener una buena coordinación.

Ni siquiera saluda a su madre cuando llega a casa, cuando está de mal humor prefiere encerrarse en su dormitorio a esperar a que se le pase. Se pone música a todo volumen para aislarse del mundo y deja que esta haga su trabajo, inventa nuevos pasos en su mente que después seguramente no recordará, pero es bonito seguir imaginando. Es lo único que puede controlar sus emociones.

Solo que hoy no puede esperar tanto para concentrarse en esas emociones y dejar que su mal humor desaparezca, hoy tiene toda la tarde ocupada. De cinco a siete ensayo con su grupo de baile, aún sin Hyukjae, y de siete y media a nueve clases con él. Debe sacrificarse, pero sabe que ese ritmo va a terminar con él.

Y más si sus propios amigos lo miran con ese horror en los ojos cuando les da la noticia de que un nuevo miembro va a ser incluido a su grupo siempre cerrado para inscripciones. Han tardado mucho en dar los unos con los otros, en explotar sus talentos, en llevarlos hasta límites insospechados, en hacerse amigos sin tener envidia de los otros porque tiene más solos en los bailes o porque simplemente es mejor que uno, han tardado en aceptarse tal como son y en hacerse dueños del instituto. Así que entiende que todos lo miren con odio contenido cuando les da esa horrible noticia.

-          ¿Cómo?

Jungsoo es el único capaz de articular palabra.

-          Chicos, es de vital importancia.

-          ¡¿Vital importancia?! ¡Vamos a tener que reorganizar todas las coreografías!

Heechul tiene razón, pero para eso también tiene una solución. Donghae no se anda con rodeos, ni con lamentaciones, en sí, es un tanto egoísta y no va a dejar la oportunidad de irse a Nueva York por un estúpido grupo de amigos que seguramente se olviden de él cuando se vaya. Siempre ha actuado por lo que le conviene a él y esta vez no va a ser la excepción por puro sentimentalismo.

-          No, tranquilo – sonríe de medio lado y se vuelve hacia Sungmin -. Quedas fuera del grupo.

Sungmin abre mucho los ojos, quizás sin haber comprendido bien lo que ha querido decir, pero antes de que pueda repetírselo, Heechul lo ha empujado contra la pared con demasiada fuerza, arrinconándolo entre esta y su cuerpo.

-          ¿Prefieres echar a uno de nosotros antes que decirle que no a tu nuevo amiguito?

Donghae se lo quita de encima también empujándolo, mira a sus tres amigos con odio, ¿por qué no pueden comprender que esto es importante para él?

-          ¿Desde cuándo importa eso? ¡Lo importante es ganar!

-          Pero no ganaremos si no estamos los cuatro – interviene Jungsoo -. Somos buenos juntos, separados…

-          No me vengáis con mariconadas, joder – lo interrumpe Donghae -. Él… él también es bueno.

Sabe que no suena convincente, ¿cómo si en realidad no lo cree ni él? Pero necesita incluirlo en el grupo de baile sí o sí y nadie va a hacer que se retracte. Sungmin, que no ha hablado desde que les ha dado esa información, se adelanta hasta Heechul y Donghae fulminando a este último con la mirada.

-          Muy bien, nos veremos las caras en la audición. Que gane el mejor.

Se siente mal – solo un poco – por haber sido tan brusco con su amigo porque, al fin y al cabo ahora son amigos, aunque dentro de unos años no. Pero tiene que pensar en él ya que toda la vida no lo ha hecho y las cosas solo han empezado a irle bien cuando ha sido egoísta. JungSoo detiene  a Sungmin antes de que llegue a la puerta, hoy el ensayo durará un poco menos.

-          Yo también me voy.

-          Sí, tú eres el que queda fuera, Lee Donghae – corrobora Heechul reuniéndose con sus compañeros.

Debe admitir que con eso no había contado.

 

Matará a HyukJae en cuanto lo vea – y le dé clases, claro. Ha hecho que pierda a los mejores amigos que ha tenido nunca, a su grupo de baile y su única oportunidad de ganar este año. ¿Con quién va a formar ahora un grupo, solo con él? Maldito estúpido. Espera que al menos todo esto le sirva para aprobar, porque como no sea así va a crear ríos con la sangre de HyukJae.

Le abre la puerta segundos después de que haya tocado al timbre y lo recibe con esa sonrisa de superioridad que no le pega nada. Él, mientras tanto, desea que las miradas puedan matar. Lo aparta de la puerta sin pedirle permiso y entra antes de que se congele, porque a pesar de ser verano, ya está anocheciendo y las noches son frías en cualquier época del año.

-          Mi habitación está arriba – le informa señalándole con la cabeza las escaleras.

Donghae sube por ellas rápidamente, deseando terminar cuanto antes con eso. Y no solo con la clase del día, si no con todo el año. HyukJae lo sigue muy de cerca y cierra la puerta cuando los dos ya están dentro. No tiene una habitación demasiado grande, pero el escritorio sí que lo es en compensación con un espacio tan reducido. Hay dos sillas frente a él ya preparadas y el castaño se apresura a sentarse en una de ellas dejando su cartera sobre la mesa para sacar el libro de Literatura. El dueño de la habitación no tarda en hacer lo mismo.

-          Ya que yo no soy como tú, te diré que no voy a poder cumplir mi parte del trato – le dice con la mirada clavada en el libro.

Aún así, HyukJae no pierde la sonrisa.

-          ¿Ah, no? ¿Entonces para qué te has molestado en venir?

-          No ha sido mi culpa, mi grupo me… me ha dejado solo al decirles que te incluiría.

Nunca mencionó su nombre, pero se sobreentiende que es por su culpa. Hyuk alza una ceja, sorprendido.

-          ¿En serio?

-          Sí, así que como mucho te podrás presentar conmigo y, déjame decirte, que eso está ya bastante lejos de tus posibilidades de hace dos días.

Ahora es él quien sonríe y vuelve a mirar a su compañero.

-          Pues no me vale – replica HyukJae para su sorpresa.

-          Escúchame. No van a tener tiempo de preparar nuevas coreografías y harán las mismas que ensayamos juntos, se apuntarán con el nombre de Park Jungsoo así que nosotros saldremos antes porque somos Lee, será considerado plagio y tendremos la victoria asegurada.

HyukJae lo mira con los ojos entrecerrados, pero aún sonriendo.

-          ¿Y no crees que ellos también pueden pensar eso y apuntarse con Kim Heechul? O incluso, cambiar las coreografías, aún tienen tres meses.

Si cabe, ahora lo odia un poco más por hablarle como si fuera estúpido.

-          Deja de replicarme que es tu culpa que estemos sin grupo de baile.

-          No serás tan importante para ellos cuando te han dejado tirado.

¿Qué ha querido decir con eso? En realidad ha sido él quien se ha comportado mal, así que su lógica sería más bien al revés. Y claro que sus amigos son importantes, pero lo es más labrarse un futuro en condiciones como siempre ha soñado. No cree que sea tan complicado de entender.

-          Bueno, pues me voy entonces – se levanta cerrando su libro de un golpe seco.

HyukJae lo detiene cogiéndolo por la muñeca y tirando de él para sentarlo de nuevo con una facilidad insultante. Donghae lo mira sorprendido, aunque por fin complacido de que haya borrado esa sonrisa tan irritante.

-          Está bien, haremos nosotros un grupo de baile.

No es que esa idea le entusiasme, ni realmente quiera llevarla a cabo, pero aún así sonríe porque eso quiere decir que le va a ayudar a aprobar y que al menos tiene alguien con quien presentarse a las audiciones. Mejor así, podrá destacar incluso más.

-          Pues empecemos con la clase, ¿no? Quiero terminar con esto ya.

-          Bien, pues… aquí tengo el examen del otro día, ¿qué tal si analizas el poema?

Le tiende la hoja y Donghae se la quita de las manos comenzando a leerlo lentamente, intentando concentrarse en la métrica, en las figuras retóricas y en el verdadero mensaje que el autor quería transmitir. Aún así hay algo que le preocupa.

-          Oye.

-          ¿Sí?

-          Nadie puede enterarse de esto, ¿de acuerdo? Tú y yo no hemos hablado en la vida.

-          ¿Y qué va a pasar cuando nos vean bailar juntos?

Ya ha pensado en eso, comenzó a pensarlo en cuanto aceptó ese dichoso trato que tantos problemas le está dando. Pero no le dice nada, simplemente sonríe.

-          Tú solo encárgate de no decirle nada a nadie.

-          ¿Te preocupa tu reputación? – se burla HyukJae -. No te preocupes, no diré ni una palabra.

-          Más te vale, porque si no…

-          Vuelve al poema, machote – le interrumpe HyukJae riéndose.

Se levanta y se tumba en su cama colocándose los auriculares y encendiendo el mp3. ¿Qué clase de profesor es? Donghae no le hace caso, vuelve a leer el poema por segunda vez, maldiciendo la hora en que tuvo esa desastrosa idea. Esto no le va a ayudar en nada, HyukJae no está tampoco muy por la labor de enseñarle en condiciones. Aún así, es el único modo que tiene de aprobar, así que piensa entregarse al máximo. 


Notas finales:

Eeem... momentos de inspiración bizarra, nótese, pero es en esos días en los que en el otro fic no habia Eunhae y necesitaba mi dosis. ^^ 

Toda opinión es válida, como siempre... ^^ 

Para quienes hayan leido mis anteriores obras de arte (?) *se autopiropea a falta de alguien que lo haga* lo de que Sungmin y Donghae se lleven mal, en serio, no lo hago adrede =( xDDDDD

Un saludo! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).