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El elegido: Sasuke Uchiha por Solin

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Notas del capitulo:

Pude adelantar un poco el capitulo, espero les agrade.

 

 

Los personajes:

 

Naruto

 


 

 

Sasuke

 

 

 

 

Kyubi

 


 

 

 

Sasuke Uchiha desnudo era un verdadero pecado. Sai no se lo había advertido. Pero seguramente Sai no le había visto el trasero a su hermano, desde que eran pequeños.

Naruto bajo los binoculares y se metió un chocolate en la boca. Sasuke Uchiha sin la inmaculada camisa y los planchados pantalones era muchísimo más interesante de lo que uno podría suponer. 

Sonriendo, volvió a mirar por los binoculares… aunque no para ver el magnífico trasero de Sasuke. No él estaba investigando.

Podría haber contratado a un detective, pero como Sasuke Uchiha  era el primero en su lista de posibles maridos… bueno, en realidad era el único en su lista de posibles maridos, había decidido vigilarlo el mismo. Pero cuando miro de nuevo hacia el dormitorio había desaparecido.

Naruto se escondió detrás de los arbustos y volvió a meterse un pequeño chocolate a la boca. Nada de “Don estirado” Uchiha. Su elegante Rolls Royce Ghost estaba delante de la puerta, pero seguramente tendría que ponerse uno de sus elegantes trajes antes de salir a comprar el periódico del domingo.

  Sai había sugerido que se presentara en su casa, porque seguramente estaría más relajado que en el bufete. Si el supiera…

Naruto observo con los binoculares la cocina, esperando poder verlo, ¿andaría desnudo también en la cocina?, eso en definitiva sería algo que no le gustaría perderse.

De repente un fuerte y masculino brazo lo tomo por la fina cintura, haciéndolo soltar los pequeños chocolates, dándole un susto de muerte. Con rapidez intento librarse del fuerte agarre haciéndolos caer al suelo, pero instintivamente, giro su cuerpo antes de caer  y puso su rodilla en la garganta del atacante.

Unos molestos ojos negros se clavaron en el. Naruto los había visto de lejos, pero eso no lo preparo para el impacto de su mirada. Era casi tan hechizante como… su trasero.

-Si no le importa quitarme la rodilla del cuello, quizás podría decirme que hace espiándome con unos binoculares.

Naruto se levanto se un salto y se sacudió el polvo de sus pantalones.

-No vuelva a atacarme por la espalda.

- Está en mi casa, espiando detrás de unos arbustos. Supongo que tengo derecho a comprobar quien es usted.

Incluso descalzo y en pants, Sasuke Uchiha irradiaba arrogancia.

Naruto se estiro todo lo que pudo su metro sesenta y levantó la barbilla. Aunque no resultaba nada intimidante el hecho de apenas poder llegarle al hombro.

-No estaba espiando. Y me ha tirado mis chocolates.

- Ah, perdone ¿No es espiar esconderse detrás de los arbustos con unos binoculares?

- No estaba escondido.

- ¿Ah, no? ¿Y qué estaba haciendo?

“Echándote un vistazo, porque mi reloj biológico corre a toda velocidad y quiero que seas el padre de mis hijos”

Sí, claro que no podría decirle eso.

-Estaba… observando los pájaros.

El levanto una ceja incrédulo y emitió un gruñido.

-¿Observando los pájaros?

Probablemente no era la mejor mentira que había contado en su vida. Tendría que practicar cuando volviera a casa.

Sasuke lo tomo del brazo y Naruto sintió un escalofrió. El roce de Sasuke Uchiha era tan frio como su mirada.

-Estoy interesado en saber más acerca de los pájaros. Especialmente por que ayer estuvo observándolos desde mi oficina.

Cielos, lo había visto.

-Si sabía que yo estaba aquí ¿Por qué se paseaba desnudo?

Él lo miro divertido.  

-¿Pasearme? Normalmente uno de baña desnudo.

- Ah.

- Me temo que ese “Ah” no explica nada- dijo Sasuke abriendo la puerta de la cocina- ¿Cómo se llama? Supongo que dada su… extensa observación de los pájaros, usted si sabe quién soy.

Se había cruzado de brazos y evidentemente esperaba una respuesta. Y como las mentiras no le estaban funcionando, lo mejor era decir la verdad.

-Naruto Usumaki- dijo y lo vio procesar su nombre tratando de recordarlo.

- Muy bien señorito Usumaki, ¿Qué clase de pájaros esta buscando?

- No estaba buscando, estaba observando.

- ¿Y que observaba?

- Todo.

- ¿Y por que estaba observando los fascinantes hábitos de “este” pájaro en particular?

Desde luego era el ejemplar perfecto para casarse: arrogante, antipático, estirado, nunca podría enamorarse de el.

-“Fascinante” eso es mucho decir.

- ¿Cómo se ha enterado de quién soy? 

Naruto no sabía cómo abordar el tema. ¿Debía decir que era un amigo de su hermano? A demás lo ponía nervioso. Una cosa era observarlo desde lejos y otra muy distinta estar a su lado, oliendo su embriagante colonia.

-Tengo que ir a comprobar que Gamatatsu y Kyubi estén bien…

Él lo sujeto del brazo.

-Un momento ¿De quién estás hablando? 

Naruto apartó el brazo, pero tenía una sensación… como un estremecimiento. Emocionalmente, aquel hombre no tenía ningún atractivo, pero físicamente lo turbaba.

- Gamatatsu es mi auto.

- ¿Ese cacharro en el que me ha seguido? Espero que no se lo lleve la grúa.

Naruto intento ponerse regio, aunque desgraciadamente para eso tenía que hacer la cabeza hacia atrás, ya que Sasuke era mucho mas alto que el.

Gamatatsu, un Toyota Starlet S del 79, siempre había sido un amigo leal.

-Le agradecería que hablara así de Gamatatsu. Funciona perfectamente.

Excepto por el ruidito del motor, el problema con la banda del ventilador y que el aire acondicionado no funcionaba. Pero esas eran cosas sin importancia.

-¿Y qué o quién es kyubi?

- Mi zorro.

- ¿Un zorro? ¿Ha traído un zorro aquí?

La idea de que un zorro pisara su casa parecía molestarlo inmensamente.

-Kyubi es más que un zorro. Ya verá es precioso- dijo saliendo del la casa.

Sasuke se quedo murmurando algo que Naruto estaba seguro no era un cumplido. Pero cuando conociera a Kyubi… todo el mundo quería a Kyubi.

 

Sasuke vio una bolita de pelo corriendo hacia la casa y se paso una mano por el pelo. ¿Quién era Naruto Usumaki y porque lo estaba siguiendo?

Lo había visto el día anterior, escondido tras la una estatua del vestíbulo del bufete, con unas gafas de sol y una gabardina. Lo había reconocido por el pelo rubio, que llamaba mucho la atención. Llevaba dos días de tras de él y ya estaba harto. Quería saber quién era aquel doncel y porque lo estaba siguiendo.

Aunque seguramente sería otro de esos locos que habían leído el artículo donde lo nombraban uno de los solteros más cotizados del país.

Sasuke lamentaba haber dejado que lo entrevistaran. Él tenía una vida ordenada: le gustaba su trabajo, jugar tenis tres veces por semana y salir con quien quisiera. La palabra “impulso” no estaba en su vocabulario, aun que quizás había un cierto descontento entre tanto orden. Y por una vez, dejándose llevar por un impulso, permitió que lo identificaran como un posible candidato al matrimonio.

Eso le había enseñado una lección. Ya tenía suficientes problemas intentando que su padre lo hiciera socio de la firma. No necesitaba a Naruto Usumaki escondiéndose por todas partes. Así que se libraría de él en cuanto pudiera satisfacer su curiosidad. Pero lo haría de lejos, pensó tocándose el hombro adolorido, debido a la caída.

El rubio doncel estaba estacionando el viejo auto frente a la casa y Sasuke hizo una mueca. Esperando que no se estacionara muy cerca de su Rolls royce.

Pero se olvido de todo cuando Naruto se acerco a la casa como si fuera un invitado, con la pequeña masa de pelos dando vueltas a su alrededor.

-Ya he vuelto.

- Kyubi, supongo- dijo Sasuke señalando al zorro.

Al oír su nombre el zorrito volteo y se acerco a olerlo.

- Tenga cuidado. A veces...

De repente, la parte baja del pantalón estaba mojada Sasuke no necesitaba mirar hacia abajo y Naruto tampoco necesitaba terminar la frase porque estaba más que claro que había pasado.

Irritado por lo ocurrido Sasuke solo se pasaba la mano por el cabello. Todo iba de mal en peor.

-¡Kyubi, eres un niño malo! Lo siento de verdad, voy a buscar algo con que secarte…

-Es un poco tarde para eso. Si no le importa sujetar a su zorro, iré a cambiarme.

- Lo siento mucho- insistió Naruto sin embargo sus ojos azules no parecían arrepentidos- Normalmente sólo lo hace con la gente que le gusta.

- ¿Y si no le gusta qué hace? No, déjelo, no me lo diga. Voy a cambiarme de pantalones… y si Kyubi puede contener su entusiasmo, usted y yo tenemos muchas cosas de que hablar.

En menos de días minutos lo había tirado al suelo y su zorro lo había orinado en el pantalón, Sasuke empezaba a creer que iba a lamentar conocer a Naruto Usumaki y a su zorro.

 

*******************************************************

 

Esto no iba nada bien.

Debería regañar seriamente a Kyubi, pero no fue culpa suya. La emoción y la incontinencia no eran su fuerte. Aunque debía admitir que Sasuke había llevado el asunto con bastante gracia. 

Mientras miraba la puerta del dormitorio Naruto dejo escapar un suspiro. Por el momento Sasuke Uchiha era lo que él necesitaba: Un estirado y serio abogado, con mucho dinero y una urgente necesidad de casarse.

El podía ofrecerle un esposo temporal y Sasuke, él podía ofrecerle el hijo que tanto deseaba. 

Sasuke volvió a la cocina con unos Jeans y una camiseta.

-Una vez, ¿No? Su zorro sólo lo hace solo una vez.

- Normalmente… aun que podría hacer una excepción con usted- bromeo Naruto.

-Sólo si tengo suerte, ¿no?- dijo él burlón.

Después de olerlo de nuevo, Kyubi se puso a explorar la cocina y Naruto le ofreció una sonrisa amistosa.

-Es una casa muy bonita.

En realidad, ya había estado allí un verano con Sai y su hija. El marido se Sai, Gaara, también abogado en el bufete Uchiha, y Sasuke, estaban fuera de la ciudad en una conferencia.

-Me alegro que le guste. Y ahora, ¿Por qué no me cuenta lo de los pájaros?

Naruto se sentía como sujeto por sus penetrantes ojos negros. Y su estomago eligió ese preciso momento para protestar.

-Tengo hambre. Usted a tirado mi almuerzo.

- ¿Su almuerzo eran esos chocolates?

- Tenían nueces. Son una fuente de proteínas- replico Naruto

Por favor, tantos estudios y no sabía eso. Debería conocer los grupos alimenticios por lo menos.

-Es usted tímido ¿Verdad?

- Algunas personas no lo creen, pero sí, soy tímido.

Y estaba nervioso. Todo su futuro dependía de aquel encuentro. Su hijo dependía de ese encuentro. Su hijo dependía de aquella conversación.

-No me gusta la gente tímida. 

Sasuke tenía las manos apoyadas en la mesa de la cocina y no pudo evitar admirarlas; eran tan grandes y fuertes… Naruto nervioso trago saliva. No era momento de fijarse en eso.

-¿Podría darme un vaso de leche?

- Es usted un doncel muy extrañó – suspiro sacando una caja de leche del refrigerador.

Ja, ¿El era un doncel extraño? Había visto a su novio, que parecía un muñeco de plástico, y sabia con qué clase de donceles y mujeres solía tratar. Después de todo él había vivido en un mundo parecido durante veinte años.

-Considerando los donceles con los que suele tratar, supongo que lo de extraño es un cumplido.

 Sasuke cerró el refrigerador y estudio a Naruto. No estaba intentando insultarlo. Nunca había conocido a un doncel como él.  Estaba acostumbrado a los donceles y a las mujeres sofisticadas que usaban todo tipo de métodos a su alcance para destacar su belleza; personas que intentaban impresionar con cosméticos y cirugía plástica.

Desde luego ese era el modus operandi de su madre.

Naruto Usumaki, era todo lo contrario, sus dorados y sedosos cabellos flotaban por todas partes y parecía darle igual su opinión sobre él. Era mandón, brusco y… muy sexy. De modo que lo de “extraño” quizá había sido un cumplido, después de todo. Era diferente, con sus mejillas sonrosadas y sus tiernas marquitas en ellas, sus hermosos e impresionantes ojos azules y qué decir de esas maravillosas piernas… y había conseguido evitar el tema desde que lo descubrió merodeando su casa.

-Su vaso de leche. Ahora dígame porque está jugando a la Mata Hari.   

Se cruzo de  brazos, esperando, mientras Naruto bebía tranquilamente su leche. Cuando termino, dejo el vaso sobre la mesa con gesto de triunfo. Por desgracia este gesto fue destrozado por el blanco bigote que le había quedado en el labio superior.

-Así que no se cree lo de los pájaros ¿eh?

- No, no me lo creo- contesto, intentando no sonreír.

- Muy bien…

En ese momento escucharon unos pasos en la terraza.

-Sasuke, ¿Dónde estás?

- En la cocina, Sai.

Sai entro con una enorme sonrisa en los labios.

-He visto a Gamatatsu afuera, ¿ya has hablado con él?

-¿Se conocen?- dijo Sasuke mirando primero a su hermano y luego al rubio.

- Naruto es mi mejor amigo.

¡Alerta roja! Su hermano tenía buenas intenciones, pero siempre le causaba verdaderos dolores de cabeza.

-¿Por qué no me explicas qué demonios está pasando?

- Pues verás…

- Espera Sai deja que se lo explique yo.

Sasuke estaba empezando a impacientarse. Si no le daban una explicación de inmediato, los estrangularía a los dos.

-Ustedes hagan como si yo no estuviera aquí- dijo Sai.

- Podrías marcharte- sugirió.

- No me meteré, te lo prometo.

- No sé bien por dónde empezar- sonrió nervioso.

- ¿Qué te parece por el principio?

- Bueno es que el principio fue hace dos años cuando cumplí los veinte tres…

- Olvídate del principio y ve al grano.

- ¿Al grano? Pues veras, yo necesito un marido y tú necesitas un esposo, vamos a casarnos- dijo Naruto cruzándose de brazos-  Sii, al grano.

Sasuke se enorgullecía de mantener una cara de póker en cualquier circunstancia, y esta no era una excepción. Sin embargo no entendía nada. A menos que hubiera escuchado mal, un completo extraño acababa de proponerle matrimonio.

Sai soltó una risita, pero no le hizo caso, siendo un hombre tranquilo y racional, quería conocer los argumentos de tan ridícula proposición. Pero cuando miro los hermosos ojos azules de Naruto Usumaki, entendió por que algunas personas no pueden apartar la vista de un accidente.

-Quizás deberías volver a cuando cumpliste veinte tres años.

- Como estaba diciendo, unas semanas después de cumplir veinte tres años empecé a evaluar mi vida y me di cuenta de que era casi perfecta. Me encanta mi trabajo como profesor de Arte, estoy muy sano, vivo en una casa que me encanta. Sólo me falta una cosa.

Naruto se detuvo y Sasuke sonrió para sí mismo, “un hombre, lo que le falta es un hombre”.

-Un hijo, siempre he querido tener hijos, es lo único que me falta en la vida, ¿alguna pregunta?

¿Un hijo, quería un hijo?

-Varias. Pero continua, ya me contestarás después.

- Hace dos semana, Sai me conto que tu padre no te haría socio del bufete hasta que estuvieras casado.

El miro molesto a Su hermano, el cual solo se miro los zapatos.

-Yo estaba en la biblioteca cuando Papá y tú hablaban del asunto…

¿Qué demonios le pasaba a toda su familia?, ¿Por qué todos estaban obsesionados con casarlo?

-Esta vez has ido demasiado lejos, Sai. No me gusta que hables de mi vida privada con extraños.

- Naruto no es un extraño, además conoces a su familia. Minato Namikaze es su padre y Daidara Namikaze es su hermano.

 - Y tampoco necesito que me busques esposo.

Naruto observaba la discusión con interés, como si el problema no fuera con él.

-Si no hago algo, acabarás casándote con Neji. Por favor, Sasuke, ya hay bastante gente horrible en nuestra familia, sin necesidad de agregar a ese trepador.

 -¿Qué pasa con Neji?

-¡Llamo tonta a mi hija!

Sasuke contuvo una sonrisa.

-Bueno, Akane es una niña muy revoltosa.

- Ya lo sé, pero no es tonta. ¡Además no tiene por qué insultar a ningún niño!

- ¿No tendrá un poco de helado, de casualidad?- pregunto Naruto.

Sasuke observó fijamente el vientre plano del rubio.

-¿No estarás… ya sabes?

- No, si lo estuviera, no necesitaría casarme contigo. Es que tengo hambre.

Lo sorprendía la naturalidad con la que se tomaba el asunto. Aun que le daba igual, porque no pensaba hacerle ningún caso.

-El helado esta en el congelador- decía mientras el teléfono de Sai sonaba.

- ¿Diga…? Bueno, tengo que irme, es la niñera de Akane con el código 081.

- No será 911

- No, el código 081 es alarma roja. Akane está haciendo alguna mega travesura. La semana pasada intento atar al cartero a un árbol para intentar recrear los juicios de Salem- contesto Sai, abrazando a Naruto- Bienvenido a la familia, cariño. Felicidades hermanito, has tomado la mejor decisión.

Sin decir nada más y dejando a su hermano asombrado, Sai se marcho corriendo.

-¿Una cuchara?- pregunto Naruto mientras sacando el envase del helado, Sasuke indico un cajón con la mano- aun no puedo creer que tengas helado de chocolate.

- A Sai le gusta, por eso tengo siempre uno en el congelador.

- Un doncel con muy buen gusto, tu hermano.

Sasuke miro horrorizado como Naruto empezó a comer directo del envase.

-¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así? 

- Nunca había visto comer a nadie directamente del envase.

¿Y Sai había pensado que podía casarse con ese doncel?

-Por favor, relájate ¿Quieres un poco?

Naruto Usumaki era una combinación perfecta de inocencia y sexualidad, sin desearlo su libido se puso en acción. Y tuvo que recordarse que hablaban del helado. Debía recordar que aquel doncel había elaborado un absurdo plan para casarse con él.

-No, gracias- No a todo, a él, al plan…

- ¿Seguro?

- Seguro

- ¿No te gustan los helados, o sólo los de chocolate?

- No he dicho que no me guste, sólo que ahora no quiero.

- Seguro que tu sabor favorito es… vainilla – dijo Naruto con la boca llena.

¿También lo había seguido al súper? ¿Y que tenía que le gustara el de vainilla?

-La vainilla está bien- contestó. Pero era absurdo, no tenia por que defender sus gustos- dejemos el tema de los helados ¿Por qué yo? ¿No hay acaso otros varones?

- Claro que sí, yo tengo muchos amigos.

- ¿Entonces?

- Mis amigos me caen muy bien. ¿Por qué voy arruinar una amistad? Además, ellos querrían la custodia del niño. Por otro lado, tú y yo haríamos una pareja perfecta.

- No entiendo.

- A mí me gusta el chocolate, a ti la vainilla. Gamatatsu y Takamaru –dijo como si eso lo explicara todo.

- ¿Quién demonios es Takamaru?

- Tu coche.

- Mi coche.

- Bueno es que tiene pinta de llamarse Takamaru, pero puedes llamarlo Taka.

- No pienso llamarlo de ningún modo ¿te importaría explicarme de qué estás hablando?

- Tu eres vainilla y yo chocolate. Tú eres Takamaru y yo, Gamatatsu, yo no soy tu tipo, ni tú eres el mío. Si nos casamos no tendremos que preocuparnos de nada.

En eso tenía razón, no tenia que preocuparse de nada, porque no se iban a casar. 

-Discúlpame por ser tan directo, pero ¿Por qué iba a casarme contigo?

- No quieres casarte ¿verdad?

- No.

- Pues por eso. Yo tampoco quiero un marido. O más bien, sólo lo  quiero durante un tiempo.

Sasuke empezaba a comprender, sin embargo también empezaba alarmarse seriamente.

-Sigue.

- Hablamos del desgarbado peli café con el que sales, Nefy…

- Neji.

- ¿Sales con dos?

- No, solo con uno. Se llama Neji.

- Oh, bueno. En fin, digamos que te casas con él, ¿No crees que Netty…?

- Neji.

- Neji, ¿Tu crees él firmaría una separación de bienes? ¿Y que pasara dentro de dos o tres años, cuando el matrimonio no vaya bien? La mitad de tu fortuna será para él.

Eso era cierto, Neji nunca firmaría una separación de bienes. No era un secreto para nadie que Sasuke siempre había deseado ser socio del bufete, pero siempre había sido un cínico en lo que respectaba al matrimonio. Sin embargo debido a su orgullo, le molesto que Naruto, lo viera como un fracaso.

-¿Y por qué crees que mi matrimonio no funcionaria?

- Para empezar, en índice de divorcios en Japón ha aumentado exponencialmente en los últimos años y uno de cada cuatro matrimonios termina en divorcio. Y no podemos olvidar que tú no estás muy interesado en casarte.

- Tendrás que darme más pruebas.

- ¿Además de que no tengo ningún interés en ti?-sonrió Naruto- Bueno, supongo que querer que seas el padre de mi hijo, muestra cierto interés, pero yo tengo algo que Neji no tiene.

- ¿Y eso es?

- Neji es muy guapo, sofisticado, tiene unas hermosas uñas… sí, los donceles nos fijamos en esas cosas. Yo no soy un doncel despampanante ni sofisticado. Odio las reuniones sociales y prefiero regar mis plantas antes que arreglarme las uñas.

Sasuke lo miro de arriba abajo. Si, se había descrito perfectamente. No era un doncel despampanante, no era sofisticado. Lo caballeroso sería negarlo, pero él no era caballeroso.

-Tú y yo sabemos que Neji es la clase de doncel que a tu padre le gustaría para ti. Por otro lado he oído hablar mucho de tu padre y los dos sabemos que me odiaría de inmediato. ¿Eso sería justicia poética ya que es él quien te obliga a casarte?

Sasuke no pudo evitar una sonrisa ante el tono maquiavélico. Naruto Usumaki tenía razón. A su padre le daría un ataque si se casaba con un doncel como él. Con su personalidad tan extravagante, era todo lo contrario a lo que Fugaku Uchiha quería para él. Y además, conseguiría ser socio del bufete.

No, tenia deseos de casarse, pero ser socio del bufete, había sido su sueño desde antes de ir a la universidad. Más que eso, ser socio de ese bufete era su razón de vida. Casarse con Naruto Usumaki, podría ser absurdo, pero no tanto como un largo y desagradable divorcio.

Curiosamente todo aquello empezaba a tener sentido.  

Naruto golpeaba con los dedos la mesa de la cocina, esperando la reacción de Sasuke. Aunque su expresión era impenetrable, había vivido la mayor parte de su vida con un abogado y podía intuir que Sasuke comenzaba a considerar su plan.

-¿Por qué no utilizas un banco de esperma?

- De eso nada.

Ya había agotado todas las posibilidades. Si no fuera así, no le habría propuesto aquello.

-¿Por qué no?

- Por que la dirección de colegio no aceptaría que un doncel embarazado que está soltero trabaje como maestro. Además no confió en ese proceso. En verdad no se qué clase de padre eligen para tu hijo, quien sabe qué genes le tocarían. Y viéndolo desde ese punto de vista tú eres una buena opción.

 Un brillo de humos apareció en los ojos negros.

-Conozco a tu padre y he visto un par de veces a tu madre. Además del parecido físico con tu padre, yo diría que no hay ningún otro parecido ente ustedes.

Lo que desconocía es que Naruto había heredado la determinación de su padre. Y en aquel momento su objetivo era Sasuke Uchiha. O más bien, su contribución genética.

-Yo soy más parecido a mi abuela. Supongo que a quien tú has conocido es a mi madrastra.

- ¿Ella también espiaba a tu abuelo?

- ¿Mi madrastra?

- Tu abuela ¿Ella también espiaba a su futuro marido?- decia mientras Naruto lo miraba indignado.

- Yo no te he espiado. Sólo estaba investigando. No esperaras que me case con un extraño.

- Eso es lo que yo digo. ¿Qué persona sensata querría casarse con un extraño?

- Muy bien, dejemos de ser extraños. Pregunta lo que quieras.

- Te apellidas Usumaki no Namikase. ¿Eres divorciado?

- Pues más o menos

- No pareces muy seguro. Y siento decírtelo, pero no puedes casarte conmigo si aun no estás divorciado de tu primer marido. Nuestro sistema legal llama a eso bigamia y no está permitida.

- A nuestro sistema legal tampoco le hace gracia el desfalco y un día llegue a mi casa y la encontré vacía. 

Después de cinco años aun seguía doliéndole.

Y Sasuke como abogado recordó el caso.

-¿No estabas comprometido con el tipo que desapareció hace unos años, con veinticinco millones de dólares de sus clientes?

- El mismo. Fue hace cinco años y eran veinticinco millones y medio, además de vaciar la residencia que mi padre nos había dado como regalo de bodas. Y no he vuelto a saber nada de él desde que me dejo plantado en el altar. Después de eso empecé a utilizar el apellido de mi madre para que los reporteros no dieran conmigo y dejaran de molestarme. ¿Qué más quieres saber sobre mí?

- ¿Has considerado la adopción?

- Hay una lista de espera interminable. Pero no creas que no lo intente.

Con un suspiro, Naruto observo el piso de la cocina. No quería pensar en Konohamaru, el niño de dos años que estuvo a punto de convertirse en su hijo… hasta que su madre biológica cambio de opinión. Naruto no podría soportar otra desilusión igual. 

-No quiero pasar por eso otra vez.

- ¿En qué estas más interesado, en mis genes o en mi dinero?

La pregunta era justa. Su familia y él tenían una gran fortuna y, además estaba el reportaje que lo nombraba uno de los solteros más cotizados del país. Pero él quería su contribución genética, no su dinero.

-Claro que firmaríamos una separación de bienes. Yo renunciare a tu dinero en mi nombre y en el nombre de mi hijo. A cambio tú renunciaras a la patria potestad. Quiero un donante de esperma, no un padre.

Eso era lo más importante. Como le había explicado a Sai, no quería que su hijo fuera de una casa a otra como le sucedió a él y a su hermano. Sabía que durante un tiempo se preguntaría quien era su padre. Pero la verdad le dolería mucho menos que pasar tiempo en los tribunales esperando que un juez decidiera con quién se quedaba. Naruto se había sentido como una pelota de tenis y no quería que eso le pasara a su hijo.

-Lo tienes todo pensado ¿No?

Naruto vio un brillo de admiración es su ojos.

-Muy pensado. Habrá que discutir algunos detalles, pero nos casaríamos después de haberlos arreglado.

- ¿No te importa que te investigue?

- Claro Que no. Yo te he investigado a ti… Aunque quiero insistir en algo.

- ¿Sí?

- Un examen médico.

- Es comprensible. Por supuesto, yo espero lo mismo de ti… si decido considerar el asunto. ¿Cuándo querrías hacerlo?

Naruto imaginó que se refería a las “necesarias” relaciones sexuales.

-Después de casarnos, claro.

Naruto a pesar de su forma tan desinhibida de ser seguía siendo virgen. Esto debido a su forma de pensar tan extrema, ya que siendo un jovencito se dijo que deseaba llegar virgen al matrimonio. Y a pesar del tiempo, seguía manteniendo esa idea, aunque había sido muy difícil hacerlo, de eso no había duda.

-Me refiero a cuando quieres que nos casemos.

- Ah, sí… bueno… no sé. Habrá que pensarlo. Mira, voy a darte mi número de teléfono.

Naruto saco un papel y un lapicero de su bolso. Después llamo a Kyubi y se dirigió a la puerta. Le faltaba algo, pensó. Estaba seguro que olvidaba algo. Tenía el bolso, las llaves, el zorro…

Entonces lo recordó.

-Ah, necesito que te hagas un recuento de espermatozoides. No tiene sentido perder el tiempo.

 

 


 

 

 

Notas finales:

Espero sus comentarios.

 


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