Ya habían pasado tres días desde que había dejado la aldea, llevaba una capa beige con capucha para no ser reconocido. Su única compañía ahora era su infaltable Chokuto, quién había sobrevivido a tantas batallas como él. Su mirada estaba perdida en el horizonte, mientras pisaba las ramas de los árboles que iba saltando.
No le importaba si había hecho bien o mal, ya lo había hecho, ese era su destino, estar solo.
FLASHBACK
El día que finalizó la gran guerra ninja, Sasuke Uchiha y Naruto Uzumaki habían unido fuerzas creando una técnica casi perfecta e increíble. ¿Puedes imaginar lo que saldría de la unión y combinación de la fuerza del Kyuubi y Susano'o? Pero así como esa técnica era poderosa también era como una gran aspiradora de chakra que dejó a los jóvenes inconscientes al acabar con los enemigos.
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Después de dos semanas, ambos chicos estaban estables en el hospital de la aldea gracias a los grandes ninjas médicos de Konoha.
El apellido Uchiha había sido limpiado y redimido. Las personas ya no veían a Sasuke como un monstruo, sino como un héroe junto con aquel rubio de sonrisa mágica, el próximo Hokage de Konoha: Naruto Uzumaki.
Las sonrisas no se hacían esperar, el de cabellos dorados se sentía completo y feliz, no podía creer que toda esa tormenta al fin se había convertido en calma. Lo más increíble era ver a su viejo amigo en la habitación al lado de la suya.
Pero del otro lado no era lo mismo.
Sasuke seguía con su fría expresión y no quería ver a nadie.
Hacía apenas algunas horas que habían despertado de su letargo. Primero el Uchiha y después de unas horas, el rubio.
Sakura entró a la habitación del azabache con la excusa de que era médico y debía darle sus medicamentos y demás cosas pero cada vez que le hablaba él no le contestaba, o apenas pronunciaba su famoso "Hm.."
Tal vez había vuelto físicamente, pero su espíritu no estaba allí.
-Sasuke-kun... - pronunció mientras inyectaba su brazo -Estoy muy feliz de que estés aquí... No sabes cuánto soñé con tenerte unos centímetros cerca de mí, quiero decir..de nosostros jeje (N/A: ella siempre rogando por unas migajas de amor... meh ¬¬)
…l sólo desvió la mirada molesto mientras ella seguía hablando.
-Alguna vez perdí las esperanzas contigo... -agachó la mirada triste- pensé que ya era demasiado tarde para tí.. por eso quise.. bueno.. pensé en matarte esa vez.
-¿Con un estúpido veneno? -él la miró -¿pensabas matarme con un estúpido veneno? no me hagas reír. Tu manera de pensar es ingenua, has madurado pero a veces sigues siendo la misma chiquilla de siempre. Agradecele a Naruto porque yo te hubiera matado.
Esas palabras se clavaron fuerte en el corazón de la pelirrosa, él era tan cruel ¿Por qué? ¿Por qué era así con ella?
-No tienes ... ¡no tienes que ser tan cruel conmigo Sasuke-kun! - musitó mientras entrecerraba sus ojos. No quería llorar.
-Hn.. Entonces deja de pensar como una niña y abre los ojos. No quiero escuchar tus habladurías, haz lo que tengas que hacer y déjame solo.
-Tienes razón.. debo agradecerle a Naruto.. y tú también debes hacerlo, él nunca perdió la fé en tí.. -sonrió amargamente - él es..
-¿Acaso le hablo a la pared? No quiero oirte. Vete. Y deja de hablar de Naruto como si le tuvieras lástima. Odio a las personas como tú, esa sonrisa... esa sonrisa que dibujaste en tu rostro.. sonríes como diciendo "pobre idiota"
-¡No! yo.. yo no pienso eso de él.. ¡tú no puedes hablar! ¡te fuiste más de tres años! no sabes de la relación que Naruto y yo tenemos
-Ni me importa, pero las expresiones en tu cara lo dicen todo. Ahora déjame solo o me iré yo mismo.
-Esta bien... -guardó algunos objetos médicos y se dirigió hasta la puerta- vendré a verte después - y se fue apretando su puño. Se preguntaba qué era lo que hacía mal...
Por la noche fría de invierno, en las que soplaba fuerte el viento y los aldeanos evitaban salir a las calles, dentro del hospital había poca circulación.
Sasuke se recargó sobre el respaldar de su cama y dirigió su vista hacia el armario que se encontraba a su derecha.
Ya no aguantaba estar ahí, no lo soportaba. En las noches tenía pesadillas, sueños que lo atormentaban. La gente sonreía... Cada vez que veía a una persona, Itachi aparecía en su cabeza.
Había ayudado en esa guerra con el fin de conceder a su hermano su último deseo. Pero él no quería hacerlo. Si hubiese sido por él, todo sería muy distinto, hubiese acabado con esa estúpida aldea, con esas personas que se reían a costo de la carga que llevó su hermano por años.
Ahora la gente sabía la verdad pero ¿que importaba? Itachi estaba muerto. Nadie podía regresarle nada.
¿Por qué no lo dejaron morir? ¿Por qué aquí la gente se esfuerza por mostrarse bondadosa? Eso es basura. Son todos hipócritas.
Recordó...
Antes de cerrar los ojos aquel día en la calma del infierno llamado guerra, miró a Naruto y una semi sonrisa se formó en sus labios, claro que el rubio no lo notó. El usuratonkachi se había vuelto realmente fuerte, y de alguna manera eso no era sospresa, siempre demostró que a pesar de ser un idiota también era alguien con determinación y ganas de ser un ninja fuerte.
Naruto...
Cada vez que se volvían a encontrar, sus discursos quedaban grabados en la cabeza de Sasuke, era como una especie de fuerza sobrenatural que a veces lo hacía dudar sobre su venganza, por eso antes pensaba que había que matarlo, de esa forma ya no tendría lazos con él.
Pero ya no pensaba igual. No quería matarlo a él.
Del armario, tomó su antigua ropa, limpia. Se vistió, con su sharingan vigiló que no hubiera nadie en los pasillos. Todo perfecto, ninguna persona estorbaba.
Caminó apenas unos pasos y estaba parado frente a la puerta con un cartel en el que se veía el número 23.
La habitación de Naruto.
La miró un rato, suspiró y abrió lentamente la puerta. El cuarto estaba oscuro y en silencio. Por la ventana se podía ver una gran luna que alumbraba y la niebla en el aire. El ojiazul estaba plácidamente dormido.
Eso era bueno. Así no tendría que decir nada.
Se acercó a él y lo observó. El rubio babeabay abrazaba un muñeco. Le recordó cuando ambos estaban en el equipo 7 y después de las misiones descansaban bajo las estrellas. Algunas veces Naruto lo pateaba entre sueños, movió la cabeza en señal de negación.
-Naruto.. - susurró - Adiós.. - finalmente dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta.
-¿Sasuke? ¿Qué haces aquí ttebayo? - la voz del ojiazul un poco ronca, porque recién se despertaba, se hizo notar.
-... - El azabache no dijo nada y siguió caminando.
-¿No te cansas de escapar? Siempre huyendo, Sasuke.. Siempre haces lo mismo... Eres tan predeci- dijo molesto el rubio, quién se recargaba en el respaldar, mirando al Uchiha. Pero fue interrumpido.
-Cállate - habló tranquilo, se dio la vuelta y volvió a estar frente a la cama del rubio , cara a cara -¿Escapar? ¿Huir? Tu no sabes nada... -le agarró del cuello de la bata que tenía el rubio. Naruto sólo lo miraba fijamente - Yo no pertenezco aquí. Si hice esto.. - lo soltó - fue por Itachi.. y por tí - lo último lo dijo en un susurro que no sabía si Naruto lo había escuchado. Le había costado su orgullo decirlo.
-Sasuke tu no tienes que..
-Déjame hablar porque será la primera y la última vez que lo diga. Pero primero voy a preguntarte algo, Naruto. - se pausó unos escasos segundos -¿Tu te hubieras unido a Akatsuki?
-¿Qué? ¿Qué tiene que ver eso? - el rubio lo miró desentendido.
-Responde.
-Nunca. Tu me conoces y sabes cuáles son mis convicciones. Jamás me hubiera unido a esa nefasta organización ttebayo
-Bueno, lo que significó Akatsuki para tí, es lo que Konoha significa para mí. Algo nefas-
-¡No! Son dos cosas distintas, ¡no puedes compararlas!
-Duele... -ignoró aquellas palabras. Naruto decifró lo que Sasuke quiso decir. Lo conocía muy bien. Sabía que toda la aldea le recordaba a su familia, a su hermano... -Y si vine hasta aquí fue para que no se repita la misma historia. Me voy, no preguntes dónde porque no lo sé, sólo quiero irme lejos. Te conozco y se que tu estupidez te llevaría a perseguirme como un demente otra vez.
-No puedes irte, prometo que..
-No hables. Cierra la boca una maldita vez en tu vida. Tus promesas no me interesan, no quiero que las hagas, siempre que hablas arruinas todo. Naruto..no me busques. Déjame estar solo.
-No puedo.. - apretó su puño - ¡Tu sabes que no puedo hacerlo! Porque yo..
-Convierte tu sueño en realidad, yo no tengo sueños, soy muy distinto a ti. Tampoco quiero tenerlos. Y si tratas de deternerme va a ser peor. Créeme. No te preocupes por los daños que pueda ocasionar, no mataré a nadie - en ningún momento dejaba de mirarlo, escaneando cada expersión de Naruto, quería mirarlo bien, quería recordar cada detalle de él aunque estuviera lastimado.
-Sasuke... Deja de escapar del dolor, por favor. Voy a perseguirte, tu sabes como soy.
-¡Eres un idiota! -gritó furioso -¡Déjame en paz! ¿No entiendes que yo no soy feliz aquí ni en ningún lugar! ¡Tu no me haces feliz! -mintió- ¡Tus amigos no me hacen feliz! Lo único que me haria feliz no está, todos están muertos. Yo prometo que trataré de hacer mi vida hasta que la muerte venga por mí. Pero no me pidas que me quede aquí porque eso nunca seria posible. Si tu me buscas, harás sufrir a la gente que te quiere.
-... -Naruto bajó la mirada y sus ojos se pusierons vidriosos. No podía creer todo lo que Sasuke decía. Pero a pesar de todo, él hablaba con total coherencia. Sólo le quedaba aferrarse a una cosa: esa promesa -No... no me... dejes.. otra vez... -susurró con la voz quebrada.
El azabache abrió sus ojos y pestañeó. Porque sólo esas reacciones las logra una sola persona: Naruto.
-... - no dijo nada, su orgullo siempre era más fuerte que él. Bajó la mirada y un silencio inundó la oscura habitación.
-¡¿Cuando demonios vas a entender que yo te..?!
-¡No! ¡No lo digas! ¡No digas nada! - lo volvió a interrumpir, pero sus gritos llamaron la atención y ambos sintieron los chakras de las personas que se aproximaban corriendo.
-Adiós... -
-¡No! - gritó el rubio mientras se levantaba de la cama y al mismo tiempo se desmayaba por lo débil que todavía estaba, sólo pudo susurrar algo: Por lo menos.. cumple tu promesa...
"Yo prometo que trataré de hacer mi vida..."
-¡Naruto!- se escuchó la voz femenina de Sakura.
FIN DEL FLASHBACK
Movió la cabeza tratando de deshacerse de esos recuerdos de hace días.. ¿Acaso Naruto iba adecirle que...? No... era una tontería.. Eso no podía ser posible.. ¿o sí?