Crush
Verlo día con día, saber que él está ahí. Caminando a mi lado. Viviendo a mi lado ¿Haz sentido la soledad? ¿Has sentido el odio? ¿Has sentido el dolor? ¿Has sentido… el amor?
Estoy loco por poder decirte lo que siento, pero trato y trato y no puedo acercarme más a ti. Me siento solo y no puedo hacer nada al respecto. Su pudiera cambiar algo de mi seria esta estúpida inseguridad. Tan si solo fuera tan fácil leerme a mí mismo como puedo leer a los demás. Si pudiera liberarme de la culpabilidad de sentir un poco y olvidarme por un momento de las responsabilidades.
Ayer estuve pensando en ti, como lo hago todas las noches. Si tan solo tuviera una oportunidad de decir todo lo que tengo para ti, que no quiero una sencilla amistas, sino algo más, muchos más. Y lo quiero para siempre.
¿Cómo te sientes cuando estas solo? ¿Cómo te sientes al estar en mi presencia? ¿No quieres cambiar todo? Si tan solo existiera la posibilidad de que sientas lo mismo que yo.
Te miro caminar frente a mí, la noche cubre todo, mírame, gírate, tienes que saberlo, quiero que sepas lo que siento, que eres lo único que quiero, que quiero entregarte todo de mí. Acelero más el paso, tratando de que mis pasos no sean audibles y acercarme más a ti, estiro mi mano con el propósito de tocarte y mis labios se entre abren tratando de decir algo. Tan solo un poco más.
- Kisame – Mi vos es apenas audible en el silencio. Mis ojos se abren de sorpresa y siento un calor cubrirme el rostro al ver que te detienes y te giras para verme, siempre con esa sonrisa que no se interpretar correctamente desde que empecé a sentir esto.
- ¿Qué ocurre, Itachi-san? – Tu voz grave me hace sentir escalofríos ¿Cómo una persona como tú, grosera, salvaje… cruel, como puede hacerme sentir esto? ¿Qué es lo que no puedo saber de ti?
- Tú, tienes que saber… - Mi respiración se agita y me arde el pecho, mi mente se pone en blanco y hago un esfuerzo por que mi cuerpo no tiemble. – Yo, Kisame… te…
- ¿Qué te pasa, hombre?... no tienes buena pinta… ven, descansemos un momento, sinceramente me ponen nervioso esos ataques tuyos… ¿Qué se supone que debo hacer cuando toses sangre? No se nada de ninjutsu médico – Quizás no te des cuenta, pero me haces feliz cuando te comportas así. Me siento a un lado tuyo y sigues hablando, sonrió y ese ardor en mi pecho se extiende por todo mi cuerpo, por lo que simplemente me recargo mi cabeza en tu hombro, haciendo que calles de golpe.
- Gracias – Me roso suavemente contra ti, reteniendo un suspiro. Tú simplemente colocas tu brazo en mi hombro, con un aire de simple compañerismo. – Kisame… - Produces un sonido indicándome que me escuchas. – Te quiero – Cierro los ojos, esperando cualquier reacción.
- Lo sé – Me abrazas con más fuerza y miras mi expresión de sorpresa. – Realmente creí que nunca lo dirías.
- Ósea que… - Me quedo sin aliento al sentir tus labios contra los míos.
- Puedes llegar a ser bastante evidente… ahora descansa, no mentía cuando decía que me ponen de nervios tus ataques.
- Si - Me acomodo y cierro mis ojos, con un peso menos en el corazón.