-Ey, Yuu...-suspiró-¿Por qué tienes esa cara?-se aferró a mi cintura y me besó-¿Quieres repetir?-
-¡Claro que no! ¿Pero como he podido hacer esto?-me llevé una mano al rostro-¿Qué demonios me ha pasado?-
-No es para tanto...es solo sexo...No va a pasar nada...-
-¡No te has puesto un maldito condón!-
-Tranquilo, estoy limpio-respondió de lo más calmado y se apoyó bocabajo en la almohada-No te preocupes que no te voy a pegar nada, además, así lo disfrutaste más...-
-Idiota, tú no lo entiendes, ¡largo de mi casa!-le ordené
Estaba cabreado, muy cabreado, si no salía en seguida de mi casa lo descuartizaría.
-Bueno, bueno, relájate...-se incorporó y se despeinó con la mano-Ha estado muy bien-sonrió y comenzó a vestirse, con buen ritmo-Si algún día quieres repetir, llámame-apuntó su número en la libreta sobre mi mesilla
En cuanto salió de la casa me levanté corriendo al baño.
-Yuu, Yuu, eres idiota, eres jodidamente idiota, tantos años procurando cuidarte y ahora te tiras al primer subnormal que se te pasa por delante...mal, muymuymuy mal...-abrí un cajón, saqué el bote de pastillas y engullí dos de un trago
Miré el calendario a mi lado y luego me miré en el espejo, debía de estar horrible.
-Mierda, y además hoy tengo que ir al hospital...que mal día he escogido para hacerlo con un desconocido-
Me duché y me arreglé sin muchos ánimos. Recogí la ropa que se encontraba esparcida por mi habitación y me dispuse a ir a clase. No tenía pensado levantarme tan tarde, así que me perdí la primera hora. Bueno, ya la recuperaría...
En aquel vallado recinto al que yo llamaba universidad pasé un par de horas en las que no pude concentrarme para nada...Solo eso... ¿Y por qué? Pues porque soy lo más idiota de este maldito mundo... Salí de clase sin siquiera despedirme de mis amigos y compañeros y luego me dirigí al hospital a pasos agigantados.
Me adentré en el enorme edificio y entré en el ascensor. Por suerte para mí nadie subió conmigo y pude apoyarme en la pared durante el trayecto, de manera cómoda. Una planta, dos plantas... Y me detuve en la tercera, en la sección de maternidad. ¿Y qué demonios hago yo; un hombre hecho y derecho como Dios manda, aquí metido? Lo mismo que todos los malditos meses desde que comenzó esta pesadilla.
-Hola Yuu, te están esperando-me saludó la amable enfermera de siempre
Entré a la consulta y mi médica habitual, a la que conocía desde que entré en la pubertad -de pequeña estatura, delgada, con una larga melena castaña que se ocupaba por cuidar adecuadamente- me recibió con una gran sonrisa.
-Hola, Yuu-
-Hola...-
-Te veo desanimado, ¿cómo estás?-
-Bien, supongo-
-¿Te van bien las clases?-
-Sí, sí...todo bien-
-¿Entonces qué ocurre?-
-Es que...anoche...-no sabía ni como decirlo-tuve relaciones con un chico-
-Oh, no me habías dicho que habías conocido a alguien-
-Lo conocí ayer-sonreí
-Eso no es propio de ti-
-Lo sé-
-¿Utilizasteis protección?-
Negué con la cabeza y no pude mirarla. Ella era como mi maldita madre, y sabía que diciéndole eso la decepcionaría.
-¿Pero sabes en el lío que te puedes haber metido por eso?-se llevó una mano al rostro, negando con la cabeza
-Pero...sigo tomando la medicación...-
-¡Sabes que aún así el factor de riesgo es alto!-
-Lo siento...-
-Bueno... ¿Tienes localizado a ese chico? ¿Vas a...llegar a algo con él?-
-Tengo su número pero...no pensaba volver a verle-
-¿Y si ocurre, Yuu? ¿Y si te deja embarazado? ¿Piensas ignorarle igualmente?-
-No, pero...-
-No pienso practicarte un aborto de nuevo-
Sentí como si un vaso cayera al suelo y se rompiera en mil pedazos en mi interior.
-Lo sé...-murmuré
-Bueno, igualmente...-me miró directamente a los ojos y me sonrió de una manera muy dulce-Vamos a ver cómo estás y...dentro de un par de semanas tendrás que volver... Y te haremos una ecografía...por si acaso-
-Está bien-
-Pero no te preocupes por nada...seguro que es un buen chico y...si llega a ocurrir algo así..cuidará de ti-
No respondí.
Me examinó como habitualmente hacía y cuando terminamos me abrazó fuertemente. Realmente sentía como si fuera mi madre. La quería muchísimo...
-Nos vemos el día 25, ¿vale?-
-Vale-
-Pórtate bien y no te metas en líos, ¿Quieres?-
-Sí...-
Salí del hospital, pero no fui a casa... Me fui directamente al cementerio... Caminé entre las lápidas y me arrodillé cuando llegué al lugar indicado.
-Hola...-sonreí-Mamá... Quería hablar contigo... Ayer...conocí a un chico... Y no sé por qué...A lo mejor me gustó...Pero ahora mismo es la única persona en la que pienso...porque...-llevé una mano a mi estómago-Es posible que...tal vez...solo tal vez...esté albergando una vida en mi interior...Si eso pasa...Esta vez me gustaría tenerlo... ¿Es estúpido, verdad?-sonreí vagamente-Todavía...me siento culpable por...no hacerlo la última vez... Pero... Yo solo era un niño...no estaba preparado... Sé que ahora tampoco lo estoy pero..quizá...aprender a cuidar de un niño...yo solo...me ayude a madurar y...a crecer como persona...Lo siento por decepcionarte...sé que te hubiera gustado que hubiera seguido adelante...Pero no pude...Lo...lo compensaré ahora-me levanté-Sé que lo estarás cuidando muy bien allí arriba-
Salí de aquel lugar con hedor a muerte, un poco más tranquilo ahora. Entré en casa y me vi en la obligación de llamar a Akira. Tomé el teléfono y cogí la libreta donde el causante de todo esto había anotado su número. Me quedé un momento con ella sobre mis rodillas.
-¿Y qué demonios le digo? ''Hola, Akira, ¿te acuerdas de mí? Soy yo, Yuu, al que te tiraste anoche... Te llamaba porque como no te pusiste preservativo es posible que me hayas dejado embarazado'' ¡Ni siquiera se lo va a creer! Y en el supuesto caso de que esté embarazado... ¡Akira es precisamente el tipo de chico que me daría dinero para el aborto con tal de no tener que ocuparse de un niño! Además...ni siquiera sé...si lo estoy-me dejé caer sobre la cama-¿Y si no lo estoy?-
Tendría que esperar para saberlo... Así que decidí llamar a Akira entonces y solamente entonces... Quizá estaría preparado para hacerlo... O quizá no...
Los días pasaron largos para mí hasta que por fin pude salir de dudas. Llegué al hospital prácticamente temblando y entré a la consulta, aterrorizado.
-Yuu, ¿estás bien? No tienes buena cara-mi médica estaba preocupada, y yo también
-Sí, estoy bien-
-Quizá deberías haberle pedido a ese chico que te acompañara-
-Es que...yo...aún no se lo he dicho-
Torció el gesto. Sabía que tenía que haberlo hecho.
-Vamos, túmbate y levántate la camisa-
Me recosté en aquella fría camilla y obedecí.
-No te preocupes por nada-ella sonrió, y lo agradecí-Ya sabes que esto está un poco frío-me advirtió, a la par que esparcía un poco de gel por mi barriga-Vamos a ver...-pasó un aparato que ya conocía de sobra por mi tripa y una imagen difusa apareció en el monitor
No era la primera vez que me sometía a una prueba como esta, conocía de sobra lo que aparecía en la pantalla. Aquella parte de mí...de la que no estaba para nada orgulloso. Mi útero.
-Yuu-
-¿Sí?-
-¿Ves eso?-señaló un punto concreto del monitor
-Sí-
-¿Sabes lo que significa?-
-¿Voy a ser padre?-
-Si todo va bien, sí...-