COSAS DE FAMILIA: Cosas de Nuestros Hijos - II-
Naruto vio la espalda de su pareja mientras los dos corrían tejado por tejado como otros ninja que iban a su lado, el agua le hacía entrecerrar los ojos y la escupía de cuando en cuando, y aunque su cuerpo estaba ahí su mente no lo estaba. Aun la tenía en la casa con los pequeños Kanade y Kotone, y su mayor preocupación, el talentoso Ichiryuu.
Ichiryuu era diferente a los demás chicos, tenía una mente brillante y excelentes notas en la academia, siempre había sido el orgullo de Sasuke porque sobresalía en todo. Pero a pesar de que fuera muy bueno en técnicas y jutsus y peleas, el chico carecía del sentido de la sociabilidad, era incluso peor que su moreno padre.
Cuando Ichiryuu entro a la academia fácilmente tendría los 7 anos, la edad promedio en que los niños ya estaban en un nivel avanzado, y por eso fue el hazmerreír de la clase por casi una semana; pero después Iruka les había mandado llamar para decirles que el chico había mandado al hospital a la mitad de la clase con una piedrita, cosa que al principio inflo de felicidad al moreno pero después de un codazo a las costillas se puso serio y acordó, junto con Naruto, que Ichiryuu recibiría atención y clases en casa.
Después de eso, no volvió a pisar el edificio de la academia excepto para recibir su certificado de graduación casi medio año después, y el siguiente de ese el que lo acreditaba con chunnin, y después de ese el que le daba el derecho a ser llamado jounin, sus padres le pidieron que dejara pasar al menos tres anos mas para entrar a las fuerzas especiales ANBU, cosa que si bien al principio Sasuke no había tomado bien - y tampoco el niño - tenía que aceptar que aunque posiblemente Ichiryuu había sobrepasado el record de Itachi por varios anos, su hijo aun era un niño demasiado pequeño como para que anduviera matando sin ton ni son. Así pues, al cumplir los once, el chico había pasado con éxito su examen de ingreso a las fuerzas especiales y obtuvo su máscara, batiendo incluso, el record del Uchiha mayor.
Naruto meneo la cabeza para alejar la imagen de la expresión vacía que siempre había caracterizado a Ichiryuu, incluso porque tenía los mejores tiempos en los exámenes cambiaba. Cuando le había cuestionado de esto a Sasuke el le había contestado que no se preocupara, que siempre había sido así y que posiblemente era una etapa que se rompería cuando este alcanzara su adolescencia. Esto último preocupo mas al rubio y decidió que no quería que su hijo tuviera expresión de amargado toda su vida, así que si bien no sabía si iba a ayudar en algo, le había obligado a hacerse exámenes con la Hokage y que tomara sesiones con la psicóloga del hospital.
Aquello le había costado un buen golpe en la cara cortesía del pequeño pie de Ichiryuu y un berrinche tamaño monumental que le rompió el corazón, esa había sido la única vez que sus dos padres le habían visto tan vulnerable. Al final de todo el drama la vieja Hokage les había dado la noticia de que el niño sufría de bipolaridad, y que si bien podían controlarle con medicamentos era una muy mala idea que le dejaran seguir como un ANBU pues si se descontrolaba en el campo de batalla, podría salir lastimado, o lastimar a otros, incluso si eran de su equipo.
- Naruto, despabila o chocaras con un poste de luz - advirtió su esposo y el rubio le dirigió una mirada de reproche - deja de pensar en Ichiryuu, te dije que todo está bien.
- Pero Sasuke! - gruño - no puedo creer que te desatiendas tanto de él, es tu hijo! - le espeto mientras entraban a la torre por las escaleras
- Que sea mi hijo no quiere decir que este todo el tiempo detrás de él, es un Uchiha, y tiene que comportarse como tal. - respondió crudo.
Naruto abrió los ojos incrédulo y acelero el paso dejando atrás a su morena pareja, molesto.
- Oh vamos... - murmuro intentando alcanzarle - Naruto!
Le había dado alcance en la sala de juntas, donde se dio cuenta que no había tantos ninjas como había pensado pero si eran bastantes.
- Y bien Tsunade-sama, para que nos mando llamar a estas horas de la noche? - pregunto uno mientras bostezaba - tenemos niños que cuidar.
- Precisamente para eso les llame - respondió - como ustedes sabrán, sus hijos tienen los niveles más altos en habilidades shinobi, por esto mismo y aunque algunos son mas pequeños que la edad promedio de un genin, quiero postularles para que ingresen en el examen chunnin.
Todos los presentes se miraron entre sí, los murmullos llenaron la habitación, unos estaban de acuerdo, pero otros, como el rubio no tanto.
- Me niego, Kanade y Kotone tienen 5 años apenas, no puedo permitir que entren en un examen así de peligroso. No lo harán - rectifico ante la mirada atónita de su marido y luego se volvió a este - no me mires así –
El Uchiha bufo cruzando los brazos
- De entre los seleccionados, Naruto, Sasuke, sus hijos son los más habilidosos en esto y-
- No! - bramo el Uzumaki - Tsunade, ellos son apenas niños! en ese examen pueden perder sus vidas o quedar gravemente heridos, es algo irracional! - chillo desesperado - Sasuke dile algo! - su esposo miro con gravedad al rubio y luego a la Hokage - Sasuke!
- Yo...creo que ella tiene razón, Naruto - la sala se quedo en silencio mientras todos se centraban en la pareja, de todos los niños Kanade y Kotone eran los mas pequeños de todos. Así que los padres tenían porque preocuparse - Debido a las muchas misiones de rango S y para las fuerzas especiales ANBU ha habido notables bajas en nuestras filas, nuevos shinobis nos hacen falta y esta generación parce tener a los mejores, así que lo que Tsunade está pidiendo, es razonable.
Naruto se quedo con la mandíbula desencajada y boqueaba intentado decir algo, pero las palabras se le atoraban en la garganta.
- Como...te atreves!? son niños por el amor de Dios! son TUS hijos! tu sangre! -
- Y porque son mi sangre lo digo! La hokage lo ha dicho, Kanade y Kotone son los mejores de todos, tienen sangre de Uchiha y también tienen la tuya, es por eso que no me molesta aceptar que mis hijos participen en esto, porque estoy seguro que lo harán bien; y si no lo hacen, si mueren o salen mal heridos, entonces no valió la pena ningún esfuerzo que la academia vertió en ellos, y significara que no son tan fuertes como se esperaba, significara que no valían la pe-
Una bofetada cruzo la cara del moreno y le impidió terminar, todos los que estaban presentes se quedaron mudos - incluyendo a la rubia Hokage - mirando como el Uzumaki temblaba y le miraba con furia
- Eres un hijo de ... ugh! - el rubio salió de la habitación dando un portazo dejando al otro con el rostro volteado.