N/a: iba a subir esta pérdida ayer, pero... había algo que no me terminaba de cuadrar. De modo que lo consulté con la almohada, reescribí una parte y aquí está.
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Tercera pérdida: Yamamoto Takeshi
-Personajes principales: Superbi Squalo, Yamamoto Takeshi.
-Personajes secundarios: Gokudera Hayato. Mención a Sawada Tsunayoshi y Xanxus Vongola.
-Parejas: Squalo/Yamamoto [S80], Yamamoto/Gokudera [8059]. Hints de Squalo/Xanxus [SX], si quiere verse así.
-Número de palabras: 430
-Resumen: "Hayato ha llegado tarde, Squalo. Ha llegado tarde".
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Cuando Yamamoto llega del funeral de Tsuna, encuentra a Squalo esperándolo en el búnker. Aunque no supiera lo que ha podido ocurrir, al Varia le bastaría verlo para saber que algo no anda bien. Takeshi se quita la corbata y es como si se desprendiese de algo más en el proceso.
—Gokudera me ha dicho que me quiere.
Los hombros de Squalo se tensan. El esfuerzo que se ve obligado a hacer para no demoler las paredes con un grito superlativo alcanza proporciones épicas. Si se calla es porque su alumno acaba de ver cómo inhuman a su jefe (el cual, por motivos que Squalo aún no alcanza a comprender, era también uno de sus mejores amigos) y el que fuere su primer amor se le había declarado sabiendo que estaba bien con su actual pareja. Él.
Por eso, porque Yamamoto parece tan derrotado que un decibelio de más podría hacerle añicos y además, aunque a veces lo disimule que da gusto, Squalo también le quiere. Casi tanto como se quiere a sí mismo.
—Oye, mocoso. —Por lo visto Takeshi no ha advertido el leve temblor de su voz, porque se limita a alzar la cabeza y responder con un distraído "¿hm?"—. ¿Estás muy mal?
Squalo no es idiota. Sabe que el lazo que une a Yamamoto y Gokudera es tan fuerte como el que les ata a Xanxus y a él. Y aunque las perspectivas no le hacen ni puta gracia, siente que debe guardarle cierto respeto.
—Mira, Takeshi, si prefieres dejarlo e irte con él, no te lo... —enmudece al ver cómo Yamamoto niega en silencio.
Mantener a flote una relación con Gokudera sería similar a intentar permanecer cabeza arriba en un mundo que no deja de modificar sus ejes. Todavía ahora se quieren, pero nunca podrán darse todo cuanto necesitan. Están separados por la barrera que Tsuna, aun muerto, constituye (si bien jamás fue su intención) entre ellos. Es virtualmente imposible que Gokudera se entregue a Yamamoto como éste amerita porque, tal cual dijo en el cementerio, la memoria de Tsuna siempre irá primero.
Resulta irónico que aquello que les unió sea lo que les separa.
En cambio con Squalo es diferente. No existe tal barrera: Squalo no debía nada a Tsuna, y Yamamoto no tiene que rendirle cuentas a Xanxus.
El japonés rodea los hombros del Varia con el brazo y se aprieta contra su cuerpo, apoya la cabeza en la curva de su cuello. Cuando Squalo lo mira, sonríe débilmente.
—Hayato ha llegado tarde, Squalo —dice bajito, y le besa con suavidad—. Ha llegado tarde.
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Siguiente pérdida: Bianchi y Lal Mirch
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N/a: he concluido que me encanta separar a Yamamoto y Gokudera.
E.