Dolor, horroroso dolor que sumado a su miedo sacaba de su boca gritos y suplicas que sabía no serían escuchadas, sin embargo el contacto de la varilla con su delgada espalda ensangrentada le hacían gritar inconscientemente.
-CALLATE!! CHILLAS COMO UNA MUJER!!- el hombre fuera de si arremetía una y otra vez contra la frágil figura de su sobrino.
-AHH!... p po…por…favo..vor..AHH!- tras una terribles horas de tortura por parte de su único ¨familiar¨, se encontraba tirado en el frio cuarto donde este lo mantenía encadenado con grilletes en sus dos muñecas, sollozaba inconsolablemente, no entendía como es que su tío llegaba a ser tan inhumano con él hasta el punto de azotarlo por haber roto un mísero vaso.
Siempre era lo mismo con él, solo que mientras los días pasaban las ocurrencias de su tío se hacían más sádicas, completamente adolorido y con el poleron rasgado se encogió abrazando sus piernas y ocultando sus hermosos orbes aguamarinas entre sus rodillas, no entendía como en solo dos dias había acabado nuevamente bajo el yugo de ¨El¨.
[hace dos días]
El equipo de inazuma Japan se había mantenido unido a pesar de ya haber pasado dos largos años desde el FFI, a sus jugadores se habían sumado la reincorporación de Midorikawa el ingreso Genda y Sakuma al igual de Haruya, Suzuno y por ultimo Aphrodi completando un equipo abrumador.
-chicos! Ya es hora del descanso- anuncio una la peliazul agitando su brazo para llamar la atención de los jugadores, que exhaustos y transpirados se acercaron a beber agua y secarse el sudor.
-cielos, con el torneo finalizado y más aún ganado deberían tomarse un descanso- comentaba Natsumi, refiriéndose que hace poco había concluido el Futbol Frontera de ese año.
-Fubuki- llego Aki un poco agitada tras haber corrido hasta el lugar- un hombre que dice ser tu tío acaba de llegar…
-m-mi t tío??- soltó espantado el peliblanco más de inmediato simulo su terror en una sonrisa nerviosa- vaya…no me dijo que vendría…
-pues era sorpresa- pronuncio una grave voz al acercarse con una sonrisa tranquila.
-t tío Hi…Hisoka- el peliblanco no cabía en su asombro, frente a él se encontraba el hombre de 28 años de tez blanca, cabello negro y unos profundos e intimidante ojos ámbar.
-no saludaras a tu tío muchacho?- ensancho su sonrisa al momento que el pequeño se acercaba y lo abrazaba- hace tanto tiempo, mira cuanto has crecido.
-amm disculpe pero que Fubuki no tenía familiares?- esa era la pregunta que vagaba en la mente de todos los presentes, pero el único con la suficiente falta de criterio para preguntar fue el capitán.
-oh lo lamento mucho- se disculpó el hombre separándose del abrazo- eh montado un reencuentro y ni siquiera me eh presentado, mi nombre es Hisoka Niimura, y respecto a eso mmm…
-él es el hermano menor de la esposa de mi tío (XD)- explico el peliblanco ante la mirada de ¨ahh comprendo¨ de todos los jugadores.
-pues bueno, ya que eh venido a pasar una temporada junto a mi sobrinito…me gustaría llevármelo para poder arreglar la casa que alquile, si no les molesta claro.
-claro no se preocupe- le sonrió Natsumi.
-p pero t tío no quieres quedarte a ver el entrenamiento?...no queda mucho y…
-lo siento, tendrá que ser en otra ocasión Shi-kun- le respondió revolviendo su cabello- hay mucho que desempacar y necesito que me ayudes.
-c claro…-murmuro sonriendo ocultando su desagrado ante la idea de permanecer solo con ese hombre.
-bueno, nos vemos mañana Shirou- se despidió su inseparable amigo peliceleste junto a Mido, ya que ellos tres de un tiempo acá se habían vuelto los mejores amigos.
-s si, hasta mañana-*si Dios quiere…*- hasta mañana chicos- se despidió de todos con la mano pasando su vista por esos inconfundibles ojos se conectaron a los suyos apenas un segundo, y eso había bastado para que Shuuya Goenji hiciera desbocar su corazón, pero cayendo en la realidad se apresuró a seguir a su no tan querido tío.
El camino a la casa se hizo en silencio y rápido gracias a ir en el auto del hombre, la casa era bastante normal, blanca con azul y con un césped en el antejardín, al entrar para su asombro todo se encontraba en perfecto orden y no había objeto alguno que ordenar.
-el cuarto del fondo es el tuyo- informo el pelinegro sacándose la chaqueta.
-m mi cuarto?...demo yo v vio en…
-mañana te mudaras conmigo- ordeno con una fría voz haciendo que al pequeño se le erizara la piel.
-d demo..
-mañana!- voltio a verlo con esa inconfundible mirada, demostrándole al peliblanco que no había cambiado nada desde la última vez.
-h hai…
-prepara lasaña para la cena.
-d demo…yo n no se hacer l lasaña…
-que te sucede, EH??- acorralo al menor a la pared mientras este mantenía los ojos cerrados y temblaba levemente- te volviste tartamudo?? RESPONDE!!
-n no…
-haz la lasaña!- le ordeno soltándolo para luego sentarse en el sofá a ver televisión, por su parte el peliplata se dirigió a la cocina y se dispuso a preparar la cena, procuro seguir las instrucciones al pie de la letra sin cometer errores, ya que solo recordar los momentos vividos junto a su gemelo, cuando el hombre los cuidaba le hacía entrar en pánico.
Flash back
-o one…gai…onegai yo lo recibiré…-suplicaba un pequeño peliplata de tan solo seis años intentando convencer a su sádico tío de descargar su ira contra él y no contra su
hermano menor.
-JAJAJAJJA-reía como todo un demente- pues recibirás lo que quieres!!- tomo el delgado brazo del pequeño y le propino en la parte trasera de los muslos un varillaso sacándole gritillos de dolor con los que se complacía.
-nii-chan- lloraba el menor de los Fubuki al ver a su gemelo sufrir en manos de su tío, luego de unos minutos y dolorosos golpes el pequeño fue arrojado a un extremo de la habitación y con impotencia presencio como el hombre se burlaba de él dándole ahora varillasos a su gemelo al cual creyó haber salvado…
Fin flash back
-y ya está lista- anuncio tímidamente al sujeto que se acercó y se sentó en la mesa probando el platillo ante la atenta mirada aguamarina.
-Y ESTA MIERDA ES COMIDA????!!!- arrojo el plato sobre el menor manchándolo con la salsa- ERES UN INUTIL!!- se puso de pie y arrastro al pequeño jalándolo de un brazo hasta llegar a una habitación desocupada- Te soltare en la mañana! A ver si meditas tu inútil existencia!- con unos grilletes clavados a la pared apreso los tobillos desnudos del peliplata que se limitaba a hipear conteniendo las lágrimas, por la premura de haber alquilado una casa con tres habitaciones y esas cadenas con grilletes adheridos a la pared estaba claro que, solo había regresado para torturarlo.
Poco y nada pudo dormir a cusa del frio y la incomodidad del suelo, más aun al molesto ardor de sus tobillos heridos. El amanecer se hizo presente y la puerta del horrible cuarto se abrió dando paso a su horrible opresor, lo desencadeno y lo arrastro hasta el baño.
-báñate, no quiero que llegues tarde al estúpido instituto- ordeno cerrando la puerta de golpe, el peliplata luego de espabilar unos segundos se quitó con cuidado todas la prendas, sus brazos dolían por los apretones y sus tobillos sangraban un poco, se miró al espejo, se veía apesadumbrado, por lo que se metió a tomar un baño para luego vestirse con la muda de ropa que trajo y que su tío había llevado al baño previamente. De pronto la puerta se abrió.
-ten, no creo que deba decirlo, no?- sujeto su adolorido brazo con fuerza- estas muy feliz con mi presencia y la pasamos de maravilla ayer como una linda familia- el menor solo asintió, tomo la caja que el hombre le extendía y volvió a salir.
-*base*- leyó en la cajita y la abrió, con molestia se esparció la crema en los puntos amoratados de sus brazos, procurando borrarlos de toda vista, una vez terminado esto bajo las escaleras y miro a su tío desayunar.
-que!, no pretenderás que te de desayuno!!- le espeto el sujeto- vete!! Te quiero temprano aquí!! Conozco la hora en que termina el entrenamiento!- escucho amenazarle antes de cerrar la puerta tras de sí y comenzar la caminata al instituto. Tuvo cuidado de vendar sus tobillos para evitar el sangrado de estos, pero el ardor que sentía al caminar era doloroso y cojeaba levemente de la pierna derecha.
-Shirou-chan ohayoo- su amigo peliverde como ya era costumbre se colgó de su cuello a modo de saludo, sin embargo tuvo que reprimir el quejido pero no pudo ocultar su expresión que vio Kazemaru quien venía hacia ellos.
-Shirou estas bien?!- se apresuró a ver a su amigo.
-hai Kaze-chan- le sonrió dulcemente tranquilizándolo y Mido quien los miraba sin entender nada los jalo a ambos hacia el edificio.
-ohayoooo- entro cierto peliverde ruidosamente al salón ganando la atención de todos (van casi todos en la misma clase)
-siempre derrochando energía- comento molesto el chico del mohicano, a lo que Mido solo le saco la lengua.
-ohayoo Hirooo- lo abrazo cariñosamente haciéndolo sonrojar- ohayooo Endoo- hizo lo mismo con este solo que no se sonrojo y así siguió con Suzuno y Aphrodi, a los demás solo los saludo.
-buenos días- el peliplata se sentó en su asiento feliz de poder descansar sus tobillos además de sentarse junto a su secretamente (excluyendo a Kaze, Mido y Suzu) amado Goenji.
-bueno días, te ves cansado…estas bien?- pregunto este mirándolo profundamente por lo que el menor no pudo evitar el sonrojo de sus mejillas.
-h hai, solo no dormí muy bien- argumento sonriéndole.
-Kaze-chaaan onegaiiii- rogaba Endo a un decidido peliceleste de brazos cruzados en el asiento de adelante.
-ya te dije que no Endo, ya viene a ser hora que hagas tus deberes.
-será la última onegaiii.
-eso dijiste las ultimas diez veces Satoru Endo!- afirmo indignado aunque sabía que terminaría cediendo.
-o no!- exclamo el peliplata captando la atención de Endo y Kazemaru que seguían discutiendo, de Goenji a su lado y de Mido y hiro atrás que conversaban.
-que sucede Shirou-chan?- pregunto el peliverde haciéndose hacia adelante y elevando el traserito del que no perdió detalle cierto pelirrojo.
-no hice la tarea!!- *estuve encerrado no pude hacerla!*
-no la hiciste?- se acercó Suzuno que estaba sentado al lado de Fubuki en la otra fila junto a Burn- eso sí que es raro, siempre la haces Shirou.
-lo olvide…-comento deprimido al pensar que por primera vez lo regañarían.
-ten-miro hacia su compañero de asiento quien le tendía su cuaderno- solo será por esta vez, eh
-arigato Goenji-kun- recibió el cuaderno con ojos de estrellitas, y rápidamente copio la tarea admirando la hermosa letra del pelicrema. Las clases pasaron sin mayores inconvenientes y al fin llego la tan anhelado hora del entrenamiento para algunos (Endo), sin embargo en las hermosas orbes aguamarinas se veía la preocupación*mis tobillos duelen…lo van a notar, si me muevo mucho sangraran*.
-Shirou date prisa te estamos esperando- le apresuro su amigo peliceleste a lo que despabilo.
-chicos como está el fuego cruzado, láncenmelo- pidió el capitán*maldición justo ahora*, sin más intento llevarlo a cabo pero en el momento que patear el balón junto al pelicrema el dolor fue mucho y sin poder evitarlo cayó de espaldas al suelo azotándose la cabeza.
-Fubuki!!- rápidamente su compañero se acercó seguido de los demás y lo ayudo a ponerse de pie, pero su tobillo derecho estaba comenzando a sangrar y dolía, por lo que se recargo en Goenji que lo sostenía de la cintura- te torciste?
-n no estoy bien- no quería, no podía permitir que revisaran su tobillo.
-será mejor que te revise- Haruna se acercó con el botiquín.
-no! No, no he estoy bien gracias.
-no seas testarudo…
-no Goenji-kun!!- sin querer levanto la voz al ver como el pelicrema comenzaba a bajar la calceta- g gomen e estoy bien…
-Shirou ven yo te reviso, sigan entrenando chicos- el peliblanco de ojos zafiro recargo al menor en su hombro- a mí no me engañas, algo ocultas…ven iremos a solas- le susurro solo para que el oyera a lo que accedió, no podía permitir que todos le vieran la heridas- Haruna, dame el botiquín yo lo revisare.
-claro, ten- ambos se fueron a los camerinos bajo la atenta mirada del pelicrema que aún no se la creía que ¨su¨ dulce y tierno Fubuki le haya gritado así.
-bien estamos solos- aclaro Suzuno- muéstrame tu tobillo…