-“me iré a vivir a los Estados Unidos”
Esas palabras me dejaron helado...
- ¿Cuando te vas? - respondí de manera lenta, costosa-
- Este domingo
- ... - ¡¿porque no me lo había dicho..?! - ¿Y cuando pensabas contármelo?
- Lo siento... no supe cual era el momento... El miércoles no te vi, y el jueves no fuiste al instituto
- Esta bien - Mi corazón se iba desarmando –
- Te extrañare...
- Debo irme - También te extrañare... y mas de lo que piensas...
Cerré sesión en el Messenger... y me aleje despacio del PC, aun sentado en la silla, me había quedado mirando a la nada, pronto sentía mis mejillas húmedas, un día relativamente perfecto se había convertido en menos de 3 minutos en uno de los peores... ¿Cómo había pasado esto?, ¿Cómo pensé que tendría una oportunidad con el? Si... ya se como, como un imbecil me había enamorado, recuerdo aquel día en el que Tanabe junto a Akira y Takanori... Aquel joven alto, pelinegro de labios gruesos y voz seductora, me había extendido la mano mientras una sonrisa juguetona se formaba en su rostro, si, fue desde ese momento en el que mis ojos no podían dejar de verlo, y mi mente no podía pensar en otra cosa que no fuese el. Nuestra amistad era buena, algunos pensaban que era incluso más que amistad, y yo... como una colegiala, soñaba con que eso se hiciera realidad.
Pasaron los días, no hubo momento alguno en el que no derramara lagrimas por el... Hoy ya es domingo, miro mi reloj, las 5:30 am... Me siento estupido, me encuentro aquí, llorando y comiendo cosas dulces en vez de correr donde el e impedir que se vaya... Aunque... Se que esto no es una película, se que no es cuestión de que vaya corriendo al aeropuerto, le diga que lo amo, y el se quedara conmigo... no... Las cosas no son tan fáciles, vuelvo a ver mi reloj, las 5:34... Su vuelo saldría en un minuto, reí melancólicamente, ¿Realmente esperaba que en un momento entre a mi cuarto, me abrace y diga “No Shima, nunca me iré, me quedare aquí... contigo, por siempre”? ¿Realmente soy tan iluso? ... Mis lágrimas comenzaron a brotar nuevamente, es cierto... si lo soy, soy un idiota...
Cerré mis ojos con fuerza mientras mis lágrimas recorrían mi rostro, bajando hasta mi mentón, cayendo en mi pecho, tome mi cabeza desesperado levantándome con rapidez de la cama
- ¡Díganme que es una cruel mentira...!
Grite de manera desgarradora, sintiendo mi cuerpo caer en el frío suelo de mi habitación, las lagrimas seguían y seguían cayendo, ya no me sorprendía, mi corazón, si es que algo quedaba de el, estaba siendo tragado por una fría oscuridad en donde solo se sentía vacío, mi respiración era dificultosa, ya no quería abrir los ojos.
Los días pasaban... todas las tardes, cuando volvía de mi clase de guitarra... a la cual también iba con Yuu, me encerraba en mi cuarto y un mar de lagrimas se formaba en este.
Ya habían pasado 3 semanas, mi ritual era siempre el mismo... he perdido mucho peso, realmente estoy mal, pero... ¿a quien le importa ya? Entre más rápido desaparezca mejor... Estoy en el cutre, solitario y gris pasillo del instituto, debo retirar unos libros que me deje olvidados, algo normal para mí ya olvidar las cosas, me tomaron de un brazo y debido a mi debilidad y ahora aumentada retrocedí fácilmente
- Mírate Shima... Ya no puedo ni agarrarte porque te parte
- Vete Akira - me solté de manera brusca-
- No... Debes escucharme - me volvió a tomar del brazo -
- ¡Suéltame! - grite bajando la mirada, cerrando los ojos con fuerza mientras estos se aguaban-
- ¡No! ¡¿Qué te sucede?! ¡Pareces un esqueleto, Ya ni te cuidas de nada de no ser por Kai ayer te hubiera atropellado un auto! Estas así desde... - No lo aguante mas, rápidamente mis lagrimas salían de mis ojos de a montones-
- ... –No pude decir nada, si abría mi boca, lo único que saldrían serian sollozos, me soltó-
- ¿Lo extrañas verdad...? - Su tono de voz ahora era mas apagado-
- Nada es lo mismo sin el... - Dije aun con la mirada gacha-
- Shima... Sabes que volverá... - Sus brazos me rodearon en un superficial abrazo, para luego apretarme leve, de manera tierna-
- ¡No! - dije soltándome de manera brusca de su abrazo - ¡Ya basta! ¡Basta de mentiras! - caí de rodillas en el suelo cubriéndome el rostro- Ya basta de mentiras... - Dije esta vez en susurro - El… ¡El nunca volverá!
- Kouyou...
- No lo ara... Yo... Yo lo se - volví a bajar mi tono de voz, sin despegar mi mirada del suelo -Yuu... Yuu nunca volverá...