CONFUNDIDOS
El concierto iba bien, las fans gritaban de emoción; Uruha, Aoi y Kai habían estado en su mundo cada uno. Reita jugaba un poco con ellos en el escenario mientras Ruki cantaba con tal energía que animaba a sus otros compañeros.
- ¿Qué… qué demonios? - ¡Reita estaba excitándose! - ¿Qué… me está pasando? – Se preguntaba a sí mismo. Hacia rato que estaba viendo fijamente a Ruki, hasta que este empezó a tocarse de la manera mas sexy y provocativa, y esto tubo un gran efecto en el bajista.
Aun no lo entendía, (aunque era bastante obvio), pero estaba demasiado avergonzado como para pensar. Trataba de ocultar el problema entre sus pantalones con el bajo y se alejaba repentinamente si alguno de sus compañeros se le acercaba, en especial el más pequeño. Ruki se tocaba todo el cuerpo y Reita no lo soportó, se le escapó un gemido. Tenía tanta suerte. La música estaba tan alta que nadie lo notó.
Siguió el concierto, intentaba no mirar al vocalista, pero era prácticamente inevitable ver esa carita de ángel que Ruki tenía.
- ¡Oye Akira! – Uruha lo llamó.
- ¿Eh…? Lo siento Uru – Respondió pensativo.
- Suelta el bajo – Dijo señalando el instrumento.
- ¡Oh si claro! – Estaba tan perdido que ni se dio cuenta de que al bajar del escenario aun tenia el bajo guindando. Unos segundos antes de intentar quitárselo, recordó el por qué no lo había hecho antes. Revisó disimuladamente sus pantalones. Respiró profundo al ver que todo estaba normal.
- ¿En que pensabas? – preguntó Ruki dándole una toalla y haciendo un gesto pícaro.
- ¡Oye! – dijo el rubio con fingida molestia – No es nada… - A veces le molestaba que le hicieran burlas de lo distraído que era, pero considerando que Ruki era su mejor amigo desde hace años, lo dejaba pasar.
Pasaron unos minutos y se les informó que podían salir.
Se montaron en la mini-van que los llevaría a sus respectivos departamentos. Bromeaban entre ellos como era costumbre, pues se tenían mucha confianza.
- Kai ¿puedo dormir en tu casa hoy? – Ruki tenía un lindo puchero en sus labios al mirar al baterista.
- Si claro, pero ¿Por qué no quieres ir a tu casa? – La verdad a Kai le encantaba que Ruki se quedara con él pero no podía ser tan obvio.
- Es que dejé unas partituras en mi cama y me da flojera recogerlas. – todos rieron de las estupideces del vocalista, pero no podían esperar otra cosa de él.
- Eres un tonto. – Dijo Kai divertido.
El primero en bajar fue Aoi, luego Uruha seguido por Reita y de ultimo los dos enanos de la banda.
Llegaron exhaustos al departamento del baterista, pero estaban hambrientos y sorpresivamente Ruki se ofreció a cocinar.
- ¡Está deliciosa! – Kai por poco se atraganta comiendo.
- Gracias… - un sonrojo se difuminó en el rostro del vocalista, lo que a Kai le pareció adorable.
- Ya veo porque Reita te adora. – luego se dio cuenta del error que había cometido al decir eso.
- ¿Por qué lo dices? – preguntó un Ruki confundido.
- Nada, nada… - no encontraba que decir. – Es que… hoy en el concierto no dejaba de mirarte – Fue lo primero que se le ocurrió, aunque no lo supiera, eso era cierto.
Ruki no encontraba que decir y solo asintió, hacia tiempo que quería al bajista, pero no se imaginaba que los sentimientos eran mutuos. Kai se regañó mentalmente, el también quería a Ruki, pero sabia lo que este sentía por el lagarto ese.
Kai sonrió irónico y recogió la mesa, le indicó a Ruki su habitación y pronto se durmieron con un cansancio enorme.
Por otro lado, Reita l daba vueltas a lo que había pasado, ¿Por qué se puso así al ver a Ruki tocándose? Y ¿Por qué se molesto cuando este se fue con Kai?, ya sabia las respuestas a esas preguntas, pero no se había dado cuenta del sentimiento que tenia atascado. Y sin quererlo se durmió con la imagen de Ruki en la cabeza.
- ¡voy a llegar tarde! ¡voy a llegar tarde! – Repetía una y otra vez montándose en su auto. Por alguna razón estaba emocionado por llegar a la compañía, tal vez era ¿ver a Ruki? - ¿En qué estoy pensando? ¡Lo veo todos días! – Se regañó a sí mismo.
Al llegar se encontró con Aoi que lo miraba con una sonrisa burlona en los labios, hablaban de cosas comunes y acordaban los turnos de grabación de ese día.
Kai y Ruki llegaron juntos, y no aguantaron la risa al ver al bajista, Aoi se unió a la risa y en un momento Reita se dio cuenta de que tenía a tres locos al frente.
- ¿De qué se ríen? – Pregunto anonadado.
El primero en recobrar el aliento fue Ruki, y aun entre las risas de Aoi y Kai pudo decir:
- Akira… tienes… estás en pijama. – volvió a reírse junto con los demás al ver la expresión de Reita.
Se sonrojó un poco y se dirigió a la sala de vestuario seguido por un enano hermoso que seguía riéndose de él.