Todo por culpa de una Película.
Adari solo quiso ser una buena amiga y ver mi película conmigo, nunca le avise que era una porno lesbica.
—¿Entonces, Adari?. —En la clase de Historia tenia oportunidad de sentarme a su lado. Adari es lo contrario a mi, prefiere el dibujo al deporte, su cuerpo no estaba tan desarrollado como el mío, su cabello es sedoso y largo en negro profundo y la piel blanca así como los ojos chocolate. Yo por otro lado soy alguien fuerte y muy buena en deportes. Adari siempre dice que las pronunciadas curvas que tengo eran gracias a todos los Clubs donde estoy.
Yo tengo caderas estrechas y cintura pequeña, mi busto es muy pronunciado para los diecisiete años que tengo, mi piel es bronceada, cabello castaño oscuro y ojos negros.
—No lo sé, ¿por qué no la vez en tu casa, con tu hermana?. —Hoy los Padres de Adari saldrían a una fiesta dejándole la casa para ella sola, mi madre es tan molesta siempre buscando pretexto para regañarme y dejar en claro que Lizzie era su mejor hija.
—¡No! —Fruncí el ceño y le cogi su mano para que esperara a que el semáforo cambiara de color.— Lizzie no se guarda nada, además te cuidare.
—¿Cuidarme? Pero si tu siempre me das de cenar a las dos de la mañana. —Se quejo ofendida entrelazando nuestros dedos, adoro cuando ella hace pucheros.
—Pero te doy. —Le guiño un ojo y regreso la atención a la calle.— ¿Entonces?.
—Bien, pero ¿Dónde esta?. —Me volteo a ver, tenia que subir un poco la mirada por culpa de su baja estatura, antes ella siempre se media conmigo y se mostraba inconforme al ver que yo seguía siendo mas alta.
—Esta en mi bolso, sabia que de una u otra forma, terminarías aceptando. —Me incline y bese su mejilla, a veces Adari me regresaba el beso y yo se lo volvía a plantar, repitiendo el mismo proceso, Lizzie siempre quería estar en casa de Adari porque ella jugaba con mi hermanita, no le caía bien, eso yo lo sabia y me alegraba porque a mi tampoco me caía bien, pero Adari por otro lado nunca mostraba su descontento, siempre sonriendo, siempre educada. Adari era lo contrario de mi.
La casa de Adari era de dos pisos, ahora que íbamos llegando se veía un poco tenebrosa, ella giro la perilla, era una mala costumbre que tenia, la cerradura cedió por lo que ambas sospechamos que los padres de mi amiga aun seguían por ahí.
—Hija, te estaba esperando. —Carol es la madre de Adari, es una mujer preciosa, siempre que la veo me quedo sin aliento, Carol salio de la cocina, y abrazo con fuerza a su hija sin percatarse de mi presencia.— ¡Oh! Jessie, perdona mis malos modales, ¿cómo estas?.
—Muy bien, señora Anderson. ¿Y usted? —Llevaba puesto un hermosos vestido negro, parecia una muñeca. Y yo siempre le miraba como idiota según palabras de Adari.
—Mamá Jessie va a quedarse conmigo. —Gire mi cabeza y vi como Adari se iba hacia las escaleras, sonreí porque me gustaba pensar que se ponía celosa.
—¡Ah! ¡Deje comida en el microondas! Jessie, cuida bien de Adari, y cualquier cosa llámanos ¿Eh?. —Me beso la mejilla; me ruborice como colegiala enamorada, ella salio, y la cara de idiota aun no se me quitaba hasta escuchar como el auto se alejaba, subí corriendo las escaleras hasta la habitación de mi amiga.
Entre con un portazo, y casi me voy de espaldas al ver a mi amiga en ropa interior, Adari pego un salto, otra mala costumbre.
—Lo siento, pero ¡Bah! Adari, las dos somos mujeres. —Me lanzo contra la cama y fingí ver uno de esos Mangas que Adari leía durante clases. Mi vista viajaba por todo su cuerpo, las largas piernas, la pequeña cintura y como el cabello caía sobre su espalda. El vestido rosa pálido comenzó a bajar cubriéndole cuerpo.— Termino.
— ¿Entonces Jessie? ¿Pones la película?. —Se sentó en el borde de la cama, tomando su cabello para atarlo en una trenza baja.
—Claro, solo que como no traje pijama, me tendré que dormir desnuda~ —Canturre comenzado a abrir los botones de la blusa blanca, el sostén blanco se dejo ver, le arroje la blusa a la cara y después fui por la falda quedando en bragas blancas. Ya son muchas las veces que duermo en ropa interior cuando estoy con ella.
—Si te doy una pijama, ¿Te la pondrás?.
—No, libertad de opinión, venga somos las dos mujeres, ahora pondré la película. —Me levante con una caja en manos; camine hasta el DVD, donde introduje la película antes de regresar fui para apagar la luz.
—¿De que es tu película? —Me Pregunto haciéndome lugar en la cama, sonreí esperando su reacción, toda la habitación quedo en silencio, hasta que los gemidos femeninos se hicieron presente, Adari viro la cabeza bruscamente—, ¡Jessie!
—¿Qué? —Me encogí de hombros— Adari pareces un tomate, venga solo es curiosidad, si esta muy asquerosa entonces la quito ¿Vale?.
Me miro confusa, y afirmo lento.
Tuve la necesidad de gritar un “¡Yeah!”, le dí play, primero los anuncios, la advertencia de piratería y más basura, estaba emocionada así que le adelante mas mostraba a dos chicas en su habitación hablaban y hablaban de quien-sabe-que-cosa, reían y se mostraban un sinfín de juguetes como consoladores, una… ¿mano de hule?.
Moví las piernas frenéticamente, habían comenzado a besarse y acariciarse mutuamente, podía notar el placer que estaban sintiendo, me mordí el labio inferior para no gemir junto con ellas. Gire un poco mi cabeza y Adari parecía ni poder pestañear.
Delicioso, todo lo que hacían era excitante y quería intentarlo, mi sexo comenzaba a humedecerse, además palpitaba como un segundo corazón, moví mis piernas, una sobre la otra para quitarme esa molesta sensación. Acerque mi mano tímida, nerviosa de que notara mi estado y después quedara expuesta. Los dedos de Adari se aferraron a mi que me los imagine en mi interior y temblé.
—¿Duele? —Volteé a verle confundida, Adari me señalo con la cabeza la pantalla, la rubia movía sus dedos con frenesí, yo me burle de la inocencia de Adari, aunque mi experiencia solo iba de pornos y ya.
—¿Quieres intentarlo? —Me pateé mentalmente, Adari me miro horrorizada, sus ojos se movieron en todas las direcciones posibles, quise decirle un “¡Era broma, tía!”.
—S-Si.
Seguro tenia una cara de estupida, porque ella se río menos nerviosa y más emocionada, apoye mi mano sobre el colchón; me acerque un poco más y mi mano acaricio su mejilla. Conocía algunos puntos sensibles de Adari, mis labios se acercaron y le besaron.
—Abre la boca, Adari. —Ella la abrió, lento y sus ojos no dejaban de mirarme, me sentí nerviosa y mis labios se movieron, su lengua estaba húmeda y esponjosa, la atraje y mordí escuchando sus suspiros.
Mis manos inquietas comenzaron a levantarle el vestido hasta dejarla solo en ropa interior como yo, su cuerpo me excita, o quizá me excita saber que soy la segunda persona en tocarle, ¿Yo? Nah, yo ya no soy virgen, fue mi primer novio a los catorce, desde ahí tuve muchos novios más. Deje su boca para ir a su cuello mientras mis manos apretaban sus pechos, los pechos son tan suaves, y esponjosos, volvió a apretarlos y Adari se quejo, sabia que su punto débil era el cuello siempre que le quería besar ahí, se alejaba y decía que sentía feo, bese la piel.
—Adari, ¿Te gusta? —Pregunte llevando las manos detrás de su espalda, quite el broche de su sostén, y cayo por culpa de la gravedad, sus pechos, me agache y atrape un pezón, succione y este se ponía durito.
—¡Ah! No… s-si, digo… —Rei y le empuje para que se recostara, era una imagen divina, relamí mis labio y volví para seguir chupando sus pechos, mis manos libres le acariciaban los costados, la piel se erizaba bajo mi tacto y eso me complacía.
Mis manos bajaron para acariciar ahora abajo, pase por su sexo y sentí lo húmeda que estaba su pantaleta.
—Adari. —Le llame repartiendo besitos por su vientre— ¿Te excito la película? —Mas emocionada que antes me apresure en bajarle las bragas, y dejarle por fin desnuda, sabia que esto no duraría mucho por la inexperiencia de ambas. Acaricie sus piernas largas y le obligue a flexionarlas y abrirlas para mi, Adari me miro sonrojada y quería cerrarlas pero no iba a permitirlo, metí mi cuerpo en medio.— Solo relájate.
Me incline y le acaricie con los dedos, los gemidos de la película porno me animaban, primero una lamida, abrí sus labios y comencé a chupar, Adari gemía para mi, se retorcía para mi, seguí chupando y de pronto me aleje chupe tres dedos, dejándolos completamente húmedos, subí sobre su cuerpo para cubrirle con el mío y atrapar su boca.
Primero uno, Adari me hizo muecas y me empujo, un segundo y un tercero y ella se retorció, imite los movimientos de aquellas artistas porno, primero entraban lento, para después se mas fuerte, le robe un ultimo beso y en medio de mi camino de besos baje por su pecho, su vientre hasta llegar de nuevo a su sexo junto a las envestidas se unió mi boca que lamia y chupaba todo lo cercano. Mi mano libre se coló debajo de mis bragas y comencé a auto penetrarme.
Gemí contra la piel, y me sentí soñada al poder cumplir mi fantasía mas sucia.
—Y-Yo… Ahhh… Je-Jessie, m-me. —Gimió hasta que termino por venirse, Adari estaba muy agitada, me levante aun con los dedos en mi interior, su cuerpo sudado y agitado, desnuda, se me antojo pasar mi lengua por todo su cuerpo y secarle, Adari me cogio la mano que antes le había tocado, y la llevo hasta sus labios, lamiendo toda la humedad que aun quedaba en ellos.
Me abalance sobre ella como perro sobre la carne, sus labios me llamaban y yo me había proclamado su dueña, mordisque y succione hasta dejarlos hinchados y rojos.
—Jessie, y-yo no sé… como hacer esto… —Gateo hasta mi con el cuerpo tembloroso, creo que me entro conciencia por haberme aprovechado de mi amiga, ella torpe abrió el broche de mi sostén, y los enormes pechos rebotaron, sonreía al ver la cara idiotizada que tenia Adari, sus manitas jugaban con mis pechos, intentando atraparlos con ellas, acerco su boca al pezón y chupo, sentí un latigazo de placer que me hizo arquear la espalda, su mano atrapo el otro pezón y comenzó a pellizcarlo. Sus ojos aun me miraban y la ví bajar; con su lengua hacia caminillos de saliva, la humedad aumento cuando su lengua se detuvo sobre mi sexo y bajo mis bragas, le ayude a quitármelas porque no me interesaba hacerme la difícil, intento imitarme chupando mi sexo con fiereza, me gusto mucho como lo hacia, o quizá era que me gustaba saber que era Adari quien me estaba haciendo sexo oral, le empuje justo cuando me corría, sin embargo ella me fulmino y volvió a acercarse para seguir chupando.
—Adari, Te quiero —Me sincere jalándole del brazo para abrazarla con posesión nuestros cuerpos se estrujaron y sentí como mi temperatura volvió a subir pero Adari se veía somnolienta.
—Perdon, Jessie, quería que disfrutaras más. —Bostezo y se acomodo sobre mis pechos, usándolos de almohada.— Pero casi no sé de esto.
—No te preocupes, Ada, ya tendré tiempo para enseñarte. —Acaricie su cabello y jale las sabanas para cubrir nuestra desnudes.— O si no, una porno, nos puede ayudar mucho.