Los días siempre transcurrían en lo mismo, componer las letras de la banda, giras, entrevistas, fan meetings, lo cual era sabido por todos que no eran de su real agrado, entre otras actividades que conllevaba el tener una banda de gran éxito en Japón.
Ahí, en el auto de su compañía discográfica, iba el pelinegro junto a sus compañeros de banda, solía no hablar demasiado, de hecho siempre actuó de esa manera, desde pequeño notó que era diferente a los demás, de cierta forma se sentía inadaptado, aunque rara vez pasó por su mente que fuera extraño o tuviera un problema que lo llevara a tener que recurrir a un doctor.
En clases era un total asco, no porque no lograra entender, mas bien pensaba que era una perdida de tiempo, verse estudiando o en una universidad, no eran temas de su especial interés. Era consiente, si terminaba viviendo bajo un puente, seria bajo su propia responsabilidad.
Gracias a un compañero de clase, conoció lo que en verdad lo apasionaba, la música, era lo que lo llenaba, lo que le permitia respirar día a día, su cable a tierra, su vida, el pequeño cantante nunca deseo algo tanto en su vida, estaba más que decidido. Luego de pasar por varias bandas, logro conformar la banda de 5 chicos llamada DIR EN GREY, desde un comienzo fueron un impacto para el país, con un nombre sobresaliente, con integrantes que irradiaban hermosura, pero no sólo físicamente, al pisar el escenario lograban emocionar hasta la persona mas lejana de ellos, algo que no se lograba explicar en simples palabras.
El transcurso de los años los llevo a ser lo que actualmente eran, el esfuerzo trajo sus frutos, la cantidad de discos que vendían era explosiva, quizás no encabezaban el número uno en las listas, pero nunca decayeron, siempre estaban sus fieles fans junto a ellos, sin embargo, en ese preciso momento solo una cosa pasaba por su mente, DORMIR, estar en casa, en completa soledad, solo el y su espacio, odiaba los momentos en que debía escuchar como sus compañeros bebían y reían de estupideces, aveces era tildado de raro y malhumorado, pero eso era lo que lo caracterizaba completamente, su MAL humor, sonreía poco, le molestaba casi toda partícula viva en este mundo, pensando en ciertas ocasiones que tenia un problema serio, aún así, no pasaban de ser solo momentos aislados, para luego volver a odiar todo realmente, hasta sus antiguas parejas se lo hicieron notar en algunos momentos, probablemente eso los llevo a la ruptura, pero para él ser como verdaderamente nació es lo importante, lo demás podía irse a la verdadera mierda, como solía decir.
-Nee Kyo- Dijo un sonriente Toshiya, sacándolo completamente de sus pensamientos.
-Qué quieres, toshi?- Respondió malhumoradamente, odiaba que interrumpieran sus monólogos internos, eran los momentos de felicidad absolutas para el.
-Hey, no necesitas responderme de esa manera- dijo molesto.
- Y tu no necesitas interrumpirme para decirme como actuar, ahora si no tienes nada más importante que decir, creo que tengo cosas mas importantes que hacer- exclamó, para luego sacar su reproductor de música, colocándose los audifonos, y dejar de escuchar al enfurecido joven de cabello ondulado.
Toshiya estaba mas que acostumbrado a esos arranques del “señor gruñón” como solía llamarle , eran buenos amigos, pero eso no cambiaba la idea de que tuvieran sus pequeños roces de vez en cuando. Se acerco más al vocalista, tomando su audifono rápidamente, sacándolo de su oreja.
-Sólo le dirigia la palabra a su alteza para comunicarle que más tarde tenemos una sesión fotográfica, asi que no podrá irse al medio día a su castillo- dijo con ironía, marchándose así a los asientos delanteros con el resto de la banda.
Kyo resoplo fastidiado, ¿Otra vez una sesión fotográfica? Pero si recién pasada una semana había tenido dos más, el prefiría por sobre todo grabar un disco, o estar en un concierto, pero el resto del trabajo era como piedra en el zapato, era obligado casi a la fuerza. No quiso reclamar, ese día se había levantado con el pie izquierdo, sus ánimos no estaban preparados para una discusión que lo llevarían a la misma conclusión, sacarse las malditas fotos.
Al llegar a la compañía salieron apresurados del vehículo, tendrían que prepararse rápidamente para la sesión, la cual fue avisada con casi nada de anticipación. Eso si, había un punto a favor, el maquillaje que actualmente utilizaban era realmente nulo, un poco de base para mejorar su piel y uno que otro retoque, años atrás decir que ellos utilizarían poco maquillaje hubiera sido un buen chiste, utilizaban gran cantidad de delineador, labial y otras cosas.
-Bien chicos, el manager dijo que los primeros que deberían tomarse las fotos serian Shinya, Toshiya y yo- menciono en voz alta el líder de la banda, Kaoru- los últimos seran Die y Kyo.
¿Podía ser peor? Ahora debía ir ÚLTIMO, pero eso no era lo peor, sino que con DIE, si él, realmente eran nulas las palabras que cruzaban, practicamente hablaban de los arreglos de las canciones y eso era todo, el joven delgado, alto y de largos cabellos practicamente era el lider de las bromas, las cuales aumentaban con el alcohol en su sistema.
-Calma kyo, sólo es una maldita sesión de fotos, te las sacas y eres completamente libre, vas a tu departamento y duermes el resto de tu vida- se dijo a si mismo, logrando poner energía positiva a sus pensamientos.
Sus tres compañeros ya habían salido del camarín, debían estar en el proceso de la sesión. Se dirigio al baño practicamente corriendo, necesitaba nicotina en su organismo AHORA, era la única forma de calmar sus nervios en ese momento. Terminado de dar las últimas caladas al cigarrillo se dirigió al camarín, a esperar su turno.
-Ne, Kyo-san- se dirigió a el una chica del staff- el manager te está buscando, es su turno –
- Oh Gracias, “debo apresurarme”-Pensó. Corrió lo mas rápido que pudo por los pasillos de la productora, cuando faltaban unos pocos metros para llegar a una esquina, apresuro el paso, doblando por esta, chocando de manera brusca con otro cuerpo, lo cual lo llevó directamente al suelo- Qué te pasa! Ten más Cuida-- - no logro terminar la frase, todo se había vuelto completamente negro.
Abrió pesadamente sus ojos, todo daba vueltas, pareciera que su cabeza iba a explotar ahí mismo. Cuando al fin logro estabilizarse notó que ya no estaba en el pasillo donde recordaba estar hace unos momentos, sino que se encontraba recostado en unos asientos del camarín de la banda, lo primero que vio fueron sus manos, pero algo extraño sucedía, el no recordaba tener ese tatuaje similar a unas escamas en su mano derecha, su corazón comenzó a latir a mil por hora, practicamente voló al espejo que se encontraba a unos metros de el, al ver su reflejo palideció, ¡¿Desde cuando lucia como Die?!.