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El interior de carne y el de engranes por sleeping god

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Notas del capitulo:

Aquí adelantaremos más a la historia ya que no quiero que tenga tantos capítulos.

Ojala les guste.

 

Temprano en la mañana salgo, no desayuno, me voy corriendo al metro y de ahí sigo igual al colegio.

Está casi vacío, debe haber como mucho una docena de personas.

Escucho que cierran un locker del lado contrario al mío y se van.

Trago saliva y respiro hondo.

Abro.

Cae el sobre al suelo.

Azul igual que todos con mi nombre en la parte delantera.

La misma letra media garabateada pero legible.

Mi Grimmjow.

No hay nadie así que la abro y leo:

“CORRECTO.

Ven a verme, dime lo que sientes sin importar nada ni nadie y yo te imitaré, te abrazaré, te besaré y de ser necesario te haré el amor frente a toda la escuela.

Eres mío, Ichigo, y nunca me olvidarás.

Grítame lo que sientes por mí.

TU GRIMMJOW”

No había más 6 gótico.

Debo buscarlo. Normalmente están en el techo cuando es temprano para no ir a clases.

-eh, tú, shinigami-me para Kempachi.

-¿sí?

-no estuviste en mi clase ayer. Estás muerto-no retrocedo, recuerdo las palabras de mi futuro novio.

-Grimmjow me invitó personalmente a verlo jugar.

-mmm… jajajajajaja- frunzo aun más el seño por la carcajada-buena broma.

-pero él…

-si quería que alguien faltara a clases me hubiera dicho, no es tan pendejo como para creer que yo me tragaría algo tan fácilmente-me empuja contra la pared, su modo de castigo es el mismo que una prisión: físicamente.

Escapo pero a los dos metros me regresa agarrándome de la camisa hasta el suelo. Toso cuando mi espalda se estrella contra el piso de cemento, me patea en varias ocasiones en el estomago y la espalda, al final me patea en el rostro.

Me desmayé.

Despierto y la gente está en sus clases, otros sentados en las escaleras hablando o pasando a mi lado sin hacer nada.

Pasaron 30 minutos.

Me levanto y voy al techo, aun recuerdo lo importante de ese día.

Están todos los espadas jugando cartas, apostando dinero y divirtiéndose.

-Grimmjow-digo rompiendo su esfera.

Sus ojos son extraños, así me miran.

-¿Qué buscas, shinigami?-me dice y eso me confunde, pero recuerdo lo que me escribió, debo decírselo.

-me… me gustas… me gustas mucho-confieso con todos ahí.

Escucho una risa seca para hacerle coro las risas de todos. La más fuerte: la de Jaegerjaquez.

¿Qué está pasando?

-¡vaya chupapollas que te conseguiste!-se burla el larguirucho.

Retrocedo, no sé qué pasa.

-pero… pero tu carta-reclamo sacándola de mi bolsillo. La agarra el coyote con lágrimas en los ojos, que se intensifican al leerla.

-¡esta pinche letra se entiende…! ¡No es la tuya ¿verdad, cabrón? !-se acerca quien creí dueño de la letra y riendo niega con la cabeza.

-mi letra parece escrita con las bolas y sin poder usar la derecha ni como-dice una gran verdad. Está herido y la letra es entendible, no es surdo. Jamás revise alguno de sus escritos. Que iluso.

-se parece a tu letra-proclama Riyalgo a Ciffer.

Ulquiorra me mira con expresión victoriosa.

Entiendo todo, ahora sí.

Qué tonto, qué estúpido enamorado fui.

-buena esa, Ulquiorra. Eres un pinche hijo de puta-le felicita el pantera junto con el resto. Él nada más da una sonrisa burlona. Si que puede sonreír al herir tanto a alguien.

-cógetelo, Grimmjow, hazle el milagro a la chica-se burla Hallibel.

-¿Qué dices, shinigami?-shinigami, el nunca me llamó ni una sola vez Ichigo-¿te follo?

No digo nada y empiezo a llorar.

-¿Qué dicen?-les dice a sus compañeros-lo violo hasta que llore de verdad.

Asienten con fuerza.

Me empuja a la pared y lo veo entre lágrimas.

-tu ibas a decirme algo-comento sin moverme.

-aquel día quería decirte que no te encariñaras conmigo porque lo hacía por lastima a tu patética existencia-saca una navaja y me muestra el mango-no vas a tener tanta suerte.

No me queda nada, únicamente mi orgullo herido. Ni siquiera importa que me lastime.

Lo pateo en los genitales y bajo a toda velocidad, olvidándome de mis cosas y de mi mismo.

Vuelvo a casa a desmoronarme.

Papa y mis hermanas tocan la puerta otra vez pues llegue corriendo y con lagrimas en los ojos. No abro y sigo llorando con las ventanas cubiertas con cortinas negras.

Despierto al día siguiente, es tarde y esa es mi excusa para no ir a la escuela.

Debe ser patético, todos deben estarse burlando mi porque estoy seguro que ya toda la escuela lo sabe.

 

Mi padre me pregunto al medio día si quería hablar, yo le dije que pero que no se preocupara, todo saldría bien y que era una tontería mía. Sin embargo llore en la noche como cuando murió mi mamá, realmente me gusto Grimmjow y me ilusioné tempranamente con su amor.

Nadie me ha preguntando es estos días por qué no he ido a la escuela y bien lo entiendo, en las mañanas mis ojos están rojos de sueño y lagrimas.

 

Despierto después de unas horas, creo, abro la ventana y las gotas de lluvia golpean fuertemente.

Salgo de casa sin ser visto, con un impermeable amarillo como el que use el día que murió mi madre.

Tomo el metro y camino. Voy a la escuela a dejarle una nota a ese cretino. Quiero que sepa que en realidad me gustaba pero que me equivoque y que creí ver bondad en su estúpida cara.

Mientras pienso que más ponerle escucho a un perro ladrando ya aullando, eufórico y totalmente excitado en el canal que lleva agua como una serpiente furiosa y oscura. Me asomo y es un pastor alemán negro, empapado, gritándole a la parte de debajo de un puente, trae puesta una cadena y su correa. Camino poco más hasta darme cuenta de una mano sostenida de la orilla del puente.

Bajo la cuesta resbalando con el agua y el pasto húmedo pero la mano es golpeada por una rama, ahí su cabeza sale a tomar aire y ahogar un grito. Su cabello… es azul.

-¡Grimmjow!- digo acostándome y tomando su muñeca vendada, en su cara veo el dolor.

-shi…shiniga…-se me está resbalando a pesar de que lo tengo con ambas manos.

La voz del perro se ha hecho sorda.

Se me suelta. Me levanto y corro, subo la cuesta para pasar otro puente y bajo resbalando con el pecho para sostenerlo cuando pase pero no sale. Miro con terror, no surge. Me asomo y está sostenido dentro del puente.

-¡Grimmjow, suéltate!

-no podrás…-se atraganta y tose muy fuerte, escupiendo agua negra-… no podrás sostenerme.

-dame las dos manos…-no resiste más y lo jala la corriente, lo agarro del cuello y de la ropa, el me sostiene con la mano derecha del hombro, en la otra trae algo que mantiene fuera del agua. El perro sin darme cuenta lo muerde de la playera, jalando. Logramos sacarlo y tose, vomitando la basura que trago en ese rio, luego patea al can que le ayudó, alejándolo de lo que tiene en la mano izquierda. Es un gatito que tiembla mucho pero está vivo… no puedo creerlo ¿se lanzó al agua por un minino?

-agarra a esa bestia-me ordena y sujeto al perro que desea ansiosamente mordisquear al gato-está bien-dice acariciando al animal.

-¿estás bien?

Hasta ahora creo que nota quién soy, baja la cara y responde.

-no… debo ir a casa-extiende su mano y ayudo a levantarlo. Se recarga en mi, sosteniendo al animalito y yo llevo al canino. Caminamos una cuadra y giramos a la derecha, seguimos hasta una humilde casa, con una ventana hacia la calle y la puerta.

-saca mis llaves… están en mi bolsillo- reviso ambas bolsas, sonrojado de tocarlo, pero no hay nada.

-no están…

-diablos… ¿tienes una tarjeta?

Saco de mi cartera una que venía de adorno con ella. Se recarga en la pared y la mete por la puerta, girando el picaporte y abriendo. El perro se me va de las manos y se mete, sacudiéndose y moviendo la cola, también pasa el pantera y yo debería irme.

-pasa… para que te seques-me dice y entro a una sala con un sillón y un estéreo, una cocina con estufa, unas pequeñas alacenas y refrigerador y otras dos puertas.

Jaegerjaquez cae en el suelo, voy tan rápido como el perro pero el pantera aleja al animal.

-mete a esa madre al baño-me ordena y me lo llevo a la primera puerta pero es un cuarto, con una ventana, cama, un armario y un par de cajas cubiertas con una tabla a modo de escritorio lleno de hojas y una lata de refresco con lápices. Paso al siguiente y es un inodoro casi pegado a una regadera sucia sin cortina, meto al can y voy con el estudiante.

Sigue recuperándose pero en algún momento trajo varias toallas y cobijas, en una está envuelto el felino.

-toma-me da una toalla y quitándome el impermeable me seco el cabello y la ropa.

-gracias-le digo.

-hay ropa limpia en mi armario. Cámbiate o te resfriaras.

-¿Por qué haces esto?-le digo ofendido, me trató mal y que se porte amable me hace esperanzas que no quiero.

-no es por ser bondadoso sino porque me salvaste. Que no pienses que me gustas porque jamás pasara-me explica crudamente y me voy su cuarto ponerme una playera de Pink Floyd con un triangulo negro que destella colores y unas bermudas azules, apretando con un cinturón negro para que no se me caigan.

Gruño por ser tan grosero conmigo, no quiero salir a verlo.

Reviso sus papeles, tiene algunos dibujos… que no son tan malos pero si perturbadores. Un cuerpo sin cabeza jugando gol, un hombre lobo con un peinado punk y converse, una mujer muy linda, desnuda pero sin mandíbula, haciéndole parecer que tiene una sonrisa enorme. Me los paso y veo escritos, algunos poemas:

“el arriba y abajo es una invención de la mente humano.

En realidad es un circulo con esquinas que tiene fin en el inicio…”

Tiene más, ahora conozco su letra, apenas entendible y muy complicado de leer.

Pero hay una impresa que fácilmente puedo leer, y lo más interesante es ver la parte de arriba con su nombre, el de el maestro Ichimaru y “poema” en la parte de arriba.

No tiene título.

“No es una explicación que no vea.

 Tampoco ser una interrogación o una respuesta difícil.

No entiendo.

No soy lo que esperan.

 No escucho.

Niño y hombre.

 Me usan. Me apartan. Es eso una lata de aluminio.

Aprendí lo que nadie me enseña. No entiende. No estoy.

Soy real o al menos es como yo.

 Cambiar es la respuesta… quizá. Veo que otros ven y aun así estoy ciego. Mostrar lo que soy si ven dentro de la piel ¿Que saben del mal y el bien? No soy lo que sé.

Sigo soñando y no duermo.

Susurros de mentiras en mi mente que no creo.

 Por ellos o por mí.

Nadie lo intenta.

Estoy solo y sigo aquí. Solo. Aquí. ¿Dónde es aquí?”

Recuerdo que el profesor me dijo que lo hizo pero no lo leyó… porque lo avergüenza.

Lo guardo en el bolsillo y salgo.

En el suelo se ha quedado dormido, cuidado al animalito, abrazado a su cuerpo mientras ese se frota contra su cara, calentándose. Me enternece.

Llevo mi ropa en una bolsa de plástico que encontré y se me cae el celular… ya no debe servir. Sin embargo aun prende y… viendo a Grimmjow… no lo evito y lo fotografío antes de irme.

Notas finales:

Gracias por leer.


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