¡Apaga la luz!
Por: Izumi Beloved.
La luz del cigarrillo se extinguió sobre el cenicero y la habitación quedó completamente a oscuras. Los gimoteos ahogados del rubio se hicieron más difíciles mientras que las incontenibles ganas de vomitar volvían al él al recordar lo que horas antes había acontecido. Paso su mano derecha por la nariz y boca tratando de reprimir cualquier sonido. Estaba atento a la puerta de roble de la habitación donde estaba encerrado, ahí su mirada seguía clavada, sin ningún interés hasta que sintió la mano de su amante rozar suavemente sus cabellos.
-Ya paso Naruto, todo estará bien-la empapada mano del mayor tocaba suavemente su rostro tratando al chico con una benignidad impropia de él.
-Sasuke- susurró despacio el muchacho aferrándose a la camisa del azabache.
Sintió los labios de Sasuke tocar suavemente los suyos, todo estaba húmedo… podía sentir el sabor ferroso en los labios de Sasuke mientras se abría paso sobre su boca para chocar con su lengua. Y ahí estaba la sombra que no dejaba de mirarlos y de culparlos. Cerca de la puerta.
Naruto separó a Sasuke de golpe mientras sus ojos se llenaban de lágrimas otra vez y el lloriqueo persistente continuaba.
-Joder contigo Naruto, deja de preocuparte por eso-el azabache subió su rodilla arriba de la cama mientras que tomaba con ambas manos a Naruto de los pies. Hubo un fuerte forcejeo por parte de ambos que fue interceptado por Sasuke al golpear ligeramente la mejilla de Naruto.
Ardía, el golpe había sido más fuerte de lo que en un principio había imaginado. Y nuevamente el silencio había reinado la habitación.
-¿Naruto?-
-…-
Se escuchó el ligero sonido de las sábanas deslizándose sobre la cama. Naruto se tapo hasta la cabeza para no ver la sombra que estaba sobre la puerta. Sasuke sonrió con fraternidad descubriendo a su amante. La sábana quedo hasta la orilla de la cama y Sasuke comenzó a repartir pequeños besos sobre el cuello del rubio.
Naruto se dejaba hacer mirando la inerte sombra de la persona que seguía quieta aún sentada sobre la silla cerca de la puerta; sintió los dientes de Sasuke sobre su rosado pezón mientras el dolor en su pecho se habcía más insufrible.
-Nos está mirando-volvió a susurrar el muñeco de ojos zafiro. Cansado Sasuke se levantó de la cama caminando con la sábana en mano hasta la puerta de roble. Ahí, aventó con molestia de la sábana volviendo con el rubio que ahora estaba sentado sobre la cama.
-Párate-ordenó Sasuke. Naruto se quedó quieto jalando del pantalón de Sasuke hacia donde él se encontraba sentado. Lentamente bajo de los pantalones de Sasuke ofreciéndole a su paso sexo oral al mayor que gemía descontroladamente.
En el proceso sintió la mano del mayor cogerle de la cabeza para cambiar el ritmo por uno mucho más frenético. Los desnudos pies del rubio tocaron el húmedo suelo de la habitación siguiendo con su trabajo hasta que finalmente sintió la esencia de Sasuke en su garganta. Limpió las comisuras de sus labios recostándose sobre la cama. Ahí donde la sombra comenzaba a quitarse lentamente la sábana blanca de la cabeza.
Observó detenidamente mientras abría sus piernas deliberadamente cuando la sombra finalmente cayó de la silla haciendo un estridente ruido que levantó de inmediato a Naruto cerrando sus piernas en el acto.
-Es que ni muerta te puedes quedar quieta- gritó molesto hacia la puerta de roble alejándose de Naruto.
Al prender la luz Naruto observó nuevamente el escenario. Su cuerpo desnudo reflejado en el espejo del tocador parecía aterrador, su rostro y cabello estaban cubiertos de sangre seca, su mirada bajo rápidamente hasta el suelo donde la sangre de la esposa de Sasuke se encontraba esparcida y subió su mirada azulina últimamente a Sasuke que arrastraba el cuerpo inerte de la mujer de vestido rojo hacia un rincón de la habitación.
La aventó sin mayor tapujo, se escuchó el cuello de la mujer fracturarse en el acto. Ahí sin mayor tapujo Sasuke le cubrió el cuerpo lleno de heridas. La mirada jade de la mujer miraba con miedo directamente a los ojos zafiro de Naruto que inevitablemente volteó su rostro para vomitar por el miedo que ahora a él lo invadía.
Los ojos Negros de Sasuke ahora tenían un color granate que le provocaban miedo.
-Naruto, ¿estás bien?-el menor asintió con un escalofrío que recorría su espina dorsal al escucharlo reír entre dientes-¿Lo ves Naruto? Te dije que acabaría con el problema-
Los recuerdos de Naruto entonces volvieron a su cabeza rápidamente. Él no era más que un estudiante más de preparatoria y Sasuke no era más que su profesor de Química. Recordaba los insultos entre ambos, las caricias, los besos, la primera vez que se entregó a su profesor y las muchas otras en las que discutía con el mayor pidiéndole que terminara de una vez con su esposa.
Pero jamás pensó que aquella simpática mujer terminaría de manera tan brutal.
Los ojos de Naruto miraron nuevamente los jades de la mujer para luego pegar su vista a los del azabache. El miedo en él había provocado que orinara el colchón de la cama, Sasuke se acercó a Naruto nuevamente acariciando los cabellos de sus platinadas hebras mientras que la otra había parado en su espalda humedeciéndola con la sangre de la muerta mujer.
-Naruto, ¿estás bien?-repitió de manera amorosa mientras la sonrisa cínica se posaba en sus labios.
Los ojos de Naruto se quedaron quietos sobre la imagen del cadáver. Podía sentir los besos esparcidos sobre su cuello, y se sintió culpable. Sus labios duraznos poco a poco comenzaron a abrirse mientras la sonrisa de Sasuke se ampliaba más.
-¡Apaga la luz!-gritó con su último aliento observando nuevamente el ambiente en completa oscuridad.
Ya no había marcha atrás, Naruto se había hundido junto con Sasuke en la oscuridad.