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Los feos no van al cielo por ArLis

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Notas del capitulo:

Hola a todos. Estoy súper contenta no pensé que esta historia fuera tan bien aceptada. Gracias a todos por vuestros hermosos comentarios , ya todos respondidos, que me han animado mucho.

Este es el segundo y espero que me deis vuestra opinión

Quería aclarar que aunque los primeros capítulos sean muya sombríos, después será todo lo contrario. El romance y la comedia son las principales características de esta historia aunque al principio no lo parezca, pero es que esto es como el previo a la verdadera historia. Claro que todo sin dejar la seriedad que ciertos temas merecen


Capitulo 2: El significado de la felicidad



Eran las cuatro y cuarto de la tarde. Naruto estaba caminando por el patio dirigiéndose a la salida. Apenas y quedaban alumnos, lo cuales estaban muy concentrados en sus asuntos. Esa era la razón por lo que a pesar de que la hora de salida ya hace tiempo que había pasado, el rubio se marchara en esos momentos. Había aprendido a las malas que era mejor retrasarse lo máximo posible si no quería convertirse en el entreteniendo de camino a casa de sus compañeros. Lástima que por la mañana no lo pudiera hacer, si no quería llegar tarde.

Caminaba tranquilo, sin prisas, rememorando los momentos felices que había pasado con Sasuke. Era increíble que solo llevaran tres meses ¡Tan solo tres maravillosos meses! Aun podía revivir en su mente como había empezado todo, dándole mariposas en el estomago. Era inexplicable como en un momento, por una simple acción o decisión diferente, podía cambiarte la vida. Siempre pensando que hubiera pasado si algo hubiera salido diferente y siempre dando gracias por no ser el caso. Si, porque si ese día, sus compañeros no lo hubieran tirado a las duchas con la ropa puesta, empapándolo entero, además de atarle las manos para que no pudiera cerrar la regadera. Si no lo hubieran encerrado durante dos horas, hasta que el conserje lo encontró. Si hubiera ido directamente a su casa como habría echo cualquier día. Todo eso en vez de sentarse un momento en uno de los bancos del patio. Entonces quizás no hubiera conocido por primera vez el significado de la felicidad.



Flash Back



“El mundo me odia” es lo único que podía pensar naruto. No entendía esa fijación que tenían los demás con hacerle sentir miserable. Siempre recordándole a cada instante la poca valía que tenía. A lo mejor era su culpa. Alguien a quien ni siquiera su familia quería, puede que fuera merecedor de ese trato. Su propia existencia era un error a los ojos del mudo.

Si alguien escuchara sus pensamientos, puede que lo tildara de exagerado y dramático. ¿Pero como pensar algo diferente? Si, prácticamente cada instante del día, había siempre alguien dispuesto a recordarte que a sus ojos solo eras basura, haciéndote sentir como solo un despojo humano, cuya vida no gozaba de ningún sentido. Incluso a veces, aunque intentaba quitar esas ideas de su mente, pensaba que pude que hubiera una solución a sus problemas. Una bastante drástica. Pero si su madre lo había echo puede que el también lo debiera hacer. Si ella que lo tenía a él había tomado esa medida, él que no tenía nada ¿qué debía hacer? Decían que era una salida de cobardes. Pero él en este momento no se sentía capaz de seguir así, no estaba para ser valiente, simplemente estaba por romperse.

Miró sombrío sus manos, quedando hipnotizado ante la vista de sus pálidas muñecas. Sería solo un pequeño corte y en solo unos minutos todo habría acabado. Era solo su decisión. Sabía que nadie lo detendría. Es mas, podía asegurar que su muerte seria la única alegría que le daría a su padre. Si. Porque la cuestión era que tenía tantas razones para hacerlo y ninguna para no hacerlo, que sentía como si el mismo dios fuera el que se lo señalara. Aun así… aun así no lo quería hacer, no quería llegar a esos extremos. Después de todo, la vida es solo una y aunque los momentos que vivas sean duros y amargos, él estaba seguro que, tarde o temprano, algo bueno le pasaría. Y si tomaba esa drástica decisión se lo acabaría perdiendo.

Suspiró temblando levemente y abrazándose así mismo. Todavía estaba mojado y con la humedad del aire estaba congelándose. Entonces sintió un peso en sus hombros. Abrió los ojos sorprendido, viendo que era una chaqueta. Giró la cara encontrándose con la profunda y oscura de nada menos que de Uchiha Sasuke, el chico más popular. Le miró atónito por unos segundos, todavía sin poder unir ideas.

El azabache suspiró sentándose a su lado -Deberías abrigarte o pescarás un resfriado- dijo simplemente

-¿Y de quien es la culpa?- soltó sin poder evitar mantener la guardia alta. Sasuke solo le dio una mirada seria antes de inclinarse y empezar a botonarle su chaquetea. Naruto se ruborizó, no recordaba la ultima vez que alguien lo hubiera tocado tan amablemente, y que justamente fuera sasuke, lo hacia demasía irascible -¿Qué…?

-Lo siento- le interrumpió mirándole directo a los ojos - Se que es horrible lo que te hacen… hacemos. Aunque no haya participado, no he hecho nada para evitarlo y encima he sido cómplice de sus burlas. Aunque no me parece bien lo que hacen, no he movido un solo dedo para detenerlos - dijo escondiendo la mirada tras su pelo

-Supongo… que tendrás tus razones- dijo naruto quedamente. Todavía sin entender a que venia todo eso.

-Si. Tengo una. Aunque sea estúpida, la tengo- levantando la mirada al cielo - Miedo

-¿Miedo?

-A ser tratado así

Se quedaron por un memento en silencio. Naruto se arrebujó dentro de la chaqueta. Suspiró. Por más que le pesara, entendía a sasuke. Nadie desearía ser tratado de esa manera, y si la única manera de evitarlo era participar en las burlas de los demás era obvio lo que elegirías. Incluso talvez él mismo lo haría.

-Esto…- empezó naruto - ¿es… porqué quieres pedir disculpas?- mirándolo dudoso

-¡Te equivocas!- por un momento apareció una expresión de absoluto desagrado en la cara del azabache, pero fue tan leve que naruto lo achacó a su imaginación - No busco tu perdón, ni siquiera tu comprensión. Solo… solo quería explicarte… que entendieras que por lo menos si fuera por mi, te dejaría en paz

Naruto miró como el azabache volvía a esconder la mirada tras el pelo, seguramente por vergüenza o eso pensaba el rubio. Sintió un calorcito en el estómago. Nadie nunca le había dicho algo así. Nadie le había dado nunca una explicación del porque de su trato. Solo él. Y eso no sabía porque le hizo sentir ligero. No importaba que el formara parte del grupo que mas lo acosaba, ni siquiera que hasta ese mismo día fuera uno de los que habían reído cuando lo encerraron. Porque lo que importaba es que ese mismo chico se había tomado la molestia de darle su chaqueta, explicarle y aunque lo negara pedirle disculpas por sus actos.

-Gracias- susurró sintiendo un nudo en la garganta y los ojos llorosos - no te preocupes, entiendo perfectamente que no quieras ser tratado de esa manera. No tienes que sentirte mal por ello- dándole una enorme sonrisa

-Eres increíble naruto, como soportas toda la mierda que te echan encima sin desfallecer- admiró sasuke pasando una mano por los rubios cabellos de naruto y sonriendo internamente al ver las mejillas del menor enrojecer por su acción - ¡Eres verdaderamente especial!

-No es para tanto- susurró tímido y avergonzado, intentando esconder la cabeza en la chaqueta. Era una suerte que sasuke tuviera esos hombros, así a pesar de su cuerpo deforme, la prenda le quedaba

-¡Si lo es! Ya le gustaría a más de uno, incluyéndome, tener tu fuerza de voluntad. Eres alguien digno de admirar- volviéndole a acariciar el pelo, otra vez, antes de levantarse - Se está haciendo tarde- estirándose- Será mejor irnos

-Si- murmuró triste el rubio, sin saber porque

-Adiós naruto ¡Cuídate!- se despidió volteándose y empezando a caminar hacia la salida

Naruto lo veía alejarse sintiendo unas inexplicables ganas de llorar. No quería que eso acabara. Esa sensación que le embargaba cuando el azabache le había hablado tan amablemente. Quería sentirla más.

-¡SASUKE!- gritó en un impulso. El otro se detuvo mirándolo por encima del hombro -Yo... esto… si tu quieres tal vez…. - jugando con las manos, nervioso hasta el extremo - ¿Podríamos… alguna vez quedar para platicar… como ahora?- preguntó sin mirarlo a los ojos

-¡Me encantaría!- Naruto levantó la mirada impactado para solo ver la espalda de sasuke que continuaba su camino. Sonrió emocionado, sintiendo unas incontables ganas de ponerse a saltar de alegría ¡No había dicho que si! ¡No! ¡Había dicho que le encantaría! Se echo a reír, abrazándose y oliendo la chaqueta. Era un olor demasiado varonil. Enrojeció. Sentía su corazón palpitar locamente. Por una vez algo bueno le había pasado. El tenia razón, tarde o temprano pasaría.

Y a partir de ese momento empezaron a verse a escondidas, lejos de la mirada de la gente que podía juzgarlos, creando solos un mundo para ellos dos. Al poco tiempo naruto ya estaba completamente enamorado. Quizás el desarrollo tan rápido de sus sentimientos fue debido a su enorme necesidad de afecto. La cuestión era que lo estaba y cuando el azabache se le declaró, naruto por fin entendió lo que era la felicidad. Al parecer su momento había llegado.

Fin Flash Back



Naruto salió bruscamente de sus recuerdos al escuchar un fuerte ruido. Se detuvo, agudizando el oído a ver si lo volvía a escuchar

¡Ahí estaba otra vez! Naruto decidió ver que lo producía, algo que lo caracteriza bastante era su insana curiosidad. El ruido lo llevó hasta la parte de atrás del colegio. Miró detenidamente el lugar, pero este estaba vacío excepto por tres contenedores. Iba a darse la vuelta cuando se produjo una vez más el dichoso ruido, solo que esta vez naruto pudo ver que procedía del contenedor del medio. Se acercó algo asustado. Esos contenedores eran bastante grandes ¿Quién sabe la clase de animal que se podía haber metido? Quitó el cerrojo lentamente y abrió la tapa con precaución. Abrió los ojos sorprendido al descubrir que el percusor de los ruidos era nada menos que Rock Lee, uno de los becados en deporte, el cual estaba atado y amordazado dentro de este. Rápidamente lo ayudó a salir. Con algo de asco y bastante simpatía lo ayudó a desatarse, sacudiéndole algunos restos de algo que prefería no saber que era. Lee respiró hondo quitándose el fiso que tenía en la boca

-¡Gracias Naruto!- dando una respiración profundo, aliviado de ya no tener que seguir respirando el aire tan viciado del basurero -¡Ya pensaba que me quedaba ahí hasta mañana!

-Ya- suspiró naruto quitando una concha de plátano de su hombro. -¿Estás bien?

-¡Osh, no te preocupes!- alzando el pulgar y sonriendo brillantemente. Aunque no hacia demasiado efecto estando todo cubierto de trozos de basura. Pero así era Rock Lee, quien siendo un obsesionado del deporte y con unas cejas bastante gruesas, junto a su estilo de peinado particular, era obvio a que clasificación pertenecía en la escala social del colegio. Aunque eso no disminuyera ni su vitalidad ni sus ganas de vivir la vida. Algo que admiraba bastante en él.

-¿Cómo acabaste así?- preguntó ya sabiendo la respuesta

-Oh, a mis compañeros les pareció divertido tirarme al contenedor- se llevó una mano a la barbilla poniendo gesto pensativo -Solo que se les olvidó que previamente me habían atado

-¡Vaya!- dijo mirándolo con simpatía - Será mejor irnos - echando un vistazo a su alrededor - Si el conserje o algún profesor nos piílla aquí y de esta manera, nos amonestarán seguro- era mejor ni pensar en la opción de dar su versión, nadie los tomaría en cuenta

-¡Tienes toda la razón naruto!- exclamó Lee demasiado entusiasta para la situación en la que estaba. Tomó su mochila, que ahora que naruto se fijaba estaba a un lado del contendor, tirada de cualquier manera. De verdad que el aspecto del pobre lee era bastante lamentable. La camisa del uniforme antes de un blanco impoluto, ahora ni siquiera se le podía asignar un color. Los pantalones llenos de manchas mohosas. Y para completar la estampa todo su pelo y cuerpo cubierto por grasa y basura

- ¿Quieres que te acompañe a algún lado?- ofreció naruto, compadeciéndose del chico, que aunque no fueran muy cercanos, era alguien que pasaba por casi la misma situación que él

-¡Nah!- moviendo una mano - ¡Tranquilo! Ahora llamo a mi tío para que me venga a recoger

-Entonces… hasta luego- alzando una mano en despedida y marchándose hacia la salida

-¡Naruto!- llamó de improviso lee, haciendo que el rubio se volteara mirándolo interrogante -¡Tu fuerza de juventud está que arde!- poniendo pose guay

-¿Ah?- abriendo la boca aturdido

-No dejes que se apague por gente que no vale- poniéndose serio por un momento -¡Tu eres mejor que eso! ¡Nos vemos, Naruto!- despidiéndose con gestos - ¡BIEN!- gritó alzando las manos al cielo - ¡VOY A CORRER TODO EL CAMINO HASTA QUE MI TÍO ME ALCANZE CON EL COCHE! ¡OSH!

Naruto lo miró irse sintiéndose bastante desubicado ¡Que chico mas raro que era lee! Pensaba inclinando la cabeza a un lado. Aunque era bastante único. Sonrió internamente. Alguien que sabia perfectamente quien era y no se avergonzaba de ello. La clase de persona que todos deberíamos de intentar ser. Negando con la cabeza siguió su camino.



/////////////




Poco después, naruto estaba entrando en una tienda de mascotas del centro de Konoha. Chocó su mirada con la dorada de un chico con marcas rojas en las mejillas. Se sonrieron con extrema alegría.

-¡Naruto!-saludó alegre Kiba saliendo de detrás del mostrador, corriendo a abrazar al que consideraba su mejor amigo -¡ya me tenias preocupado! ¡Hace mucho que habíamos quedado!

-¡Exagerado!- bufó - ¡Solo me he retrasado 15 minutos!- dejando ver una expresión de paciencia

-¿Y te parece poco? ¡Claro, como no eres tu el que tiene que pensar en que cosas terribles le pueden haber pasado a su desamparado amigo!- juntando las manos y poniendo cara de tragedia. Naruto solo de dio un sape en la cabeza para que se dejara de tanta tontería. Siempre era lo mismo con él. Ambos se habían conocido cuando una vez kiba había perdido a su cachorro, un pequeño bastante travieso llamado akamaru. Naruto lo encontró y fue a entregarlo a la dirección del cartel. Nada mas conocerse se habían caído bien. Fue una de esas cosas en las que simplemente con mirar a alguien a los ojos sabias que te llevarías bien.  Empezaron a quedar y en nada de tiempo se habían vuelto muy amigos. Kiba era un chico que tenia que trabajar y estudiar a la vez, por lo que no tenia tiempo de socializar mucho, tampoco le interesaba. No encajaba con los grupos de chicos de su edad que solo pensaban en fiestas y el próximo ligue. El tenía demasiada responsabilidad para esos pensamientos tan simples. Con una madre enferma y una hermana ocupada con la universidad, él tenía que encargarse de todo. En cuanto a naruto, cuya vida social había sido cero hasta ese momento, fue como si una puerta se abriera. Por primera vez tenia alguien con quien reír, a quien contarles su preocupaciones y penas. Igualmente escuchar las de este. El resultado fue simple. Acabaron siendo lo que necesitaba el otro, convirtiéndose en mejores amigos. Kiba lo sabía todo de él, y él lo sabía todo de kiba.

-¡Eres un payaso!- negó con la cabeza naruto

-¡Y tu un bruto!- sobándose la cabeza - Bueno… ¿y que te ha retrasado?- ambos se recargaron en el mostrador

-¡Ha!- suspiró naruto - Cuando me estaba yendo, escuché un ruido…

-¡Adivino…!- interrumpió Kiba con expresión concentrada y a la vez graciosa -¡Nuestro naruto no se pudo aguantar y fue, cual héroe intrépido a descubrir el origen del ruido!- echándose a reír

-¡No seas bobo!- se sonrojó naruto - ¡Solo fue que tuve curiosidad, ya sabes como soy!

-¿Curiosidad?- resopló kiba cruzándose de brazos - ¡Lo tuyo no es curiosidad, son ganas de meterse en problemas!

-¿Quieres escucharlo o no?-preguntó ceñudo, volteando la cara y haciendo un puchero ante la cara divertida de su amigo

-¡Vale! ¡Vale! ¡Solo era una broma!- exclamó kiba alzando las manos en son de paz - ¡Continúa!

Naruto le miró malamente antes de continuar - Pues como te decía, escuché un ruido y entonces decidí ir a ver que era- dijo enrojeciendo y evitando la mirada de Kiba, el cual tuvo que morderse los labios para no reír otra vez -Llegué hasta detrás del colegio, donde solo están los contenedores de basura. Iba a irme cuando lo escuché otra vez y vi que venía del contenedor del medio

-¿Y que era?- ya intrigado

-Era Lee, un compañero del colegio ¡Lo habían atado y encerrado ahí!- contó con malestar - ¡Quien sabe cuanto estuvo encerrado antes de que lo encontrara!

-¡Tio, los de tu colegio están mal de la cabeza!- expresó con profunda rabia, no tanto por el chico al que ni conocía, sino mas bien por recordar las cosas peores que le habían echo a naruto -¡A ese chico pudo pasarle algo! ¡Es increíble que nadie haga nada! ¡Para eso es que están los profesores, digo yo!

-¡Lo se!- suspiró desanimado - Pero ningún profesor se atrevería a ir en contra de los alumnos que prácticamente sustentan sus sueldos. Y los padres igual. Si ya fue un milagro que sus hijos consiguieran una beca, no van a ser nada que pueda hacer que la pierdan

-¡Eso es pura mierda!- frunció el ceño Kina - El deber de un profesor es el bienestar de su alumno. Y con los padres igual. Yo preferiría que mi hijo perdiera su dichosa beca antes que fuera acosado por unos cuantos imbéciles

-¡Ya, pareo es que tu eres un hombre echo a su medida!- le sonrió en broma naruto intentando calmar el ambiente

-¡Con los huevos bien puestos!- siguiéndole la corriente -¡Que no se te olvide!- alzando un dedo en advertencia

-¡Pobre de mi si lo hago!- Se miraron echándose a reír.

-Y bueno…- retomó Kiba todavía riendo - ¿Cómo te va con tu sexy cacatúa?

-¡Kiba! ¡No le digas así!- le amonestó naruto frunciendo los labios

-¿Y que quieres? Desde que me mostraste su foto con ese peinado a lo afro pero con pinchos, solo puedo pensar en cacatúas ¡Estoy traumado!- llevándose las manos a la cara -¡Hasta sueño con ellas!- añadió con extrema seriedad pero sin poder ocultar el brillo divertido de su mirada

-¡Ay pobrecito!- ironizó el rubio - No se porque te mentes tanto con él

-No es que me meta con el por gusto. Es que… no se- encogiéndose de hombres - solo no me cae bien

-Ni siquiera lo conoces

-¡Ya! ¡No se! ¡Pero hay algo que no me cierra de él!- frunciendo el ceño - ¡que no de la cara por ti siendo supuestamente tu novio es algo que no me termina de convencer!- bajando la mirada al suelo, sintiendo el mismo malestar que tenia cada vez que pensaba en ese chico. Como si fuera un presentimiento

-Kiba- alzándole la barbilla - Se que desde fuera puede verse de otra manera. Pero te aseguro que todo está bien. Sasuke… sasuke me hace sentir de una manera de la que nadie ha sido capaz. Me hace sentir especial y que de verdad valgo algo

-¡Tu lo vales todo rubio!- dándole un beso cariñoso en la mejilla. Se sonrieron -¡Ash! ¡No me hagas caso! ¡Seguro son solo cosas mías!- sacudiéndose el pelo - ¡Seguro que es solo por que tengo miedo de que me roben la virginidad de mi naruto!- ahorcándolo en un fuerte abrazo

-¡Tonto!- propinándole otro golpe en la cabeza

-¡Aush! ¡Que poco sentido del humor naruto!
 
Naruto le miró mal durante un momento antes de bajar la mirada, sonrojándose -La verdad es que hemos quedado esta noche- haciendo un gesto de vergüenza

-¡Así que estas es la noche!- en tono sugestivo - ¡Nuestro narutin se hace mayor!- llevándose un brazo a los ojos fingiendo que lloraba

-¡Cállate idiota!- enrojeciendo furiosamente -Solo hemos quedado. No tiene que pasar nada

-¡Ay rubio! ¡Que poco sabes de los hombres!- dijo con tono de experto -¡Si te ha hablado para quedar, es porque quiere tema!- moviendo las cejas en gesto insinuante

Naruto bajó la mirada, sintiéndose algo ignorante. No sabía si lo que decía Kiba era verdad, pero no podía negar que su amigo tenía más experiencia, aunque cualquiera la tendría. Hizo un puchero. En realidad, tampoco seria tan malo ¿no? El amaba a sasuke con todo su ser, y hasta el sabia que la mejor manera de expresar esos sentimientos era con la conexión que se formaba cuando los cuerpos de dos amantes se unían. Esbozó una sonrisa boba. Además no seria ningún sacrificio. El solo imaginar a sasuke y al él desnudos… los dos juntos en una cama… sintió que la cabeza le explotaba por ebullición

Kiba le dio una sonrisa picara -Aclarado ese punto… ahora lo importante eres tu

-¿Yo?- parpadeó confundido

-¡Si! ¡Tu!- poniéndose serio - Debes tener claro si estas preparado o no para dar ese paso

-Yo… supongo que si- dijo el rubio con voz insegura

-¿Supones?- cogiéndolo de los hombros - Naruto, si decides hacerlo debes estar completamente seguro de ello. La primera vez es eso. No es algo en lo que puedas dar marcha atrás o recuperar. Es cierto que muchos no le dan importancia, pero tu eres de los que si ¡Y alguien como tu se merece que sea muy especial!

-Kiba…- susurró naruto emocionado. Esas palabras de su amigo significaban un mundo para él -Gracias

-¿Gracias? ¿Y ahora quién es el idiota?- exclamó Kiba bajándole la cabeza con una mano. A continuación ambos se echaron a reír disfrutando la felicidad del momento, sin imaginar que oscuros nubarrones se acercaban.



/////////



Instituto Konoha 19:00 de la tarde



Sasuke se recargó en la pared., metiendo las manos en los bolsillos. Estaba esperando a sakura. Tenían que ultimar los últimos detalles del plan.

Prendió un cigarrillo, llevándoselo a la boca y respirando el humo. Eran los últimos días del instituto. Faltaban un par de días para la graduación y gracias a la sorpresa que tenían preparada, se convertiría en algo inolvidable para muchos. Sonrió malditamente. Desde luego iba a ser muy divertido. Lo sentía por ese chico, que había sido el elegido. Él personalmente no tenía nada en su contra, pero era demasiado divertido molestarlo. Más cuando ni siquiera movía un dedo para defenderse. Era tan patético que daba hasta lástima.

Exhaló, volviendo a sonreír. En realidad le hacían hasta un favor. La vida no era un lugar donde todos pudieran vivir de la misma manera. Las personas tenían la crueldad en su sangre. Gracias a ellos, ese chico entendería que con su aspecto no sería aceptado. La ley de la supremacía era lo que reinaba. Por más que un par de cretinos echaran estupideces de la igualdad de oportunidades. Todo eso no era más que pura palabrería. La realidad era que sin poder, dinero y sobre todo belleza no tenías nada. Así era la sociedad en la que vivían.

-¡Sasuke!- sakura apareció por la esquina, sonriendo con encanto. Se colocó a su lado mirándole calculadoramente - ¿Y bien?- preguntó ansiosa

-Todo listo- dijo sasuke con expresión seria

-¡Estupendo!- soltó entusiasmada dando una palmada -¡La espera se me ha hecho demasiado larga!

-¿A ti? - ironizó el azabache con molestia - ¡Yo soy quien ha tenido que aguantarlo todo este tiempo!

-¡Ya! ¡Ya! Tienes razón. Pero piensa que al final tu tiempo perdido habrá valido la pena. Pasaremos a los anales comos los mejores de todas las generaciones del instituto- poniendo ojos brillantes

Ambos se quedaron hablando un rato, planificando los últimos detalles. A ninguno se le pasó por la cabeza, que lo que hablaban con tanto entusiasmo tenía por objetivo dañar a alguien que nada les había echo. Jugando a ser reyes, sin importarles las consecuencias de sus actos, sin importarles que podían destruir definitivamente a un chico inocente. El remordimiento y la culpa son sentimientos que podemos percibir solo si queremos. Hasta que no abras los ojos dándote cuenta del daño que puedes hacer con una sola palabra despectiva, no aceptarás la culpabilidad de tales actos. El problema es que quizás cuando lo hagas ya sea demasiado tarde para ti y para esa persona.

 

Continuara...

Notas finales:

Bueno este es el segundo, espero que no me haya quedado demasiado exagerado. Este tipo de temas son bastante difíciles de plasmar. Pero es que al meterme en el papel de naruto, poniéndome en su lugar esos son los sentimientos que me salieron , quedaron plasmados de esa forma en el papel. El acoso en los colegios es algo muy feo, que a día de hoy no tiene la suficiente relevancia. Ni los agresores ni muchos adultos, entienden el impacto que puede ser para un chico/a recibir esta clase de trato, incluso si solamente es un insulto, pero uno repetido diariamente, eso puede lograr que te lo acabes creyendo. Y no solo los abusones son  culpables sino también los que aunque no participen en este si saben de el, y aun así callan, por miedo o indiferencian u otra razón. Eso da igual siguen siendo culpables

¡Así que no contra el acoso en las aulas. Si sabes de alguien que lo este sufriendo denúncialo sea con un profesor, el director o con tus padres !

Y ya terminado el sermón XD. Me despido hasta el siguiente capitulo. Espero que paséis buena semana


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