En medio del pasillo un chico alto de pelo rojizo y mirada fría se mueve con cautela y seguridad, como si conociese de antemano el silencioso lugar, sin embargo es primera vez que esta aquí y la calma que envuelve el lugar solo le produce desconfianza.
En otro rincón de la enorme mansión otro chico pelinegro y de cuerpo mucho mas formado se pasea con preocupación por los corredores, mirando con atención cada lugar por el cual pasa, luce perdido pero tranquilo como si estuviese buscando algo o alguien, a el también le parecía extraño el silencio reinante en aquel lugar.
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El lugar esta demasiado tranquilo, por mas silencioso que allá sido no es normal que no ande ningún soldatto deambulando por el lugar. Pero Kyuhyun va tan ensimismado en la misión, en demostrar de una buena vez por todas que no necesita de un tutor o como sea que lo quieran llamar los demás, que no se da cuenta de que su intercomunicador se ha apagado hace un buen rato ya.
Los pasillos lucen vacíos, el silencio embarga la gran mansión y el se mueve aun mas silencioso, si es posible, atento a cada movimientos extraño que pueda delatar la presencia de algún enemigo. Repentinamente cae en cuenta quede que no es capaz de escuchar siquiera la respiración de su compañero y a pesar de que intenta negárselo, eso le preocupa, y mucho.
No le agrada la idea de perder la comunicación, después de todo si no vuelve con el mayor, el castigo será para ambos y ya le basta con la última vez que fue suspendido casi por tres meses por desobedecer al Don. Se quita el aparato de su oreja y se le queda viendo con detenimiento, tal vez se rompió en el camino.
Cuando se lo vuelve poner, una sinfonía de voces llega directamente a sus oídos. Un escalofrió le recorre por la espalda, no puede dilucidar con certeza quienes están hablando, puede ser que Yesung allá sido descubierto.
- Esta confirmado? –
- Si…el Don esta furioso…-
Detiene su inspección a los alrededores y se centra en oír los murmullos apenas audibles que llegan por el intercomunicador. Esta apunto de lanzar lejos el pequeño aparato, pero su mano queda suspendida en el aire al escuchar un nombre que reconoce a la perfección, un escalofrió le recorre por completo y a pesar de que intenta mantener la calma no puede, no después de lo que acaba de escuchar.
Enceguecido por la ira, aprieta con fuerza su arma, apuntando con envidiable precisión le da de lleno a una figura que se mueve con cierta precaución desde el otro corredor, mala suerte la del único infeliz que se ha dignado en aparecer en toda la noche.
La misión a quedado en el olvido y solo busca algo o alguien, para ser mas específicos, en que desatar todo lo que siente ahora.
Venganza y Muerte, es lo que resuena en todo su ser.
Los disparos se suceden sin pausas ni interrupciones, una tras otra las balas van acribillando el cuerpo del soldatto que se cruzo en su camino, no dejando huella de algún rostro humano, ahora es solo una masa informe de carne y sangre, que recibe la rabia, descontrol y por sobre todo la tristeza del menor, que no concibe otra forma de liberar todo aquello que se aloja en su pecho.
- Kyuhyun!!!!-
Su nombre resuena por todas partes, haciéndolo recuperar algo de su extraviada cordura. Levanta la vista y sus ojos se encuentran con otros llenos de preocupación y sorpresa.
Se aleja a tropezones de lo que se puede llamar cadáver, tiritando sin control, ve de reojo como el mayor se acerca hacia el, y sin poder evitarlo el peso muerto en su mano se eleva hasta quedar a la altura de su mirada.
- No te acerques…- su voz le suena extraña incluso para si mismo.
Tiene miedo, ahora que esta lo necesariamente consciente ha caído en cuenta de la situación en la que se encuentra. Han sido emboscados, y todo su instinto de autoprotección y desconfianza sale a relucir frente a Yesung, apuntándolo desde una distancia ínfima.
- Confía en mi…-
Lo mira directo a los ojos y con los propios dejando escapar un par de lagrimas aprieta el gatillo, dejando libre la ultima bala que se alojaba en su arma.
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Lo primero que le advirtieron cuando llego a Seúl a ocupar el puesto de tutor y compañero de Cho KyuHyun, fue su mal humor y experticia con cualquier arma de fuego que tuviese al alcance. Y en este mismo instante puede ser testigo de esto último.
Cuando escucho por su intercomunicador de la muerte de Cho MinHyuk, supo que debía encontrar al maknae, le conocía poco pero algo le decía que donde fuese que se encontrara lo estaría necesitando, aunque lo negara.
No sabía si respirar aliviado o retroceder asustado cuando por fin encontró a KyuHyun en medio de ese laberinto de pasillos que era esa mansión. Sosteniendo su arma, mirando con fijeza lo que parecían ser los resto de lo que alguna vez fue una persona, así lo encontró.
Le llama por su nombre con la esperanza de que despierte del trance en el que parece sumido, y cuando sus ojos se encuentra no puede evitar sorprenderse al encontrar tanto dolor en ellos. No es como si pensara que el menor no tuviese sentimientos, pero era tan raro verlo así que simplemente pudo pronunciar lo que pensó le hacia falta escuchar en ese momento.
- Confía en mi…-
Intenta parecer calmado, pero no puede estar tranquilo con un arma apuntando a su cabeza. Su cerebro deja de funcionar correctamente cuando ve un par de lágrimas resbalando por las pálidas mejillas de Kyuhyun. Ha sido un bastardo desde que le conoció, apenas si se hablan, nunca ha sido tratado con respeto y en más de una ocasión se han insultado mutuamente, pero el verlo tan frágil hace que su corazón siente una leve opresión.
Es entonces que siente el silbido de la bala cuando esta pasa por su lado cortando el aire con precisión. Un gemido de dolor le hace darse la vuelta y ve a un tipo cayendo de rodillas con un agujero en su cabeza, intenta regular su respiración para volver su vista al maknae. Logra llegar a su lado justo en el momento en que esta apunto de colapsar en la ensangrentada alfombra, le toma por los hombros para rodearlo en un abrazo, pero el menor se resiste con fuertes manotazos que poco a poco se van haciendo más débiles.
…………..
El camino en el auto es silencioso, ninguno de los dos habla de lo sucedido y cuando por fin junta algo de valor para preguntarle a su compañero sobre su padre, se da cuenta de que este se ha quedado dormido, con su frente apoyada contra la ventanilla.
Un constante vibrar desde la parte trasera del auto le desconcentra y desespera, aprovecha una luz roja en el camino y con cuidado de no despertar a KyuHyun se estira hasta que alcanza el molesto aparato.
Vuelve la vista la frente intentando ignorar la ahora insistente lucecita del móvil, que por cierto es del maknae, pero simplemente no puede concentrarse, así que aparca a un lado de la calle y mira con atención el nombre que parpadea por décima vez.
Fishy
Mira a su lado asegurándose de que el menor siga durmiendo, e intenta recordar si lo a oído alguna vez llamar a alguien así, pero por mas que lo intenta nunca lo ha escuchado llamar a alguien con tan ridículo nombre.
- Hola? – Contesta el celular con la esperanza de que la persona a su lado jamás se entere de su atrevimiento.
- Kyu!!!!!!!!!!!!!!!!!-
En un acto del cual no se percata aprieta el celular con fuerza al recocer la voz tras el auricular.
- DongHae ssi…-
- Yesung! Y Kyuhyun? ¿esta bien? ¿Dónde están? ¿Qué paso? –
- Nos tendieron una trampa…-
- Kyu…escucho todo? –
- Si……….-
Quiere gritarle, él como su Sotto capo debería haber tenido mas cuidado, debería haber previsto algo así, debería siquiera haber hecho algo para que Kyuhyun no este ahora tan destrozado.
- Dame mi celular-
No alcanza ni a darse cuenta de quien le ha hablado cuando ya le han arrebatado el celular, Kyuhyun parece un poco más repuesto, por lo menos nuevamente sus ojos muestran la misma frialdad de siempre.
- Hae Hyung? –
Le molesta escuchar como llama hyung al otro, cuando el nunca ha recibido un pizca de respeto, aun a pesar de las circunstancias le sigue tratando como un desconocido, y le molesta aun mas la débil sonrisa que se forma en el rostro del pelirrojo mientras sostiene el teléfono con recelo.
Cierra los ojos por un momento poniendo sus pensamientos en orden, y finalmente pone en marcha una vez mas su automóvil, no es tiempo de estar pensando ese tipo de cosas o mejor dicho no quiere descubrir que se esconde tras su enfado o su preocupación por KyuHyun.
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Su padre ha muerto, la única persona en la que confiaba ciegamente, quien le enseño a ser como era ahora, su único familiar vivo, la persona que mas quería en el mundo…le ha sido arrebatada y no esta dispuesto a perdonar quien se ha atrevido a cometer semejante crimen.
Se baja del auto de Yesung apenas este apaga el motor, no quiere ver a nadie, no quiere miradas de lastima, solo quiere estar solo. Cuando llega hasta su habitación la rabia le consume nuevamente, y sin control sobre su propio cuerpo destruye todo lo que esta a su paso, pero se niega a derramar mas lagrimas.
Cayo al piso de rodillas mientras comenzaba a jalarse el pelo desesperado. Primero silenciosamente…Para después comenzar a gritar incontrolablemente mientras golpeaba el suelo con sus manos. Su dificultosa respiración, su cara tan roja, las miles de gotas saladas que rudamente caían una tras otra, una tras otra…sin parecer detenerse…