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Nota número 2 por luzdeluna

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Notas del capitulo:

ANOTACIONES DEL AMOR:

2: : A veces el amor nos hace hacer cosas estúpidas, cosas que tratamos de arreglar haciendo cosas aun todavía más estúpidas

-Allí esta- Murmura un chico con una radiante sonrisa al ver, después de diez minutos de espera, a Héctor que va rumbo a la cafetería de la escuela; nunca estuvo de acuerdo con sus padres con su idea de mudarse de ciudad y cambiarlo de escuela, pero desde el primer día en que entró al salón y miró sus hermosos ojos miel, no ha podido dejar de notar su presencia. Por suerte encontró la forma de subir a la azotea de los salones de primero, aunque en realidad no fue tan difícil, para observarlo sin que se dé cuenta , sabe que su conducta comienza a ser un poco atemorizante y que está a un solo paso de convertirse en algo así como un acosador, pero no puede evitarlo ya que para él es la única forma de saber de él, porque ¿Cómo acercarse al chico más lindo de toda la preparatoria cuando tú eres un tipo del montón o peor aun cuando ni siquiera sabes si es homosexual?

 

Y es que aunque Noé es guapo con su 1.70 de estatura, su cuerpo atlético, su piel morena clara, cabello negro perfectamente  acomodado hacia atrás, ojos café oscuro casi negro, él se considera alguien común y corriente. Deja escapar un suspiro mientras comienza a balancear lentamente sus pies.

 

-Con que te gusta Héctor- Escucha una voz, al dar vuelta se encuentra con Alexis un alumno de segundo, conocido en la escuela por actuar de manera bastante libertina, incluso para esta escuela, es uno de los pocos alumnos de la escuela que acepa abiertamente ser gay, pero para Noé es simplemente su mejor amigo. A la semana de su llegada Noé ya estaba entre sus sabanas disfrutando de los preámbulos de lo que sería una tarde de placer pero antes de que pudieran hacer algo más Alexis le miro con ternura y le dijo con una sonrisa entre divertida y comprensiva: “Eres demasiado inocente para ser uno de mis amantes, pero ideal para ser mi amigo” Noé se sintió un poco ¿Ofendido? Le aturdió el hecho de que aquel chico hermoso le rechazara, pero al mismo tiempo sintió un profundo alivio, Alexis tenía razón seguramente serían un desastre si intentaban algo más que ser amigos, así que ese día iniciaron su rara amistad.

 

-Hola a ti también Alex- Noé le sonríe burlón

 

-Sí, si lo que sea- Alexander le hace un desplante sentándose a su lado- Héctor es atractivo, muy atractivo- Dice casualmente mientras rodea los hombros de Noé con su brazo- Y es gay- Susurra en el oído de su amigo, ganándose una mirada escéptica- ¡Por favor Noé!- mueve sus brazos de forma dramática, Noé entrecierra los ojos- Es lógico que sepa quién es gay y quien no, considerando a mis posibles “victimas”- Sonríe divertido- Además en una escuela donde solo hay hombres con una población de más de mil estudiantes es estúpido que creas que somos los únicos a los que nos gustan los hombres, y Héctor salió del closet el año pasado y la verdad a nadie le importo-  Encoge los hombros mientras mira a Héctor que estas sentado en una jardinera comiendo un sándwich

 

-Ya…- Noé mira a su obsesión con una sonrisa tonta, a la mejor y aún tiene esperanzas

 

-Ni te emociones- Alexis hace un esfuerzo sobrehumano para no rodar los ojos, su amigo a veces es tan simple, que cualquier cosa lo pone feliz- Aunque sea gay nunca le ha hecho caso a alguien, ni siquiera a mí- Frunce el ceño haciéndose el ofendido- Y agrégale que siempre está pegado a Mateo como si fuera una lapa; los rumores dicen que son amantes y no creo que estén tan equivocados…- Alexander comenta malicioso, se siente algo celoso del afecto de Noé por Héctor. Aunque no tiene sentimientos románticos por Noé no le gusta ni un poquito que alguien más acapare la atención de su amigo, sabe que es egoísta pero le tiene sin cuidado.

 

-No me interesa- Noé murmura, pero Alexander ve la tristeza en sus ojos y se siente culpable, maldita sea debió quedarse callado o irse de ahí antes de mirar sus ojos, ahora no puede evitar querer ayudarlo, por eso desde siempre ha sabido que tener amigos solo le causaría líos, pero Noé vale la pena

 

-¡Ya se!-Alexander grita poniéndose de pie de un salto, asustando a Noé de paso

 

-¿Qué?- Noé pregunta con algo de miedo, la mirada de Alexis le dice que es mejor quedarse en la ignorancia y no saber qué es lo que se le ocurrió a Alexis

 

Apostemos-Alexis ríe divertido, incluso da un par de pequeños aplausos entusiasmado.

 

-¿Perdón?- Noé enarca una ceja, sin comprender a dónde quiere llegar su amigo con esta conversación

 

-Sí, es genial, te apuesto que no puedes conquistar a Héctor antes de un mes

 

-¡Estás loco! – Noé ni siquiera lo voltea a ver- Es más, voy a hacer como si no lo hubieras dicho simplemente porque es estúpido…

 

-¡Vamos Noé!- Alexis vuelve a sentarse acercando su mejilla a la de Héctor como si se tratara de un gato- Si ganas te compro  esa consola de videojuego de la que has hablado los últimos dos meses hasta fastidiarme y 5 juegos, los que tú quieras- Murmura con una sonrisa, sabiendo de antemano que Noé siente fascinación por esas cosas

 

-¿Y si pierdo?- Noé pregunta mostrando cierto interés

 

-No se…- De repente Alexander sonrió perverso- Serás mi esclavo durante un mes ¿Aceptas?- Le ofrece su mano mostrando una sonrisa triunfal, ya tiene a Noé en su bolsa…

 

Noé lo piensa algunos segundos, aunque en realidad no lo hace, la sola idea de videojuegos y Héctor mezclados hacen que su cerebro no procese lo que implica la apuesta, solo quiere obtenerlos a ambos- Si, trato hecho- Acepta la mano ofrecida por su amigo

 

-Entonces tienes exactamente un mes de libertad antes de convertirte en mi pequeño esclavo- Alexander ríe divertido- Y no creas que porque eres mi amigo voy a ser compasivo contigo

 

Noé sonríe para después ponerse de pie- Supongo que tengo que empezar lo antes posible, porque si pierdo no sé si resistiré un mes de tu tiranía- Bromea caminando hacia el barandal y así bajar de la azotea, Alexander no se mueve ni un centímetro, es más saca su comida y comienza su almuerzo- Supongo que hoy  mi comida trae variedad incluida- Dice mordiendo su sándwich

 

El día de hoy Héctor se siente completamente aburrido porque Mateo su mejor amigo no asistió a clases, según Mateo porque esta resfriado, por lo que le toca estar solo, tiene muchos conocidos y “amigos” pero con ninguno se siente demasiado a gusto por lo que prefiere esta autoimpuesta soledad- Pero seguro en la tarde  va a ver a mi papá- Murmura terminando su almuerzo; y es que su papá y Mateo  tienen una relación, extraño pero nunca había visto a su papá tan feliz y es lo único que a Héctor le importa, además de que le divierte cuando entra a casa sin previo aviso y los descubre en posiciones bastante comprometedoras, sus caras de susto y vergüenza son simplemente geniales- Y tal vez yo tenga una vena vouyerista- Piensa divertido

 

-¿¡Qué diablos?!- Murmura cuando al mirar a la azotea de primer año solo ve a Alexander- ¿Dónde se metió Noé?- Y es que no es estúpido como para no darse cuenta que desde hace un par de semanas Noé se sube y desde la azotea lo observa, tendría que estar ciego para no notar a dos personas sentados en la azotea, incluso no entiende cómo es que ningún profesor no los ha regañado o sancionado todavía. Desde el primer día Héctor notó que era a él a quien  estaban mirando haciéndolo sentir nervioso y feliz a la vez, pues desde el primer momento que vio a Noé se enamoró irremediablemente, incluso ha hablado de él con Mateo un sin número de veces al punto de fastidiar a su pobre amigo…

 

-Hola…- Noé saluda en cuanto llega con Héctor, está demasiado nervioso: una extraña sensación en el estómago que no se va, sus manos se sienten temblorosas… Por un momento quiso correr lo más lejos posible ¿y es que podía verse más patético que en este momento? Obviamente  que no  -¿Puedo sentarme contigo Héctor?- Noé pregunta para que un segundo después querer patearse por la simpleza de su pregunta pudiendo decir algo mucho más inteligente-Pero claro mi cerebro tenía que atrofiarse justo en este momento, gracias cerebro traidor- Piensa cuando está a punto de darse media vuelta

 

-Claro- Héctor sonríe feliz, al parecer sus plegarias fueron escuchadas- ¿Y cómo sabes mi nombre? Que yo recuerde es la primera vez que cruzamos palabra-  Ladea la cabeza curioso, sus palabras salieron sin siquiera pensarlo, aunque no se está quejando, al contario sus piernas se vuelven gelatina con la simple idea de que Noé su nombre- Mi torpeza alcanza niveles sorprendentes- Piensa mirando cualquier parte del espacio a excepción de los ojos de Noé

 

-Casi toda la  escuela te conoce- Noé busca la mirada de Héctor, y cuando por fin sus ojos se conectan se pierde en esa dulce mirada, verde como ninguna, su piel blanca y de apariencia suave que invita a saborearla- No es difícil saberlo si investigas un poco

 

-¿Ah sí? No sabía que era tan popular- Héctor es honesto, es realidad nunca imaginó algo así, agregándole que no le interesa, teniendo a Mateo como amigo lo que pienses los demás le tiene sin cuidado.

 

-Claro que lo eres, además de lindo- Noé se sonroja al escuchar sus propias palabras que salieron sin pensar, su boca y cabeza no quieren coordinar, su cerebro dice ¡Cállate! Pero su boca se niega a obedecer, se rebela y dice todo lo que su corazón siente

 

-Eh… gracias Noé- Héctor ríe divertido, sin darse cuenta que el también esta sonrojado, es más si no fuera porque está en su presencia se pondría ponerse a brincar gritando “Me dijo que soy lindo…” una y otra vez, pero ahora tenía que hacer su mayor esfuerzo para no hacer una tontería frente al chico más lindo de la escuela

 

-¿Y tú? ¿Cómo sabes mi nombre?- Ahora es el turno de Noé para sonreír divertido al ver que Héctor se ha perdido en sus pensamientos y sin embargo no lo ha dejado de mirar directamente a los ojos.

 

Héctor encoge los hombros - De la misma forma que tu; también eres muy popular, fue fácil una vez que me interese en el tema- Dice lo primero que pasa por su mente, obviamente dejándose guiar más por su corazón que por su razón.

 

-¿Estas interesado en mí?- Noé lo mira sorprendido, eso se escuchó como una implícita declaración, pero no puede hacerse falsas esperanzas, el interés de Héctor es movido por simple y llana curiosidad

 

-Es hora de entrar a clase- Héctor se pone de pie ignorando la pregunta, es un estúpido por dejar que sus palabras escapen así, sin ningún tipo de control…

 

- ¿Nos vemos después?- Héctor se está arriesgando a ser rechazado, pero por Noé vale la pena

 

Noé no puede evitar sonreír como un bobo- ¿Puedo buscarte en la salida? Podríamos irnos juntos parte del camino a nuestras casas

 

-Seria genial, además Mateo no vino y no quiero irme solo-  Héctor frunce el ceño, como haciendo berrinche- Tengo ganas de golpearlo cuando lo vea en la tarde…

 

Noé lo mira frunciendo el ceño; seria mentir si dijera que no le lástima que mencionara a Mateo, el nombrarle se sintió como un golpe en el estómago y el creía que había conseguido una oportunidad con el chico de sus sueños…

 

-Nos vemos- Héctor se despidió sin siquiera darse cuenta del cambio de ánimo en Noé

 

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Dos semanas después y Héctor se sentía caminar entre las nubes,  dos semanas en las que ha pasado mucho tiempo con a lado de Noé, maravilloso tiempo cabe decir, incluso lo ha invitado a casa para estudiar, claro que cuando no está Mateo de visita porque pareciera que ambos se odiaran

 

Noé está terminando de recoger sus cosas para salir  al receso- Dos semanas y no has avanzado mucho que digamos Noé- Alexander entra al salón con una sonrisa burlona- Ya estoy preparando mis órdenes para el próximo mes, y te aseguro que es una graaan lista

 

-No tan rápido Alex- Héctor sonrió- Hoy voy a ganar esta apuesta, hoy… voy a decirle a Héctor sobre lo que siento por él- Dice con una sonrisa en el rostro, en estas semanas que ha estado a su lado, se ha dado cuenta de lo especial que es Héctor, pero también de las miradas y los roces que hay entre ellos, sabe que no le es indiferente y tal vez no sea rechazado si se le declara a Héctor y sin decir una palabra más, sale a buscarlo pero en la entrada su cuerpo se congela, su pecho duele por lo que está viendo, Héctor está siendo abrazado por ese tal Mateo…

 

-¿Hoy si voy a poder estar con MI amigo? ¿O también hoy voy a cedérselo a ese tipo?- Mateo interrumpe los pensamientos de Héctor quien lo mira sorprendido

 

-¿Estas celoso?

 

-Claro- Mateo dice como si fuera lo más obvio- Eres mi mejor amigo y ahora ya no tienes tanto tiempo para mí

 

-Eso no es cierto- Héctor lo mira serio- Siempre voy a tener tiempo para ti- Sonríe- Debes entender que tu querido hijastro creció  y debe encontrar su camino- Bromea

 

-¡Eres un tonto!- Mateo le da un golpecito en el brazo

 

-Sí, ese soy yo- Le sonríe pero después se pone serio- ¿Por eso odias a Noé?

 

-Naaahhh, no lo odio- Mateo cruza los brazos y cierra los ojos

 

-Te conozco Mateo…

 

-Está bien, lo detesto

 

-¿Por?

 

-Porque si

 

-¡Mateo!- Héctor grita fastidiado- ¡No puedes detestarlo sin razón! Así que explícate de una maldita vez

 

-Él te gusta- Mateo abre los ojos- Y a él le gustas, pero Noé no me da confianza porque sería tan fácil para él lastimarte

 

-Mateo…

 

-Lo que menos quiero es que termines herido por culpa de un tonto- Mateo descruza los brazos, Héctor puede ver su preocupación en sus ojos.

 

-Ya no soy un niño- Héctor sonríe- Y aunque no lo creas se cuidarme, se a lo que me arriesgo al enamorarme de él. Pero ¿Quién no se arriesga al enamorarse? Tú te arriesgaste con mi papá ¿No? Ahora sería genial que me tuvieras un poquito de confianza- A veces, o mejor dicho su amigo siempre le sorprende de buena manera, como cuando Héctor se atrevió a decirle que era gay, pensó que Mateo lo rechazaría, que dejaría de ser su amigo, pero ¿Qué fue lo que hizo su amigo?  Preguntarle si sentía algo por él y cuando Héctor le dijo que no, Mateo simplemente se indignó, jamás comprendería las reacciones de Maty

 

-Confió en ti- Mateo abraza a su amigo- Pero no confió en Noé- Frunce el ceño mostrando molestia

 

-¡Maty!- Héctor lo regaña aun así también lo abraza

 

Y es cuando aparece Noé que siente un fuerte dolor en el pecho, no puede creer que Héctor juegue con sus sentimientos y el que estuvo a punto de declararle su amor-¡Que estúpido soy!- Pensó convirtiendo todo su dolor en furia- ¡Héctor! Necesito hablar contigo- Exigió tomando su mano y jalándolo para ponerlo de pie, sin darle posibilidad de replicarle absolutamente nada a Héctor

 

Mateo se puso de pie, pero Noé y Héctor ya se habían marchado- ¡Maldición! Solo espero que sepas lo que estás haciendo Héctor- Murmura sin saber qué hacer, pero es más que obvio que no puede seguirlos, como Héctor le ha dicho este ya es lo suficientemente mayor como para resolver sus asuntos por sí mismo…

 

-¡Suéltame! ¡Me estas lastimando!- Héctor intenta soltarse, ni siquiera sabe lo que está ocurriendo, Noé ignora cada queja sujetándolo aun con más fuerza hasta que llegan al patio trasero donde lo suelta con un empujón

 

-¿Se puede saber que mierda te pasa?- Héctor le grita indignado- ¡No te voy a permitir que vuelvas a tratarme mal!- Grita enfrentándose a Noé, puede quererlo mucho, incluso amarlo pero no va a permitir que le maltrate

 

-¿Quieres saber que me pasa?- Noé sonríe sin rastro de alegría sujetando los brazos de Héctor- me pasa que no puedo tolerar que juegues conmigo haciéndome creer que tengo una oportunidad  para que un segundo después estés con alguien más- Lo suelta sonriéndole con tristeza- En verdad pensé que eras diferente y que me tomabas en serio pero me equivoqué

 

Al escuchar las palabras de Noé, Héctor niega con la cabeza, no puede permitir que la persona que le gusta crea algo equivocado, en un arranque impulsivo se acerca y besa a Noé que corresponde al instante atrayéndolo hacia él, para Héctor es el mejor beso que ha sentido en su vida, aunque no hay mucho con que comparar, Noé tiene un mar de sentimientos y sensaciones contradictorias pero por un segundo no quiere saber nada, solo disfrutar del sabor del amor de su vida.

 

Cuando se separan, Héctor sonríe al ver la confusión en el rostro de Noé, por lo menos ya no está enojado o ya no tanto- Si piensas que estoy jugando quiere decir que no me conoces ni un poquito y todo este tiempo juntos no ha servido de nada- Susurra- Yo no juego con las personas y si estoy contigo y te besé es porque me importas y porque en serio me gustas- A este tiempo Héctor ya era un semáforo en alto, un semáforo muy bonito en opinión de Noé quien ahora tiene una brillante sonrisa

 

-¿Quieres salir conmigo?- Bueno Noé no se ganaría un premio por lo romántico de su declaración pero ya lo había dicho y eso es lo más importante

 

-¿Sa..Salir?- Si fuera humanamente posible Héctor se pondría aún más rojo- ¿Quieres decir como… como novios o algo así?

 

Noé le sonríe acariciando su mejilla- Nunca como algo así y siempre como novios  ¿Qué dices? ¿Quieres ser mi novio Héctor?

 

Este, en respuesta, lo abraza y le da un apasionado beso en los labios

 

-¿Eso fue un sí o un no?- Noé pregunta  divertido, aun abrazando a Héctor que tiene sus piernas enredadas en la cadera de Noé

 

-¿Tu qué crees?- Responde besándolo nuevamente, Héctor ha descubierto su adicción a los labios de Noé y a este parece no importarle.

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Han pasado dos semanas desde que Noé y Héctor son novios o al menos desde que lo hicieron público, Alexander espera afuera del salón de Noé, en sus manos lleva una bolsa con la consola que su amigo ganó aunque solo es un pretexto para verlo; desde que esta con Héctor no ha tenido tiempo para él. No es que a Alexander le moleste, solo que se siente extrañamente solo y no le gusta ni un poquito, sonríe al ver a su amigo salir va a  acercarse pero no se mueve, su sonrisa desaparece cuando ve que Héctor  se acerca y besa a Noé quien ni siquiera se da cuenta de la presencia de Alexander el cual estruja las asas de la bolsa furioso, se supone que Noé es su amigo entonces ¿Por qué lo ha relegado de su vida?

 

-¡Noé! ¡Espera Noé!- Alexander corre para detener a su amigo, no sabe exactamente lo que está haciendo pero siente demasiada furia como para detenerse a pensar- Hola Noé- Alexander finge una sonrisa amigable- Héctor

 

-Hola Alex- Noé sonríe contento de ver a su amigo, Héctor saludo solo con un movimiento de cabeza  ya que nunca le ha agradado Alexander sobre todo después de que en el primer día de clases le propuso cosas bastante descaradas

 

-Haz estado ocupado Noé- Y aunque Alexander aun sonríe, mira a Héctor con cierto odio- Pero ya no importa, ten- Le extiende la bolsa- Toma aquí está la primera parte del premio de nuestra apuesta, me tienes que decir cuando quieres ir por los juegos- Siente gran satisfacción al ver la confusión en Héctor y la sorpresa en su amigo

 

-¿Apuesta? ¿Qué apuesta?- Es la primera vez que Héctor interviene en la conversación, no le gusta que Alexander sea amigo de su novio, porque Alexander tiene una percepción de amigo demasiado “abierta” y eso no le gusta en lo más mínimo, además siente curiosidad por saber de qué están hablando.

 

-¿No te contó Noé?- Alexander finge sorpresa e ignora la mirada de odio por parte de su hasta ahora amigo, en este momento solo quiere que Noé reciba su merecido por abandonarle- Mi amigo y yo- Abraza a Noé rodeando sus hombros- Apostamos que si aquí mi amigo sería capaz de conquistarte antes de un mes- Sonríe con burla al ver la palidez en el rostro de Héctor- Se lo merece- Piensa antes de continuar- Con tu arisca forma de ser pensé que Noé se quedaría con un palmo de…- Pero no termina con la oración porque Noé se libera del agarre y le estrella el puño en su nariz haciéndolo caer

 

-¡Cállate! ¡Cállate de una maldita vez!- Noé grita, Héctor sale corriendo sin dirigirle una sola palabra

 

-¡Bastardo! ¡Creo que me rompiste la nariz!- Desde el suelo, Alexander le reclama tratando de detener la sangre, pero a Noé no le interesa, lo sujeta del suéter con fuerza

 

-Te me vuelves a acercar y te mato- Noé le advierte liberándolo del agarre y corre en busca Héctor, solo espera que todavía pueda arreglar todo este desastre

 

Solo en ese momento, cuando su amigo lo deja atrás es que Alexander se da cuenta de la estupidez que acaba de hacer- ¡Maldición!- Murmura poniéndose de pie, necesita pensar o mejor que eso necesita sacar toda esta mierda de su cabeza, necesita un cuerpo para follar- Aquí y ahora- Piensa recorriendo con la vista su alrededor en busca de uno de sus amantes ocasionales porque follando es la única forma que conoce para pensar con claridad…

 

Héctor se detiene para que el aire pueda llegar a sus pulmones de forma regular, ha corrido por lo menos unas diez cuadras las suficientes para perder a Noé, ni siquiera sabe  que está sintiendo exactamente: tiene ganas de gritar, de golpear, de llorar, de reír, de destruir todo lo que le rodea, demasiadas cosas quieren salir al mismo tiempo que quedaron atascadas dejándolo en estado de shock, se siente igual que un muerto en vida, ni siquiera puede hacer que las lágrimas salgan- Casa- Piensa, tomando un taxi, después de darle la dirección al chofer en un apenas audible susurro se apretuja en la esquina del asiento trasero, odiándose por ser tan estúpido- ¿Cómo fue que no me di cuenta antes? Tan iluso como para creer que podría fijarse en mí, ¿Cómo pude caer? Solo se rió de mí, fui su boleto para conseguir ganar una apuesta ¡Idiota! ¡Idiota! ¡Idiota! ¡Mil veces idiota!

 

-Llegamos- El chofer dice deteniendo la lapidación mental en la que Héctor está sumido

 

Mateo está completamente relajado en los brazos de Gabriel, ambos están recostados en el sillón de la sala, vestidos y bastante decentes considerando la sesión de sexo que acaban de tener y es que en cualquier momento va a llegar Héctor, Mateo sonríe, tal vez el peligro de ser pillados en pleno acto es lo que hace tan excitante hacerlo en la sala. Pero en vez del alegre “Ya estoy en casa” solo se escucha un azote de puerta, pasos en la escalera y nuevamente la puerta. Un tanto asustados Gabriel y Mateo se ponen de pie y se miran unos segundos.

 

-Tal vez debería ir y ver qué le pasó- Mateo susurra

 

-Voy yo- Gabriel protesta

 

Mateo niega con la cabeza- Creo saber que le pasa, soy la mejor opción para verlo

 

-Soy su padre- Gabriel frunce el ceño

 

Mateo sonríe besándole los labios suavemente – Y yo soy su amigo y ahora eso es lo que necesita, lo lamento cariño pero tengo que ir yo…- Con un gruñido el mayor se da por vencido, Mateo sube no sin antes volver a besar a Gabriel

 

Cuando Mateo entra a la habitación de su amigo, lo que ve le estruja el corazón: Héctor esta acostado en la cama, inmóvil, mirando el techo es casi como si estuviera muerto- Héctor, ¿Te lastimó tanto?- Mateo ya está sentado a su lado acariciándole su cabello. Héctor mira y al sentir la ternura en sus ojos, no resiste más y comienza a llorar abrazándose a Mateo como si su vida dependiera de eso…

 

Noé lleva dos horas tratando de localizar a su, hasta ahora, novio, lo ha buscado por cada uno de sus lugares favoritos sin suerte, ni hablar de su celular- Maldito Alexander- Murmura, aunque en realidad no puede culparlo de todo, él mismo provocó su propio mal al ser un cobarde y no decirle de sus sentimientos  cuando debía; de repente se le ocurre- Su casa- Pensó golpeándose mentalmente por no ser el primer lugar donde buscó- Idiota…

 

Mateo va abrir la puerta, Gabriel está demasiado preocupado y enojado con todo lo que le contó sobre Héctor y Noé, como para abrir la puerta-Sabía que algo así…- Murmura molesto abriendo la puerta

 

Noé ruega al cielo que Héctor este en su casa ¿Qué hace Mateo en la casa de SU novio? -¿Esta Héctor?- pregunta guardándose sus celos para después, ahora lo importante es hablar con Héctor

 

Mateo ni siquiera muestra sorpresa por su presencia, al contario sonríe burlón- Lárgate ya has hecho suficiente- Cierra la puerta, pero Noé lo impide con su brazo

 

-No, hasta que hable con él- No piensa rendirse tan fácil

 

-¿Quién es, Maty?- Gabriel aparece y en un segundo todo es caos, Gabriel se lanza sobre Noé, pero Mateo lo detiene justo después del primer golpe

 

-¡Voy a matarte maldito bastardo!- Gabriel grita tratando de liberarse del agarre de su amante, ¡Nadie lastima a su bebé sin recibir una cruel y lenta tortura!

 

-¡Lárgate!- La voz de Mateo es un grito autoritario, que cuando se da cuanta Noé ya está afuera de la casa

 

-¡Maldición!- Grita frustrado Noé, aquella casa se ha convertido en una muralla infranqueable- ¿significa que en verdad perdí a Mateo?- Piensa pasando sus manos por su cabello en un gesto de frustración- No quiero, no puedo permitirlo, sin mi Héctor simplemente moriría- Sonríe triste sintiendo un nudo en la garganta- Te dejo pero no pienso rendirme- Tras acariciar la puerta con la punta de sus dedos se aleja de la casa

 

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Alexander golpea la puerta de la casa de Héctor, sabe que es tarde, que no es muy educado presentarse a esta hora, pero apenas logró reunir el valor suficiente para venir y hacer lo correcto.

 

-¿Qué es lo que quieres?- Mateo es quien abre la puerta, frunce el ceño al ver a Alexander, la puta de la escuela frente a él

 

-Vine a hablar con Héctor- Alexander le da una mirada de desprecio, no puede tolerar a las personas que le miran como lo está haciendo Mateo, con una mezcla de disgusto y compasión…

 

-¿Y piensas que te voy a dejar?- Mateo sonríe fastidiado- lárgate

 

-Ya te dije, vine a hablar con Héctor y no me interesa lo que tu hagas- Sonríe con superioridad- Dudo mucho que puedas sacar a tu amigo del bache, ¿Qué prefieres Mateo? ¿Tu orgullo o tu amigo eternamente infeliz?

 

-Pasa- Contra su voluntad, Mateo se hizo a un lado para dejar a Alexander entrar, haría cualquier cosa para que su “hijo” fuera feliz, y si tiene que soportar la presencia de Alexander pues que así sea

 

Como  Mateo le dijo, Alexander entra a la habitación de Héctor sin llamar, lo encuentra inmóvil en la cama- ¿Estará dormido?- Piensa-¿Héctor? – Se acerca

 

Héctor abre los ojos-¡Sal!- Grita al ver a Alexander- ¡Ya tuve suficiente de ti! ¡Vete!- Se cubre esperando a que se vaya

 

-No hasta que me escuches

 

-¿Y si no quiero?- Héctor se pone de pie, y como puede acomoda su ropa, no le va a dar el gusto a Alexander de verlo vulnerable

 

-No hay problema- Alexander sonríe- No tengo prisa- Se sienta en la cama- Y tengo la paciencia suficiente como para esperar todo el tiempo

 

Héctor suspira, quiere lejos a Alexander y en este momento no puede pensar en algo más para alejarlo- Habla- Murmura mirándolo fijamente

 

Alexander ordena un poco sus ideas antes de hablar- Sé que te sientes herido por lo que te hicimos

 

-No tienes ni idea de cómo me siento y herido no describe ni la mínima parte que siento- Héctor apretó lo puños

 

-Sí, tienes razón, pero puedo imaginarlo y  si quieres culpar a alguien, cúlpame a mi yo fui el bastardo que ideo todo, quien lo convenció de hacer la idiotez de apuesta

 

-El aceptó- Héctor lo mira con tristeza- Él no se detuvo a pensar en lo que yo pudiera sentir

 

-¡No!- Alexander levanta la voz- Soy yo el que ya estaba harto  de mirarlo verte desde las sombras, en verlo como tonto cada vez que de casualidad le hablabas, él te ama, te amó desde el principio y no se atrevía a acercarse yo solo trate de ayudarlo de salir de su concha, no fue la forma más ortodoxa pero funcionó- Se pone de pie acercándose a Héctor que permanece inmóvil- Él jamás quiso jugar con tus sentimientos, es demasiado cándido para tener malas intenciones- Sonríe con tristeza- Y mucho menos contigo; jamás te lastimaría o por lo menos no a propósito, eres su mundo, por favor no lo dejes ir- Termina su discurso para después de unos segundos caminar hacia la puerta

 

-Alexander- Héctor le llama

 

-¿Si?- Este se detiene sin mirarlo

 

-¿Estás enamorado de Noé?- Los celos de pican a Héctor, pero tiene que saberlo porque quiere comprender la preocupación de Alexander por Noé

 

Alexander voltea con una sonrisa, tal vez no todo está perdido para Noé- Mi hermano y Noé son las únicas personas que en verdad pueden verme y yo debí de haberme enamorado de Noé pero no puedo dejar de verlo solo como un amigo….  Mi mejor y único amigo, supongo que demasiado lindo y tierno para mí- Ríe por lo último y sin esperar respuesta salió de la casa, ya que no puede hacer nada más por ellos, al final el único que tiene que decidir es Héctor…

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Noé llegó demasiado temprano a la escuela, ninguno de sus compañeros ha llegado aún; la verdad es que no pudo dormir en toda la maldita noche ¿qué caso tiene quedarse más tiempo en la cama? Aunque cuando ve a Héctor entrar quiere agarrar sus cosas y largarse para nunca volver a pisar en salón de clases ¿Cómo fue tan estúpido y no  pensar en la posibilidad de encontrarse con Héctor? Ahora seguramente él va a llegar hasta él y romper cualquier posibilidad que tenga de arreglar las cosas y de paso hará su corazón mil pedazos. Comienza a creer que Dios tiene algo en su contra.

 

Héctor lo mira con una sonrisa, a pesar de todo lo de ayer se dio cuenta que sin Noé en la ecuación la vida no tiene mucho sentido que digamos y su enojo no podría durar mucho, a pesar de que Noé ha sido el estúpido más grande que ha conocido no puede negar que sus intenciones no fueron del todo malas- Y tal vez yo tenga un lado masoquista- Pensó acercándose a Noé, sin poder resistirse besa sus labios, un casto beso lleno de ternura

 

-¿Héctor? -Noé está completamente perdido, ¿no se supone que Héctor le odia?

 

-Vuelve a herirme y no habrá una nueva oportunidad ¿Entiendes?- Héctor mintió, porque posiblemente lo perdonaría un millón de veces más, pero Noé no tiene que saber esa información

 

-Entiendo-Noé rió feliz de tener una segunda oportunidad, ¡Por Dios que no lo arruinaría esta vez!- Te amo Héctor- Lo jaló sentándolo en sus piernas

 

-Yo también te amo- Héctor sonrió

 

Se fundieron en un beso lleno de pasión y deseo, un “te extrañé” no verbal, se tuvieron que separar cuando escucharon voces acercándose

 

-Continuamos en mi casa saliendo de la escuela- Noé murmuró con voz ronca separándose por completo de  Héctor, no sin antes besar su cuello dejándole una diminuta marca rojiza

 

Héctor asiente con la cabeza – De eso puedes estar seguro- Piensa malicioso

 

A pesar de todo la vida les sonríe y los llena de una romántica felicidad…..

FIN

Notas finales:

Gracias por leer


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