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....El es mio, quieras o no!.... por Likari Aoi

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Notas del fanfic:

(etto....)


-ya Aoi chan no puede hablar por comentario que la dejo medio =bllll= yo dire todo con respecto al fic


bueno en primera, no se como fue que nacio este fic, creo que fue o algo parecido a saber, porque queriamos una historia similar a la de =lluvia de amor....=, esta obviamente no tiene nada que ver, pero si tiene mas o menos la misma tematica de narracion....


yyyy creo que ya las aburri asi que nos leeremos aqui abajito ^-^, espero que les guste....-

Notas del capitulo:

LOS PERSONAJES DE JUNJOU ROMANTICA LE PERTENECEN A SHUNGIKU NAKAMURA SAMA-SENSEI *-*


(por ahora, jaaajaaaa, pyo)

-hay no, y que se te metio a la cabeza?-

(que pronto los derechos de autor de la serie van a ser mios, pyo)

-aja, y luego-

(hare que producan tres peliculas de los terrorist, y todas van a tener relaciones MUY explisitas, pero solo una de ellas va a tener Mpreg)

-U¬.¬ -

(-y-y-y tabien tres peliculas de los egoistas, con la misma caracteristica de las anteriores, mas catorce especiales, ocho ovas y dos temporadas mas solo con esta pareja de protagonistas, y eso solo para empesar, pyo)

-bien, y ya es pensado como los consegiras?-

(hay, pues claro, uno seria; que la casa de la diosa Nakamura, se queme =accidentalemente=

la dos; pedirle amablemente, apuntandole con una pistola, que me de los derechos

la tres;)

-basta, com es que tu cabeza llena de aire caliente puede pensar en tastas locuras?, es que acaso no sabes que Nakamura sama tiene superpoderes, sino como cres que llego a ser todo un hit?, ella no puede ser una simple mortal, como nosotras-

(si, tienes razon, pero bueno, no me rendire, pyo)

-como quieras, y bueno despues detanto disparate, espero que les guste el fic, y....-

(nos leemos abajo ^-^ pyo)

-....-

La luminosa luna de plata traspasaba ligeramente por la delgada y blanca cortina, que ondeándose al compás del viento se elevaba y deja ver a través de la ventana, la ciudad que se levantaba….

 

Sabía que la escena de la que formaba parte en estos precisos momentos llegaría cuando menos se le cruzara por la mente….sin embargo, por lo menos pudo haber recibido un adelanto o alguna señal que le indicara que pronto =eso= iba a aparecerse en su casa. Claro que no era que le odiara o algo por el estilo, tampoco que no le gustara recibirle en su departamento –claro solo muy de vez en cuando le recibía- pero porque de cientos de momentos en la que podría aparecerse, tenía que hacerlo en este preciso instante?, es que acaso nunca había escuchado sobre la existencia de  esos malditos aparatejos conocidos más comúnmente como =celulares=?.

 

En qué momento de su vacía vida se le había ocurrido visitarlo?. No podía ser simple =magia=, los lazos sanguíneos no tenían nada que ver con que se llevaran bien, y por supuesto la autoridad que presentaba su padre nunca le había resultado tan relevante, no es que no lo quisiera; pero claro que como su hijo tenía que tener un =no sé qué, que se yo= que le hiciera desobedecerle siempre que el tema en cuestión,  no le beneficiara, o por lo menos, le hiciera sentir superior. Y la verdad se ha dicha; nunca de los nuncas, jamás de los jamases, obedecería a su progenitor con respecto a lo que siempre, en todo momento, casi desde que su boca podía pronunciar palabra, le pedía. De quien era la culpa?, muy simple, de ese ser =monstruoso= reconocido por la raza humana como; Risako.

 

Claro, ese ser impertinente, que cuando se proponía arruinar algún tipo de cosa que a él le llamara la atención lo hacía. Al principio creía que eran simples coincidencias, pero que tipo de niño mimado hijo de padres ricos, y completamente inocente, no creería eso?,….¿cuándo se dio cuenta de que no eran más que planes perfectamente hechos por manos de un demonio con cuerpo de mujer? En el primer instante en el que aquel apuesto hombre de cabellos negros, le fue presentado como su cuñado, así es; desde hacía varios años el junto con su =hermana= -como odiaba llamarla así- se habían encontrado por obra del destino con el sexi profesor de literatura, en un centro comercial, siendo el con quien los deliciosos ojos negros se cruzaran primero, y su primera reacción fue solo soltar una sutil y casi imperceptible sonrisa, pero que podría hacer, si tan solo en un instante había decidido que esa persona se transformaría en el único que él permitiría entrara en su corazón -que esos tipos no tenía más de trece años-.

 

Las reflexión de luz emitida por el pequeño foco que colgaba del techo, tocaba sin ningún pudor la blanca piel al descubierto del chico de cabellos color miel y ojos plateados….

 

Pero como la mayoría de las veces, aunque esta vez sí cabria el =siempre=, y como en estos momentos traba de hacer, arruinaba lo que le hacía feliz y disfrutaba con demasiados sentimientos a flor de piel.

 

Es que acaso no sabía tocar la puerta?, había algo muy bueno en el planeta tierra llamado =modales=, aunque con eso confirmaba un poco el que ella fuera un extraterrestre.

 

—¿qué están haciendo?—cuestiono en un susurro, con la voz apagada, con un tono que parecía de hombre, ingenua…. Ingenua….si claro!!!!, esa….esa….baya!!!!, ya ni siquiera tenía un apelativo correcto para =eso= que estos momentos estaba parada frete a ellos con la mirada hacia el piso.

 

Como que; ¿Qué están haciendo?, eso era demasiado obvio!!!!, por Kami sama!!!!, estaban a punto de tener sexo!!!!. Y si no, como le llamaría la situación en la que se encontraban;

 

Recargado en la pared contigua a la entrada principal, se encontraba con las manos cruzadas una muñeca sobre otra, sostenida fuertemente por una de las de su amante, besando el cuello frente a él, colaba la mano sobrante por los pantalones del rubio acariciando sus piernas y miembro, que estaba totalmente levantado….

 

La verdad es que al pequeño de cabello de color miel, le importaba en lo más mínimo lo que su hermana creyera….pero….su padre era un caso completamente distinto….su progenitor, siempre atento, cuidadoso y delicado, toda una afortunada había resultado su madre. En cabio en estos momentos no era para ponerse a pensar en su padre, o al menos no tan profundamente.

 

—de-dete-nte Miya-Miyagi, aaah!!—balbuceo el joven al saberse observado por su padre, pero no pudiendo detener un gemido al sentir como su ano era invadido por uno de los dedos del más alto, y su cuello era mordido—m-mi p-padre, Miyagi—hablo una vez más, tratando de sacar sus manos de donde estaban siendo sujetas.

 

Tan excitado estaba el profesor que no había escuchado el ruido de la puerta al abrirse?, lo que significaría que estaba demasiado concentrado, lo que significaría que solo estaba pensando en él, cosa que lo hacía inmensamente feliz. Pero….por más feliz que estuviera y que todo su mundo estuviera repleto de un suave y al mismo tiempo brillante color rosa, en estos momentos estaba siendo visto por los grandes y muy abiertos ojos escrutiñadores de su padre y hermana. El inconveniente ahora sería que su amante no le estaba haciendo caso, cosa que como anteriormente había sentido, era una combinación extraña, que con palabras semi-descriptivas se podría traducir como; agridulce.

 

—¿ha que viene eso?—depositando besos tanto pequeños como largos en el blanco cuello y parte del pecho, afianzando más el agarre de las muñecas de su amante—dijiste que no te intere.…saba—alzo la vista para mirar a los ojos platas, encontrándose en el camino, con las atemorizantes y amenazadoras miradas de su =cuñada= y =suegro=.

 

Lo que pasaba por la mente del pelinegro eran frases que se denominarían como las que salen de su ser primitivo, que toda persona aún conserva a pesar de su evolución, eran más o menos; °° corre °°, °° desaparece de aquí °°, °° si no sales, mueres °°  y cosas por ese estilo. Pero qué persona sin los suficientes =instintos de supervivencia= no pensaría en cosas así, cuando has sido encontrado con =las manos en la masa=, o diciéndolo en la forma difícil y que concordaría mejor en la situación actual; la mano derecha sosteniendo firmemente los brazos de su amante por sobre su rubia cabellera en la pared, la izquierda, moviéndose ágil y grácilmente por dentro de la ropa interior de este, tocando todo cuanto su mano alcanzaba, besando mordiendo succionando ese delgado cuello que siempre se le había antojado delicioso.

 

—Shinobu, vamos a la habitación—lamiendo su oído descaradamente, pues aún tenía clavada la mirada de los demás.

 

Desde hace algún tiempo estaba completamente decidido a mostrar su relación, sino era a todo el mudo, por lo menos si a los padres de su novio incluida a su ex esposa, ya estaba harto de que la castaña se le restregara cual gata en celo cada vez que tenía la oportunidad, incluyendo claro; las disculpas infinitas que su ahora nuevamente suegro le daba cada que se le cruzaba enfrente, ya estaba cansado de tanta palabrería, y por más que su amante fuera prácticamente un niño él era ya desde hace un tiempo para acá un hombre hecho y derecho, porque no tenía la más mínima importancia el que tuviera como pareja a un chico. Así que la hora de la =verdad= había llegado, y como no tenía algún método para encararlos, pues que mejor que ellos iniciaran con las preguntas, los gritos, los golpes o lo que  sea que sea que su papi suegro tenía que decir o hacer, porque lo que  hizo era solo parte del plan mal trazado que se había hecho en tan solo unos segundos de =meditación=.

 

Que más daba si lo despedían, eso solo era un inconveniente sin muchas bases, él era un profesor experimentado, e inteligente, podría encontrar un trabajo incluso mejor pagado con los ojos cerrados o solo con chasquear los dedos. Pero cuidado con aquel que intentara separarlo de su terrorista y el, no le importaba si era el mismísimo padre de su koibito, las conexiones de sangre se extinguirían al instante siquiera este pronunciara algo en contra de ellos, y Shinobu no tenía alguna contradicción sobre esto.

 

—tienen media hora—pronuncio con su gruesa voz, tragando saliva ruidosamente, sorprendiendo de sobre manera a su hija, entrecerrando los ojos mirando como su hijo favorito era cargado en los fuertes brazos de uno de sus empleados más valiosos, no quería que estuviera retorciéndose frente a él por lo excitado que a leguas se veía, estaba.

 

Se encontraba tan feliz, su pequeño niño había encontrado el amor, con la persona menos esperada, pero lo había encontrado. Un punto completamente distinto, era el que su retoño era homosexual, está bien, ese no era el tema principal, de hecho de cualquier forma con tal de que su hijo fuera feliz hubiera sido lo mismo a que fuera heterosexual. Como ese niño de cabellos mieles se había involucrado -a tal grado- con su empleado, que el supiera el único contacto que había tenido con él, fue solo al momento de decir que ese sería su cuñado y cuando se casó con su hija….su hija, ella debía tener una idea de cómo es que su pequeño príncipe se había involucrado con el peli negro.

 

—oye….Risako—mirando directamente a la castaña….

 

No había ventanas, la pequeña y casi nula línea de luz que entraba por la ranura del espacio entre el piso y la puerta no proporcionaba la iluminación necesaria siquiera para reconocer en donde estaban sus ojos….pero eso importaba ahora? claro que no.

 

La ropa se deslizaba lentamente conforme sus  grandes manos las guiaban en dirección hacia el piso, sus labios no paraban de rosarse con los contrarios, de detenerse y juntar sus lenguas, de humedecer y dejar que la saliva escapara por la comisura de los labios finos, brillantes y rojos….sus bellos ojos platas brillaban con intensidad, con verdadera lujuria en ellos.

 

Su padre no tenía mayor importancia que la falta de luz en estos momentos. Sus blancas pieles se rozaban si compasión alguna quedándose al instante erizadas, el calor que cobraba sus cuentas por el pequeño momento en el que detuvieron tan gentil y suave contacto, hacía que en estos instantes sintieran como de cada poro se desprendía el aroma que a cada uno encantaba.

 

Lentamente el de cabellos azabaches fue recostando al menor en la esquina de la enorme cama, comenzó a retirar con toda la calma del mundo todas las prendas de ropa que aún se osaban de cubrir el precioso cuerpo de su amante. Media hora, que es lo que podían hacer en tan poco tiempo?....por ahora eso lo dejaría a un lado, se concentraría más en marcar toda la marfilada piel, en besar y estremecer con sus manos y boca aquel cuerpo que tanto le añoraba.

 

Sus pezones, rosados, sedosos, calientes….poco a poco su lengua en conjunto son su mano derecha, se encargaban de hacerlos endurecer, de ponerlos erectos, como en estos momentos se encontraban sus miembros, lamio el pecho que con movimientos rápidos iba de arriba hacia abajo. Empapaba sin prisas, los botones lentamente se iban llenando con su saliva, haciendo movimientos rodeando su aureola, hundiendo su ansiosa lengua en su centro, pasando sutil y delicadamente sus blanquecinos dientes, mordiéndole ligeramente, haciendo que se estremeciera y temblara.

 

Los largos y traviesos dedos manejaban con gran maestría la segunda de las tetillas, torciéndola y enrollándola entre dos de sus dígitos, aplastando y jalándolos, sintiéndose cada vez más excitado al escuchar los jadeos que salían de un extasiado rubio, que meneaba sus caderas y arqueaba su espalda, dejando mucho más visible su curveada cintura que era delgada mas no cruzaba la línea haciéndole llegar a lo femenino.

 

Terminando con ambos pezones dejándolos completamente empapados, duros y con un sensual tono rojo….paseaba su lengua con serpenteos, líneas rectas y diagonales, por el abdomen liso, pasando por los bordes del ombligo, mordiendo con rudeza innecesaria algún pliegue de piel. Cada vez más y más abajo, masajeando las largas piernas, apretando las caderas, besando la cabecilla del pene que erecto se levantaban frente a su rostro, apretando con una de sus manos y sin pudor alguno los testículos, tomando con la otra la cabeza del sexo acomodándolo mejor, iniciando el recorrido con su lengua a lo largo de este, desde la base en donde iniciaban los genitales hasta la brillante y saliente cabeza, dando besos y sutiles mordidas.

 

Dejando que un hilillo de saliva se escapara de su boca retirándolo luego con tres de sus dedos, metiéndose en un solo movimiento a la boca el ardiente pene, chupando sonoramente, con un vaivén lento haciéndolo más rápido conforme el rubio gritaba su nombre pidiendo entrecortado más rapidez, accediendo y llevando uno de sus alargados dedos a la rosada y ya húmeda entrada, masajeando por fuera el orificio. Mientras su sexo era fuertemente apretado por la caliente boca de su seme, su ano absorbía con cada vez más afinidad los tres dedos que imprudentes lo perforaban.

 

Sus caderas se movían hacia arriba y hacia abajo, de adelante  hacia atrás todo al mismo tiempo, todo en busca de más y más placer….su cuerpo con tan cadenciosos movimientos se iba perlando de cristalinas gotas de sudor, sus manos temblaban y se aferraban fuertemente a las sabanas, que revueltas y frías se enredaban entre sus dedos blancos y delgados, su cabellera rubia se enredaba esparciéndose por las almohadas, sus mejillas teñidas por el fuego y el calor, sus plateados ojos se entrecerraban con cada embestida que los dedos hacían, salían y entraban haciendo círculos tocándolo reconociendo su suavidad interior, mientras que su miembro era devorado casi literalmente, la fricción de su sexo con los labios, lengua y dientes de su amante le eran cada vez más calientes, más exigentes y sensuales….obteniendo como ultima respuesta de su cuerpo su clímax, dejando escapar en un grito la esencia blanca y espesa, abandonándola en la cavidad del profesor que sin dejar pasar más tiempo la bebió toda.

 

Lentamente levanto las rodillas del más joven, inclinándolas hasta su pecho que tenía varios moretones rojizos, llevo nuevamente su ansiosa boca esta vez dirigiéndola al agujero del pequeño, lamiendo con la lengua y hundiéndola lentamente, haciendo penetraciones con ella, mojando todo cuanto recorría, acariciando los glúteos redondos y suaves,  consiguiendo que el pene del rubio se levantara de nuevo. Se puso de rodillas y lentamente fue hundiendo su sexo en el ano del menor, sintiendo como era apretado, el contacto hacia que ambos se estremecieran….no tardo mucho tiempo para que las caderas empezaran con el vaivén, eran lentas, sintiendo la fricción de sus cuerpos sudorosos.

 

Sus labios se juntaban una y otra vez, la embestidas se volvían cada vez más rápidas y profundas, el interior del oji plata era su nirvana, delicioso caliente y suave, la piel liza se hundía con el toque de sus manos, sus ojos negros se encontraban entrecerrados mirando directamente el rostro excitado de su amante, pero quería más sabía que podía lograr más, tomo el miembro erecto y comenzó a acariciarlo, apretaba más el agarre cada vez que él lo penetraba y lo aflojaba cuando salía, su miembro como su mano se movían ágilmente.

 

Con un grito de placer junto con los delgados brazos alrededor de su cuello apretándolo fuertemente, el peli negro entendió que había dado en ese punto que hacía ver las estrellas al pequeño, cada vez que su pene entraba el cálido agujero trataba de tocar la próstata de su amante sacándole así más gemidos y gritos, sentía como su espalda era arañada combinada perfectamente con la dulce voz a su oído, aunada a los espasmos que lo aprisionaban cada vez más fuerte, anunciando que el punto culmine estaba por llegar.

 

Mordió fuertemente su oído, dejando escapar su semen en el interior de su compañero que al sentir la esencia de su amante llenándolo completamente, dejo escapar la suya manchando su vientre, parte de su pecho y la mano del profesor, que notando el líquido blancuzco llevo su mano a su boca lamiéndola, aunque el rubio no viera sabía lo que su novio estaba haciendo, lo habían hecho tantas veces que ya conocía sus actos.

 

—te amo….Miyagi—dijo en un susurro, acariciando los cabellos negros del que en estos momentos estaba acostado sobre él, escuchando sus acelerados latidos.

 

—yo también—levantándose y besando las calientes mejillas, estiro la mano invitando al otro a tomarla, acción que fue correspondida al instante. Estaba cansado pero eso no impedía que pudiera cargar al oji plata en brazos, con todos esos años haciendo  =ejercicio físico= su cuerpo se había vuelto mucho más resistente.

 

Obviamente el tiempo que le había dado su padre ya estaba por demás rebasada, así que llegar otros cinco minutos tarde no aria más daño, además de que aprovecharían ese espacio en la ducha.

 

—en serio no te diste cuenta cuando mi padre entro?—pregunto el universitario, sintiendo las manos de su amante en sus cabellos, soltando una pequeña risa acompañada con un fuerte sonrojo.

 

—tú tienes la culpa mocoso—se quejó—de noche y nadando semidesnudo en la piscina de la universidad—comenzando a enjabonar los delgados hombros—que no  viste como te estaban mirando todos esos idiotas?—lo abrazo por la espalda y enjabono el pecho lentamente.

 

—era una competencia, te lo dije—recargándose en el amplio pecho, alzando los brazos y tallando las oscuras hebras negras del profesor—te pusiste celoso?—cuestiono juguetón, sintiendo como su cadera era fuertemente apretada, mientras recibía besos en el cuello—aaaaahmm!!—suspiró cuando uno de sus pezones fue atacado por los dedos del mayor.

 

—por qué lo estaría?, eres solo mío—asaltando una vez más la deliciosa y adictiva boca del oji plata, pasando su tacto por las largas piernas, haciéndolo gemir aún más.

 

—espera Miyagi—trato de detenerlo, por unos segundos se había olvidado de las presencia de su progenitor en la sala—mmm mi p-padre—siendo nuevamente besado, sintiendo como las gotas de la regadera caían sobre ellos, y por fuera la puerta era serrada por un fuerte azote seguida de unos fuertes e incomprensibles gritos.

 

—mph, parece que si podemos quedarnos aquí—iniciando con caricias muy parecidas a las de hace un rato….

 

Con el paso del tiempo la enorme luna se alzaba en la sima del cielo, el viento soplaba cortándose  entre los edificios de la ciudad, entrando travieso por la ventana abierta en donde los amantes demostraban la pasión que ardientemente les quemaba, dejando en el piso las notas escritas en el papel que con una caligrafía perfecta dictaba;

 

….cuídalo mucho, tienes mi apoyo.                                                                                                                           No te preocupes por Risako, no te molestara más.

 

Ó-Ò.,.,.,FIN,.,.,.f8;-f8;

Notas finales:

(y, que le parecio?)

 

-esperamos que alla sido de su agrado, my lady-

 

(nos leeremos despues, cuidese mucho)

 

-hasta pronto-

 

....

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mi correo electrónico;

likari_aoi@yahoo.com

mi lady, recuerde que si quiere enviarme una solicitud de amistad debe aclararme en un mensaje que es de amor yaoi ^-^)


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