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Dulce por Amyxs41

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Notas del fanfic:

Abajo.-

Estrelló la lata de cerveza contra la mesa baja, provocando que un par de gotitas saltaran y mancharan la superficie. Un joven de unos ojos de color avellana enmarcados por unas espesas pestañas negras y delineados por unas finas cejas miraron ese acto reprobatoriamente, mas no dijo nada.  Se dedicó a seguir escuchando como su amigo, ya con un poco de alcohol en la sangre pero sin ser suficiente para emborracharlo, disparaba sin parar contra cierto rubio.

-¡Es que no puedo creerlo! ¿Para qué sigue con él? Es un idiota, pero de esos idiotas que no tiene remedio, yo creo que en cualquier momento se llevará el premio como el idiota más grande de toda la historia de los idiotas. Aunque he de admitir que el escritorcillo ese de cuarta también es un idiota…

-Nakano-san…. ¿Se da cuenta que no ha parado de decir la palabra “idiota”?-habló Suguro un poco ya arto de tener la misma discusión de siempre

Habían aprovechado que su manager les había permitido salir temprano en ir a tomar unas cervezas al departamento del guitarrista y relajarse un poco como hacía tiempo no podían.

- Si Shinodu-san permanece al lado de Yuki-san debe ser por algo. Nosotros como sus amigos no podemos hacer nada más que apoyar sus decisiones.

-A veces me gustaría saber de dónde sacas tanta madurez y tranquilidad. Lo que es yo cada vez que pienso o veo a ese cabrón en lo único que pienso es en romperle su cara bonita. Por mucho que Shu lo ame no puedo soportarlo.-suspiró

-Lo entiendo, pero es el novio de shindou.-san no el suyo.

Sin esperar a que le contestara algo se levanto y comenzó a ordenar; botó la caja de pizza ya vacía y las latas de cerveza en igual condiciones, boto las servilletas y se llevo los cubiertos que había utilizado a la cocina para lavarlos. Hiro, que aún permanecía sentado no dejaba de mirar cada uno de sus movimientos que el calificaba de  “exagerados y fuera de lugar para su corta edad”. Aunque esto no era sinónimo de que no le gustaran.

El pelirrojo se levanto, el alcohol no había sido suficiente para emborracharlo pero si había sido suficiente para calentar su cuerpo, y camino hasta la cocina donde observo en silencio la figura menuda que lavaba con dedicación cada uno de los instrumentos que habían utilizado para comer.

“Espalda pequeña, cintura marcada y estrecha pero buenas caderas, trasero respingón… un hand size perfecto”-pensó divertido- y unas piernas delgadas pero firmes. En resumen un cuerpo más que violable. ¿Qué cara pondrá mientras lo hace? ”.

Sacudió la cabeza intentado alejar esos pensamientos, era hombre, su compañero de banda y amigo y además tenía Ayaka, su prometida desde hace casi cuatro meses y la que se convertiría en su esposa dentro de dos. Aún no podía creer esto último, habían pasado tantas cosas que una le llevo a la otra y cuando quiso darse cuenta ya estaba comprometido con la castaña, cenando y recibiendo  la aprobación de sus suegros, aunque a regañadientes… “¡¡Nuestra hija casada con un guitarrista!!”… Eso era lo que solían comentar a su espalda pensando que él de nada se enteraba (¡Ilusos!), y planeando una boda que se llevaría gran parte de todos sus ahorros, y si le permitían opinar, preferiría gastarlos en algo más… provechoso.

Suspiró, esos pensamientos no lo llevarían a nada, lo hecho, hecho está y no hay nada más que hacer que enfrentarlo.

Dios quería algo dulce…

-¡Nakano-san!

-¿Eh?

-¿Está bien? Lo llamé un par de veces pero parecía perdido en sus pensamientos- le dijo Suguro, quien ya había terminado de lavar y ahora estaba a su lado mirando con sus ojos avellanas.

-Estoy bien, no te preocupes.-le sonrió.

-Por un momento pensé que la cerveza había llegado a su cerebro y ya estaba borracho- bromeo

-¿Hey quien piensas que soy? El que se emborracha así es Shuichi, yo no, tengo la resistencia de dos elefantes.

-Jajajaja supongo que tiene razón, Shindou-san no dura nada jajaja. Cada vez que salimos juntos monta un show, sea el lugar que sea.

Hiro se quedo anonadado mientras veía a Suguro reir, era algo inusual verlo tan suelto siguiendo las bromas y olvidando su postura madura y formal. Era refrescante.

-Me gustas como te ves con una sonrisa en tu cara-le soltó de repente.

-…- El tecladista lo miro extrañado y rápidamente la sonrisa desapareció de sus labios, un suave sonrojo cubrió su rostro- No debería decir cosas así Nakano-san, si su prometida lo escucha lograría crear un malentendido ¿Sabe?

-Tal vez eso es justo lo que necesito –susurro mientras lo miraba con intensidad- Crear un malentendido, que crea que la engaño o algo y así olvidar todo este asunto de la boda.

-¿Qué está diciendo? ¿Olvidar la boda? ¿Pero usted…?

Hiroshi suspiro por segunda vez esa noche. Su compañero lo miraba con la duda pintada en la cara y con aún un leve rubor. Era mejor cambiar el tema de conversación o la situación de verdad se volvería peligrosa.

-Olvida lo que dije, solo estaba bromeando. ¿Puedo quedarme a dormir esta noche? No creo que pueda manejar la moto hasta mi departamento.

-P-por supuesto, no hay problema. Prepararé el sofá-cama.

-No es necesario- le interrumpió el pelirojo- Tu cama es suficientemente grande para los dos.

-¿Vamos a dormir juntos? E-esper- suguro quiso detenerlo pero hiro ya se había adentrado en su habitación y con toda la naturalidad del mundo se había acostado en su cama, dejando el espacio suficiente para él.

-Vamos, la cama esta helada, apresúrate.- lo llamó.

Esta vez fue el turno de suspirar del menor, quien en el umbral de la puerta de su habitación, sentía su corazón latir a mil y su cara más roja que un tomate. Menos mal que la luz estaba apagada. Con pasos lentos se acercó a la cama, se sacó el sweeter que llevaba y quedando solo en una camiseta  blanca de manga corta y unos pantalones anchos de entrecasa se acostó al lado de su compañero de banda, que en medio de la oscuridad, sonrió.

~ <3 ~

-¿Hay algo que quiera contarme? Hace tiempo que actúas extraño.

Hiro con toda la calma del mundo, tomo su café de máquina, lo sopló un poco (Estaba caliente) y tomó un pequeño sorbo. Amargo. Busco con la mirada las bolsitas de azúcar pero no encontró ninguna, sin poder evitarlo su ceño se frunció. No podía tomar un café tan amargo, lo quería dulce.

-¡¡Hiro!!- chilló Shuichi- No me estas escuchando.

-Si lo hago- respondió escuetamente. Seguía buscando el azúcar.

-¿Esto es lo que quieres?- preguntó su compañero, sosteniendo entre sus dedos un par de las ansiadas bolsitas de azúcar. Sin embargo cuando fue a tomarlas, las alejó de él- Te las daré únicamente si me dices que te está pasando.

Hiro suspiró, ya había perdido la cuenta de cuantos suspiros llevaba en el último tiempo.

-Es por la boda.

-¿La boda con Ayaka-san?-pregunto, mientras le entregaba el bendito azúcar.

¡Por fin!-¿Acaso hay otra boda que esté planeando Baka?-tomo un nuevo sorbo de su azúcar y sonrió, así si le gustaba.

-No me llames baka, tu también, ya es suficiente con que Yuki lo haga- le dijo con un puchero.

-Está bien lo siento, no era mi intención tratarte mal- su sonrisa se ensancho ante la cara de su amigo, ¿Qué haría sin él?- Es solo que últimamente no me he sentido muy bien.

-¿Es por la boda? ¿No estás seguro ya de casarte?

-Es solo que… las cosas sucedieron muy rápido, aun no lo asimilo del todo. Tranquilo.

-¿Seguro que eso es todo? Te conozco Hiro, eres mi amigo del alma, dime que te está pasando, puedes confiar en mí.

Hiro lo miró, esos enormes ojos amatistas no mentían, de verdad estaba preocupado por él. Realmente agradecía a la vida haber cruzado sus caminos.

-Si te dijera… que no estoy seguro de mis sentimientos por Ayaka… ¿Qué dirías?

-¿Hay alguien más?

Unos ojos castaños pasaron por su mente- No lo sé Shuichi, solo sé que no estoy seguro de esa boda.

-Entonces deberías cancelarla- dijo sencillamente- Si no estas seguro es mejor detener todo cuanto antes ¿no crees?

-No es tan simple, pero lo pensaré.

-De acuerdo, pero también pienso que deberías hablar con Suguro. A veces los pensamientos de las personas son más parecidos de lo que creemos.- Le sonrió y tomando su chocolate caliente se levanto y se fue al estudio a terminar de grabar. Mientras que Hiro, ahora solo,  dejo escapar una carcajada que provoco que todos en la cafetería le quedaran mirando.  Shuichi siempre sabía que es lo que pasaba por su cabeza. Tomo su café de un sorbo, este no lo “dulce” que quería. Botó el vacito desechable y siguió a su amigo al estudio.

Por su cabeza ya pasaban muchas ideas locas.

~ <3 ~

-Pero mañana tenemos que trabajar, sería irresponsable de nuestra parte.

-Ser irresponsable de vez en cuando no es algo tan malo. Vamos, anímate, la otra noche la pase bien en tu departamento.

Fujisaki se sonrojo,  aún recordaba cómo había amanecido entre los posesivos brazos del pelirrojo, le había costado casi una semana volver a mirarlo a los ojos sin vergüenza.

Para ocultar su rostro fingió buscar algunas partituras- Esta bien, pero solo por esta vez, si se vuelve una costumbre K-san, nos va a matar.

-Lo sé, pero no tiene porque enterarse. Vamos, iremos en la motocicleta.

Había comprado solo un six pack de Cerveza, quería que esta noche ambos estuvieran lo más lúcidos posibles. Si todo salía a la perfección, su vida daría un giro inesperado pero positivo.  Una sonrisa tonta delataba sus nervios pero también sus ansias. Jamás había estado tan nervioso ante una situación como esta, toda su confianza había desaparecido por completo, era la primera vez que unas mariposas lo inquietaban, pero daría todo de sí para acallarlas y... complacerlas.

 Tomo entre sus manos un par de latas y fue hasta el salón donde el peliverde se encargaba de poner una película, “Midnight in Paris” era la que había escogido después de estar media hora en el videoclub peleando por sus gustos un “tanto” diferentes.

-Traje las cervezas- anunció levantándolas en alto para confirmar lo que había dicho.

-Ok, la película ya está también y deberíamos comer antes de que enfríe.- habían comprado comida china.

Casi dos horas después las latas estaban vacías y la comida había desaparecido así como la película había terminado. Sin embargo ambos permanecían sentados en el sofá de cuero negro disfrutando del ambiente tan placentero.  Era ahora, el todo o nada.

-A veces-comenzó- me gustaría conocer a alguien con ese sentido por el amor, el gusto por las cosas sencillas, el romanticismo…

-Debe ser lindo tener a alguien así. Si encontrara a una chica así no la dejaría escapar.

El corazón de Hiro latió con fuerza cuando le dio la razón y casi se detuvo cuando menciono a una chica, mas no se amedrento y siguió adelante – Creo que yo tampoco lo haría, al fin y al cabo casi no existen chicas así.

-Hablas como si Ayaka-san no lo fuera.   

-Y no lo es Fujisaki- giro su rostro para mirarlo a los ojos, la conexión fue tan profunda- Ella no es ni la mitad de lo que me gustaría que fuese, aunque suene un tanto cruel.

-Entonces… ¿entonces porque te vas a casar con ella?- le pregunto sin romper el contacto visual, sentía que se hundía en esos ojos entre azules y grises.

-No lo sé, supongo que me deje llevar por la marea, pero no pienso hacerlo más. Romperé mi compromiso con ella, mañana mismo.

-¿Lo harás?

-¿Te gustaría que lo hiciera? –respondió con una pregunta.

Suguro volvió a sonrojarse y  con manos temblorosas tomo las latas vacías y los restos de comida, se levanto y se fue a la cocina. Hiroshi lo siguió.

-No contestaste mi pregunta Fujisaki.

-Mi deseos no tienen nada que interferir en sus decisiones- le contesto dándole la espalda.

-¿Hasta cuando me trataras tan formalmente? ¿Acaso no somos compañeros de banda, amigos? ¿Acaso… no te gusto?

-No-no sé que esta… hablando. Creo que ahora no es solo S-Shindou-san quien se emborracha fácilmente- su espalda temblaba.

-Sabes muy bien de que estoy hablando. Te lo diré sin rodeos, me gustas. Intenté reprimir estos sentimientos que guardaba hacia ti y acepte ese compromiso únicamente para comprobarme a mí mismo que no sentía nada por ti, pero aquí me tienes, ya no aguanto más esta mentira. Verte todos los días en el estudio, trabajar juntos, salir, compartir estos momentos como los de recién sería mucho más perfecto si pudiera tomarte entre mis brazos y sentir tu calor. Me gustas suguro, ¿Tú sientes lo mismo por mi?

Suguro seguía sin voltearse, su rostro ya no estaba solo rojo, sino que estaba cubierto por lágrimas que no había logrado aguantar, su corazón latía desbocado y su cuerpo temblaba como una hoja de papel en medio de una tormenta del más feroz viento. ¡Cuánto había añorado escuchar unas palabras como aquellas escapar de la boca de aquel pelirrojo que lo traía como loco! Solo tenía que responderle un “Sí” y todos sus sueños se volverían realidad. Sin embargo su mente frágil, insegura y de niño, que se escondía tras esa máscara de madurez, se interpuso ante el amor que sentía su corazón.

 -No debería decir este tipo de cosas Nakanos-san.

-¿Eh?

-Si Ayaka-san lo escuchará creerá que no lo ama y terminará con usted.

-¿Pero qué estás diciendo? ¿Acaso no escuchaste lo que te dije? Suguro yo-

-Usted solo está confundido, es normal. Muchas personas antes de casarse pasan lo mismo, estoy seguro que hasta a mi primo le paso. Ya verá como todos esas emociones las olvidara frente al altar.

-Basta- siseó- no puedes cuestionar mi sentimientos así y ¡muchos menos obviar los tuyos!- le gritó

-No sé de qu-

-¡Sí, si sabes! – Respiro hondo para calmarse- Date la vuelta Suguro y mírame a los ojos. Si me dices que no me amas como yo te amo sin dudar no volveré a molestarte y seguiré adelante con mi matrimonio. Asique… Date la vuelta, por favor.

Volteó lentamente dispuesto a decirle que no lo amaba, que está confundido y cometiendo un error, pero cuando estuvo cara a cara, con esos hermosos ojos azulados mirándolo con tanto amor, toda su decisión flaqueo.

-Yo...Yo no…confundido solo… Yo

-¿Tú qué Suguro? Dímelo, por favor.-susurró con amor.

No pudo más, sus sentimientos eran más fuertes que su fuerza de voluntad. Cerró los ojos y dejó que las lágrimas corrieran libremente, aflojo sus labios y su lengua y su cerebro le permitió a su corazón tomar la palabra.

-Yo… Yo te amo, te he amado desde hace mucho, pero no podía, no quería arruinar tu felicidad con Ayaka-san, ella es una chica perfecta, hermosa, lo hará feliz. Mucho más feliz de lo que alguien tan sencillo como yo puede llegar a lograr.

El pelirrojo casi corrió hacia su amado, estrecho con fuerza ese pequeñito cuerpo y aspiro con fuerza ese suave olor a almendras que despedía su cabello verdoso. ¡Cuánto había deseado hacer eso!

-No te menosprecies Sugu-chan,  a mis ojos tú eres mucho más hermoso que cualquier chica. Me gustan tus gestos, tus sonrisas, tu cuerpo. No hay nada en ti que no me guste. Te amo, te amo tanto Sugu-chan.

-Yo también Te amo Hiro- era la primera vez que lo llamaba por su nombre  dejando de lado la formalidad. Sus brazos  delgados lo abrazaron y se sintió rozar el cielo.

Con cuidado de no romper el abrazo tomo su mentón, despacio y sin querer asustarlo, rozó suavemente sus labios. Son dulces. Se separó y lo miro a los ojos, no vio rechazo asique volvió a besarlo y esta vez se permitió jugar un poco con ellos. Se sentía genial  al fin poder besarlo, tanto tiempo deseándolo en silencio.  Por fin encontraba la dulzura que deseaba.

~ <3 ~

Estaban en la habitación del peliverde, recostados, abrazados y besándose. Hacía ya unos minutos que sus lenguas se había probado y se había hecho adictas en un segundo. Las manos del mayor recorrían la espalda del pequeño, sobre la tela de la camisa, explorando este cuerpo nuevo para él. Las de Suguro, se posaban sobre el pecho de Hiro y en contada ocasiones, tímidamente, se permitían tocar un poco de aquel pecho.  

-Suguro-lo llamo el guitarrista rompiendo el beso, ambos estaban agitados y sonrojados- ¿Alguna vez has… has estado con un chico? ¿Sabes cómo se hace… el sexo gay?

Apenado, escondió su rostro en el cuello del otro y negó.

-¿Eres…eres virgen?

-Sí-  contesto con un hilillo de voz. No es que le molestara pero le avergonzaba reconocer que a sus casi 23 años aun no había probado el sexo ni con un hombre ni con una mujer.

Por otro lado, el pelirrojo se sentía más feliz que nunca, su pecho se inflaba de emoción. Él sería el primero y el último de Suguro, y nadie ni nada podría evitarlo, excepto claro que él se negara a entregarse a él.

 -Hey, mírame, por favor. Sugu-chan.- el menor obedeció, su rostro ardía de vergüenza- Tú… ¿Te gustaría hacerlo conmigo? No es necesario llegar hasta el final, hasta donde tu cuerpo aguante. Seré gentil lo prometo. Así que… ¿Te entregarías a mí?

-Es imposible negarme si lo dices así- susurró con ternura y tomando la iniciativa por primera vez unió sus labios.

Pronto estaba debajo del cuerpo de Hiro, con una cascada de cabello rojo cubriendo su rostro mientras sus labios seguían sin soltarse ni un solo segundo, y con su camisa perdida a un costado de la cama.

Nakano dejo sus labios para bajar por su cuello, lamiendo, mordiendo y besando esa piel suave y blanca que se exponía hasta sus ojos. ¡Tanto tiempo deseando esto!  Se permitió dejar un pequeña marca antes de seguir hacia sus hombros, pequeños y redondos.

-¡H-hiro!- gimió suguro, eran tantas las emociones que no sabía qué hacer. Sus manos se aferraban una al cabello rojo fuego y otra al hombro desnudo de su pareja. Su camisa también había desaparecido.

-Tranquilo todo va a estar bien.- subió para dar un corto beso en sus labios antes de retomar su tarea. Bajo por los hombros dejando un camino húmedo y busco sus tetillas, eran redonditas y rosadas. Las beso, las mordió con deseo pero a la vez con suavidad, quería que su primera vez fuera un buen recuerdo. Se permitió estimularlas hasta dejarlas duras. Siguió bajando por el vientre plano y sin vello, jugueteo con el ombligo, mientras lo sentía gemir, hasta que llegó a la cinturilla del pantalón. Con maestría coló sus manos y jaló de ellos, con bóxer y todo.

Al sentirse denudo, Fujisaki cerró sus piernas intentando ocultar su sexo, avergonzado de que por primera vez que alguien lo viera así. Excitado y mojado.

-No tengas vergüenza, quiero ver todo tu cuerpo,  abre tus piernas.- le susurro al oído para luego lamerlo. Una de sus manos bajó y separo con lentitud sus piernas, su miembro, adornado por un bello negro y recortado, estaba erguido y con la punta mojada por la excitación. – Eres hermoso Suguro- Tomó su pene entre sus manos y comenzó a masturbarlo, en un comienzo sin prisa para luego tomar un ritmo más rápido y desesperado.

-Ah… ¡Aah! ¡H-Hiro! T-Tú mano…Más-gimió. 

-Tócame Suguro, tócame tu también-su voz sonó ronca por el deseo.

Con manos temblorosas y temiendo cometer un error, el menor bajo sus manos a los pantalones del guitarrista y los abrió. Los bajó, junto con el bóxer  también, dejando libre al fin el miembro de este.  La boca de Fujisaki se curvo en una perfecta “o” al verlo, era más impresionante de lo que esperaba. Grande, grueso y con una leve curvatura. El vello que lo adornaba era casi inexistente.  

-Sugu-chan…por favor… hazlo.-  gimió ya sin poder contener sus manos.   

Lo tomó entre sus manos e imitó los movimientos de Hiro. Estaba húmedo y caliente.

 Ambos gemían y se tocaban sin control, sus cuerpos buscaban un mayor contacto y sus lenguas jugueteaban con la ajena. Sus caderas se movían ya en un frenesí desesperado.

-Hiro voy a…Voy a correrme- le aviso con los ojos cerrados y respirando erráticamente.

-Espera un segundo- Soltó su miembro recibiendo un quejido de protesta y su cuerpo bajo hasta quedar su rostro enfrente de aquel  miembro rojo y al borde del orgasmo- Córrete en mi boca.

-¡¿Qué?! N-no... qu- ¡Aaaah!- un ronco gemido no le permitió seguir hablando, si de por si la mano de Hiro en su miembro se sentía maravillosa su boca, húmeda, caliente y maestra, era como tocar el cielo. Sus caderas comenzaron a moverse, penetrando esa cavidad que no dejaba de moverse y lo volvía loco.- Ya no puedo, ya no… ¡Aaaaah!

 Arqueo su espalda y penetro por última vez aquella boca ajena, sus uñas se clavaron en los hombros y gimió con fuerza cuando el orgasmo al fin llego. Hiro no dejo escapar ni una gota de semen, disfruto del sabor y de tomar la esencia de su niño.

-¿Estás bien?- le pregunto, tenía los ojos cerrados y aun respiraba agitado.

-Estoy más… más que bien. Se sintió delicioso. Gracias- le sonrió.

-No tienes nada de que agradeces bobo, yo también lo he disfrutado, pero ahora, viene la mejor parte.

-¿Eh?

-No creerás que ya hemos acabado ¿verdad? – Sonrió al ver la cara de confusión cambiar rápidamente a miedo cuando sintió sus dedos jugueteando con su entrada. – Voy a poner mi pene aquí mismo, voy a poseerte y marcarte como mío Sugu.

-P-pero… es muy grande, no va a entrar ahí.

Hiro sonrió enternecido- Lo hará créeme, pero ahora necesito que te relajes, ¿lo harás? ¿Confías en mí?

Solo basto una palabra suya para que Fujisaki creyera en el- Hazlo, confío en ti. Quiero que seas tú el primero.

Se besaron con ternura, reafirmando su amor, ese que habían ocultado y reprimido por tanto tiempo y que desde hoy en adelante vivirían al máximo.

-¿Estás listo?- le pregunto con ternura Hiro. Lo había preparado largo rato, para evitar que el dolor fuera muy intenso. Había usado el lubricante que esa misma tarde Shuichi le había regalado con una sonrisa picara en el rostro.  Y que ahora agradecía intensamente.

 -Sí, hazlo.

Entro lentamente en él, pero no por eso de forma menos dolorosa. El interior de Suguro era caliente y apretado, su sexo palpitaba con fuerza y ya estaba al borde del orgasmo con solo y estar en su interior. Nunca había experimentado algo como esto. Era alucinante.

-V-voy  a moverme- le aviso. Comenzó con un vaivén despacio, no quería rasgar su interior, se lo tomaría con calma, por mucho que quisiera perder el control.

-Mmgh… Hiro.

-¿Te duele mucho? ¿Quieres que pare?- le pregunto preocupado.

-No, sigue, quiero que te corras dentro mío. No te preocupes, puedes moverte más rápido- Le sonrió. En un principio sintió como si el cuerpo fuera a partírsele en dos, pero no le importaba, deseaba que Hiro disfrutara, y tenerlo dentro para él ya era suficiente.

Los vaivenes se hicieron más rápidos y profundos, sentía el sexo del pelirrojo abrirse paso entre sus entrañas, estaba caliente y húmedo.  De pronto, la punta de ese miembro tocó su próstata y lo hizo ver estrellas.

-Ahí Hiro, justo ahí

-S-si… otra vez.

Hiro comenzó a golpear esa zona que volvía loco a Suguro, cada vez más rápido y más profundo, sentía que iba a perder la razón, el placer era infinito. Su cuerpo más pequeño bajo el suyo, delgado, cubierto de sudor y arqueado por el placer que él, y nadie más, le estaba otorgando.

-No creo que pueda aguantar más, Sugu-chan…Voy a correrme

-Y-yo tambien…Hazlo, quiero sentirte... ¡Aaah!

Las embestidas aumentaron, más rápidas y desesperadas, entre sus manos tomo su miembro y comenzó a masturbarlo al mismo ritmo.

-¡H-hiro! M-me corro…

-Y-yo tambien… ¡Aaaah!

-¡Aaah!

El orgasmo les sobrevino de manera deliciosa, sus cuerpos se tensaron, se arquearon y liberaron sus semillas, uno dentro y el otro entre sus vientres, las respiraciones erráticas y los ojos cerrados firmemente.  Dejaron caer sus cuerpos satisfechos sobre la cama y la respiración retomo su ritmo normal.

-Eso ha sido asombroso.-susurro suguro mientras acariciaba el rostro de Hiro.

-Me alegro que haya estado a tu altura.- le sonrió.

-Bobo, siempre lo has estado. Dios jamás pensé que este sueño se volvería realidad.- sollozó mientras ocultaba su rostro en su pecho y sus brazos rodeaban su cuerpo.- Pensé que tendría que conformarme con mirarte de lejos.

Hiro sonrió mientras acariciaba el cabello húmedo por el sudor de Suguro- No llores amor, de hoy en adelante cumpliré todos tus sueños y caprichos, te haré el hombre más feliz del mundo te lo prometo. Y jamás te dejaré solo.

-¿Y Ayaka?-pregunto con temor.

-Olvídate de ella por esta noche, mañana terminaré con ella para siempre. Le diré que he encontrado un nuevo amor. No quiero que piensen en nadie más que en nosotros. 

-Te amor, Hiro.

-Yo también te amo amor.

 

Notas finales:

Buenas nocheeeeeeees (En chile ya es de noche jijiji)

Bueno, antes de dormir queria subir este one-shot que hace tiempo tenia en la cabeza, me gusta esta pareja.

Tambien tengo un anuncio que darles:

NO seguire con el fics de Sacrificio de amor, simplemente por que no me satisface y no me gustaba para nada la trama,a era aburrida y obvio, no la soporte. Espero que entiendan. De hoy en adelante me dedicaré a los one-shot. Espero me apoyen C: !

Se agradecen pero no se suplican los Reviews! si quieren dejarlo muchas gracias! sino, bueno será jiji C:

Buenas noches y espero les guste !


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