Ese día se había levantado especialmente alegre, el día anterior había corrido “sutilmente” a todos del departamento. Se arregló rápido, hizo un desayuno para todos, ya sabían que se tenían que ir en cuanto terminaran de desayunar, no era bueno meterse con un Key enojado. Una vez que hubieron terminado el desayudo todos salieron prácticamente corriendo del departamento.
Ese día llagaba Minho de una sesión de fotos y Key ya estaba harto de verlo, tenerlo tan cerca y no poder hacer toda cosa imaginable e inimaginable al chico alto. Había entendido – no hace mucho – los fuertes sentimientos que tenia hacia Minho. El único GRAN problema era como acercarse “adecuadamente” a él.
Había intentado mejorar su relación con el, pero Minho no cedía fácilmente, así que planeo declararse tal cual jovencita enamorada, solo esperaba que el otro compartiera sus sentimientos, si no era el caso pues… ya buscaría alguna forma de venganza. Lo mejor no era pensar en eso. Se puso a cocinar unos ricas Albóndigas con pasta, Fetuccini con crema, pimientos y salchichas, algo de comida mas tradicional coreana cocino un poco de Kimchi y Gachas.
Termino a eso de la 1 de la tarde el chico de ojos grandes – que por cierto le fascinaban – llego como a las 4. Así que presuroso hizo la limpieza, medio arreglo, por aquí, por allá, pequeños detalles alusivos al día. En su cama puso un corazón de pétalos rojos, unas cuantas velas en la ventana, el buro, su escrito. Después se metió a arreglar el, se tenia que ver perfecto para ese día, por lo cual tardo mas de hora y media en arreglarse.
A las 4:10 la puerta sonó, Key se encontraba sentado en el living haciendo random con la TV, sumamente nervioso, con el corazón latiéndole a mil por hora. Cuando escucho el sonido del timbre dio un pequeño brinco y por una milésima de segundos su corazón se detuvo para volver a latir aun mas intenso que antes.
El timbre volvió a sonar y saliendo de su pequeño trance se levanto rápido del sillón, se dio una última miradita en el espejo que tenían a lado de la puerta y abrió con una gran y deslumbrante sonrisa la puerta.
Minho lo miraba con la boca formando una perfecta “o” y los ojos mas grandes de lo que ya eran. Si, encontrar a Key, vestido de manera endemoniadamente sexi, y con esa enorme sonrisa en los labios. No era común, es mas, ni siquiera imagino encontrarlo así alguna vez, no al menos para el.
- ¿Esperabas a alguien? – pregunto haciéndolo a un lado
- No realmente – dijo volteándose para ver la ancha espalda del modelo
- ¿Entonces? – se volteo una vez hubo dejado su pequeña maleta en el sofá, e hizo referencia al lugar con las manos
- Yo… - de repente no supo que decir – yo… lo hice para ti – bajo la mirada
- ¿Qué? – pregunto demasiado sorprendido
- Si, yo… bueno, tu… me gustas, y pensé en decírtelo hoy, aunque se me hizo algo tonto y cursi, mas aun si es San Valentín, pero no se me ocurrió mejor forma, créeme lo e intentado – conforme lo iba diciendo subió la mirada hasta dejarla clavada en los ojos chocolates de Minho
- Key yo…
- Solo, podrías fingir al menos por esta noche, creo que no es mucho pedir ¿o si?
- Key – se acercó – no creo que pueda fingir – se detuvo hasta tenerlo justo enfrente – yo no quiero fingir
- Minho, olvídalo quieres ya no importa creo que…
- No puedo fingir – lo interrumpió – por que me gustas, te quiero, no – negó con la cabeza al tiempo que ponía sus manos en la cintura del mas bajo – te amo, y – miro a su alrededor – esto es mas grandioso que podías haber hecho por mi
- Minho – dijo en un suspiro al tiempo que se acercaba a los esponjosos labios de Minho.
Se besaron lento, transmitiendo el amor que sentían y que ahora se sabían correspondidos, la cena quedo olvidada en la cocina, la TV quedo encendida, la puerta de la recamara de Key quedo entre abierta, mientras se besaban apasionadamente, como si sus vidas dependieran de ese contacto, de esos labios, de esa manos curiosas que viajaban por el cuerpo contrario, explorando nuevo horizontes, de esos suspiros provocados por el otro.
Y entonces se preguntaron como pudieron vivir tanto tiempo sin el otro, sin besar esos labios, si, acababan de tocarse, pero era como si desde siempre lo hubieran hecho, sentían que esos besos llevaban años dándoselos, sus labios se amoldaban a la perfección, sus cuerpos reaccionaban al instante en que sus manos tocaban algún pedazo de piel descubierta, dejando un ardor en ella al desaparecer su mano.
Las ropas quedaron olvidadas en algún rincón de la habitación, los pétalos de rosas caían en cada movimiento que hacían sobre la cama, las marcas rojizas empezaban a aparecer, los movimientos descarados de caderas se hacían cada vez mas constantes, pronto se encontraron en un vaivén desquiciante, llevándolos al mismo cielo, demostrándose en ese acto – para algunos tan carnal, para ellos la prueba mas grande de amor entre dos personas – el inmenso amor que se tenían.
Sus cuerpos sudorosos, los gemidos incontrolables, inundaban la habitación, uno mas alto y prolongado por parte de Key indicaba su orgasmo, Minho sintió exquisito esa contracción de las paredes de Key y el mismo llego a su orgasmo.
Minho rendido se dejo caer a un lado de Key, ambos con la respiración entrecortada, Minho se volteo hacia Key, y este hacia Minho, se sonrieron como los tontos enamorados que eran, se acercaron para darse un beso corto, pero lleno de amor. Quedándose en esa posición, con una mano sobre la mejilla contraria y mirándose a los ojos, calmando su respiración. El tiempo no importo solo estaban ellos dos en ese momento.