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Después de su repentina “huida”, el joven runningback de Deimon solamente dejo como resultado a un amigo muy confundido y un daño a la capa de ozono debido a la gran nube de humo que dejo atrás.
Sabía que salir corriendo como lo hizo no había sido algo muy inteligente de su parte que digamos, aunque como fue mencionado anteriormente, fue muy torpe y a la vez cobarde por “escapar” de las preguntas que su fiel amigo le estaba haciendo…
Si bien era cierto que algo más que la Christmas Bowl le preocupaba en esos instantes, esa presión que sentía, ya era demasiado para el…
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Cuando llego a su casa, se quito los zapatos con desgana, saludo a sus padres como un buen hijo diciéndoles de anticipación que no tenía hambre y no deseaba que lo molestaran por lo que se dormiría temprano…
Subió a su habitación, se quito el saco y el resto del uniforme para luego quedarse en sus pijamas y finalmente se dejo caer sobre su cama, con una mirada perdida hacia el techo se quedo pensando en su “preocupación”…
Pero… ¿En serio?... viniendo del tímido y cobarde corredor de los Devil Bats quien desde hace bastante que no pensaba en otra cosa que no fuese la Christmas Bowl, la que tanto anhelaba junto a los tres fundadores del equipo y el resto de los integrantes y a la cual tenían a la vuelta de la esquina…
Era casi imposible de creer…
Pero…
A todos les llega la hora… tarde o temprano… esos pensamientos… son inevitables en cualquier persona… y el no sería la excepción.
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Desde que conoció a la razón de su preocupación, a medida que el tiempo iba pasando le fue interesando mas y mas al punto de que, cuando se puso a pensar en ello se dio cuenta, de que estaba enamorado…
Un momento… ¿Enamorado?...
Si, enamorado puesto que la razón de su preocupación no era un “algo” sino un “alguien”.
Eso, era lo que le incomodaba, tanto que cada vez que veía a ese “alguien” la necesidad de estar con esa persona, aunque fuese solo para acompañarla, era más intensa cada vez más…
¿Pero… de quien se trataba?...
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-¡¡Maldito enano!! ¡¿En qué tanta mierda estas pensando?! ¡¡Concéntrate!!-
-¡¿Ehhh?!-
Pero… ¿A qué horas…?... bueno, supongamos que no se había dado cuenta de que ya estaba en el entrenamiento… mejor dicho ni siquiera estaba en lo que debía estar, prueba de ello fueron los incontables llamados de atención de su maestro esa mañana… no estaba para nada concentrado… de nuevo…
Esa persona… ¿Tan mal lo ponía?...
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Después del entrenamiento… del cual Sena no parecía estar en el…
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-¿Y ahora que hare?- con las típicas lagrimas que más bien parecían cataratas, el pobre chico se lamentaba mientras se decía para sí mismo… Ese maldito pensamiento no lo dejaba en paz y no podía hacer nada al respecto, pues considerando la actitud de esa persona, no sabía si seria correspondido por el…
Esperen…
¡¿El?!
Y si a eso se le sumaba lo peor sería… el declarársele… era obvio, ¿No?, siendo una de las personas más tímidas del mundo incluso más que Pigglet*… aunque este último le ganaba…
El solo hecho de haber descubierto que le atraían más los hombres que las mujeres… eso le traería serios problemas si su Mamori-neechan se enteraba…
Sin embargo…
Esa persona lo era todo para él, siempre que lo veía sonreír, deseaba que esa sonrisa fuese solo para el aunque etas dieran miedo, pero todo se arruinaba cuando se quedaba a solas con el…
Situación: Incomoda… al menos para Sena…
Mas cuando él no tenía nada que decir, ni una sola palabra salía de sus labios y cuando lo volteaba a ver, el solo se ponía a tartamudear, cosa que hacia enojar a “su persona”…
Esa persona le hacía suspirar tanto que si cada vez que lo hacia fuera un año menos de vida… ya estaría muerto, y aunque no se comportara como una persona “normal”, eso le encantaba…
Si tan solo el maldito miedo se fuera al carajo, el, hace mucho que se hubiera convertido en el hombre de su vida… quizás no en ese sentido, pero se entiende la idea… y así poder decirle “te amo “tantas veces como quisiera…
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Al día siguiente…
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Caminando, sin ninguna prisa como siempre, el capitán de los Devil Bat, se dirigía a la caseta del club a trabajar, como siempre quien-sabe-que en su laptop listo para dirigir y dispararle con ganas a los integrantes de Futbol Americano por los siguientes 6 días restantes al gran partido… pero sobre todo para vigilar que “esa persona” no se volviera a desconcentrar y que por su culpa su sueño se fuera a la mierda…
¿Pero… qué diablos le pasaba al maldito enano?
Hace tiempo que se había dado cuenta de que no le quitaba el ojo de encima desde que se entero de que era Gay y el enano era su interés…
Un momento (de nuevo)… ¡¿Queee?!...
El mariscal de campo, el demonio de Deimon, el más temido de Tokio, quizás de Japón… ¿Gay?...
Si no fuera por ese insignificante sentimiento que tenía por el maldito enano, cambiaria sus balas de salva por unas de verdad y lo llenaría lleno de agujeros hasta como colador…
Imposible…
Era obvio que lo necesitaba para ganar, porque después de todo el era la pieza fundamental para que obtuvieran su victoria contra Teikoku… después de todo era su runningback mas preciado… y al que deseaba tener entre sus brazos…
Un momento (por tercera ocasión)…
¡¿Quee?!
Si, Hiruma Youichi era Gay, le interesaban los hombres y al que más deseaba era al maldito enano… el runningback más tímido que se haya podido conocer… Kobayakawa Sena…
Pero…
¿Qué le podía hacer?
Ese maldito enano… aunque nadie podía verlo para creerlo, para tenerlo como evidencia, o como un deseo antes de morir… lo hacía suspirar, le brindaba la alegría que nunca demostraba y sobre todo esos deseos de llevárselo a la cama de una puta vez y hacerlo suyo unas 100 veces…
Mientras seguía caminando en dirección al punto de reunión de los Devil Bats (léase, el club de americano) pudo divisar a lo lejos que una pequeña persona era perseguido por su diabólico perro…
-Mierda…- ciertamente esa “pequeña persona” era aquel que en ese momento ocupaba sus pensamientos… se acerco a él después de que alejara a su perro con un grito mencionando su nombre para que este no dejara con medio trasero a Sena…
-¿Pero qué…?- justo unos instantes después le agradecía… ¿Dándole un abrazo?
-¡¡Muchas, muchas gracias Hiruma-san!!-
-Si, si… ahora suéltame antes de que te deje como colador-
-¡S-si… lo siento…!- “Cielos, me siento muy apenado con Hiruma-san por lo que hice, debería hacer algo para disculparme por haberlo abrazado” pensaba para sí el inocente castaño.
-¿Lo sientes, eh?... te disculpare si cierras los ojos y no dices nada-
-¿Eh?-
-¡¡SOLO HAZLO!!-
-¡¡S-s-si!!- en eso el joven menor, obedientemente, hizo lo que su superior le dijo que hiciera… para su sorpresa lo que sucedió a continuación, aun no terminaba de procesarse en la pequeña mente de Sena…
¿Acaso Hiruma lo…?
No…
¿No?…
No…
Cuando Sena abrió los ojos para ver lo que hacía su capitán, su sorpresa fue que Hiruma ya no estaba, se había ido, dejando a su runningback estupefacto…
-¿Pero qué…?-
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Continuara…
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