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Who'll Stop the Rain? por Naruu Uzumakii

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Notas del capitulo:

Hola! Vengo con un nuevo capítulo sacado de la manga, empece ayer y lo tuve hoy hace... Cinco minutos? xD

Bueno, aquí vamos:

Sasuke se fue con ese chico de cabellos rojos... ¿Por qué el rubio sentía molestia? una mujer recuerda el pasado de su nuera... Sasuke preocupado por alguíen que no es Gaara?

Los personajes no me pertencen, son de Kishimoto-sensei

Nota: Utilicé las palabras que Kushina le dijo a Naru antes de morir, esta vez se las dijo a sus dos peques... Em... Es todo, espero lo disfruten.

 

Capítulo X: Pasado…

Los rayos del sol estaban siendo realmente molestos con sus ojos azules, estaba más que desesperado tratando de cubrir su rostro con la sabana que tenía enredada en su cuerpo, suspiró pesadamente y deslizó su mano hasta el otro extremo de la cama para encontrar… Nada.

— ¿Teme?— Se quitó lo más rápido que pudo la sabana del cuerpo, con los ojos entrecerrados miró hacia el lugar donde debería estar Sasuke, estaba vacío, no había ningún Sasuke allí. Sin decir nada se acomodó un ratito más entre las sabanas, quizá, solo quizá Sasuke había salido a caminar.

Despertó alrededor de medio día, había dormido como nunca antes, estaba relajado, lo extraño es que Sasuke aún no se había reportado. ¿Acaso se había lastimado en su caminata? ¿Estaba herido? ¿Qué le había pasado? No entendía por qué, pero estaba preocupado. Se levantó pesadamente, arregló la cama, tratando de dejarla lo mejor arreglada que podía, buscó entre sus valijas algo que ponerse, deseaba tomar un baño, sin embargo o pensó dos veces y salió con su pijama de color naranja, con algunos botones desabrochados, nada, la sala y cocina vacios.

Miró hacía la nevera, una nota ¿Nota? Desganado se dirigió hasta ella, tirando un cojín rojo en la alfombra y derramando el vaso de leche que tenía entre sus manos. La miró con los ojos realmente enormes.

“Dobe, tuve que volver, no diré razones porque es algo en lo que no te incumbe, trataré de llegar por la tarde, espérame”

No se explicaba porque Sasuke tenía que regresar con urgencia, sin decir nada despegó la tarjeta de la nevera y la lanzó a un cesto de basura que estaba cerca, se recargó en la mesa mirándola sin hacerlo y recordó que le habían llamado por la noche.

“—Mañana mismo…—“

Se tomó el rostro con molestia ¿Por qué estaba tan molesto con la persona que le había llamado a Sasuke? ¿Por qué sentía que su pecho dolía tanto? Se dirigió sin ánimos hasta la entrada de la casa, el sol estaba bastante alto, el lago le hacía una invitación a la locura, las aguas cristalinas estaban tranquilas, nada las perturbaría en toda la tarde, ni siquiera la noche, solo que había un pequeño problema, él no sabía nadar. Sonrió regresando sus pasos hasta la cocina, el apetito se había marchado junto con sus ganas de seguir deambulando por los alrededores.

Miró el sofá y se quedó allí sentado, llamaría a su hermano, quizá él podría subirle los ánimos.

—Contéstame… Deidara— Murmuraba por lo bajo.

— ¿Aló?— Se notaba su voz cansada, muy débil.

—Deidara… ¿Qué estuviste haciendo he?— Dijo en modo divertido, sin saber nada de lo que había pasado en su familia por la noche.

—Nada pervertido pillín, Saso-chan estuvo muy mal… Pensé que perderíamos al bicho— Se levantó de la cama, tratando de no despertar a su chico de cabellos rojizos que aún dormía plácidamente a su lado, aún se encontraban en el hospital, Deidara decidió quedarse con Sasori.

— ¿Cómo está? ¿Qué pasó? ¿Deidara?— Él ya sabía que una lluvia de preguntas lo asaltarían diciendo aquello.

—Está muy bien, hermanito… Todo está bien, no te preocupes— Susurró.

— ¿Otra vez Itachi?— No quería decirlo, pero sospechaba que el mayor de los Uchiha estaba involucrado.

—Sí, amenacé con irme… Itachi… Yo… Dejándolos— Murmuró sintiéndose peor, si ya se sentía basura, ahora… Ahora no sabía que era.

—Deidara… ¿No le pegaste, verdad?— Susurró temiendo lo peor.

—Sí, pero no creí que… Yo— No sabía cómo continuar con eso.

—No lo vuelvas a hacer, hermano o yo mismo te patearé el trasero— Dijo bufando molesto —Lo importante es que él chibi y él están bien ¿Entiendes? Solo cuídalos más ¿Ya? Te dejo, que iré a dame una ducha— Sonrió y corto antes de que su hermano pudiese decir algo.

—Gaara— Le movió cuidadosamente tratando de no lastimarlo, Gaara estaba acostado en el sofá de la sala, ¿Cómo había llegado allí si él se había quedado en la cama? Un misterio más que resolver.

— ¿Qué quieres?— Le miró molesto.

—Levántate— Ordenó seriamente.

—No te cases con Naruto… Sasuke— Susurró, creyó que Sasuke no lo escucharía, sin embargo este no le dio importancia, hizo como que no escuchó nada.

— ¿Qué ocurre?— Sasuke ya sabía lo que ocurría de sobra, pero quería escucharlo otra vez.

—Nada ¿Qué quieres que ocurra?— Sasuke le miró con molestia, así que seguía siendo así ¿No? Cuando estaba con las copas de más tan dócil el jodido arenoso, y cuando estaba en su sano juicio tan borde y cortante.

—Eres tan difícil, Gaara—

— ¿Dónde dejaste a tu doncel? Pensé que estabas de vacaciones con ese— Murmuró cargando sus palabras de veneno, Sasuke no entendía la actitud de su amigo, no lo entendía ya… Se levantó del sofá y se dirigió al pequeño lugar donde guardaban todas las bebidas alcohólicas, las puso bajo llave disimuladamente después de servirse un trago, caminó hasta la cocina y miró por la ventana, se veía toda la ciudad, sus calles mojadas por la reciente lluvia, los árboles aún con el rocío de agua.

—Es hora de irme, el dobe se… Naruto se quedó solo y… Tsunade podría decirle a mi padre que lo abandoné— Sabía que podría disculparse con Naruto, y nada pasaría, pero Gaara no estaba de humor y él mucho menos, la noche había sido larga, muy larga.

Gaara no dijo nada, solo asintió yendo hacia su habitación desolada, Sasuke suspiró fuerte y salió de su hogar, no quería dejar a Gaara solo, pero tampoco quería ser una molestia para él. Bajó las escaleras, este día no tenía ganas de usar el elevador, quería hacer ejercicio, al llegar al primer piso sus ojos se cerraron de golpe, no se acostumbraba a tanta luz, entró en su automóvil y revisó su teléfono celular, ninguna llamada, nada.

— ¿Debería llevarle algo? Ayer le prometí salir a cabalgar con él— Recordó que Naruto le había dicho el miedo que le tenía a cabalgar, también que las rosas celestes eran sus favoritas. —“También sé que su cuerpo es el único que encaja perfectamente con el mío”— Se dejó llevar y era cierto, Gaara no encajaba tan bien como Naruto cuando dormían juntos, siempre estaban incómodos, en cambio Naruto no le incomodo ni mucho menos se movía, también el olor del rubio era embriagante.

Recordaba esos suaves mechones colándose por su rostro, ese olor embriagante, esos fuertes brazos aferrándose a su cuerpo, sintió un escalofrió al recordar al teme, era la primera vez… No, segunda vez que un hombre le atraían de sobre manera. Igual no pensaba enamorarse de él.

Tsunade estaba recargada en el barandal que conducía a la salida del portal de las rosas Uzumaki, recordando el efímero pasado ¿Cuánto tiempo llevaba pensando en ello? ¿Cuántas noches de lluvia arrebatadora habían pasado desde ese hecho tan… Despreciable? Inspiró hondo y después exhalo pesadamente mirando esa rosa en específico, aquella que su adorada nuera Kushina, esa joven mujer que luchó con dos partos de alto riesgo.

—“Minato…”— Recordó a su difunto hijo rubio, no era lo más hermoso para recordar, pero… Una amarga lágrima rodó por su mejilla.

*** Flash Back***


—Ah, todo está bien Tsunade-sama… No se preocupe, no duele mucho— Mintió la mujer de cabellos rojizos, sabía que los dolores eran cada vez más fuertes, pero no quería preocuparle, Minato no se encontraba en la ciudad, de hecho, estaba en el país del remolino con su pequeño Deidara que tenía alrededor de 6 años.

— ¿Estás segura? Podría mandar a Shizune para que esté a tú cuidado— Mencionó la rubia levantándose de su cómodo sofá.

—No… M-me duele— Sus lágrimas salieron rápidamente de sus orbes azules.

— ¡Shizune! — le gritó a su mano derecha quien como siempre acudió a su llamado. 


Prepararon todo para salir hacía la casa de su hijo, no podían dejar que le pasase algo a ese pequeño y no se perdonaría si le pasara algo a Kushina, no soportaría ver a su hijo rubio destrozado. Salieron de la casa lo más rápido que sus piernas les dieron. Cargaron con algunas cosas más necesarias y llamaron al hospital para avisar y tuviesen todo preparado por si el parto se complicase.

— ¡Minato voy a matarte-ttebane! — Lloriqueaba Kushina mirando a Tsunade que tenía una cara extraña.

— ¡Mi hijo no te hizo nada! — 

—¡¡Me hizo esto!! — Señaló su prominente vientre, llorando. 

— ¡Cállate! ¡Concéntrate Kushina! —

— ¡Tsunade Oba-chan! — Dijo llorando y gritando cada vez más fuerte acostada en el sofá de la sala de su casa, Tsunade sabía que esta vez perdería a uno de los dos y Kushina lo leyó en su mirada… —Si… Si necesitas salvar a alguno de los dos… Que sea él— Murmuró con una sonrisa y las lágrimas mojando su blanco rostro, Tsunade mordió su labio inferior con rabia, no quería elegir entre ellos dos.

—No tengas miedo… Haré mi mayor esfuerzo— Murmuró llevando a Kushina lo más rápido posible a la ambulancia, los paramédicos le ayudaban con Kushina que transpiraba más de lo acostumbrado para ellos, no querían perderla.
Las horas pasaban y Minato había regresado con su pequeño Deidara quien estaba deseando ver a su madre… Hace muchos días que no la veía, la quería abrazar. Sin embargo le habían dicho que su hermanito estaba por llegar y eso significaba que: No volvería a ver a su madre o su hermanito no viviría.

—Ven, Dei— Su abuela lo llevó hasta la habitación de su madre, Deidara era pequeño pero entendía perfectamente las cosas, el pequeño suspiró lo más hondo que sus pequeños pulmones aguantaron y siguió a su abuela. 

—Dei…— Le llamó su mamá, con la voz terriblemente debilitada, con los ojos cerrados, la cama blanca estaba quieta, las ventanas estaban cerradas, las cortinas por igual, había una terrible y perturbadora calma, el pequeño rubio siguió a su abuela quien caminó hasta colocarse al lado de la cama de Kushina.

—Mami…— Deidara la miró con los ojos llenos de lágrimas.

— Dei…  No seas quisquilloso con la comida... Come, crece mucho y sé un buen niño... Báñate todos los días... Ve a la cama temprano y duerme bien... Haz amigos... no importa cuántos... Sólo asegúrate de que sean amigos verdaderos en los cuales confíes, no importa si son pocos...Estudia muy bien... nunca fui buena para ello... quizás tú sí... Todo el mundo es muy bueno y muy malo en algunas cosas... No te sientas mal si hay algo que no puedas hacer... Asegúrate de escuchar a tus profesores en la academia. Evita los tres vicios de los hombres... no pidas prestado dinero... ahorra lo que ganes en tus mesadas... no tomes Sake hasta los veinte años o arruinarás tu cuerpo... Y en cuanto a mujeres, bien, soy una mujer, así que no sé qué decir. Este es un mundo de hombres y mujeres y algún día querrás tener una novia... Asegúrate de no escoger a una rarita... encuentra alguien como tu madre... y, ten cuidado de Jiraiya Sensei ...— Terminó de hablar y se dirigió al pequeño que estaba a su lado — Naruto , vas a experimentar mucho dolor y sufrimiento... Recuerda quién eres... Encuentra una meta... un sueño... y nunca te rindas hasta hacerlo realidad... Hay tantas, tantas, tantas... cosas que quisiera decirles y enseñarle; quiero estar con ustedes, hijos míos... LOS AMO. — Dijo apretando fuertemente la mandíbula y llorando sin poder consolarse, sus fuerzas le fallaban, Tsunade estaba siendo espectadora de tan dolorosa escena, Deidara abrazó a su madre y Minato los cubrió a los dos con su brazos, los tres derramando lágrimas. Kushina se desvaneció en los brazos de su marido, al parecer era lo único que esperaba, susurrarle algo en el oído y caer en el sueño eterno llamada muerte.

***End Flash Back***

Desde entonces Deidara se había transformado en un niño que demostraba muy poco sus sentimientos, hasta que conoció a Itachi, sin embargo… Ella no apoyaba esa relación y no porque no apreciara a Itachi, si no que… Sasori estaba esperando un bebé del rubio y eso le importaba más que todo.

Arrugó el entrecejo se preguntaba cómo se la estaría pasando su pequeño rubio, se preguntaba si ese Uchiha le trataba bien o si acaso habría algo más después de todo, quién sabe, eso el tiempo lo decidiría.

Notas finales:

Adivinen el lemon ya se viene -sonrie- Y con quien no se lo esperan FD

Hagan sus apuestas!

Hahahah espero que les haya gustado, en lo personal es uno de mis capítulos favoritos... Planeo publicar el capítulo 11 el viernes, espero hacerlo, es la primera vez que llegó hasta el capítulo 10... Estoy feliz!

Etto... Quiero agradecerles, porque sin sus reviews y animos no sería capaz de escribir esto... Saben? Es hermoso cuando lees un review y ayer, comiendo algo de platillos japoneses le mostré el fic a Sasori-sensei y le gustó! Hizo tantas expresiones kawaii´s en el restaurant que fui muy feliz, creo que puedo imaginar sus expresiones en cada review, es todo, buenas noches-madrugadas-días.

xNaruu


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