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Distancia. por warumonochan

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Notas del capitulo:

Este fanfic ha tenido mil finales. Felices, tristes... Anyway! LOL

I hope ya' like it!

Se sentó en el asiento del copiloto.
— Has venido mucho más pronto de lo que creí.
Kyo estaba fumando, mirando al cielo gris oscuro, escuchando Crucify my love de X Japan.
— Quería comer contigo.
Toshiya se acomodó y se puso el cinturón de seguridad. Se miró en el espejo para comprobar que su maquillaje no se había estropeado con la lluvia.
Kyo tiró el cigarrillo a medias al suelo, aunque eso no debía hacerlo, cerró la ventanilla y puso el coche en marcha.
Aún miraba el cielo, que se oscurecía más en algunas zonas.
— Parece que no vaya a dejar de llover nunca. -Toshiya también miraba al cielo.
Kyo asintió.
— Me gusta la lluvia, pero esto es agobiante.


Llegaron a casa y Toshiya se paró delante del espejo a revisar su pelo y su maquillaje de nuevo. Parecía un superficial, pero él solo quería estar perfecto para Kyo.
— Adivina que hay para comer.
Toshiya se giró hacia Kyo, que estaba apoyado en la puerta de la cocina.
— Hm... Pastel de chocolate.
— Obviamente, no.
Toshiya empezó a olfatear. Paró y sonrió.
— ¡Lasaña!
— Síp, la comeremos mientras vemos la película del Samurai Zombie.
— Okei, comamos mientras vemos como devoran a gente...

A pesar del sarcasmo de Toshiya así lo hicieron. 
— Me quiero casar con el Samurai Zombie.
Toshiya miró a Kyo, muy serio.
— Esa cosa es repugnante. Se comió un... un... Dios mío. - Soltó una sonora carcajada. - Sabes que si Shinya hubiera visto como se come ese perro y te hubiera visto reír así ahora te odiaría.
— Tal vez. Por eso Shinya no está aquí.
Después de un rato de silencio, Kyo se levantó, cogió un cuaderno y empezó a escribir.
— Kyo... estoy aburrido. Hagamos algo.
Kyo no levantó la vista de la hoja en la que garabateaba.
— ¿Y bien? ¿Qué quieres que hagamos?
Toshiya hizo un puchero. Fue a contestarle pero prefirió callar.
Al fin Kyo soltó el cuaderno y se giró hacia el azabache, sin intención de hablar. Pasó un rato y el silencio venció a Toshiya.
— Oye Kyo, ¿recuerdas nuestro primer beso?
Kyo miró hacia la ventana, que estaba tapada por la gruesa cortina, ya que habían cerrado para ver la película en la oscuridad.
— Eh... no. Qué mal... ¿Y tú?
— No, yo tampoco. ¡Qué mal! Es algo que deberíamos recordar... Me entristece un poco...
— Toshiya, escucha. - Kyo le interrumpió. Cabizbajo, más que pronunciar balbuceaba las palabras.
— ¿Qué? ¿Pasó algo?
— Tengo miedo.
— ¿De qué tienes miedo...? Si yo puedo...
— Tengo miedo a herirte... O a que me hieras.
Un silencio peor que el anterior llenó la habitación. Toshiya notaba ése silencio encima de él, como un peso enorme.
— Pero eso jamás pasará.
Las lágrimas se acumulaban en los ojos de Kyo, aunque Toshiya apenas los veía a través de su rubio cabello.
— Será mejor que, no sé... Dejáramos de estar juntos.
El corazón se le paró un momento antes de retomar sus latidos a toda prisa. ¿De veras acababa de decirle lo que había oído?
Intentó decirle algo, pero algo en su garganta se lo impedía. Abrió la boca para intentarlo por última vez y seguía sin poder hablar.
— Si quieres, puedo llevarte a casa.
Una lágrima resbaló por la mejilla de Kyo.
— ¡Pero por qué! ¡No lo entiendo! Si esto te hace daño, entonces...
— Toshiya, tú y yo somos seres distintos, tú eres perfecto y yo... Ya ves, soy patético. Como sea, puedo llevarte a tu casa.
Toshiya se levantó y con paso sorprendentemente firme salió de la casa y llegó a parar bajo la profusa lluvia.
Aquí afuera, donde él no podía verle empezó a llorar sin detener el paso. Caminó quince minutos hasta pararse delante de una tienda de manga.
Su reflejo en el escaparate le hizo gemir.
Su pelo estaba todo mojado y aplastado. Por sus mejillas corrían lágrimas con maquillaje, el cual había huido de sus ojos, que estaban hinchados y enrrojecidos.
— ¿Dónde ves la perfección en mi? Soy patético.
Después de observarse un rato, cuando sus labios ya se habían tornado de color azulado y temblaban se dio media vuelta y echó a andar de nuevo.

Kyo estaba sentado, con los dedos entre el pelo. Lloraba como un niño. Hacía años que no se sentía así.
Llamaron a la puerta. No pensaba abrir. Pero fuera quien fuese era insistente.
Abrió la puerta y ahí estaba él. Estropeándose en ese llanto profundo.
Le abrazó. Le abrazó más fuerte de lo que le solía abrazar. Su cuerpo temblaba y de su garganta salía un sonido horrible.
Esos sollozos se le clavaron en la mente.
— Lo siento, lo siento, lo siento.
Entre sollozos, Toshiya logró decir algo.
— Te amo. No pienso dejarte. No puedes obligarme.



— Tengo esta ropa tuya aquí todavía. Será mejor que te cambies o te morirás.
Toshiya se quitó la ropa mojada y se puso la seca. Kyo le miraba, sentado en la cama, entre la oscuridad de la habitación.
El azabache le miró y antes de que pudieran reaccionar se abalanzó contra el rubio y le besó.
— Tengo una idea. Éste será nuestro primer beso. ¿Qué te parece?
Toshiya asintió enérgicamente. Era feliz.
Se levantó y se fue a la ventana. Corrió las cortinas y empezó a entrar luz dorada a la habitación.
— ¡Mira Kyo, ha dejado de llover y ha salido el sol!

Notas finales:

¡El amor es terrible doloroso xD! ¿Quén no ha sufrido con ello?...

Espero que os haya gustado &... ¡Gracias por leer! <3


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