Se arreglaba el dorado cabello con los blancos y finos dedos de su mano en la cual lucia un anillo brillante y con decorados de piedras preciosas extremadamente caro, tan extravagante como el dueño que lo cargaba, era el regalo que su novio le había dado hacia una semana durante la cena de su aniversario ya iban tres largos años desde que su relación de más que amigos comenzara.
Besos, abrazos y alguno que otro roce entre los dos chicos pero nunca más allá de eso; aun eran muy jóvenes pensaba el más pequeño de los dos y aun cuando Woohyun le daba todo lo que deseaba a su hermosa diva el jamás cedía “cuando nos graduemos cariño”, tras esa frase escondía su eterno miedo a una relación sexualmente activa, sabía que podría llegar a engañarlo si seguía de esa manera, con el pensamiento de un ser tan virginal pero sin embargo era algo que no le importaba mucho.
Le quería, si le quería pero sin embargo no le causaba celos el pensar de esa manera simplemente pensaba que era para pasar su calentura.
Arreglaba el ultimo mechón dorado por encima de sus ojos para no tapar su vista y menos sus hermosos ojos afilados con su perfecto delineado que hacía verlo totalmente irresistible.
Hoy sería su primer día en la universidad, estudiaría lo que más había deseado en su vida el modelaje y actuación. Recordó cuanto le había rogado a sus padres para que le dejaran mudarse a la ciudad donde estaba aquella escuela, al principio se negaron; un rotundo “no” cruzo por los oídos del caprichoso joven, algo que jamás había escuchado de la boca de sus padres, una palabra que no formaba parte de su diccionario mental cuando el pedía algo pero al final como era de esperarse le dieron su permiso y hasta le compraron un departamento para que su pequeño no sufriera con rentas y cosas sin importancia.
Los pómulos de su rostro subieron al cielo cuando la sonrisa se cruzo por su rostro al recordarlo. El timbre de su departamento sonó sacándolo de sus ensoñaciones y volviendo su rostro la máscara de la perfección en persona. Mando un beso al reflejo de su espejo y salió del baño para abrir la puerta.
- Key precioso ¿aun no estás listo?-el pelinegro entro al departamento intentando darle un beso a su novio pero este le puso la mano en su boca.
- No cariño arruinaras mi maquillaje, después- siempre tan vanidoso, tan egocéntrico, tan Key.
- ¿Es en serio?
- ¿Parece que bromeo?- dijo alzando una ceja, por lo que su novio solo tuvo que aceptar las extrañas ideas de su belleza.
- Vamos o se nos hará tarde- tomo su mochila y se la tendió a Woohyun después de todo cargarla solo arrugaría su ropa.
- Listo.-
--*--
Con un beso en la mejilla se despidió Woohyun de Key cuando cruzaron el marco de la entrada ambos estudiaban juntos si pero Woohyun se fue hacia la parte de negocios y empresarios en su mente tenía la idea perfecta para poder ir en ascenso en ese tipo de mundo, había vivido una vida llena de lujos y debía aprender la manera de poder conservarla.
Durante la tarde llevaron a los novatos al auditorio pues hubo un concierto de bienvenida, ahí fue donde por primera vez su corazón retumbo de manera alarmante junto con el fuerte sonido que las bocinas emitían quería creer que las vibraciones constantes de su corazón al punto del paro cardiaco eran producto de la ondas de sonido provenientes de las grandes bocinas que tenia junto pero no fue de esa manera porque aun a pesar de dar por terminado el mini concierto su corazón acelero el ritmo por cien al escuchar su suave voz junto con la dificultad de respiración por haber utilizado sus cuerdas vocales y su respiración en su máxima extensión en la última canción, agradeciendo la presencia de los novatos y deseándoles lo mejor.
Kibum había caído fuerte y profundo; en esos escasos veinte minutos pudo visualizarse entre los brazos de aquel chico e imaginar el sabor de los labios del dueño de la voz más hipnótica conocida.
Inconscientemente deseaba que se percatara de su presencia que le mirara por una milésima de segundo tan siquiera, que le dedicara un momento de su respiración. Pero no sucedió por más intensamente que sus ojos le traspasaran el no miro ni por equivocación a la dirección de Kibum y eso le frustraba, le entristecía pero al mismo tiempo le deseaba mas.
- Es algo que no puedo aceptar…- el pelinegro se quejaba mientras llevaba a su novio a la escuela nuevamente.- No es posible que no podamos vernos.-pero el otro chico no ponía ni la mínima atención.- ¿no lo crees Key?
- …- silencio por parte del mencionado.
- ¡Key!- brinco por el susto causado.
- Woohyun no me grites.- molesto por sacarlo de sus pensamientos.
- ¿Es que no me has escuchado?- la indignación del pelinegro iba incrementando.- has estado muy raro esta semana Key. ¿Dime que es lo que sucede?
- Nada- nada significaba mucho, estaba molesto, enrabiado y más que eso, se había pasado la semana buscando por todos lados con la vista a ese cuerpo musculoso de voz celestial pero sin rastro alguno.
- Hoy tendrán tarea en equipos de a dos.- el ruido se esparció por todo el salón de clases en búsqueda de su pareja entre amigos.-silencio- sentencio el maestro trayendo consigo la tranquilidad de nuevo al salón.- no será entre ustedes.- los alumnos se miraron unos a otros con la confusión en sus ojos.-aquí traigo los nombres de los que serán sus compañeros.- saco una caja cuadrada con un solo hueco en la parte superior- sacaran por alumno un papelito y esa persona será su pareja en los siguientes trabajos.- sacudió la caja intentando revolver los nombres que habían dentro-
Pasaron uno por uno en orden de la toma de lista metiendo su mano e intentando agarrar algún papelito, volviendo a su asiento y abriendo el dichoso pedazo de papel para poder leer el nombre escrito en el.
- Pero maestro él es…-una chica se había levantado de su asiento.
- A cierto, estos son alumnos de un nivel superior y todos absolutamente todos son de fotografía, era de esperarse ¿no? Ya que todos ustedes son aspirantes a modelo, les ha tocado un proyecto en el cual tienen que hacer equipo con ustedes así que espero no haya problemas.-los cuchicheos entre las chicas empezaron a desatarse.-Kim Kibum por favor venga por su papelito.- se levanto de su asiento y fue hasta la caja agarrando el papelito más accesible pero antes de sacar su mano se le resbalo de las manos por lo que tuvo que agarrar otro, camino hasta su pupitre respirando con dificultad.
- ¿Quién te toco? -Ese era su amigo Mir el cual ya había pasado, y así como el tenia un sobre nombre-
- Pues aun no lo abro
- Apúrate- parecía más extasiado el amigo que el mismo Kibum.
- ¿Por qué tanta la alegría?- le cuestiono, a lo que el otro chico sonrío burlón y mostro su pedazo de papel, se tapo la boca con las manos y le miro incrédulo- ¿de verdad?- afirmo con su cabeza fervientemente-felicidades.
- Sí, sí ya se pero apúrate-desdoblo con cuidado el pequeño pedazo de papel y leyó el nombre escrito.- ¿qué dice? ¿qué dice?-y acto seguido le arrebato el papelito de las manos.
- No sé quien es- los ojos del mas bajo brillaron con picardía y después empezó a reír.- ¿qué te pasa?- le arrebato el pedazo de papel de las manos mirándolo como si fuera un loco.
- Ya verás-
Tendría que buscar a su nuevo compañero, se dirigió a los edificios del área de fotografía y busco el salón, la tarde ya estaba entrando y la escuela empezaba a quedar vacía tenia la ligera esperanza de que aquel chico de equipo aun se hallara en la escuela.
Pero como lo supuso llego al salón y no había más que un grupito de 6 alumnos. Pregunto por el pero no le supieron decir donde se encontraba, suspiro con cansancio, caminando sin rumbo fijo volviendo sus pensamientos a aquel chico desconocido.
El sonido de las teclas de un piano empezaban a revolotear por los pasillos desconocidos de la escuela; eso fue lo que despertó a Key de su trance, de sus recuerdos que se hacían más borrosos con el paso de los días y sus pies avanzaron sin permiso alguno a la dirección de aquellas notas musicales.
Llego a un gran salón y deslizo la puerta corrediza con cuidado intentando hacer el menor ruido posible, la melodía le golpeo con fuerza el rostro se escuchaba más fuerte, el sonido retumbaba por las paredes recién pintadas y sobre las ventanas cerradas. Su mirada arraso con todo alrededor hasta posarse en aquella figura de espaldas que tocaba el piano como si se le fuera la vida en ello, sus ojos resplandecieron porque lo reconoció, no podía explicarse de que manera pero él lo sabía.
El silencio fue instantáneo y la vida de las notas musicales desaparecieron, deslizo la banca hacia atrás con los pies y se levanto, girando y viendo la figura de Key en el marco de la puerta, con la mirada perdida y totalmente quieto.
Como un maniquí.
Jonghyun no lo pudo evitar la risa le gano era una imagen graciosa para él pues el chico parecía asustado.
- ¿Se te ofrece algo?- sorprendente, casi mágico el tintineo de la voz más perfecta que jamás haya escuchado. Abrió y cerró la boca un par de veces pero sin emitir sonido alguno, ¿cómo era capaz de quitarle las palabras de la nada? - ¿buscas a alguien?- de nueva cuenta su pulmones se contrajeron y parpadeo 3 veces al verlo acercase.
- Yo... yo- arrugo el pedazo de papel que tenía en la mano y recordó- busco a… -leyó con rapidez- Kim Jonghyun si él- suspiro aliviado al no quedarse callado como un idiota. Y la risa de mayor volvió a salir a flote, ¿desde cuando ese tipo de sonido era tan hermoso?
- Por lo menos se que no eres un fan-se enderezo y se acerco tendiéndole la mano- Kim Jonghyun-su boca se abrió de nueva cuenta por la sorpresa. Maldito destino que jugaba con su vida, sus pensamientos y su sentir. El contacto con la mano contraria al estrecharla trajo consigo una descarga eléctrica para ambos.
- Kim Kibum-
Los días se volvieron algo nuevo para Kibum siempre deseoso de que llegara el siguiente día, respirando con dificultad al verlo y sonriendo sin falsedad, su vista siempre lo estaba buscando sin querer, era tan necesario verlo como el de respirar.
Era algo nuevo en él, no recordaba el sentirse de esa manera ni siquiera en compañía de su novio sin embargo era inevitable no podía más que desear estar con ese chico.
El cuarto fotográfico en donde se reunían para sus proyectos se volvió su lugar sagrado, en donde solamente eran Jonghyun y el. Diversas ropas fueron usando y al mirar a la cámara le mandaba las miradas más intensas que poseía, podía jurar que le dijo mil veces cuanto le gustaba en sus miradas pero el chico jamás reacciono o eso le parecía. Era algo inconcebible para Kibum el chico que siempre obtenía todo ahora era el chico que dejaba todo por tenerlo a él, Kibum el chico arrogante y ególatra había olvidado por completo que pertenecía a otra persona, que su tipo ideal era alguien como el novio que tenia. Encantador, amable, caballeroso y con un gran futuro por delante. Mientras que Jonghyun era una persona de diversos gustos era un artista por naturaleza pintaba, cantaba, tocaba el piano y la guitarra y estudiaba fotografía.
Los artistas no siempre pueden vivir de eso pensaba Key cuando intentaba sacar de sus pensamientos al chico con ojos de cachorro pero era imposible tan pronto como ese pensamiento rondaba por su mente la sonrisa sincera, sus ojos brillantes, la perfecta dentadura y el adictivo perfume que desprendía venían a su mente olvidándose por completo de aquel pensamiento y yendo cada vez más hondo en ese posó.
--*--
Rumbo a su lugar más sagrado de aquel edificio escolar encontró una escena nada agradable para su gusto, era testigo de que Nicole la chica que se sentaba justo a su lado en el salón de clases ahora se encontraba restregando su mano por el brazo bien formado del mayor con aquellas uñas arregladas de manera desagradable para el gusto de Kibum, veía su largas pestañas revolotear al hablar con voz nasal y no paso desapercibido el poco espacio que había entre los cuerpos de los dos, el chico de mirada perfecta y ladrón de sus sueños y la mujer falsa, con extensiones en el cabello y poco agraciada.
El se creía mil veces más perfecto que esa.
En definitiva él encajaba mucho mejor con la personalidad del castaño y con su imagen también.
La rabia se apodero lentamente de su cuerpo podía sentir la sangre hervir en cada una de las venas de su cuerpo y podía jurar que si tocaba a alguien le quemaría por tanta ira contenida, aporreando los pies se acerco lentamente a la escena desagradable que estaban dando y miro con desprecio a Nicole pasando de la mirada de Jonghyun y entrando al cuarto de fotografía, cerrando de un portazo y destrozándose junto con el sonido del eco.
Las blancas cuatro paredes de aquel lugar fueron testigo de las primeras lagrimas sinceras de un corazón al punto del colapso, se sentía engañado. Y el enojo no pudo más que drenarse por sus ojos arruinando su perfecto maquillaje, su perfecta fachada. Era la primera vez que Kibum experimentaba los celos.
Ese sentimiento agotador que estruja tu corazón haciéndolo sufrir y trayéndole a tu mente los peores pensamientos ahogándote en la agonía.