Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

~Last Night, Good Night...~ por Soun_Ryuto

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Jamás debes decir "Adiós" a una persona que amas, porque es demaciado tiempo...

Siempre di "Hasta luego"...

Notas del capitulo:

Prometo crear un mejor resumen ._. O ayudenme, suficiente ya con que hice este oneshoot! D: Mandanme sugerencias :C

En fin, espero que lo disfruten, es Reituki e_e (Qué raro de mi, lalala~! 8D

Si algo no les gusta, les informo: Este fic lo escribí en tres días y de 1am a 6am e_e Sí, y lo hise subido al techo de mi casa ¬¬ Y lo modifiqué sopotosientas veces! Compreeendanme ¬¬ Tengo problemas mentales u_ú (?) bien, olviden eso y... ¡LEAN!

A veces simplemente no entiendo cómo llegué a este punto. No entiendo el por qué. Porque todo fue tan repentino… De un día a otro, tú ya no estabas allí. Tu sonrisa, tu voz… No la volvería a ver, no volvería a oírla. Y a veces creo que no es verdad. Que en algún momento, vas a entrar por esa puerta, con tu suspiro de alivio, de cansancio, sonriéndome al verme sentado en la mesa tomando algún café, sentado en el suelo viendo la televisión. O que estoy en la cocina ordenando, o cocinando algo para ti, y que llegarás de repente a entrometerte, robándote algo para comer, salpicándome agua en el rostro sólo para molestarme. O incluso llego a creer que si abro esa puerta, te voy a ver afirmado contra la pared, fumando en silencio, pensativo, y que voy a sentarme a tu lado para preguntarte qué te sucede, y la única respuesta que voy a obtener, como siempre, es el pedido de un abrazo, con tu voz susurrando.
Nunca me contaste todo lo que te sucedía, pero yo tampoco quería presionarte a que lo hicieras. Si algún día ibas a contarme porqué llorabas a escondidas, quería que lo hagas por tu cuenta, no porque te sientas obligado. Yo también lloré a escondidas un par de veces, porque creía que tenías suficientes problemas como para encima preocuparte por mí. Y todavía sigo esperando incluso hoy, que me encuentres sentado contra un rincón del baño, llorando a escondidas, y que me retes y te enojes, pero que me estreches entre tus brazos fuertemente, haciéndome sentir que nada iba a estar mal.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

-¿Por qué lloras?-preguntó, sintiendo cómo su corazón se oprimía en una sensación de tristeza con el sólo hecho de ver el pequeño rostro, sucio de lodo, humedecerse con las lágrimas. El más pequeño trató de limpiarse las manos en su ropa, logrando únicamente ensuciarse más.
-Perdí mi dinero...-murmuró, ya casi sollozando, pasando bruscamente sus pequeñas manos sucias por su rostro, ensuciándose más, en un intento fallido de secar sus lágrimas-Y tengo hambre…-dijo en un tono aún más bajo, con vergüenza. Pero al alzar un poco la mirada, pudo ver la sonrisa del más grande, quien le tendía la mano frente a él.
-Ven, te convidaré de mi almuerzo, ¿quieres?-el más pequeño, miró sus manos, sucias de lodo por andar buscando entre la mugre su dinero que se le había caído, y luego, las manos limpias del más grande, agachando la cabeza. Pero antes de que pudiera abrir los labios para negarse a aceptar, el más grande había sujetado firmemente su mano para conseguir que él levantara la mirada de nuevo y así poder sonreírle, tratando de darle confianza-¿Cómo te llamas?
-Takanori… Matsumoto…-murmuró, mirando su mano entrelazada con la del más grande.
-Mi nombre es Akira Suzuki-le respondió, sin esfumar de sus labios esa sonrisa amable.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Ya me ardían los ojos, me dolía la cabeza, todo por el llanto durante la espera de que llegaras, dedicándome esa sonrisa, acercándote para besarme y pasar directamente al cuarto para dejar tus cosas y luego ir a ducharte. Quería verte bajar las escaleras, únicamente con tu pantalón, con el cinturón desabrochado, con los pies mojados, el cabello húmedo y algo enganchado al rostro, goteando aún, para poder regañarte y arrojarte una toalla, provocando que te rieras. O que mientras estaba cocinando, llegaras sin emitir sonido alguno y me abrazaras por la espalda, estando todo mojado y riéndote de que me quejara y pataleara porque me soltases. Y que cuando lo hicieras, robaras algo de lo que estuviera cocinando y te fueras apurado, riendo ante mis regaños.
Miraba hacia las escaleras, esperando oírte llamarme porque no encontrabas alguna camiseta, o tu bandita de la nariz, para tener que subir yo de mala gana y mostrarte que lo que buscabas estaba donde yo decía, esquivándome el rostro por pena, ahora riéndome yo de tu torpeza.
También reviso de tanto en tanto el celular, esperando ver algún mensaje que no oí, tuyo, que me dijera que llegarías tarde y que me amabas.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

-¿Taka-chan?-se acercó al columpio donde estaba sentado el pelinegro, con su mirada baja y su cuerpo temblando-Takanori, ¡se está viniendo el cielo abajo con esta lluvia!-lo regañaba, pero no conseguía captar la mirada del menor, quien se apresuró a pasar sus manos bruscamente por sus mejillas, secando las pequeñas gotas de agua salada que no eran lluvia.
-Me echaron de casa Aki-chan…-el rubio no podía creer lo que oía decir a esa voz temblorosa, sollozante. Apoyó su mano suavemente sobre el hombro del pelinegro, sin lograr que alzara la mirada, pero sí logrando que se pusiera de pie para poder abrazarlo y cubrirlo con su paraguas.
-No llores…-le susurraba, apretando el pequeño cuerpo del pelinegro contra el suyo, sin importarle que se mojara también-Te quedarás conmigo, no voy a dejarte sólo…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Rogaba y ruego porque llegues ahora para verme llorar, para que me estreches fuertemente entre tus brazos, que me beses en las mejillas, en los labios, que me digas que no te gusta verme llorar. Quiero sentir esa sensación de que todo estará bien con que tan sólo me abraces, que me digas que no me dejarás sólo, que estabas allí, y que no debía llorar. Quería sentirme bien con tu sola presencia.
Quiero preocuparme porque no llegas y sentirme aliviado cuando me llamen para decirme que te quedaste con tus amigos, pero que estabas demasiado ensimismado en una conversación sin sentido como para recordar avisarme. Pero que cuando te acuerdes, llegues a casa con la respiración agitada por correr todo el camino, y que simplemente con la mirada me pidas perdón por hacerme preocupar, pero que yo aún así, te regañe, únicamente porque sabía que de esa forma lograría que te acercaras y me besaras, me pidieras perdón, me abrazaras… Y allá sabrá nuestra habitación qué cosas más.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

-¡Sólo quiero un segundo…!-le pidió, con la voz temblando, captando la mirada sorprendida del más pequeño. Debía irse, no le gustaba dejar esperando a sus amigos, pero el ver al rubio tan desesperado lo hizo detenerse, preguntándose qué era lo que lo traía tan nervioso e inquieto al más grande-Sólo dos palabras…-habían estado discutiendo, por los celos injustificados del rubio; quería irse porque no quería que el rubio continuara gritándole, devolviéndole él también sus gritos, en una discusión absurda.
-¿Qué…?-preguntó algo dudoso, intentando ocultar su preocupación al ver cómo por la mejilla del más grande caía una lágrima, pero en ningún momento bajaba la mirada como siempre lo hacía, sino que lo miraba a los ojos.
-Te amo…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Quiero que te pongas celoso. Que te acerques enojado cuando algún amigo me abraza amistosamente y besa mi mejilla, que contestes cortante cuando te pregunten por qué estás enojado, mintiéndoles con cualquier otra cosa con tal de no admitir tus celos.  Quiero que aprietes mi mano fuertemente y me atraigas hacia ti, abrazándome posesivamente, haciendo que me riera por tus tontos celos. Quiero que te pongas colorado y evites la mirada, avergonzándote cuando te preguntes si estabas celoso, abrazarte y que forcejees, fingiendo estar ofendido. Quiero terminar abrazados sobre el sofá, riéndonos y haciéndonos bromas mutuamente.
Quiero que me beses sin importante en qué lugar estemos. Quiero que mis mejillas ardan de vergüenza cuando me besas frente a tus amigos, sin importante que hagan bromas, gritándoles para que se callen, porque según tú, estaban celosos. O también sentir pena cuando te enojas y le contestas mal a alguien que mira con asombro y espanto cómo tomas mi mano cuando caminamos juntos, como me abrazas repentinamente y me besas, sin motivo, sólo porque querías hacerlo. Quiero reírme y sonrojarme cuando, estando en público, empiezas a  decir en voz casi gritando, cuánto me quieres, que me amas de aquí al infinito, que golpearías a cualquiera que intentara quitarme de tu lado, y cuántas cosas cursis, pero tan adorables.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Besaba sus labios mientras se deshacía de su pantalón con infinita paciencia, sabiendo que el pelinegro se sentía aún algo dudoso y con miedo, pero quería demostrarle que él no lo lastimaría. Desabrochó lentamente cada uno de los botones de su camisa y la dejó deslizarse y caer al suelo. Él mismo de deshizo de sus prendas, luego recostando al pelinegro con cuidado en la cama, posicionándose sobre él, intentando que en ningún momento sus labios se alejaran demasiado.
Y el pelinegro se estremecía y cerraba los ojos al sentir los besos del rubio, besos en sus mejillas, labios, cuellos, en su pecho. Jadeaba suavemente ante las caricias de sus manos frías, que con lentitud, recorrían su cuerpo.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Todas las mañanas sigo pensando que me voy a despertar abrazado a ti, abriendo los ojos para verte fruncir los labios y revolverte en la cama apenas yo haga el más mínimo movimiento para alejarme, teniendo que esperar pacientemente a que te despertaras. O sigo pensando que voy a ser despertado al sentir frío cuando tú te despiertes antes que yo y te vayas a preparar el desayuno. O ser despertado por tus besos y tus manos recorriendo mi rostro, riéndote levemente al oírme quejarme con la voz pastosa por culpa del sueño.
Desde aquí, en el sillón, puedo ver tu bajo descansando en la mesa, y sigo esperando a que regreses, insultando en voz baja, al darte cuenta que lo habías olvidado. O que lo enfundes y te pasees por todo el living, apurándome a que termine de juntar mis cosas, impaciente por ir a ensayar con la banda. Que llegues a la casa de Shiroyama, saludarlo apresurado y prácticamente correr hacia la cochera, donde ensayábamos, y que desde allí, nos gritaras para que nos apurásemos, empezando tú sólo a practicar, impaciente por hacer sonar las cuerdas de aquél instrumento que amas desde que te conocí. Quiero hacerte bromas sobre que a veces parece que amas más a ese bajo que a mí, y tú sonríes y niegas con la cabeza, acercándote para besarme en los labios suavemente y diciéndome que a mí me amas más.
Quiero verte enojado porque te equivocaste en algún acorde. Que cada vez que terminemos de armar una canción, aplaudas y grites que debemos brindar con sake, y Takashima se una contento a tu propuesta, yéndose abrazados los dos a buscar qué beber. Que ya estando ebrio, molestes a Yutaka golpeando su batería y riéndote casi a gritos.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Tenía miedo de volver. Había discutido con el rubio y, cansado de los gritos mutuos, había armado un pequeño bolso y se había ido de la casa mientras el otro se había ido enojado a comprar cigarrillos. No quería que discutieran. Shiroyama decía que eran normales las discusiones de pareja, que incluso Takashima y él discutían varias veces, pero que lo máximo que duraron separados fueron dos días. Pero el pelinegro se había ausentado una semana entera. Se había ido a la casa de un viejo amigo, Nishimura Tooru, quien al abrir la puerta se quedó casi boquiabierto, ya que había pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron. Pero en ningún momento dudó de recibirlo en su casa, presentándole a su mejor amigo Terachi Shinya, quien vivía con él, aunque el pelinegro realmente ya lo conocía prácticamente, pues Tooru no hacía más que habar de “Shinya” la última vez que se vieron y se embriagaron juntos. Pero ya luego de una semana, dejó una nota diciendo que quería volverse a su ciudad, así que armó su bolso nuevamente y se fue sin despedirse cara a cara. Apenas hubo llegado, indeciso, fue hacia el parque sin importarle que fuera ya muy de noche, llevándose la sorpresa de ver al rubio sentado en el columpio que él solía usar cuando se sentía triste y quería estar sólo.
-Akira…-el susodicho alzó la mirada, casi no creyéndose que realmente era la voz de Takanori, éste último llevándose la sorpresa de ver los ojos rojos y las mejillas húmedas por las lágrimas del rubio, quien se puso de pie en un segundo y abrazó fuertemente al pelinegro, escondiendo su rostro en su hombro.
-Me asustaste… Perdóname, no volveré a gritarte, lo siento… Pero no te vuelvas a ir así, por favor…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Siento que si salgo a caminar, en cualquier momento voy a llevarme un susto porque te apareces de repente, abrazándome o empujándome suavemente. Creo que si voy a nuestra habitación, te voy a encontrar arrojando al suelo toda la ropa del armario, buscando alguna de tus bandas para la nariz, yo te ayudaré a encontrarla pero no querré dártela si la encuentro, protestándote con que tu nariz era bonita y quería ir a pasear algún día sin que la llevaras cubierta. Y tú te reirías y me abrazarías, convenciéndome para devolvértela, siendo esa tu característica típica. Bromeabas con que el día que seamos una banda famosa, tú tendrías un club de fans que llevarían todas la nariz cubierta, así como yo tendría el mío que llevarían gafas de sol, cosa también bastante típica de mí, pues me encantan.
Creo que por las noches, si me levanto y me doy cuenta que estoy sólo, puedo ir al patio trasero para encontrarte sentado en el césped, fumando en silencio, tarareando alguna canción, o practicando con tu bajo, yo retándote porque despertarías a los vecinos con tus “ruidos molestos”. Yo te lo decía siempre, y te ofendías, pero realmente a mí me encantaba oírte tocar el bajo, o también oír tu voz cantar por lo bajo, alguna canción que no llegaba a distinguir.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Se despertó por culpa de un estrepitoso ruido de cosas caer. Molesto, miró a su lado, pero la cama estaba vacía, solamente estaba él. Podía oír voces a lo lejos discutir, voces familiares, pero que por culpa del sueño que aún llevaba encima, no lograba identificar. Pero una voz resaltó por sobre las demás. Era la de él, la de Akira, quien parecía estar retando a alguien. Se sentó en la cama y talló sus ojos con las manos hechas puño, luego estirándose y bostezando, observando a todos lados, buscando alguna anomalía, pero todo estaba en su sitio. Viendo el reloj, y sabiendo que hoy no iría a trabajar, le llamó la atención que el rubio ya se haya despertado, y, aparentemente, hace ya bastante tiempo. Aunque más que sorprenderse se sintió algo triste, pues él se esperaba algo diferente el día de hoy. Quería que Akira lo despertara, y sin poder preguntar nada, lo besara en los labios y le dijera feliz cumpleaños. O tal vez no tan novelesco, que se despertara y pudiera ver al rubio durmiendo a su lado, roncando suavemente, revolviéndose en la cama, y que luego de unos minutos se despertara y recordara decirle feliz cumpleaños, o que lo tuviera que regañar por no recordarlo. En cambio ahora se encontraba sólo en la cama.
Con pereza, se levantó, se vistió, se lavó la cara y cepilló sus dientes. Arregló un poco su cabello y, sin muchos ánimos, salió de la habitación y bajó las escaleras, abriendo los ojos de par en par al ver a Akira subido a una silla, intentando colgar un cartel de feliz cumpleaños, recibiendo indicaciones de Shiroyama, con Yutaka riéndose ante la torpeza del rubio, y con Takashima con cara de preocupado porque se cayera. Cuando terminó de colgar el cartel, se bajó de un salto y miró sonriente el trabajo terminado.
-Iré a despertar a…-pero antes de que pudiera terminar de hablar, el pequeño pelinegro se había arrojado sobre él para abrazarlo fuertemente.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Aún no entiendo cómo todo esto pasó. Porque parece ayer cuando te estabas quejando porque no te salía una canción, salías algo molesto a fumar afuera, afirmándote contra la misma pared y en el mismo lugar de siempre.  O cuando volvíamos juntos de algún ensayo con la banda, en el camino casi siempre me dabas tu chaqueta para que no tuviera frío, y yo protestaba porque supuestamente porque me tratabas como a una chica, pero más bien era porque me preocupaba que te enfermaras al andar simplemente con una camiseta con el frío que hacía.
No logro entenderlo… No quiero pensar que todo se acabó aquí. No quiero aceptar que no vas a volver a pasar por esa puerta y a saludarme con una sonrisa y un beso. No quiero que no vuelvas a estar aquí… Te quiero acá, al lado mío. O al menos te quiero, tal vez no a mi lado, pero quiero al menos poder verte. Que me mires, que acaricies mi rostro, que me beses… Quiero que me robes miles de besos como lo solías hacer. Quiero que me hagas tuyo nuevamente, que me acaricies con dulzura… Quiero que camines por la calle, diciéndome que me amas, sin importarte quién oiga. Quiero tenerte cerca de mí de nuevo, Akira… Me estoy muriendo estando sólo Aki-chan…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

-¡Si ya no quieres continuar con esto, sólo dímelo! ¡Dímelo en la cara!-se esforzaba porque la voz no se le quebrara. Aunque por dentro estaba llorando, no quería demostrárselo, no quería sentirse débil ante el pelinegro, quien simplemente estaba sentado en un rincón del sofá, abrazando sus piernas y dando libertad de caer a sus lágrimas, oyendo cómo el rubio le gritaba-¿¡Por qué carajo lo hiciste…!?
-¡Ya te dije que no quería, me emborrachó, Akira!-le gritaba él, mirándolo con sus ojos enrojecidos por el llanto-Deja de gritarme…
-¿¡Que deje de gritarte!? ¡Me engañaste con ese hijo de puta…!-le dio la espalda y se mordió los labios por no sollozar, frotando su rostro con sus manos, intentando espantar las ganas de llorar-Después de todo lo que hice por ti…-murmuró con enojo.
-Ahora sabes lo que se siente, ¿no?-el pelinegro no daba más, no quería seguir oyendo las protestas del más grande, sabiendo que estaba siendo injusto-Tú sólo me viste besar a Tooru estando ebrio, ¡y encima lo aparté de mí! ¿¡Y no puedes perdonarme!? ¿¡Como yo te perdoné cuando te encontré acostado con esa zorra hija de puta de Miko!?
-¡Cierra la boca! ¡Estábamos peleados, ni siquiera sé por qué llegué a ese punto de estar con ella!
-¡Yo tampoco lo sé, pero te perdone! Aún cuando sabías perfectamente que yo estaba llorando por tu culpa, tú te fuiste a “olvidarme” acostándote con putas como ella, ¿verdad?-se rió amargamente, limpiando sus ojos con las manos-¡Y tú no puedes perdonarme este error! Qué justo eres, Akira…
-Cierra la boca, no intentes justificarte…-seguía sin darse la vuelta para verlo, pues quería llorar, pero también se estaba aguantando el odio y tristeza que le provocaban las palabras del menor hacia él.
-No me justifico, ¡pero entiéndeme! ¡Te perdoné cuando me engañaste con esa hija de puta y tú…!
-¡Ya cállate!-se dio la vuelta bruscamente y golpeó con la mano abierta la mejilla del más chico, quedándose ambos tiesos, el rubio sin entender por qué hizo eso, y el pelinegro, asustado, tocando su mejilla golpeada-No-No…-cuando pudo reaccionar ante lo que había hecho, se inclinó frente a él-Perdóname, yo no…-intentó llevar su mano a la mejilla del pelinegro, pero este lo apartó de un manotazo.
-Vete… ¡Vete!-intentó empujarlo cuando el rubio quiso acercarse, no podía entender por qué había hecho eso-¡Lárgate, no te quiero cerca…!
-¡Perdón, yo no quise…!-intentó sujetar sus manos, pero el pelinegro pataleaba y lo intentaba empujar, tratando de soltarse de su agarre.
-¡No, lárgate! ¡Vete, te odio…!-y lo soltó. Miró unos segundos cómo el pelinegro se arrinconaba contra el sofá, abrazando sus piernas y llorando-Te odio, vete…
-Perdóname…-murmuró y se dio la vuelta rápidamente, sintiendo ya cómo una lágrima le había ganado, saliendo apurado por la puerta.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

-No te odio, Akira, por favor… No te odio, no me dejes sólo, por favor… Te perdono, pero por favor vuelve, no quiero estar sólo…-te murmuraba entre lágrimas, aferrándome fuertemente a tu mano.
Jamás debí haber acompañado a Nishimura a ese bar, sabía que le muy hijo de puta haría eso… Yo no quería, Akira, jamás quise engañarte…
-Por favor, perdóname a mí… No te odio… No te odio mi Aki-chan...-besé tu mano, humedeciéndola levemente con las lágrimas que seguían cayendo por mi mejilla-No quiero estar sólo… No quiero estar sin ti, Akira… Aki-chan… Aki-chan, sé que me oyes, por favor… No me dejes…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Amaneció sobresaltado, en el sofá de su casa. Miró a todos lados, esperando verlo, pero no estaba allí. Luego recordó la discusión que tuvieron la noche anterior, y llevó su mano a su mejilla. Había tenido un sueño, o una pesadilla, realmente todavía no entendía.
En el sueño estaba él, Akira, sentado contra su auto, con la mirada baja, con los vidrios del auto rotos, con todos los pequeños pedacitos de vidrio alrededor de él. Alzó la mirada, con sus ojos llenos de lágrimas y le dedicó una sonrisa. Esta lastimado, y sangraba, pero él le sonreía.
-Te amo, Taka-chan… Te amo, mi amor…-le dijo, y luego pudo ver como una gota de sangre caía desde su frente y ensuciaba su rostro. Quería acercarse a ayudarlo, pero por alguna razón sus pies no se movían. Quería gritar su nombre, pero tampoco su voz respondía. Sólo podía verlo allí sentado, llorando. Hasta que dejó de oír sus sollozos. Y se fue deslizando hacia un lado hasta caerse y golpear su cabeza contra el asfalto…
Y fue allí que despertó. Y se sintió aliviado de que sólo haya sido un sueño. Miró a todos lados en busca de su celular, quería llamarlo y pedirle perdón por haber discutido anoche. Pero antes que ver su celular, pudo ver el de Akira. Entonces debería esperar a que volviera para decirle que lo perdonara y que lo amaba…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Otra vez, estoy caminando por estos pasillos arrastrando los pies, buscándote. Estoy casi todo el día aquí, regreso únicamente para ducharme y dormir una o dos horas. Incluso como aquí, Takashima me cocina. Shiroyama es quien me convence de ir a casa a descansar un poco. Yutaka es quien me lleva a casa y se queda haciéndome compañía.
-Ellos te cuidan cuando yo no estoy, ¿sabías?-te sonreí y acaricié tu mejilla con las yemas de los dedos, cuidando de no tocar las vendas-A veces Shiroyama te canta un poco. Él dice que cuando lo hace tú mueves tu mano un poco-me reí suavemente y me acerqué a besar su mano-Takashima te cuenta todo lo que pase. Un par de veces lo pesqué leyéndote ese libro que le habías pedido prestado y que perdiste sin terminarlo-te sonreí y quité unos mechones de cabello que caían sobre tu rostro-Ya lo están terminando de leer-acaricié tu mano con mi pulgar, sin dejar de sonreírte-Es una linda historia… A veces yo me quedo con ustedes cuando están leyendo, para oír también. Yutaka compró un periquito-dije riéndome, intentando no llorar como solía hacerlo todas las veces que te veía-Y le puso Reita, como tú… Como sabía que te gustan los periquitos…-me mordí el labio y cerré los ojos, intentando contener las lágrimas. No soportaba no oírte reír, que ni siquiera digas una sílaba, algo… Pero abrí los ojos de par en par cuando sentí que tu mano se movía. Estabas moviendo tus dedos, muy levemente, pero lo hacías. Y me puse a reír, viendo cómo tus dedos se movían levemente, provocándome un cosquilleo en la mano.
-Te oye, Takanori…-sonreí y me volteé a ver a Shiroyama entrar al cuarto, con una leve sonrisa. Tiene notables ojeras por no dormir. Takashima me cuenta que se pasa por las noches llorando sólo en el patio, que muchas veces no duerme, sólo un par de horas. Todos nosotros estamos casi iguales, y Shiroyama supongo que lo sufre un poquito más que Takashima y Yutaka, pues ustedes dos son muy buenos amigos y siempre solían salir juntos-¿Qué le contabas…?-acercó una silla a mi lado y se sentó, llevando su mano a la tuya y acariciándola con las yemas de los dedos.
-Nada en especial…-te miré sonriendo-Que tiene un periquito con su nombre…-reímos al mismo tiempo, levemente.
-Takashima vendrá en un rato a terminar de leer ese libro contigo, Reita…-te dijo y pude ver que volvías a mover tu mano levemente, tan sólo un segundo-Fue a casa a preparar algo para comer. Yutaka también fue con él-me miró de reojo y le sonreí levemente, volviendo a dirigir mi mirada hacia tu rostro.
-Disculpen, debo pedirles que se retiren un momento para hacerle unos chequeos-nos pusimos de pie al oír la puerta abrirse, entrando una enfermera con una pequeña sonrisa-Vayan a descansar un poco a sus casas, tienen muchas ojeras…-nos sonrió y yo negué con la cabeza.
-No, yo me quedo a esperar aquí…
-Vamos, o Akira se pondrá de pie únicamente para darte un golpe por no dormir-bromeó Yuu y tomó mi mano, sacándome de mi habitación-Iremos a mi casa, comeremos, te ducharás y te traeré de vuelta-me miró con su apacible sonrisa típica de él.
-¿Pasa algo, Yuu?-me detuve, pues había notado en sus ojos que estaba triste, pero cerró los ojos, bajó la mirada y negó con la cabeza, sonriendo levemente.
-Lo mismo que te sucede a ti, Ruki, no me gusta verlo así… Vámonos-apreté con fuerza su mano y comenzamos a caminar por los pasillos, arrastrando los pies. A ninguno de los dos nos gusta dejarte sólo.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Se le hacía extraño que aún no llegara, se estaba empezando a preocupar. Intentó dormirse, pero nuevamente se despertó sobresaltado por aquella pesadilla. Lo veía herido y llorando, y cuando despertaba, era él mismo quien lloraba. Se sentía culpable. Sabía que no había sido su intención besar a Nishimura, él lo había sujetado fuertemente del brazo y lo besó, no quería hacerlo, fue obligado. Pero aún así se sentía culpable, porque Akira se sintió mal. Y porque le había dicho que lo odiaba, cuando no era cierto. Lo amaba, y quería decírselo.
Oyó la sirena de una ambulancia pasar, y miró extrañado hacia la puerta. Se puso de pie y caminó hacia la ventana. Estaba lloviendo. Suspiró y apoyó tu frente contra el vidrio, mirando hacia afuera. Miró extrañado cómo su vecino de al lado entraba corriendo al patio de su casa y golpeaba la puerta.
-Matsumoto-san, ¡Matsumoto-san!-extrañado y asustado, fue a abrir la puerta para encontrarse con el afligido rostro de su vecino-¿No se ha enterado?-lo miró aún más extrañado, no entendía de qué le estaba hablando-Suzuki-san tuvo un accidente-y allí fue cuando todo se terminó de derrumbar. Apenas le preguntó la dirección de dónde estaba, salió afuera sin buscar siquiera un paraguas o una chaqueta para cubrirse con la lluvia. Salió corriendo sin importarle más nada que Akira.
Corrió, tan rápido y tanto tiempo que sus piernas casi no le respondían y sentía que dentro de poco se caería. Pero no se dejaría caer hasta llegar a donde él estaba. Pudo ver a lo lejos un tumulto de gente mirando hacia la calle. Había policías, ambulancia, y gente murmurando cosas, cubriéndose la boca por el asombro, apartando a los niños para que no vieran. Empujó a toda esa gente, empujó incluso a un policía, y, sin importarle que quisieran detenerlo, se arrojó al suelo, junto a Akira, que se encontraba junto a un enfermero. Había vidrios rotos en el suelo, su coche estaba estrellado contra otro coche estacionado. Tenía el rostro ensangrentado, las manos, las piernas, todo él estaba herido…
-Disculpe, debe retirarse de aquí-le dijo un oficial de policía, sujetándolo del brazo para hacerlo poner de pie.
-¡Akira…!-le gritó, mientras pataleaba por hacerse soltar, no quería dejarlo allí sólo-¡No, déjenme, tengo que estar con él…! ¡Akira, por favor…!-lloraba, gritaba y pataleaba, mientras rogaba por despertarse de otra pesadilla más. Los oficiales de policía se detuvieron, pero no lo soltaban, mientras que él seguía retorciéndose por ir hasta dónde Akira estaba. Se detuvo cuando notó que se movía, que giraba su rostro débilmente hacia un lado. Abrió levemente los ojos, y al verlo, sonrió débilmente.
-Taka-chan… Te amo…
-¡Perdóname Aki-chan, perdóname…!-le gritaba, incapaz de acercarse a él porque era fuertemente sujetado por los oficiales-¡Te amo, perdóname…! Te amo Aki-chan…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Comí en silencio. Yutaka terminó de comer rápido para ir a estar con él periquito, le hablaba y le daba de comer. Shiroyama comía mucho y apresurado, a veces Takashima lo retaba por comer de a bocados tan grandes, pero Shiroyama le reñía el hecho de que Takashima no esté comiendo nada. Se dedicaba a jugar con la comida.
-Dúchate, ¿sí?-alcé la mirada hacia Takashima, quién me sonrió.
-Lo hice hoy en la mañana…-murmuré y dirigí mi mirada nuevamente hacia mi plato.
-Entonces duerme un poco en el tiempo que yo me ducho y me cambio, ¿quieres?-miré de reojo a Shiroyama-Te despertaré y volveremos a ir-posó su mano sobre la mía y la acarició con el pulgar.
-Quiero ir ahora…
-Si no descansas un poco no te llevaré-lo miré: me miraba serio, pero suspiró-Debes descansar, prometo despertarte…-me puse de pie-Ve a dormir a nuestra habitación si quieres, ¿sí?-asentí y caminé por el pasillo hacia su habitación, abrí la puerta y me dejé caer en la cama.

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Se encontraba entre los blancos pasillos del hospital. Dirigía su mirada a todos lados, pero no se movía. Podía ver cómo los enfermeros corrían de aquí hacia allá, llamaban a no sabía quiénes, entraban a una habitación, y algunos salían en busca de algún doctor. Algunos se detenían a mirarlo, suspiraban, negaban con la cabeza y volvían a correr. Podía ver a gente de espaldas a él, estremeciéndose por el llanto. Miraban hacia la misma habitación de la que salían y entraban doctores.
-Te prometo que todo estará bien…-giró su mirada, y, a su lado, estaba Akira, sonriéndole. Intentó hablar, pero su voz no respondía. Él lo miraba y se reía-Me voy, ¿sí? Llegaré tarde…-se acercó y besó sus labios. Quería gritarle, gritarle que lo perdonara, que lo amaba, que no se fuera porque tenía ganas de llorar y no quería estar sólo-Nos veremos después, mi Taka-chan… Te esperaré, ¿sí?-no entendía, ¿a dónde se iba él? ¡Quédate! No podía decírselo, pero sí podía sentir las lágrimas que caían por su mejilla-Ven a verme antes de que me vaya, Taka-chan… ¿Sí?-comenzó a caminar, hacia la puerta de salida. Se giró a verlo, intentó caminar hacia él, pero no podía. Intentó llamarlo, pero tampoco pudo-Ven, ¿por favor? Te voy a estar esperando, pero no te tardes, porque me tengo que ir-lo miró por sobre el hombro y le sonrió-Apúrate Taka-chan…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Me desperté con la respiración agitada. Toqué mis mejillas, estaban húmedas. Miré a mí alrededor, estaba en la habitación de Aoi y Uruha. Me puse de pie de un salto. Corrí por el pasillo, dirigiéndome hacia la puerta.
-Ruki, ¿a dónde vas?-me preguntó Kai, poniéndose de pie.
-¡Tengo que ir!-intenté abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave-¡Ábranme, me tengo que ir a verlo!-miré a Yuu, estando ya al borde del llanto-Por favor, llévame, tengo que ir a verlo…-suspiró, se puso de pie, buscó su chaqueta y sus llaves
-Ve a buscarte una chaqueta-dijo Takashima, comenzando a juntar la mesa
-¿Por qué tanta necesidad de ir?-me preguntó Kai, mirándome, algo asustado-¿Pasó algo…?
-Quiero verlo…-me apoyé contra la puerta y me cubrí el rostro con las manos, esforzándome por no llorar-Tengo que verlo ahora…-oí el crujir del sofá y luego, frente a mí, estaba Kai, con una sonrisa, tendiéndome mi chaqueta
-Vamos, abrígate, iré contigo
-Yo también iré-dijo Uruha, regresando de la cocina y tomando su chaqueta.


Luego de un rato interminable de viaje en el coche de Aoi, llegamos a dónde estás durmiendo. Bajé apresurado, Yutaka junto a mí, caminando apurado al igual que yo.
-A mí me dijo que quería verte…-lo oí murmurar, y volteé a verlo. Bajó la mirada-Me creerás loco, pero…
-Soñaste…-alzó la mirada y sonrió un poco. Tomo mi mano y comenzó a caminar apresurado, yo siguiendo su paso, caminando por los pasillos, subiendo al segundo piso, caminando nuevamente por los pasillos, hasta llegar a tu habitación. Al llegar, una enfermera estaba en la puerta, quien, al vernos llegar, nos miró, con una sonrisa pequeña en los labios, pero en sus ojos no…
-¿Vienen a visitar al joven Suzuki?-preguntó, y asentí-Pueden quedarse… El tiempo que deseen-miré hacia atrás, sintiendo una mirada fija sobre mí. Yuu miraba, ahora, fijamente a la enfermera, completamente tieso, con su mano firmemente aferrada a la de Takashima.
-Yuu, ¿vienes conmigo?-negó sin decir una palabra, bajando rápidamente la mirada y acercándose los últimos pasos hacia mí.
-Iré después… Ve tu primero, apresúrate…-intentó sonreír, pero soltó una pequeña risita melancólica, acercándose a la enfermera.

-Takanori…


-Akira-abrí grandes los ojos y miré a mi alrededor, siendo observado por los presentes-¿No lo oyeron?-miré a Takashima, quién me miraba preocupado, negando levemente con la cabeza. Él, Yuu y la enfermera, se alejaron de Yutaka y de mí, lo suficiente como para que hablaran y no los oiga. Giré la mirada hacia Yutaka-Tú lo oíste, ¿verdad?
-No, no lo oí…-murmuró-Pero te creo…-miró hacia la puerta de la habitación donde estaba Akira-No deberíamos pasar sin permiso…
-Takanori… Te…
Giré sobre mí mismo, mirando a todos lados, negando con la cabeza.
-No, él me llama, tengo que ir…-murmuraba, sin dejar de mirar a todos lados, tal vez simplemente me estaban jugando una broma, ¡y Akira estaba bien!
-Pero, no podemos entrar sin antes avisarle a una enfermera…

-Te… Amo… Taka-chan…


-¡No me importa!-simplemente corrí hacia la puerta de tu habitación y entré, para verte allí, acostado, con el rostro recostado de lado y mirando hacia la ventana, con tus ojos cerrados, conectado a tantas cosas…-Ya estoy aquí…-me acerqué y acaricié tu mano, sonriendo-Ya estoy aquí contigo…-acomodé unos mechones de cabello que caían sobre tu rostro, luego acariciando tu mejilla con las yemas de mis dedos-Ahora te toca a ti… Ven, Aki-chan…-no pude evitar que una lágrima se cayera por mi mejilla-Ya estoy aquí, al menos háblame… Mueve tu mano… Algo, por favor…-me recosté suavemente sobre la camilla, sin soltar tu mano en ningún momento, dejando rienda suelta a mis lágrimas-Estoy llorando, Aki-chan… Rétame… Abrázame…
-Ta…-abrí los ojos de par en par y te miré. No estaba alucinando, ¡reconocería tu voz entre miles! Corrí rodeando la cama, para llegar a un lugar desde el cual tú pudieras verme. Sujete fuertemente tu mano y sonreí.
-Aquí estoy Aki-chan, contigo, no te pienso dejar sólo…-sonreí aún cuando estaba llorando, acercándome a tu mano, apoyándola sobre mi mejilla. Estabas helado…
-…Ka…-te volví a mirar a los ojos. Examiné tu rostro por completo. Tus ojos estaban cerrados, tus labios entreabiertos, el resto de tu cuerpo inerte, siquiera movías tus labios… Pero estoy seguro que susurraste algo, estabas intentando susurrar mi nombre, así que volví a sonreír y sequé mis lágrimas bruscamente con mi mano, con la otra aún sujetando firmemente la tuya.
-Perdóname… No te odio, Aki-chan, te amo…-acerqué mi mano a tu rostro y acaricié con las yemas de mis dedos tu rostro-Te amo… Perdóname…
-A…i…-me quedé en silencio, tieso, oyendo como con pocas fuerzas susurrabas-Shi…-por impulso, apreté fuertemente tu mano, entrelazándolas-te…ru…
-Aki…-pero antes de que pudiera terminar de hablar, una de las maquinas a la que estabas conectado, comenzó a sonar, y al mirar, sólo estaba una línea  horizontal. Me puse de pie y te miré… No… ¡No…!
Miré a un lado, y entró una enfermera, quien, al verlo, se cubrió la boca con la mano.
-Debe irse-me sujeto firmemente del brazo y salió afuera de tu habitación, arrastrándome.
-¡No! ¡Tengo que estar con él!-le grité e intenté soltarme, pero ella no me soltaba y me empujaba lejos de la puerta, haciéndome caer por el desespero que tenía por volver a dónde estabas tú-¡Aki-chan!
-¡Ruki!-Kai se acercó rápidamente a mí y me abrazó fuertemente por la espalda, mientras que yo me retorcía y lloraba, mirando hacia la puerta de tu habitación cómo entraban y salían, enfermeros y doctores, cómo Uruha abrazaba fuertemente a Aoi, quién lloraba, aferrado a él, clavando los dedos en su espalda, murmurando algo que no entendía. Pero a mí no me importaba.
-¡Akira…!-lloré y me retorcí entre los brazos de Kai, intentando soltarme, pero no lo lograba, me tenía fuertemente abrazado desde la espalda, sentándose en el suelo para hacerme caer sobre él y así poderme sujetar mejor-¡No me dejes sólo…! ¡Akira…! ¡Akira!-por más que gritaba de tal forma que mi garganta dolía, sólo veía cómo los doctores corrían de aquí hacia allá, sin poder hacer nada, incapaz aunque sea de acercarme a él, de acompañarlo…
-¡Akira, por favor…! Por favor… Te amo, Akira… Perdóname, te amo… Te amo… No me dejes sólo…




Hoy es el quinto día que aún no regresas. Y no hago más que acurrucarme en el sillón a esperarte, mirando hacia la puerta, esperando a que llegues, con tu sonrisa, con tu suspiro cansado. Sigo esperando a que regreses para poder pedirte perdón, Aki-chan… Quiero pedirte perdón por cómo te traté… Quiero que llegues, que te preocupes por mí y regreses corriendo, sin importar cuán lejos sea que estés. Quiero que corras hasta mí y poder oír tu respiración agitada, y, antes de que puedas siquiera abrir los labios, quiero pedirte perdón y decirte que te amo. ¿Cuánto tiempo te tendré que esperar esta vez? Aquí, acurrucado, en un sillón muy grande para mí sólo. Cuando lo compraste, dijiste que era perfecto para los dos. Pero ahora estoy sólo, ¿cuándo se supone que llegarás esta vez?
-Takanori, levántate…-miré de reojo a Takashima. A veces se queda conmigo cuidándome, cuando no está junto a Shiroyama. ¡Él también te extraña mucho Akira!
-No… Akira va a llegar pronto, quiero pedirle perdón-volví a mirar hacia la puerta, oyendo el suspiro de Takashima. Se sentó en el suelo, frente al sofá, acercando su mano a mi rostro, acariciando mi mejilla y luego acomodando mi cabello-Va a volver, Shima…  Y le voy a pedir perdón por todas las idioteces que le dije, lo sé… No sé si me perdone, pero…
-Él ya te perdonó, cariño…-sonrió levemente y se acercó a mi mejilla-A mí no me perdonará si dejo que sigas así de abandonado, acurrucado en este sofá…-murmuró, besando mi mejilla suavemente.
-Pero, Shima…
-Ven, te acompañaré a tu habitación-tomó mi mano-Ponte de pie-lo miré y volví a mirar hacia la puerta.
-No me gusta dormir sólo…-murmuré y me senté en el sofá.
-Te haré compañía esta noche-me puse de pie y caminé hacia las escaleras. Al mirar hacia arriba, sonreí un poco casi sin motivo, pensando que bajarías, tan sólo con tu pantalón, con el cabello mojado y enganchado al rostro, con una toalla sobre tus hombros, riéndote de mí porque te retaría por hacer eso.
Subimos las escaleras y miré hacia la puerta de la habitación, esperando a que salieras, enojado y revolviendo tu cabello con las manos, habiendo “perdido” algo, llamándome para que lo busque por ti.
Entramos a la habitación y miré hacia el armario, esperando verte arrojando las cosas al suelo, buscando tu camiseta favorita, tu bandita para la nariz, enojándote e insultando, volviéndome a llamar a mí.
-El tiene que volver, Shima…-me acercó hasta la cama, quitó las sábanas, me recosté y me abrigó con las mantas-Shima, ¡contéstame…!
-Vendrás a vivir con nosotros, Takanori…-murmuró, mientras rodeaba la cama para subirse y acomodarse bajo las sábanas. Me volteé a mirarlo. Shima siempre fue mi mejor amigo, él siempre me cuidó cuando tú no estabas, Akira-No te dejaremos quedarte sólo aquí, es una casa muy gra…
-¡No estoy sólo…!-me volví a girar, dándole la espalda y acurrucándome-Akira vendrá, me disculparé con él, y ya no estaré sólo…-oí su suspiro y sentí su brazo rodearme, abrazándome por la espalda.
-Que no llegue por esa puerta como tú quieres, no significa que te esté dejando sólo, cariño…

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

-Taka-chan…-abrí mis ojos lentamente, inquieto por haber oído aquella voz. Porque estaba seguro, esa voz…
-¿Akira…?-terminé de abrir los ojos de golpe y me senté en la cama, viéndote sentado contra el sofá, arrojando una camiseta al suelo y riéndote.
-¡Jamás lograré encontrar esa maldita camiseta!-te reíste y me miraste, sonriendo, y sé que yo te devolví ese gesto, pero llorando, silencioso-No me llores, no me gusta llorar, ¿quieres verme llorar?-negué con la cabeza levemente-No hay nada de qué preocuparse ya, Taka-chan…
-Akira, yo…
-No tienes nada de que disculparte-me sonreíste de nuevo, haciéndome sentir extrañamente algo aliviado-Yo estoy tranquilo, Taka-chan… Yo no tengo nada que perdonarte, porque ya sé que me amas-te enderezaste sobre tus rodillas y luego terminaste de ponerte de pie-Y yo también te amo-estiraste tu mano hacia mí, para acariciar mi mejilla.
-No me dejes sólo, Aki-chan…
-¿Sólo? ¿Cuándo te dejé sólo?-te agachaste frente a mí, sujetando mis manos entre las tuyas-Shima te lo dijo… No voy a llegar por esa puerta, pero yo no te voy a dejar sólo nunca, Taka-chan… Y te voy a esperar, pero sólo el tiempo que tenga que esperar-sonreíste y llevaste mis manos a tu mejilla, recostando el rostro en ellas-Y ríete, no llores, porque me harás llorar a mí al saber que no estaré lo suficientemente cerca como para abrazarte…-intenté acariciar tu mejilla, pero te alejaste, sonriéndome-Te voy a esperar sólo y en tanto te espere el tiempo que tenga que hacerlo, sin apresurarte. Sólo y si sigues como siempre, riéndote, sonriendo, cantando… Cántame de vez en cuando, ¿sí?
-Te conozco, me estás por decir “adiós”…
-Cuando quieres a alguien, no le debes decir “Adiós”, Taka-chan-reíste leve y luego me sonreíste-Le debes decir “Hasta luego”… Yo estoy tranquilo, y sé que me amas… No llores más…
-Aki-chan…
-Hasta luego, Taka-chan, te voy a esperar, pero no te apures-sonreíste y caminaste hacia la puerta.
-Hasta luego….

°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°~~°

Abrí los ojos. Miré hacia el armario, pero no estabas. Aún así, sonreí levemente y me di la vuelta, para encontrarme con Shima, durmiendo plácidamente, pero, ante el movimiento, abrió lentamente los ojos.
-Ruki…-me miró, preocupado-¿Estás bien…?
-Ahora sí-me acurruqué y aferré la cadenita que llevaba puesta, la tuya-Ya le pedí perdón…-lo vi sonreí, observando mi mano que aferraba fuertemente esa cadenita que llevaba puesta desde que me la entregaron los doctores.
-¿Ya le pudiste decir adiós?-preguntó.
-No… Adiós no…-sonreí-Hasta luego…

Notas finales:

No me odien por matarlo TT_TT Yo sufrí solito :C Y como castigo me negué mi preciado helado de galletitas oreo u_u

Merezco review? :C

Super Duper Galaxy Besos!

Ah! Y atentos, porque tal vez retome "Entrevistas a Los J-Rockers", estoy trabajando en eso e_e Y en subir la segunda temporada de Kimi wa Petto! :3 Ateeeentxs! *-*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).