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ღ Marmalade ღ por YakumoCamui

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Notas del fanfic:

Este es un songfic de la canción Marmalade de Gackt, con mi querido JongKey, esta es una pequeña historia de romance, aunque la letra de la canción es nostalgica, quise darle otro significado.

 

 

 

Notas del capitulo:

Bueno...  hago la aclaración Jonghyun tiene 15 y Key 14. Dejo al final más notas (?)

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 ღ Marmalade ღ

Era ya pasado del medio día, el sol brillaba filtrándose en la habitación del rubio que yacía dormido aun. Los rayos daban cada vez más directamente en sus ojos haciéndolo removerse.

Se suponía que no había nada por lo cual levantarse, era domingo… si estuviera ahora en su ciudad definitivamente ya estaría cambiando y arreglado para salir con sus amigos, pero en ese lugar ¿Qué podía esperar de un domingo? su sola casa estaba distanciada de cualquier otra.

Sunshine era el nombre de ese lugar al que se acababa de mudar una noche anterior con su familia, hermosas colinas se podían apreciar por todos lados, y la bella vista del mar era perfectamente apreciable desde la ventana de su nueva habitación.

Con pesadez se levanto dirigiéndose hacia esa ventana, era algo grande con un marco blanco, nada fuera de lo común, aun así sentía una especie de cosquilleo que aumento al abrirla y ver a lo lejos un arcoiris que salía desde lo alto de la colina, recargo su cabeza en la palma de sus manos admirando aquel hermoso espectáculo, llenándose de una extraña curiosidad.

El lugar parecía sacado de un cuento.“Que niño soy” pensó al verse recordando historias de su infancia; en la gran ciudad parecían una tontería pero estando en aquel lugar su imaginación volaba.

—Buenos días, Kibum— salió de su trance al ver a su padre que lo saludaba desde el patio trasero de la casa —hermoso, no?— torció sus labios, aun seguía molesto por la mudanza — Anda ven a ayudarme

— Ya voy — ayudo a su padre con las cosas que acababa de traer el camión de mudanzas, pero su mente se había quedado en aquel paisaje, sentía una agitación en su pecho al solo recordarlo. —Papá, ¿crees que pueda salir a pasear un rato? — pregunto con más emoción de lo normal, que su padre se noto algo extrañado.

—Claro, sería bueno que conocieras los alrededores antes de entrar a clases— le dijo sonriendo


Ese lugar lo hacia sentirse envuelto de una vitalidad peculiar, había algo en el aire, en aquel lejano mar que estaba atravesando esa colina… “la colina del arcoiris”, todo tan mágico, le recordaba a su infancia y esas historias de lugares hermosos adornados de verdes follajes, un cielo celeste y un sol brillante. Quizás era infantil de su parte pero podía jugar con aquel sentimiento.

Con una sonrisa de oreja a oreja fue en busca de su bicicleta, que de seguro sería su principal medio de transporte viviendo en aquel rustico lugar, sin más preámbulos la monto, la tarde era hermosa y el aire fresco en su cara lo hacía sonreír.

Se emocionaba tanto; el camino era de tierra solo algunas partes estaban pavimentadas, partes que no comprendían aquel lugar que parecía llamarlo. Así que con más fuerzas empezó a pedalear una vez se desvío de la carretera y tomo camino hacia lo alto de la colina, no sabía bien si reía de su fantasiosa mente o de lo cansado que se empezaba a sentir; cualquiera de las dos opciones en sí hacía que riera más.

Oh! ahí va el valiente Kim Kibum, pedaleando y pedaleando cada vez más rápido, irá en busca del tesoro al final del arcoiris, encontrará la olla de oro, morderá las monedas para asegurarse que sean totalmente legítimas y después huirá con ella antes de que el duende aparezca para reclamarlas.

Mordía sus labios al tratar de aguantar su risa que crecía con todos esos pensamientos. Por andar fantaseando paso por encima de una roca que hizo perdiera un poco el equilibrio haciéndolo tambalear, bajo sus pies tratando de parar, su cuerpo se hizo hacia delante a causa del freno.

—Ash! ¿En qué demonios estoy pensando?—De verdad, que era aun un niñito…

Sus pensamientos se evaporaron al levantar hacia el frente su rostro. Estaba ya adentrado en la cima de la colina, muchos árboles revestían el paisaje, pero uno en especial resaltaba entre todos, en sí no era el árbol el que resaltaba… La mirada del rubio quedó prendida de la del chico que descansaba debajo de la sombra del árbol.

Parecía que el momento se congelo en el instante que vio aquellos brillantes ojos marrones, todo se había detenido menos su corazón que ahora parecía retumbar en sus oídos, fue ahí cuando pensando que no podía sentirse más conmocionado, pero una bella sonrisa de aquel extraño apareció sacudiendo su ser de una forma única.


¿Esto era la olla de oro al final del arcoiris?

 

—Hola— su voz armoniosa combinaba a la perfección con el ambiente, parecía una parte del todo de ese bello lugar.

— Hola… — el castaño lo seguía viendo con esa sonrisa en su rostro, se levanto de su lugar de descanso acercándose; Key solo podía pensar que de seguro aquel árbol entristecería al volver a formar parte del montón una vez aquel chico se puso de pie y se alejo de el. Pobre árbol si fuera el nunca quisiera perderlo.

— Vaya casi te caes — sin darse cuenta ya se encontraba frente a él.

— ¿eh?

— Es peligroso montar bicicleta por estos lugares — paso sus dedos por su rostro como buscando una idea —mira es que más bien el problema aquí es tu bicicleta — le señalo

— Pero mi bicicleta es bonita — respondió sin pensar, las palabras solo salieron de sus labios.

—Es rosa… — por una extraña razón Key se sintió algo avergonzado. Lo juzgaría mal por eso, no le gustaba esa sensación. Nunca le importo lo que los demás pensaran, pero… —A lo que me refiero es…— se giró regresando su vista al árbol en el que permanecía sentado hace unos minutos —si vas a montar bicicleta en este lugar, necesitas una como estas— él también traía una bicicleta que se encontraba a un costado del árbol

— ¿Una bicicleta negra? — preguntó enseguida vio el color de esta.

—No! Bueno… el negro es un buen color, es elegante y misterioso — de pronto el castaño comenzaba a meditar el asunto — Ay! — se dio un golpecito en la cabeza —Lo que quiero decir es que necesitas una bicicleta de montaña— dijo finalmente —Mira tu bicicleta es buena para pasear en la calle, parques, pero cuando quieras hacer ciclismo en la colina tu.. — lo escuchaba, pero no entendía de que estaba hablando, solo veía lo que parecía ser una ilusión, sonreía mientras le hablaba, había algo… algo que no podía explicar con sus palabras, no podía definir exactamente ese estado atontado en el que se encontraba. —¿Me entiendes?— el castaño le pregunto al sentir que se había emocionado de nuevo al hablar.

—Yo…no se mucho sobre bicicletas— ahora se reprochaba por no haber puesto atención en lo que le dijo, de seguro así tendría algo que decirle.

—Lo he decidido, mira te enseñare la diferencia— se acerco indicándole que bajara de su bicicleta, para después montarse él en la suya —Mira quédate aquí y observa— un tanto desconcertado el rubio lo obedeció —Te enseñara lo que esta hermosura sabe hacer

El de sonrisa perfecta se monto en su bicicleta; bajo el camino por el que había pasado Key antes; pasaba a una increíble velocidad frente a él, bajaba y subía las colinas con una gran destreza, Key trataba de no perder su mirada de aquella sonrisa que se ensanchaba ante cada acrobacia que le mostraba.


— Oye, nunca te había visto por aquí, ¿eres nuevo? — le preguntó una vez termino la exhibición.

— Yo, llegué ayer con mi familia, mi nombre es Kibum, Kim Kibum, pero dime Key

— ¿KIM Kibum? Woh! — respondió asombrado

— ¿Me conoces? — se emociono ante su reacción, pero a penas termino la pregunta se arrepintió de lo tonta que era, no estaba en su viejo vecindario donde podría considerarse alguien popular.

—No… pero me encantaría; mi nombre es Jonghyun, Kim Jonghyun — si Key tuviera que describir lo que sintió al escucharlo no sabría como hacerlo es que su voz se colaba hasta lo más fondo de su interior impidiéndole pensar claramente — ¿Te molesta si te digo Kibum, Bummie? — negó agitando su cabeza

Jonghyun resulto ser alguien muy peculiar, era muy agradable, su forma de ser era un tanto liosa, decía una cosa y luego hablaba de otra; a veces parecía que lo que comentaba no tenía relación entre sí; hasta que al final reía y decía un tonto comentario tratando de darse a entender, Bummie reía.

—En este lugar te puedo asegurar que te divertirás mucho, mira ves haya aquel árbol, cuando sus botones retoñan hará lucir este paisaje hermoso

—¿Más? — lleva horas platicando con Jonghyun debajo del árbol; había descubierto que en este mundo existía alguien que podía hablar más que él; y lo más interesante era… que él quería escucharlo. Estaba sentado abrazando sus piernas mientras que su cabeza se apoyaba en sus rodillas; no podía parar de verlo.

Si en el mundo tuviera que elegir en que lugar le gustaría estar; sin dudarlo elegiría ese; claro, con la condición de que Jonghyun permaneciera con él. Nunca imagino que podía llegar a convertirse en alguien cursi. Pero el deseo de querer permanecer en compañía de aquel chico era muy grande.

Hubiera deseado el tiempo nunca pasará, pero Jonghyun se paró nervioso indicándole que debía irse


—Waah!! Olvide que me enviaron a comprar los ingredientes de la cena— el rubio no pudo evitar reír

—No rías que es tu culpa— el mayor ya se había montado en su bicicleta; —será mejor que tú también vuelvas a tu casa; no tardará en anochecer

El mayor montó su bicicleta y desapareció por el camino.

 

Ese encuentro ¿fue real? Desapareció tan rápido que no pudo procesar bien nada de lo acontecido. De regresó a casa su corazón palpitaba rápidamente con tan solo recordarlo.

Al día siguiente después de terminar con sus deberes; ansioso recorrió de nuevo aquella colina llegando hasta la cima…

—Hola! — Su cuerpo se estremeció por completo; ahí estaba como lo supuso; vestía con ese aspecto tan sencillo y encantador. Por el contrario él se aseguro de ese día ir vestido apropiadamente; no era la mejor ropa para andar en bicicleta, pero que importaba —Te ves muy lindo— el mayor pico su nariz con su dedo índice.

Así comenzaron a girar sus días en aquel lugar, siempre con la excusa de pasar por ahí accidentalmente. El palpitar de su corazón nunca disminuía; pasaba tardes enteras escuchando decir tontería y media al mayor.

—Si flotará e intentara correr creo que caería

—Eso es tonto, las personas no flotan, además si flotarás ¿Cómo caerías? Se supone que estarías flotando igual

—Bummie, alguna vez te han dicho que eres aguafiestas— el mayor suspiró mientras se recostaba sobre sus brazos —¿Acaso no sabes lo que es dejar volar tu imaginación?

—Si lo sé— giró a verlo, pero este tenía sus ojos cerrados; el viento movía apacible su cabello; sentía deseos de cerrar también sus ojos y recostarse a su lado, sentir un poco del calor que pudiera brindarle. —Yo…Jonghyun a mí…— quería declararle su amor, no podía más con él. Si lo rechazaba no importaría; tal vez así se desilusionaba y podría dejar de sentirse de esa forma —Yo

—¿Estas tartamudeando?— el mayor se levanto; sus hermosos ojos marrones lo veían fijamente; no pudo evitar sonrojarse y volteo enseguida su rostro a otra dirección

—Yo… yo también puedo fantasear!! — gritó con tal ímpetu que el castaño se sorprendió.

—No te creo, hablo de cosas que nunca podrían suceder

—Sabes cuando llegue aquí vi un arcoiris— hizo una pausa, el mayor lo veía moviendo su cabeza en señal de interés —pensé... la olla de oro al final del arcoiris... — la fuerte carcajada del castaño se hizo presente.

—Kim Kibum creyendo en el duende verde— no paraba de reír.

—Ash, eres un tonto! — molestó se paró.

—Bummie, cuídate— fue lo último que escucho antes de marcharse.

Esa fue la última vez que vio a Kim Jonghyun. Como fue que un momento estaba y al otro ya no. Solo fueron un par de días pero parecía que hubiera sido toda una vida a su lado.

Las clases iniciaron; todo era nuevo. Incluso ese vacío en su interior, dolía.

Las tardes pasaban sin apuros, de regresó a casa siempre pasaba por aquella colina ¿Dónde se metió? se preguntaba.

—Yah Kim Jonghyun, ¿Dónde estas?

Era un amor incompleto, debió rechazarlo o al menos hecho soñar un poco más.

 

.....

 

Era el primer fin de semana que pasaba sin su querido amigo. Desde que había llegado el viernes se la pasó encerrado en su habitación; no tenía ánimos de nada. Solo recostado en su cama con sus parpados cerrados; era feliz, ya que era así como podía recordarlo mejor.

El sábado por la mañana tuvo que salir de su refugio; su madre le pidió que fuera a entregar unos pastelillos al pueblo, eran para una nueva amiga que había hecho. Desganado tomo su bicicleta. Le tomó tiempo encontrar la dirección que le indico su madre. Para cuando por fin entrego el paquete ya era pasado del medio día.

El día era tan perfecto como ese día que lo conoció; nuevamente el recuerdo de Jonghyun venía a su cabeza, su forma tan simple de ser, sus ademanes al reír, ese tono relajado y apacible de su voz. Eso solo lo hizo pensar que debió esforzarse más, aunque sea debió habérsele declarado. No era justo que hubiera desaparecido de esa forma.

Con los labios fruncidos en un puchero lleno de coraje pedaleo fuerte su bicicleta, le dolía su pecho y el dolor no se detenía, apretaba fuerte sus manos en el manubrio. Pedaleaba haciendo que el viento golpeara violento su rostro. De nuevo se tropezó con una piedra pero esta vez todo fue tan rápido que no pudo evitar caerse.

Lleno de rabia golpeo el suelo al ver la herida que se había hecho en su brazo; sus pantalones se rasgaron quedando arruinados por completo. Sus lágrimas fueron saliendo acompañadas de sollozos.

Kibum! — sus lagrimas aumentaron, ahora hasta lo alucinaba diciendo su nombre.

—Deja de molestarme, ya no me gustas— el dolor de su cortada dolió más cuando unas manos extendieron su brazo para apreciar la herida. —Ah me duele— lloriqueo.

—Te lo dije desde el primer momento; Te dije que dejarás de usar esa bicicleta en este lugar— ahora hasta alucinaba que lo regañaba. El menor levanto por fin su mirada encontrándose con ese rostro que tanto había extrañado, se mostraba asustado y molestó. —Te ayudaré a pararte— el castaño paso sus brazos por sus costados haciendo fuerza para ayudarlo a pararse, la electricidad recorrió su cuerpo al tacto. Había vuelto…

—Jo..¿Jonghyun…— a pesar del dolor en su herida no pudo evitar pasar sus brazos por su cuello y aventarse al mayor, que a causa de la inesperada acción de Bummie cayó de espaldas al suelo.

—¿Planeas hacer que me lastime tam…— no pudo terminar la frase ya que los labios del menor se posaron en los suyos, se quedó pasmado unos segundos para después recorrer los labios rosados hasta abrirse paso y hacer más profundo el beso.

—Me gustas…— sonrojado y aun sobre el mayor se declaró sin esperar más tiempo. Fue muy efusivo de su parte lo sabía, pero al volver a verlo sintió la necesidad de abrazarse a él y no dejarlo ir. Sus ojos afilados no se apartaban de Jonghyun.

El mayor dibujo una media sonrisa en sus labios, con sus manos acarició las mejillas carmesí del menor haciéndolo temblar. Se levantó despacio, en completo silenció, Key al caer en cuenta de sus acciones se intentó parar.

—Bummie— el mayor lo sujeto del cuello hasta conseguir acercarlo de nuevo, la distancia en sus rostros era casi nula —Tú también me gustas— apenas termino de decirlo sujeto fuerte el rostro del menor para besarlo, saboreando sus labios hasta llenarse de ellos por completo.

 

Los dos sonreían al verse, Jonghyun con un poco de agua que traía limpió su herida. Kibum se sentía incomodo su amigo parlanchín no había dicho ninguna palabra después de aceptar su declaración.

—Me fastidias, no estes callado.

—Kibum— el mayor lo veía con esa sonrisa hermosa —Yo también te extrañe— ahora recordaba el abandono.

—¿Dónde estuviste? Ni siquiera te despediste— las lagrimas iban a volverá a salir de sus ojos al recordar el horror que habían sido estos días.

—Lo siento, mis padres tienen un pequeño restaurante… como mi padre enfermo tuve que ayudar a mi madre en el local…

—Vamos! — el menor se puso en pie dirigiéndose a su bicicleta.

—¿A dónde..?

—Llévame a tu casa!— exigió el menor —Tengo que saber donde encontrarte cuando te me pierdas…— lo último lo dijo en un susurro que aun así fue audible para el mayor.

Kibum con decisión fue hasta la casa del mayor, la cual no quedaba nada cerca de aquella colina, estaba cerca de la playa, era de dos plantas, pero la planta de abajo era un pequeño restaurante de mariscos. Su decisión por conocer el lugar murió cuando el castaño lo invitó a pasar para presentarles a sus padres.

Lamentablemente para Kibum, Jonghyun le ganaba en lo necio así que no le quedo de otra. Quería sin lugar a dudas ser alguien importante para el mayor, no quería que se le volviera a perder de esa forma, solo fueron cinco días y se sintió morir.


—Mamá, papá les presento a KIM Kibum, mi futura esposa

¿Su futura esposa? Su rostro se puso colorado, y salió corriendo del pequeño establecimientos dejando a los padres del mayor sorprendido. Jonghyun salió corriendo justo tras él.

—¿No te quieres casar conmigo? — le gritó el mayor

—Aun soy muy joven— con su corazón palpitante no paraba de correr

Key corría con Jonghyun a sus espaldas, nunca se imaginó que el mayor fuera a decir algo así, menos enfrente de sus padres. Era un tonto. Aun así, su sonrisa… sería algo difícil de desaparecer

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Notas finales:

Esto ha sido lo más cursi que he escrito en mi vida x_x; no me enorgullezco de este shot xd hahahahaa 

Si no murieron de diabetes y les gusto, espero sus comentarios :D


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